0

¿Quieren escuchar una historia completamente inédita y jamás vista sobre la caída del héroe?

Bueno, esa es mi historia.

Cuando derrotamos al Rey Demonio, cumplí mi deseo de quedarme en el mundo donde reencarné, y pedí quedarme con Aqua. No tenía en mente que todo lo que pasó después, fue la bajada dolorosa desde un tobogán que tenía una bajada peligrosa hasta mi descenso.

Primero, sentí que la situación no cambió en absoluto en cuanto a "mí" reputación, aún con todos los logros que conseguimos, sigo siendo llamado "Bazuma, Kakazuma, etc..."

Ni siquiera hubo cambios en mi vida amorosa, si se le puede llamar a eso con el trío de chicas que cargaba.

Para empezar, la persona con quien más fichas tenía, Megumin, es un caso perdido. Me lanza la zanahoria cuando estamos a nada de tener algo serio, para después quitármela de las manos faltando un solo paso; Darkness, pues...yo de alguna forma sentí que se separó de nosotros y especialmente de mi. Sus comportamientos masoquistas dejaron de relucir cuando hablaba con ella, la regañaba o me molestaba, puedo entender que estuviera decepcionada por mi rechazo, pero no esperaba que olvidara como si nada ese sentimiento por mí; en cuánto a Aqua...no sé si fue una ilusión fugaz que pasó sobre mi, cuando estábamos peleando contra el Rey Demonio, pero después de todo, los días se volvieron en una fiesta interminable para ella, dejé de verla en casa y ni siquiera hablábamos.

Segundo, "por sentido común" me gané un rechazo considerable del reino, eso manchó aún más la imagen de la gente sobre mí.

Es difícil y raro de decir, pero Iris...mi querida hermana, cuando fuimos a la condecoración por el logro de eliminar el mayor enemigo del mundo, ¡me pidió enfrente de todo el público presente que nos casáramos!

Debo decir que eso fue muy sucio, me tiró la presión social encima. Si aceptaba, estaba mal, si no...¡también!

El hecho de que ella estuviera enamorada de mí en este momento, no fue algo acertado de declarar ahí precisamente.

A lo mejor, cuando tuviese unos 5 o 6 años más, obviamente no lo iba a rechazar.

También en ese momento, estaba ilusionado con la zanahoria de Megumin.

Volviendo al caso, Iris se puso muy triste cuando la rechacé, se enojó conmigo y todo el reino me puso una orden de no volver a pisar el reino de Belzerg. No fue solo porque Iris estuviera enamorada de mí, sino por jugar con los sentimientos de una joven princesa...cuando en ningún momento pensaba de manera romántica en ella, solo la quería como mi hermana.

¡No fue justo!, ¡mi derrota estaba asegurada hiciera lo que hiciera!; ¡¿qué pasa con todas mis hazañas por este mundo?!

La noticia se esparció, por supuesto se intensificaron los comentarios negativos hacia mí. Llegando a querer eliminarme de la hazaña de ser considerado uno de los héroes que eliminó al Rey Demonio.

Da igual lo que hagan, la historia no borrará los hechos y siempre habrá alguien quien mantenga la verdad, incluso en este momento cuando ya no estoy en Belzerg.

Ahh...me estoy adelantando, déjenme terminar.

Se informó que la hija del rey demonio seguía fugitiva, luego de intentar asaltar el castillo de la princesa Iris, pudo huir de alguna forma que nadie supo por varios meses.

Tenía un horrible presentimiento, me sentía observado incluso desde mis aposentos (estaba encerrado en el cuarto de la mansión), me volví paranoico. Intenté desesperadamente pedirle al Gremio que pusiera una recompensa por la cabeza de la hija del rey demonio, ¡qué hicieran una búsqueda y resguardarán todo Axel!, ella iba a por mí...después de todo es probable que descubra quien lo mató.

No lo hicieron, simplemente no le dieron la importancia al haber eliminado al problema mayor.

Traté de pedirle ayuda a Eris, pero no conseguía contactarme con ella; Vanir y especialmente Wiz, me pidieron no entrar en pánico...algo imposible en ese escenario porque perdí el apoyo del reino.

Las chicas no ayudaron, se comportaban esquivas, dejándome solo en la mansión muchas veces.

Yo sentí que mis relaciones con el mundo exterior empeoraron, y no sé porque. ¿Acaso se me subió la fama a la cabeza o esperaban un cambio en mí después de eliminar al Rey Demonio?

– ¿Está Satou Kazuma en casa? –. Unos toqueteos en la puerta me llamaron, haciéndome sudar frío al no reconocer en absoluto aquella voz.

Ansiosa, desesperada y habiendo esperado tanto para el momento de realizar su propia venganza.

Notando el silencio de la mansión, sabía que algo muy raro estaba pasando y se debía a que por fin...ella había entrado.

Ojalá hubiese entrado a buscar otra cosa, pero definitivamente ese monstruo no estaba para juegos. Veía los ojos asomándose por el espacio de la puerta, abriéndose lentamente, saltaban por todos lados con una risa inquietante.

No esperé mucho más, definitivamente no dejaría que la historia de Satou Kazuma acabase de esta manera.

Me tiré de la ventana de la mansión, el pánico me hizo cometer la acción, cuando caí y sentí huesos rotos fue muy tarde para pensarlo dos veces. Grité desgarradoramente, pero me moví como sea para escapar de la mansión, necesitaba llegar lo más rápido posible donde la gente esté presente y encontrar alguna seguridad.

Escuché una ventana romperse, acompañada de un rugido demoníaco que me hizo gemir de terror.

No volteé en ningún momento...y aún así, la mujer me tiró de una patada al suelo, dándole vueltas a mi cabeza hasta que miraba al cielo de nubes oscuras.

– Al fin te atrapé... –. Me puso el pie sobre la barriga, apretándome con fuerza y bajando para lastimarme el estómago.

No podía ni gritar, solo me remordía de dolor, en este momento ahora sí sentía que era inútil.

– Escuché que has vuelto de la muerte muchas veces...veamos qué pasa si no encuentran tu cuerpo cuando me deshaga de tí, ¡JAJAJAJA! –. No sé lo que hizo conmigo después de darme un puñetazo en el rostro que me mató literalmente.

Pasé un rato en la oscuridad, no estaba en la sala con Eris, supuse que este iba a ser el final abrupto y definitivo en este mundo.

– ¡Kazuma, Kazuma, Kazuma, despierta! –. Los ecos de la voz angelical, me hicieron despertar de golpe como si fuese una pesadilla.

Pero no lo es, estaba frente a una Eris incrédula y llorando después de mucho tiempo.

– ¡Kazuma! –. Los gritos de Eris me hicieron alterarme.

– ¡¿Qué sucede?! –. Ni siquiera dije "Si, soy Kazuma", la expresión y la forma como se acercó corriendo de su trono hacia mí no eran buen indicio.

– No...tú cuerpo...está desapareciendo, ¡¿dónde demonios te encuentras?! –. Ella levantó mi mano, quien se volvía gris y lentamente se estaba yendo.

– ¡¿Qué?!, ¡¿cómo que estoy desapareciendo?!, ¡¿me estás preguntando a mí dónde demonios estoy?! –. Esta vez no pude evitar gritarle de vuelta, entre angustia y molestia.

Cuando todo terminó, no volví a verme con Chris tampoco...ahora que estoy muriendo y estoy desaparecido, seguro va a pasar la típica de que se preocuparán por mí.

– Me he sentido muy mal desde hace tiempo, ¡¿de verdad estás preocupada por mí ahora?! –. Ella no dijo algo, quedando congelada, sus labios temblaron y bajó la cabeza para no verme a los ojos. Sabía de mis preguntas por el comportamiento esquivo de ella y los demás.

– ¡¿De verdad no puedes hacer nada?! –. Me estaba asustando de que mi brazo estuviese desapareciendo ante su pasividad.

– Kazuma...perdón –. El sollozo hizo que no pudiera entender claramente.

– ¿Eh? –.

– Perdón, por no haberte visitado. Cometí un error, no quería que te sintieras rechazado –.

"¿Por qué dice eso ahora?, suena demasiado pesimista..."

Me asustaba de que no hubiera nada que hacer, mis palabras no salían del shock.

– ¡Eris por favor!, ¡te perdonaré y lo hablaremos si haces algo rápido!, ¡oye, no te quedes ahí llorando que me haces preocuparme de verdad! –. Me levanté y la obligué a mirarme, su rostro estaba bañado de lágrimas.

– Kazuma...lo que pasó...fue –. Eris me contó algo que me hizo volarme la cabeza y reír desquiciado.

Las chicas habían hecho un acuerdo, para dejarme a mí a elección con quien deseaba quedarse. Por eso me ignoraron, no querían hablar conmigo o no estaban en la mansión.

Eso explica lo que pasó con el trío de inútiles, porque Eris está llorando y pidiéndome perdón, a Wiz tratándome como si fuese un cliente más cuando visité la tienda en busca de una persona que me apoyara, incluso porque Yunyun se encontraba más nerviosa de lo normal y huía cuando me veía.

Demonios...¡¿CÓMO PODRÍA DARME CUENTA DE ESO?!

Con respecto a mis amigos y Axel en general, resulta que no tenían rechazo a Kazuma. Sin importar lo que pasó con la princesa, de hecho a ellos no les sorprendió cuando se enteraron de su confesión hacia mí. Para ellos, seguía siendo un amigo fiel y un emblema del pueblo, orgullosos de tener al héroe más grande conviviendo como un ciudadano.

– ¡Eris maldita sea!, ¡mantén mi cuerpo en este mundo! –. Dije inmediatamente después de escuchar cada contexto de la situación, suplicándole con mi mano aún con vida que actuara.

– ¡Estoy intentándolo!, ¡pero ella lo está desintegrando totalmente con todo su poder! –.

Mierda, tenía un harem en las manos y no mantuve la cuenta en 3-2.

¿Esto fue mi culpa o esto pasó porque tenía que pasar?

– Chris... –. Dije ya en vano, viéndola usar sus poderes para mantenerme en este mundo.

Seguro ya le había comunicado a Aqua que mi cuerpo estaba disolviéndose en alguna parte.

La ví abrir los ojos momentáneamente, alzando la vista hacia mí.

– Kazuma...tengo una idea. Pero tienes que protegerme que volverás a este mundo cuando lo cumplas –.

– ¿A qué te refieres con "VOLVER"? –. Me acerqué a ella, esperando que lo soltara.

– Tú cuerpo no sobrevivirá, es seguro...solo tengo una opción...salvar tu alma, y colocarla en otro recipiente –.

La escuché atentamente luego de asentir, había terminado de llorar, pero seguía muy agitada por toda la situación.

La ayuda no llegaría a tiempo, sea donde sea que la hija del rey demonio tenga mi cuerpo.

– Te mandaré a otro mundo, si consigues cumplir el objetivo, tendrás la opción de regresar si lo deseas –.

– ¿Qué clase de mundo? –.

– Bueno...no sabría decirte si es igual al nuestro, pero no es como el tuyo. Las cosas no serán igual, tendrás que pensar con más cabeza, la historia es totalmente diferente y no hay un Rey Demonio que puedas derrotar –. Ella abrió un portal debajo de mis pies, seguía desapareciendo pero la determinación de Eris es mayor para salvarme.

– Probablemente me meta en problemas con las demás diosas, pero no puedo permitir...qué pierda a la persona de la que me enamoré –. Levantó la mirada, mostrando un sonrojo hermoso que parecía real.

Y en ese momento, yo pasé a pensar que estaba viviendo una simulación.

No sé si las demás chicas realmente me evitaron por estar enamoradas de mi, pero Eris lo acaba de revelar y no pude estar más devastado.

– ¡Espera!, ¡¿cual es mi misión en este nuevo mundo?!, ¡te prometo que volveré sin importar qué! –. Ahora que tengo a alguien quien realmente me esperará, me sentía más desesperado y angustiado.

Eris se sobresaltó, sonriendo por un segundo antes de estar nerviosa.

– ¡Tienes que–.

No pude saberlo a fin de cuentas, ya que el portal me había consumido antes de desaparecer por completo.

Al menos Eris me había salvado, había gastado mi deseo y hubiese sido injusto que muriera así.

××

– ¡¿En serio?! –.

– ¿Piensas que me he pasado dos meses preparando este guión en medio de la playa para después encontrarte milagrosamente en el mugroso lago para que me creas? –.

– ¡Vale, no es necesario que hables así con Paimon!; después de todo, Paimon no tiene otra opción que seguirte. Así que seré tú guía para que puedas recorrer las siete naciones –.

– ¿Cómo sé que no te estás colando conmigo porque no tienes idea de dónde estás parada? –. A decir verdad, esta hada tenía una pinta de inútil que se deletreaba en su rostro.

– ¡Oye!, ¡Paimon puede que haya estado en el agua, pero tampoco es necesario insultar mi capacidad de apoyo y inteligencia! –. Obviamente ella sabía que no podía comportarse rebelde conmigo, después de todo la rescaté y no me la comí porque antes de despertarla, le mordí la mano y el sabor de esta niña es horrible.

Nunca entenderé a los caníbales, a partir de hoy los considero un tipo de fetichistas.

En fin...estoy en este cuerpo de un chico de cabello rubio, ojos dorados, ropa extraña y una bufanda en pleno sol de verano.

Descubrí que tengo una hermana gemela...pensar en hermanas no me trae buenos recuerdos, ojalá esta no me traiga problemas o mi idea de querer ser un hermano mayor desaparecerá por tan malos recuerdos. Pero, tampoco es que me vaya a matar por buscarla, yo tengo mi propia misión.

Le conté a Paimon mi historia, confiando que no la revele a nadie, me acompañe en esta aventura y encuentre el objetivo que Eris no me dió para poder regresar a mi mundo.

– ¿Cómo te llamas, viajero? –.

Paimon me miró callada, haciéndome una pregunta estilo videojuego RPG que me dejó parado un segundo.

– Satou Kazuma –.

Estoy seguro que si alguien estuviera controlando a este tipo, le pondría su propio nombre o otro distinto. ¿Si le dijera que soy Lame mis pelotas?...nah, no quiero que me acusen o peor aún.

Por un momento llegué a pensar en nombrarme Mitsurugi...no sé porque.

En este momento, daba comiendo el viaje de Satou Kazuma en Teyvat, mi primera parada es la nación de la libertad. Tengo un buen presentimiento con este lugar, y sé cuál es mi motivación para querer volver a ese mundo.