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Enamorándome de mi Esposo CEO por Accidente

``` Despertar de un coma era lo de menos para Serena cuando descubre que está casada. No puede recordar quién es. Sus padres están tramando matarla. ¿Qué hace una joven en semejante situación? Atrapar a su guapo y rico esposo por supuesto. Serena no lo dejará ir hasta que descubra la verdad. Aiden Hawk se casó por conveniencia. Chantajeado por su abuela, ideó el plan perfecto. Casarse con una mujer en su lecho de muerte y jugar el papel de su amante afligido. Cuando ella muriera, él sería libre de hacer lo que quisiera. ¡Pero para sorpresa de todos, ella volvió a la vida! Además, se está pegando a él como si fuera pegamento. ¿Funcionará su matrimonio accidental o serán separados para siempre? *Créditos de la imagen: Queenfrieza Fragmento: Sus ojos se abrieron de par en par de la sorpresa cuando él se acercó a cerrar la puerta de la habitación del hospital con un clic. —¿Qué estás haciendo? —preguntó ella temblorosa. No le gustaba la expresión de su cara. Él levantó una ceja y sonrió con suficiencia, levantando la comisura de su boca. —¿Qué crees que estoy haciendo? —¿Por... por qué cerraste la puerta? —preguntó ella. —Mi esposa... Te has despertado después de tanto tiempo. Por supuesto, tengo que pasar algún tiempo contigo sin interrupciones... —le dijo él, y una sonrisa ladeada se dibujó en su rostro. Serena lo observaba mientras él se acercaba, su presencia parecía llenar la habitación. Su corazón casi amenazaba con salirse de su pecho... Quería saltar de la cama pero sus piernas eran inútiles y ella no tenía fuerzas... ```

har_k · 都市
レビュー数が足りません
306 Chs
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¿Eres tú?

Antes de que Aiden tuviera la oportunidad de preguntarle a Serena si estaba bien, Sidney ya estaba allí, arrebatándosela prácticamente de sus brazos. La regañaba, protegiéndola como si ella no pudiera sostenerse por sí misma, y la guió lejos. Por un breve y tenso momento, la mirada de Serena se mantuvo en la de Aiden, su expresión ilegible antes de que finalmente desviara la vista. El hecho de que no hubiera mostrado la menor preocupación por su propia seguridad le dolió, pero antes de que Aiden pudiera dejar que la sensación se asentara, Serena sacudió la mano de Sidney con un fuerte movimiento de su muñeca. Para la satisfacción de Aiden, ella dio un paso decidido alejándose de Sidney y se dirigió a la salida por su cuenta.

Aiden frunció el ceño, observándola marcharse, pensamientos acelerados. El francotirador —quienquiera que hubiese disparado el tiro— probablemente aún estaba ahí fuera, aguardando. No era