Rocas Brillantes y Helechos Grandes

Thor miró fuera de su espacio y apareció en la realidad para cruzar el campo y chapotear en el estanque.

—Bueno, podemos decir que el agua es segura. Adelante, todos, y traten de no dejar que Thor los salpique demasiado si no van a cambiarse a traje de baño —rió Karl.

Después de chapotear por un momento, Thor se instaló en el estanque con un suspiro, dejando solo su hocico sobre la superficie mientras se relajaba en el agua fresca.

[Se siente tan bien en las escamas.] Informó felizmente a Karl.

Karl bajó hasta el estanque, siguiendo a los demás, que buscaban un lugar que les pareciera adecuado para poder escoger una roca afortunada.

Halcón pensó que era hilarante, ya que no tenía interés en las rocas. Ni Rae, ya que brillaban y desordenarían la vibra en su espacio. ¿Cómo podría ser una depredadora misteriosa en la oscuridad y usar una luz nocturna?

[Podrías hacer un sendero con ellas a los lados.] —sugirió Karl.

[Tan brillantes. ¿Cómo podría dormir alguna vez?] —objetó Rae.