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Extra; Taehyung

—Hsssk— quejé mientras me limpiaban las heridas.

—Calla— ordenó Namjoon—. No te quejes. Suficiente estoy haciendo con curarte las heridas.

—Te van a buscar— recordé—. Los acabas de traicionar. El momento en el que entraste a aquella bodega y me sacaste fue traición.

Justo cuando los chicos me golpeaban, Namjoon entró y pidió que nos dejaran solos. Los demás se negaron, querían vengar lo que había hecho. Traición, asesinato. Yo no me perdonaría. Si nos llegan a encontrar, nos matan a ambos. Yo no entendía por qué Namjoon me ayudaba, se supone que yo lo eché a perder todo, los mandé a la mierda y los guié a su muerte. Sin embargo, aquí está él curando mis heridas mientras nos ocultamos en quién sabe donde. Nunca había venido aquí, ni sabía que existía. Hasta él tiene sus secretos.

—Eres mi hermano— justificó.

—Y Eunha es tu hermana— ataqué.

—Eres más mi hermano que ella— escupió sincero.

—No vuelvas a decir eso— pedí enojado.

Ella me odia. Lo sé. Antes tal vez solo estaba decepcionada, lo entiendo. Ahora me odia. Asesiné a la última persona que le quedaba. Toqué fondo. No tengo excusas, se me mandó matarla y lo hice, aún si no sabía que era la madre de alguien importante para mí. Verla en el piso sosteniendo a su madre entre sus brazos me rompió el corazón. Me abrió los ojos sobre lo que he hecho. Mi sed de ser mejor, de dejar de ser un cero a la izquierda. Todo eso me llevó a traicionar a aquellos que me apoyaban e incluso a causarles un terrible daño emocional.

—¿Por qué?— preguntó burlón—. No estoy mintiendo. Tú y yo somos sangre, mismo padre y misma madre. Ella no. Además, no deberías preocuparte por ella. Ella ya no se preocupa por ti.

—Puede que por mí no— dije en voz baja—. Le he arruinado muchas cosas significativas, pero no tiene nada contra ti. Aprecia eso y regresa. Di que te encargaste de mí, que estoy fuera del mapa y no deberían preocuparse. Yo veré cómo me las arreglo para esconderme.

—Taehyung— me tomó por los hombros—, de cierta manera soy culpable por todo lo que has hecho. Cuando entrenabas conmigo solo te decía que lo hicieras de nuevo una y otra vez. Nunca te di consejos de verdad ni te apoyé cuando nuestro padre te regañaba. No es lastima ni un intento de reparar mis errores. Si antes no estuve para ti, ahora quiero estarlo.

Una lágrima resbaló por mi mejilla. Detesto ser tan sensible, que todo aquello que hago mal me haga derramar lágrimas. Llorar es de débiles, de aquellos que creen que llorando ya no les harán daño y los trataran con amor por el simple hecho de no poder lidiar con las cosas.

"Llorar no es de débiles, Tae. Debes de ser muy fuerte como para dejar que otros te vean llorar".

Sus palabras resonaron en mi cabeza. La voz de mi hermana fue lo que me hizo darme cuenta de la mierda de persona que soy. Sus ojos destrozados, sus manos ensangrentadas, sus labios temblorosos. Presencié todo eso. Fue la peor imagen que había visto en la vida. Lo único que puedo hacer ahora es pagar con mis pecados. No puedo morir, sería demasiado fácil. Debo hacer algo que me haga vivir para pagar.

—Debemos hacer algo— susurré.

—¿Sobre qué?— preguntó con el ceño fruncido.

—No pueden estar satisfechos con esto— seguí.

—Taehyung, no entiendo de qué hablas— habló un poco alterado.

—Me dijiste que Eunha mató a Liam Oliver, ¿cierto?

—Fue lo que me comunicaron— respondió guardando el botiquín de emergencias.

—Aún hay más. La muerte de Liam Oliver es el principio de un problema aún más grande— confesé—. Tengo muy pocos datos, pero algo podemos hacer.

—No puedes participar con ellos— recordó.

—Tú y yo— lo tomé de la chaqueta—. Namjoon, podemos empezar por algo. Incluso si no tengo tantos datos de esto, seguro Yoongi les dirá algo. Él sabe lo que está por venir y, aunque lo intente, no puede esconderse. Esto ya no es a nivel nacional, es en todo el mundo. Sin importar el lugar más recóndito donde se esconda, lo encontrarán.

¿Cómo es que hasta ahora recuerdo esto? Liam Oliver nos trataba como marionetas, pero él era una marioneta para otros. Al parecer, servía como distracción. No sé exactamente de qué. Muy pocas veces logré escuchar algo que tuviera que ver con las verdaderas intenciones detrás de todo el clan con la trata de blancas. No me hablaron del clan ni de lo que hay detrás de este. Yo solo era la fuerza bruta y se acabó. Sin embargo, soy un curioso de primera y me puse a buscar expedientes. La LOA me dejó ese tipo de hábitos.

—¿Te estás escuchando?— preguntó sin poder creer lo que escuchaba—. Me estas pidiendo ayudarte en un caso que desconozco y del que no tienes mucha información de manera independiente. Husmear donde no nos incumbe nos va a traer problemas si no tenemos un respaldo en alguna organización. Si es una pequeña tal vez podamos en esto, pero una grande nos haría las cosas más fáciles. Hay que regresar.

—¿Para que me maten?— mi voz salió con indiferencia.

—Si explicas lo que me estás diciendo te tendrán en área tentativa, Taehyung— respondió—. Solos no podemos.

—Pues ya buscaremos donde refugiarnos, Nam— alcé la voz—. Regresar no es una opción. Quiero hacer las cosas bien. Pagar por todo lo que les hice. Yoongi de seguro podrá, ¿por qué yo no?

Namjoon parecía estar pensandolo. Sí, le estoy pidiendo mucho, pero sé que con él podré lograr algo. Solo no podré hacer nada. Ahora tengo la fuerza, pero aún me falta el cerebro. Si bien yo soy quien cuenta con algo de información, ni siquiera sé por dónde buscar. Él, por el otro lado, tendrá un plan casi al instante. Puedo manipular y chantajear, pero hacer de las mías me es imposible si no tengo a más personas que me sirvan para usar. No digo que vaya a usar a Nam, pero él me es indispensable. Ninguno puede volver.

El celular de mi hermano comenzó a sonar. El nombre de Seokjin estaba en la pantalla. Ya había tardado mucho en regresar. Casi eran las tres de la mañana. Si él vuelve ahora sabré que no quiere ayudarme y tratará de apreciar aquello que he dejado atrás; pero si niega la llamada y me sigue, es porque tratará de hacer las cosas bien aún si eso significa traición.

Miró el celular detenidamente hasta que dejó de sonar y apareció la notificación de llamada perdida.

—Si vamos a hacer esto— comenzó—, vamos a necesitar unirnos a alguna organización, aunque esta no esté reconocida por el gobierno.

—¿Conoces alguna?— pregunté poniendo mis manos entre mis piernas mientras que estás se abrían.

Pensó por un momento—. Sí.

Me levanté de mi asiento emocionado. Por fin podría hacer algo bueno por los demás. Más por Eunha. Quien, si ya no me considera familia, sigue siendo una persona muy importante a la cual le hice mucho daño.

—¿Y bien?

—La OIAL, Organización Independiente de Agentes Libres— se rascó la nuca—. Es fácil entrar, pero no es fácil encontrarlos. Como se esconden del gobierno, debido que este no los reconoce, no es sencillo saber dónde están. Cuando los encuentras, les es suficiente para que entres. No cualquiera puede. El gobierno ha sospechado de ubicaciones, pero nunca los han atrapado.

—Nosotros podremos— dije rápidamente.

—¿Por qué?— estaba confundido. Era demasiado positivo de mi parte decir que podríamos cuando no teníamos ni la menor de idea de por dónde empezar.

—¿La LOA sabe algo? Tal vez podamos obtener archivos de ellos— ideé.

—Robar— dijo sarcástico.

—Vamos, Nam. Es un comienzo— sermoneé.

—Bien— levantó las manos en defensa—. Vayamos a casa por lo que necesitemos y luego comenzamos a buscar. Espero que tengas razón respeto a los otros planes detrás del clan, lo estoy apostando todo por ti— me apuntó con el dedo índice al pecho.

—No volveré a cometer errores— prometí seriamente.

Namjoon me miró por unos segundos y luego se giró para ir por el auto e ir a casa. Él confía en mí y no quiero echar a perder eso.

🥀🥀🥀

Frotaba mis manos por el frío. Es Noviembre. Han pasado dos meses desde que todo ocurrió. Seguimos sin encontrar la OIAL. Cada semana saltamos a un diferente hotel o motel. Tenemos dinero para otras dos semanas y eso es todo. Namjoon mira en su iPad todos los lugares marcados donde hemos buscado.

Unos días después de desaparecer con Namjoon supe que Eunha y Yoongi se habían ido del país. Me lo dijo Kangjun, pues en una de esas pasamos por su bar. Al parecer él se mantiene en contacto por ella, pero al decirle mi nombre se negó a darme más información. Al parecer ella le contó sobre lo que hice. No la culpo. Yo también advertiría sobre dar información mía a aquel que mató a mi madre.

—¡Lo tengo!— gritó Namjoon haciéndome sobresaltar.

—¿Sabes dónde están?— pregunté acercándome a él.

—Hace tres semanas debieron haber estado en la Isla Jeju, su siguiente punto debe de ser Jindo— dijo apuntando al mapa.

—¿Y qué si van a Yeosu?— pregunté levantando una ceja y cruzando los brazos.

—No Tae, ve bien el mapa. Nota el patrón. Se mueven por lugares concurridos y luego por los menos imaginables. Sería estúpido mantenerse en solo lugares populares o solo en lugares locales. Seguramente se mueven de uno en uno. Deben ir a Jindo.

—Compraré los boletos del tren— avisé tomando mi chaqueta para salir.

Si Namjoon estaba en lo correcto podríamos seguir. Si se equivoca no podremos hacer nada. No podemos regresar a casa, ir con familiares y ir a la LOA. Somos fugitivos. A mi de seguro me buscarán los superiores si saben que estoy vivo, a Nam lo buscará la LOA. No estamos a salvo y nuestra única oportunidad cambia constantemente de lugar.

Solo espero que no se equivoque.