—¿Cómo encontraron tan rápido a tu hombre? —preguntó Emmelyn a Maxim mientras cabalgaban hacia el palacio real con los guardias del rey rodeándolos para proteger al rey. En ese momento, Emmelyn finalmente pudo ver que Maxim era realmente el rey de este país.
—¡Viva el rey!
Alguien comenzó a gritar desde la multitud e inmediatamente fue seguido por los demás. Pronto, pudieron escuchar a la gente gritar vítores y reconocimientos al rey y su comitiva.
—¡Viva el rey!
—¡Viva el rey!
Emmelyn comenzó a sentirse abrumada. Era diferente a cuando estaba en Draec. Mars era bastante recluso y no se mostraba mucho en público. Cuando aparecía, la familia real se aseguraba de que nadie pudiera acercarse o tocarlo, ya que querían mantener su personaje despiadado en público. Los draecianos solo podían ver al príncipe heredero desde la distancia y muchos ni siquiera lo querían, ya que era conocido como un monstruo que odiaba a las mujeres. Solo Emmelyn conocía la verdad.
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