Luchemos (4).

Pronto, la Secta Espada Sin Forma ganó.

"Buen trabajo." El segundo hermano mayor de la Secta Espada Sin Forma ahuecó los puños hacia Hada Ziyun de la Sala Pluma Roja.

Los rostros de las mujeres de la Sala Pluma Roja se ensombrecieron, pero aun así aceptaron el resultado al final.

Después de una corta batalla, los cuatro equipos que ganaron fueron Feng Wu, la Dinastía, la familia Yan y la Secta Espada Sin Forma.

La Academia del Mar de la Montaña de Liang Jin había sido derrotada, y mentiría si dijera que no estaba triste.

Pero Ji Xingcheng le consoló. "Hermano Mayor, ¿crees que puedes derrotar al Equipo Dinastía? ¿Crees que puedes derrotar al cuarto príncipe?".

Liang Jin dudó un momento antes de negar con la cabeza.

Ji Xingcheng preguntó: "Hermano Mayor, ¿estás seguro de que puedes derrotar al equipo de Feng Wu?".

Liang Jin negó con la cabeza. "¡Claro que no!"

Ji Xingcheng dijo: "Eso es todo, entonces. No podemos derrotar ni al equipo Dinastía ni al equipo de Feng Wu, así que ¿qué sentido tiene competir? Sólo el primer lugar será recompensado esta vez. El segundo lugar es inútil".

Liang Jin asintió. "Tienes razón. Lo que tenemos que hacer ahora es aprender algo de sus batallas. El banquete de la Puerta del Dragón en la capital imperial será nuestra verdadera oportunidad".

Ji Xingcheng asintió. "La Academia del Mar de la Montaña tiene esa carta bajo la manga. Estoy seguro de que el Hermano Mayor Zhennan no nos decepcionará".

Liang Jin pidió a los cuatro capitanes que hicieran el sorteo.

El cuarto príncipe, Feng Wu, Ye Erjian y Yan Qian de la mansión Yan tiraron los dados.

El cuarto príncipe eligió a Yan Qian.

A Feng Wu le tocó la Secta Espada Sin Forma.

Era obvio que el cuarto príncipe estaba muy tranquilo, y Yan Qian parecía avergonzada. El resultado fue el mismo.

El cuarto príncipe derrotó fácilmente al equipo de Yan Qian.

"Gracias." El cuarto príncipe ahuecó los puños y sonrió a Yan Qian.

Aunque había perdido, Yan Qian no parecía muy enfadada. Ella ahuecó sus puños y sonrió amargamente. "Su Alteza Real, me temo que se va a llevar todas las píldoras. ¿Le gustaría venderme una?"

El cuarto príncipe hizo un gesto con la mano. "Bueno, no está completamente fuera de cuestión. Dependerá del precio que la Hermana Yan Qian esté dispuesta a pagar".

Empezaron a hablar de las recompensas.

Feng Wu enarcó un poco las cejas. Mientras tanto, Yu Mingye ahuecó los puños y les dijo con una media sonrisa: "¿De verdad creéis que la píldora es vuestra? ¿Vais a repartiros ahora el botín? ¿No tenéis miedo de perder?".

La cara del cuarto príncipe se ensombreció.

Yan Qian lanzó una mirada sucia a Yu Mingye. "¡Eh, cuida tu lenguaje!"

Mucha gente también hablaba de Yu Mingye, pues creían que el equipo del cuarto príncipe estaba destinado a ganar. ¿Cómo no iban a hacerlo? Era imposible.

imposible.

Yu Mingye le dedicó una media sonrisa. "¿Qué quieres decir con 'oye'? ¿Estoy equivocado? Dime, ¿qué he dicho mal?".

Yan Qian miró fríamente a Yu Mingye. En lugar de responder a su pregunta, resopló. "Deberías considerarte afortunado de no haber tenido la oportunidad de pelear conmigo. De lo contrario..."

Antes de que Yu Mingye pudiera decir nada, Feng Xun sonrió satisfecho. "Tú eres el afortunado. Si no, no estarías aquí hablando con nosotros".

La Princesa Yan Qian estaba sofocada..