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holy spirit journey (Spanish)

Caim alguien que vivió dos vidas pasadas, ahora reencarna en una tercera vida como otra raza en un mundo desconocido. --------------------- El primer mundo se centra sobre Douluo Dalu 1 hace 200.000 donde las bestias estaban en su apogeo y los humanos apenas acababan de recibir la gracia de los dioses permitiéndoles cultivar así como bloquear a las bestias para que no puedan volverse Dioses bestias. --------------------- solo hare una harem pequeño de dos o tres mujeres que ya he seleccionado y pienso agregar mas en un futuro. también Caim viajara a otros mundos pero con otros fines que no son vivir en ellos.

SHURA · アニメ·コミックス
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3 Chs

Prologo

*Retumbar*

*Bam*

Los cielos retumbaban.

La tierra árida y calcinada se podía ver a montón dentro de varias millas a la redonda.

Se podía ver zonas con grandes trozos de hielo.

Cráteres en donde una vez hubo montañas y lagos.

Lo que antes una vez fue una hermoso bosque, con lagos y montañas, fue cambiado al estado actual por un grupo de 5 personas, si uno miraba hacia el cielo tronador y centellante, se podía notar vagamente cinco siluetas que pertenecían a personas.

Tres hombres y dos mujeres se podían notar, si uno prestaba mayor atención. Sin embargo uno también podría notar que el conflicto de las cinco personas era extraño.

En realidad era una sola persona luchando contra las otras cuatro, esta persona era uno del hombre.

Se podía ver cómo está haciendo todo lo posible para defenderse de los ataques combinados de las cuatro personas.

Sus esfuerzo solo eran desperdiciados por el aluvión de ataques que llovían sobre él, sin dejar ningún momento para tomar un respiro o contra atacar.

*Bam*

Todo su esfuerzo en defenderse se vio inútil cuando recibió un ataque de lleno y fue arrojado al suelo, provocando un inmenso agujero de varios metros de diámetro.

"Caim tus esfuerzos son inútiles, danos el artefacto" Dijo una de las mujeres, su apariencia no estaba al descubierto, al llevar una gran túnica dorada y guantes de seda blancos con adornos floreados, con una máscara cubierta de rubís que cubría por completo su rostro, lo único a saber era su largo cabello que era como la misma sangre junto con una altura cercana a 170cm.

"Lo que dice es Trixia es verdad, si nos das el artefacto aun puedes salir con vida" Dijo uno de los hombre con altura de 190cm tez pálida al igual que su cabello largo plateado, rostro hermoso junto a ojos cautivadores de color purpura, vistiendo una armadura gris y negro.

Los otros dos se quedaron a un lado mirando, sin siquiera decir ninguna palabra como si estuvieran de acuerdo con sus palabras.

Sus actuación era tan buena que podían engañar a cualquier, sin embargo Caim sabía que era meras palabras vacías, sabía que una vez que le dé el artefacto lo iban a matar.

La única razón por la que aun podio seguir respirando era porque ninguno de ellos, sabía dónde estaba el artefacto.

Los cuatro esperaron la elección de Caim, mientras este salía flotaba lentamente del cráter donde estaba.

"Yo… No se los daré, así que tendrán que acabar lo que empezaron" Respondió Caim después de flotar a la misma altura que el resto.

Su voz era cansada, pero su tono mostraba su resolución ante su respuesta. Los cuatros no mostraron sorpresa ante sus palabras, pero se podio notar su irritación e ira al dejar escapar una gran cantidad de energía de sus cuerpos.

"Tch, entonces no nos culpes por no darte una última oportunidad" Dijo Trixia la mujer que cubría su cuerpo y rostro.

"*suspiro* una pena la muerte de alguien tan hermoso como tú" Dijo el otro hombre dentro del grupo que había estado en silencio hasta ahora. Con cabello largo y negro como la tinta al igual que sus ojos que hacia un bello contraste con su piel nívea, su túnica azul con faja dorada y diseño parecido a un rio de varios colores en la parte baja en tonos azules junto a tres dibujos de lotos.

Sus palabras no sorprendieron a los demás, como si estuvieran acostumbrados a él.

Caim al notar el comportamiento de los demás, no se quedó quieto y también dejo escapar su energía. Aunque se podía ver que era más opaca y débil que la de los otros, eso podría dar a entender cuál débil y herido se encontraba actualmente.

Ninguno dijo nada, y empezaron a intercambiar de nuevo ataques, esta vez Caim había abandonado toda defensa y opto por solo enfocarse en atacar.

Su lucha duro tanto tiempo que se extendió por varios cientos de millas atrayendo la atención de varios personas que se mantuvieron a la distancia mientras observaban.

El lugar que antes estaba en mal estado, actualmente se encontraba devastado a mayor grado.

Las cuatro personas se podían ver flotando a pocos metros de Caim, no tenían la misma apariencia fresca y limpia. Sin embargo a pesar de eso aún se podía notar que no tenían ninguna herida.

Para Caim era todo lo contrario, un brazo faltante al igual que sus dos piernas, junto a un agujero en su estómago.

Sin embargo se podía notar una pequeña sonrisa en su rostro, que no hizo que más en inquietar a las cuatro personas.

"Al menos me llevare a uno" Murmuro Caim

A pesar de su murmullo fue en un tono bajo, aun fue escuchado por los demás y solo sirvió para inquietarlos.

"Caim, ¡TU!" Dijo una Trixia agitada, haciendo que las otras tres personas la miraran exigiendo explicación.

Sin dejar tiempo para los demás en comprender lo que estaba pasando.

"Tarde" Fueron las últimas palabras pronunciadas por Caim.

Caim, empezó arder en fuego sangriento, mientras su energía se disparaba superando a la mostrada por ellos.

Su energía fue tenia tanto poder, que se podía sentir su presencia a varias decenas de millas asustando a las personas en la distancia. Haciéndolos huir de inmediato del lugar.

Los otros pudieron notar que estaba sucediendo, al ver el estado de Caim.

Cada uno de los cuatro no pronunció ninguna palabra, cuando se fueron volando en direcciones diferentes.

A pesar de su esfuerzo por huir fue demasiada tarde, cuando todo a varias millas fue cubierto por una gran explosión carmesí en forma de domo, pintando todo el cielo en color rojo.

La explosión duro varios segundos, antes de apagarse y dejar un enorme agujero.

Poniendo fin a la vida de Caim.

-PLANETA DESCONOCIDO-

Dentro de un hospital se podía ver como el ambiente era pesado y silencioso.

Dentro de uno de los pasillos había una gran cantidad de personas con trajes, mientras rodeaban a una pareja de mediana edad. El hombre tenía en sus brazos a una mujer que tenía hundía su cabeza en su pecho mientras derramaba lagrimas manchando el traje de marca del hombre, sin embargo esto pareció no importarle, al ver que tenía su mirada fija en la habitación al final del pasillo.

*QUIROFANO*

La gente con traje que estaba rodeándolos, no se atrevió a pronunciar ninguna palabra por miedo de enojar a la pareja. Sin embargo se podía notar el nerviosismo en sus caras.

El nombre de la pareja, era Edward y Jessica Vladic, ambos estaba hace unos minutos atrás en una fiesta con los socios de la empresa de Edward, cuando recibieron la noticia que su único hijo tuvo un accidente automovilístico cuando regresaba de su escuela.

La pareja no dudo ni un segundo más, en dejar la fiesta y venir de inmediato al hospital donde trasladaron a su hijo. Para ellos su hijo era su más preciado tesoro, Edward tuvo que luchar toda su vida para escalar y hacer crecer su posición en la sociedad, convirtiéndose en uno de los hombres más ricos y a la vez temidos del mundo.

Sin embargo eso no lo deja exento de enemigos, que quieren hacerse con su riqueza. Por lo tanto su esposa e hijo eran el único lugar donde podía dejar caer la máscara y ser "el mismo".

Jessica, fue una mujer de alta cuna que conoció a Edward en una fiesta, cuando ambos se conocieron fue como el encuentro de dos almas, desde la fiesta empezaron a verse como amigos y con el tiempo ya se habían convertido en esposos. No todo fue color de rosa, Jessica tuvo problemas para poder tener hijos, Edward nunca reclamo y siempre estuvo a su lado, cuando ella se enteró de su embarazo fue el día más feliz de su vida seguido del día que se convirtió en esposa de Edward, a partir de ese momento todo fue en subida Edward convirtiéndose en un gran magante, ella pudiendo dar a luz a su hijo y vivir una vida cómoda.

Sin embargo toda la felicidad de varios años, se vino abaja esta misma noche con la noticia recibida.

Paso el tiempo cuando el quirófano fue abierto y salió el doctor a cargo.

Jessica se separó de los brazos de su esposo y sostuvo al doctor por sus brazos.

"¿Mi hijo?, ¿Cómo está mi hijo?" Dijo Jessica mientras sacudía al doctor, sin poder dejarlo hablar.

Edward se acercó a ellos, y atrajo a su esposa, mientras esta soltaba al doctor pero sin apartar su mirada de él.

"Disculpe a mi esposa, Doc. Ferreyra"

"*suspiro*, no hay problema, no hay problema" Dijo el Doc. Ferreyra mientras se arreglaba la bata. Antes de volver a mirar a la pareja.

"Sin embargo su hijo…" Dijo mientras sacudía su cabeza.

Ambos se quedaron atónitos por la notica de su hijo, Jessica no pudo contener sus lágrimas mientras abrazaba a su esposo por la cruel noticia recibida.

"Y-yo-"Edward intento decir algo, pero solo sentía su garanta secarse.

"Mi más sentido pésame" Fue lo último que dijo el Doc. Ferreyra mientras le daba una palmada en los hombros antes de dejarlos solos.

Edward solo pudo abrazar a su esposa, mientras sentía sus ojos arder, dejando escapar una pequeña corriente de lágrimas en su viejo rostro.

La gente que había venido con ellos, escucho todo haciendo que su rostro se ponga pálido, todos se fueron del pasillo dándole un momento a solas a la pareja.

Sin embargo todos ellos tenían uno solo pensamiento en sus mentes.

LLOVERA SANGRE.