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¿Quieres ser un héroe?

[Jueves — 10:00a.m.]

Un par de días después de todo, Doryoku se encontraba en el comedor de la UA comiendo una ensalada completamente solo.

Después del festival deportivo todos los aspirantes a héroes fueron a sus pasantías por un mes, por lo que el comedor estaría bastante más vacío y tranquilo por mucho tiempo.

En cuanto a Doryoku, éste había decidido comer una ensalada para dejar de lado su adicción al Yakitori un poco, aunque la endemoniada remolacha no se lo dejaba difícil, pero en la vida hay que hacer sacrificios.

Doryoku había meditado su decisión acerca de ser un héroe por bastante tiempo, pero aún así no estaba seguro, después de todo era una elección de carrera y eso no se debería tomar a la ligera.

Doryoku siguió comiendo tranquilamente hasta que alguien se sentó frente a él, por lo que este levantó la vista y pudo ver a Azami con una sonrisa tranquila en su rostro como de costumbre.

"Parece que tendremos que comer solo nosotros hoy Suzuki-kun" dijo Azami con una sonrisa tranquila mientras empezaba a comer una ensalada también.

"¿Qué hay de la rubia brillante?" preguntó Doryoku con confusión al no haber visto a Mirai en todo el día.

"Tuvo una ligera fiebre y su padre no la dejó venir, lo típico" dijo Azami tranquilamente y bastante acostumbrada a estas situaciones mientras Doryoku tenía una gota de sudor en la nuca.

"Y-ya veo" dijo Doryoku un poco en shock mientras seguía comiendo su ensalada.

"El día de hoy parecías bastante pensativo Suzuki-kun, ¿sucede algo? Puedes contarme si quieres" dijo Azami con un poco de preocupación mientras sonreía de manera reconfortante.

Doryoku pensó un poco acerca de la propuesta de Azami, y supuso que no había nada malo en intentar.

"Estoy pensando acerca de ser un héroe, aún no lo tengo tan claro, pero sería interesante saber, ¿tú qué harías en mi situación?" dijo Doryoku con tono explicativo tomando un poco por sorpresa a Azami para luego lanzar su pregunta con curiosidad.

Azami lo pensó por un momento con una mano en su barbilla para luego decir...

"Dudo que sea una buena opción para tu pregunta Suzuki-kun, después de todo yo siempre quise ayudar a otros sin ser una heroína" dijo Azami con una sonrisa calmada mientras Doryoku parecía un poco sorprendido.

Azami abrió la palma de su mano y de esta salió un pequeño remolino de pétalos de glicinas, haciendo que Doryoku se sorprenda un poco de nuevo.

"Mi quirk me permite hacer remolinos de pétalos como vez, diría que es un quirk bastante promedio pero el remolino puede ser mucho más grande, por lo que podría ser un heroína si quisiera" dijo Azami con un poco de orgullo para luego deshacer el remolino de su palma.

"¿Y por qué no quieres ser una heroína al igual que el resto?" preguntó Doryoku un poco confundido ante la postura de Azami.

"Ahí está el truco, para mí, los héroes salvan personas sí, pero no todas las personas están cayendo de un edificio" dijo Azami guiñando su ojo derecho con una sonrisa burlona.

"La mayoría de las personas tienen otro tipo de problemas, legales, médicos, mentales entre otros y desde la aparición de los héroes parece que los olvidaron. Por eso nunca quise ser una heroína, creo que mi verdadera pasión está en ayudar a otros de esta forma" dijo Azami con una sonrisa tranquila y con tono explicativo mientras seguía comiendo su ensalada.

Doryoku pensó un poco en sus palabras y encontró los puntos claves, siendo el más importante la pasión por lo que haces.

"Supongo que es un muy buen punto, es muy agradable hablar contigo Wisteria-san" dijo Doryoku sonriendo levemente mientras Azami parecía un poco avergonzada.

"N-no puedes decir esas cosas tan de repente Suzuki-kun, mucho menos si estamos a solas" dijo Azami con un poco de nerviosismo ante las palabras amables y respetuosas de Doryoku.

"¿Demasiada cercanía verdad? Supongo que Oboro tenía razón" dijo Doryoku con tono pensativo entendiendo porqué antes tenía admiradoras en su escuela.

"No te preocupes, comprendo eso de ser terrible socialmente hablando" dijo Azami con entendimiento mientras seguía comiendo tranquilamente.

Doryoku sonrió levemente y asintió con agradecimiento para luego terminar de comer y considerar lo dicho por Azami.

Pasión, esa era una palabra que Doryoku había usado un número contado de veces en su vida, algo que lo había eludido desde que su quirk despertó y su mente se ajustó a este.

El resto del día, Doryoku estuvo pensando acerca de lo que sintió al salvar a Mirai y todas las emociones que salieron al exterior en el festival deportivo.

Doryoku aún tenía un largo camino por delante para aprender el arte de hacer sonreír a otros, pero siendo un héroe y ayudando a otros esas sonrisas eran sencillas de obtener, las cuales lo llenaban de calidez cada vez que las veía.

'Vivir a través de los sentimientos de otros, ya que los tuyos dejaron de estar presentes hace mucho tiempo' esa era la triste verdad que golpeó a Doryoku mientras pensaba.

Doryoku siempre fue bueno entendiendo las cosas, pero los sentimientos nunca los logró comprender, a veces lógicos, a veces ilógicos, pero siempre impredecibles para él.

En fin, otro día en la mente de Doryoku, un lugar al que ni siquiera él era bienvenido.

En el resto de las clases no pasó nada interesante, algún que otro tema nuevo y futuro examen, nada de que hablar en realidad.

Doryoku acompañó a Azami mientras esperaba por su madre para que la recogiera ya que no tenía nada mejor que hacer, aunque ella le advirtió de nuevo que podría confundir a las chicas si seguía siendo tan amable sin razón aparente, por lo que este buscó un pequeño cuaderno y anotó la sugerencia.

Después de que Azami se fue, Doryoku se despidió de ella y solo fue a caminar alrededor para despejarse un poco.

Si había alguna buena manera de escapar de sus pensamientos era caminando, por lo que siempre era de ayuda hacerlo cuando era agobiado por sus pensamientos.

Como siempre habían héroes por aquí y por allá, algunos más fosforescentes que otros pero nada que sea especialmente nuevo.

'Este sería un muy buen momento para que un viejo sabio aparezca y me dé su consejo' pensó Doryoku mirando a su alrededor con curiosidad en busca de cualquier anomalía.

Doryoku no era muy creyente que digamos, pero sí tenía un dicho, 'Si en el mundo todo tuviese una explicación, sería mucho más aburrido vivir en él' Por eso siempre le gustaba escuchar historias de fantasmas.

Mientras caminaba, Doryoku pudo ver a un anciano de larga barba blanca sentado en la acera frente a una tienda de zapatos mientras un rayo de sol lo apuntaban y este tenía una expresión de sabiduría absoluta.

'Tampoco pedí al Mesías pero ok supongo' pensó Doryoku con una gota de sudor en la nuca al ver al anciano iluminado frente a él.

Doryoku esperó con curiosidad a ver si el anciano decía algo, hasta que este empezó a moverse.

El anciano levantó su mano lentamente con los ojos cerrados y por alguna razón Doryoku pudo verlo moverse en cámara lenta mientras el sol brillaba aún más y la situación se volvía épica.

'Estoy seguro de que estoy escuchando música de jefe final' pensó Doryoku en shock al ver lo épico del momento y sentir la presión de este.

El anciano levantó su dedo índice con firmeza y desde el punto de visión de Doryoku este parecía tener al sol en la punta de su dedo, haciendo que este tenga sudor nervioso ante tal escena surrealista.

El anciano tomó una gran bocanada de aire, abrió sus ojos y la atmósfera se hizo más y más imponente hasta que bajó su mano bruscamente y dijo...

"¡¡Malditos comunistas quieren todo gratis!!" dijo el anciano bastante molesto y determinado con su odio a los comunistas.

Doryoku tenía una expresión que era arte en sí, ni siquiera sabía muy bien como sentirse en este momento, solo alcanzó a pensar.

'Bueno a ver, sabiduría si tenía, supongo que no era yo el que la necesitaba' pensó Doryoku con los ojos en blanco y bastante de acuerdo con las palabras del anciano.

Después de esa surrealista escena, Doryoku había olvidado todo lo que lo molestaba, después de todo la anécdota que había obtenido recientemente era bastante difícil de dejar de lado.

Esto lo ayudó a ver lo simple que era su problema, después de todo salvar a otros lo hacía feliz, por lo que simplemente debía hacerlo, pero la mente amante de divagar de Doryoku siempre hacía las cosas difíciles.

Pero esta decisión también significaba un gran esfuerzo, después de todo, algo que Doryoku nunca querría es que su madre se preocupe por él o se sienta triste, por lo que el camino que elegiría estaría lleno de dificultades.

'¿Por qué no podía encontrar emoción en cualquier otra cosa? Como cultivar tomates, me pregunto qué tanta adrenalina hay en esa profesión' pensó Doryoku con curiosidad perdiéndose en sus pensamientos de nuevo, por lo que este sacudió su cabeza e intentó centrarse de nuevo.

Ya no había nada más que pensar en realidad, Doryoku decidió ser un héroe ya que era la única profesión que despertó sus emociones hasta ahora.

Al ver la hora, Doryoku se dió cuenta de que eran las 3:30 p.m. y de que estuvo casi 4 horas caminando, por lo que este se apresuró a su hogar para preparar la cena antes de que su madre llegue.

'Tengo que dejar de perderme tanto en mis pensamientos' pensó Doryoku un poco nervioso por la hora mientras corría rápidamente a través de las calles.

Luego de tomar el tren a Hosu, Doryoku corrió rápidamente a través de las calles y pasó junto a unos niños jugando con una pelota hasta que escuchó el sonido de las llantas de un auto derrapando, por lo que este echó un vistazo hacia la dirección del ruido.

A su izquierda el típico chico con un auto en la universidad se hizo presente, ese que tiene sus estéreos a todo volumen y va a toda velocidad hasta comerse una buena multa en el mejor de los casos.

Doryoku simplemente esperó en la acera a que el auto pasara, estaba lejos pero lo mejor era simplemente esperar en esta clase de situaciones y no arriesgarse.

Mientras Doryoku esperaba tranquilamente, una pelota pasó junto a él y llegó hasta el centro de la calle por lo que este dedujo rápidamente lo que iba a pasar.

Y efectivamente, un niño de cabello azul claro quiso ir detrás de la pelota por lo que Doryoku lo sostuvo de su camiseta para detenerlo.

"Cuidado niño, espera a que pase aquel loco" dijo Doryoku con seriedad mientras apuntaba al auto a su izquierda y el niño asentía con un poco de entendimiento.

Al ver la pelota en el centro de la calle, el joven quiso evitarla a máxima velocidad como si de un videojuego se tratase, por lo que aceleró y quiso derrapar para girar hacia la derecha.

'Okay esto no lo vi venir' pensó Doryoku en shock al ver la ridiculez de los universitarios comunes.

Y salió terriblemente, ya que al hacer un mal y demasiado brusco derrape el auto dió una vuelta en el aire y estuvo a punto de chocar.

El joven dentro esperó por el impacto mientras cerraba sus ojos y cubría su cuerpo para recibir el menor daño, pero al cabo de unos segundos, no sintió nada.

*Knock**Knock*

De repente el joven abrió sus ojos y miró por la ventana a un chico de cabello color vino con una expresión calmada.

El joven abrió la ventana aún en shock por la situación y recibió un fuerte golpe en la cara de Doryoku que lo dejó inconsciente.

"Tienes suerte, si Okā-chan estuviese aquí serias una pasta de universitario por tu idiotez" dijo Doryoku recordando que su madre siempre dijo que esta clase de idiotas mínimo se merecían un golpe en la cara.

"¡Wow, ¿eres un héroe? Eres genial!" dijo el niño de cabello azul claro que estaba junto a Doryoku con una sonrisa emocionada junto a sus compañeros.

"Por el momento no, vayan a casa quieren, esta hora es muy peligrosa para jugar en la calle" le dijo Doryoku con tono de advertencia a los chicos haciendo que estos asientan con admiración ciega y vayan a casa.

Doryoku dejó salir un suspiro cansado para luego desactivar su brazalete el cual soltaba un poco de vapor e ir a casa.

Pero antes, este echó un vistazo al auto del chico a ver si tenía que llamar a algún policía por consumo de alguna sustancia ilícita hasta que pudo notar una foto colgando de retrovisor.

Al tomarla y mirar de cerca con curiosidad, Doryoku pudo ver una foto del joven en el auto abrazando a su madre al parecer mientras ambos sonreían felizmente, por lo que Doryoku sonrió levemente y empezó a caminar a casa.

"Casi me arrepiento de darte un golpe, casi" dijo Doryoku con calma mientras iba caminando a casa.

'No lo había pensado, muchas personas, tienen su propia madre con la que quieren volver' pensó Doryoku sonriendo levemente y ahora totalmente convencido.

Y con todo esto, Doryoku se dió cuenta de que tal vez, no sería una mala idea ser un héroe.

Épico.

Grim_Jestercreators' thoughts