—Llamaré a Fu Hua y le diré que traiga a Jia Li de vuelta a casa porque lo extraño. Si no me hace caso, tendré que dejar que el anciano los invite él mismo. Estoy seguro de que Fu Hua no podría negarse —dijo Fu Hee tras mucho pensarlo.
—Esa será una buena idea. Está bien, no te olvides de informarme si pasa algo. Tengo que llamar a Jun y explicarle las cosas —explicó Bai Fen.
Después de la llamada, Fu Hee lanzó su teléfono a la cama. Todavía estaba molesta por el hecho de que el anciano anunciara el estado marital de Fu Hua al público y este último no hiciera nada al respecto.
—Fu Hua, no me digas que has aceptado a esa chica —murmuró Fu Hee para sí misma con el ceño fruncido.
Las cosas se complicarían más si Fu Hua empieza a proteger a Jia Li igual que el anciano ha estado haciendo.
De vuelta a la casa de Fu Hua...
Cuando llegó su pedido de comida, Jia Li ayudó a servir los platos.
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