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El Amor de un Licántropo

``` —Él detuvo el auto. El agarre en la manta se tensó mientras Raine se preguntaba si había hecho algo mal. Podía sentirlo cuando Torak extendió su mano hacia ella. ¿Me golpeará? Raine se estremeció con ese pensamiento. Torak le retiró la capucha de la cabeza y suavemente apartó su cabello detrás de su oreja. —No —dijo él firmemente—. Quiero verte, no te escondas... —“El espíritu del ángel guardián insuflará nueva vida en el niño humano. Tres ángeles guardianes nacerán de nuevo en el mundo terrenal y los tres serán sus protectores”. —¡¿Protectores?! —Jedrek estalló—. Al final, se detuvo y se giró para mirar a la diosa de la luna desde la lejanía, sus ojos brillaban rojos de ira. Su lobo estaba furioso. —¿Por qué crees que ayudaremos? —preguntó Kace entrecerrando sus ojos negros como la obsidiana, su lobo había tomado control de él. Él era el más joven de los tres y el menos temperamental entre ellos. Los tres habían sido maldecidos por Selene debido a sus acciones feroces para obtener poder y autoridad supremos. La diosa de la luna no les bendijo con una compañera como castigo de su conducta atroz y los forzó a involucrarse en esta guerra mortal con los demonios. —¿Nos convertirás en esclavos de esas criaturas enfermizas!? —preguntó Torak incrédulo—. ¿No temes que los partamos en dos? El ángel guardián era tan frágil y ellos, como licántropos, no apreciaban las debilidades. —No, no lo harán —dijo Selene con paciencia—. No serán sus esclavos ni les harán daño, los cuidarán en todas las formas posibles. Jedrek rió de manera amenazante al oír esto, no les importaba la resurrección de la bestia, una vez que cruzaban su territorio, con o sin el ángel guardián, desgarraría sus cuerpos. —Seré la última persona que verán, en cuanto los encuentre —se refería tanto al ángel guardián como al demonio. Pero, la siguiente voz de Selene estaba teñida de alegría cuando habló. —No lastimarás a tu compañera. ============================ Sesión 1 (capítulo 1 - 394): Torak Donovan - Raine (completado). Sesión 2 (capítulo 395 - 628): Kace Donovan - Esperanza (completado) Sesión 3 (capítulo 629 - 1083): Jedrek Donovan - Lila (completado) Sesión 4 (capítulo 1084 - en curso): Historias Paralelas ============================ Esta es una historia de hombres lobo y, por supuesto, ¡de fantasía! Como cada quien tiene su propia versión de la vida sobrenatural, aquí estoy intentando escribir la mía. Si has leído otras historias de hombres lobo, te darás cuenta de que existen similitudes y diferencias. ============================ ***¡Precaución! El inglés no es mi primer idioma, así que es posible que encuentres errores gramaticales (aunque no es mi intención), si te resulta incómodo, por favor házmelo saber para que pueda corregirlo. *Has sido advertido ^^ ¡Todo comentario constructivo es muy bienvenido! .......................................................................................... ##Encuéntrame en Instagram: jikan_yo_tomare ##Portada por: @Gisel.arts Echa un vistazo a mis otras historias: **PURPLE DAWN TILL DUSK: dearest through the time **THE STORY OF DUSK ```

jikanyotomare · ファンタジー
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259 Chs

INVASOR

翻訳者: 549690339

—Ven a recostarte conmigo durante horas para que podamos hablar sobre miles de naderías que significan millones de cosas —Anónimo.

************** 

Al día siguiente, todas las fotos de Torak y Raine habían sido retiradas, sin embargo, la discusión en línea no disminuía.

Torak y la misteriosa chica estaban en boca de todos en el país y Rafael había estado estrujándose el cerebro para hacer todo lo posible por reducir el impacto. 

Lo bueno era que Torak no le presionaba sobre este asunto, así que el pobre Beta pudo relajarse por un momento.

Un momento, fue literalmente solo un breve instante, porque temprano en la mañana el Alfa Xavier armaba un escándalo debido a su hija que había sido retenida cautiva por Torak.

Exigía hablar directamente con el Supremo Alfa, pero Rafael no podía concederle su solicitud por el momento.

—El Supremo Alfa Torak no puede atenderle en este momento —repetía Rafael sus palabras una y otra vez, pero el furioso Alfa no quería escucharlo.

—¡Si no quiere reunirse conmigo, está bien! —escupió—. ¡Pero quiero que me devuelvan a mi hija!

—No podemos liberar a su hija sin el permiso del Supremo Alfa Torak —dijo Rafael firmemente—. El Alfa Torak le informará cuando puedan encontrarse.

Los ojos del Alfa Xavier se volvieron negros, su bestia estaba enfurecida, pero no alteraba al Beta. Permanecía estoico como siempre. 

—¡Me reuniré con él ahora! —rugió.

El tercer piso del hotel había sido reservado para el Beta de Torak, Gama y sus guerreros. Desde los acontecimientos de ayer, Torak les había dado una orden clara de que no quería que ningún humano insignificante o cualquier otra criatura, salvo su gente, rondara por el piso.

El Alfa Xavier golpeó el botón de abajo del ascensor para subir, pero Rafael sostuvo su hombro firmemente.

—Xavier, yo no tentaría mi suerte si fuera tú —advirtió Rafael con su voz gutural mientras sus ojos verdes se volvían negros—. ¡Retrocede!

Un gruñido bajo surgió en el pecho del Alfa Xavier. Rafael había sido tan osado al llamarlo por su nombre sin el título de Alfa. Pero, a pesar de su título como Alfa, Rafael tampoco era una figura trivial. Era el segundo hombre del licántropo más feroz que había caminado sobre la tierra desde hace muchos siglos.

Este hecho solo ya era algo digno de considerar.

Su ira lo había cegado, pero si el Alfa Xavier presionaba más, no solo no recuperaría a su hija, sino también había una gran posibilidad de que perdiera la cabeza también.

Roughly Xavier apartó la mano de Rafael que lo retenía por el hombro y marchó en dirección opuesta.

Cuando el Alfa enfurecido quedó fuera de vista, Calleb se acercó a Rafael casualmente. Había estado observando su disputa desde un costado, y no se había molestado en intervenir porque sabía que la situación estaba bajo control del Beta.

—Entonces, ¿no tienes curiosidad por saber qué está haciendo nuestro Alfa ahora? —dijo jovialmente con una sonrisa en los labios al ver que Rafael lo miraba con el ceño fruncido.

—Ocúpate de tus asuntos Cal —refunfuñó mientras sus ojos volvían a su color normal.

La sonrisa en los labios de Calleb se convirtió en una mueca insinuante.

—Bueno, si encontrara a mi compañera yo tampoco querría que me interrumpieran por la mañana —se rió entre dientes.

—Estás imaginando cosas demasiado lejanas —Rafael golpeó la parte trasera del cachorro grande.

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En la suite presidencial, donde Torak había estado observando a su compañera dormir, el sol había salido pero se negaba a dejar que la luz entrase.

Torak no quería despertar a su compañera, así que dejó la cortina cerrada. Había despejado su agenda matutina y vespertina, así que le gustaría dedicarle cada segundo a Raine.

Recorrió su rostro con los dedos, enrolló su liso cabello negro entre ellos y sonrió para sí mismo.

Anoche, cuando regresó de la reunión, Raine estaba durmiendo. Por lo tanto, no tenía idea de que él se había deslizado bajo la manta y dormido a su lado.

Probablemente debido al largo viaje y al pequeño evento que ocurrió previamente, Raine estaba exhausta, no se despertó en ningún momento.

De repente, los ojos de Raine se abrieron de golpe, probablemente debido al toque de Torak o su intensa mirada que la despertó.

Sus largas pestañas temblaron antes de que sus ojos se abrieran. Parpadeó varias veces y se frotó la somnolencia antes de darse cuenta de la presencia de Torak a su lado.

—Buenos días, mi amor —la saludó Torak, lleno de sonrisas. Hacía mucho que había olvidado la última vez que sonreía así.

Raine levantó la cabeza bruscamente y sus ojos negros obsidiana se encontraron con los azules de él. Sorprendida, con los labios ligeramente entreabiertos, se sentó derecha y se alejó rápidamente de Torak.

Sin embargo, Torak la atrapó por el tobillo cuando ella giró su cuerpo y tiró de Raine hacia él. —¿A dónde vas? —preguntó.

La pequeña figura de Raine era como la de un gatito siendo arrastrado hacia su presa. Ella luchó para soltarse del agarre de Torak, pero esto solo le causaba diversión al ver su esfuerzo inútil.

La abrazó por detrás, atrapando a Raine entre sus fuertes brazos. —Te dije que no me tuvieras miedo... —dijo apenas por encima de un susurro en la curva de su cuello, aprovechando para inhalar su aroma.

No era que Raine lo temiera, pero despertar al lado de un hombre al que apenas conocía la impactó profundamente.

Después de un minuto de lucha y sin que Torak cediera, finalmente se quedó quieta. Su cabello le hacía cosquillas en el cuello y las manos que envolvían su cuerpo solo la hacían sentir segura.

No sabía por qué se sentía así, pero de todas formas le permitió abrazarla.

Después de que Torak sintió que la lucha de Raine había cesado, levantó la cabeza desde el confort de su curva. —Vamos a desayunar primero y luego comprar algo hermoso para que te pongas. ¿Qué te parece? —propuso.

Todavía vestía la misma sudadera grande y jeans desgastados y rotos de ayer, y a él no le gustaba eso.

Raine asintió lentamente. ¿Qué más podía hacer? Era una oferta increíble de escuchar.

Sus labios formaron una sonrisa. —Me daré un baño rápido y luego puedes venir antes de desayunar, ¿de acuerdo?.

Raine asintió de nuevo.

Torak soltó su abrazo y le dio un pequeño beso en el cuello. El simple beso hizo que Raine se inquietara, pero sentía que mariposas volaban en su estómago.

¿Era demasiado pronto para confiar en el hombre que conocía hace menos de cuarenta y ocho horas? Raine estaba confundida, pero confiaba en él.

Se sumió en su propio silencio, pero eso no significaba que Raine fuera ajena a sus acciones íntimas. 

¿Quién es este hombre?

Torak se levantó de la cama y se dirigió al baño. El sonido del agua se escuchó al siguiente segundo. El sonido era tan claro, parecía que Torak había dejado la puerta abierta. Raine se sonrojó al darse cuenta de esto.

En la cama que parecía caber siete personas, Raine examinó sus pies. El corte de ayer había sanado. 

Se levantó de la cama y los probó, ya no había dolor, así que dio otro paso hacia la cortina y la abrió de golpe.

En un instante, fue bañada por la luz brillante del sol. Por instinto Raine se giró desde la luz cegadora y se cubrió los ojos somnolientos.

Cuando sus ojos se ajustaron, los abrió lentamente.

Sin embargo, algo captó su atención e hizo que la adrenalina corriera por sus venas. Parpadeaba rápidamente ante la figura justo frente a sus ojos, casi como si no creyera que había alguien más dentro de la habitación. 

Pero, esa figura comenzó a hablar con una voz baja y siniestra. —Finalmente, él te encontró.