Tarde.
La suave brisa del viento crepuscular sacudía levemente las hojas de los frondosos árboles así como las flores en los suelos mientras que los rayos del sol comenzaban a desvanecerse antes de dar paso a la oscuridad.
En las afueras del pueblo de Agematsu, cerca de una pequeña formación rocosa, se podia ver como un grupo de ninjas comenzaban a descargar sus provisiones mientras tranquilamente alistaban su campamento al costado del camino.
Cualquier persona que los viera sabría que ellos no eran ninjas de Konoha, sino Shinobi provenientes de la lejana tierra del Agua.
Eran un grupo pequeño, de unas diez personas aproximadamente.
No eran una unidad de ataque ni de infiltración, sino mas bien era una delegación que estaba visitando la tierra del fuego en una misión diplomática.
"Kiratzugi-san, tú y Morisato-kun irán por leña, mientras que Miruya-san y yo buscaremos algo para comer"
En medio de toda esta gente se encontraba Ao, la mano derecha del actual Mizukage, quien estaba dando ordenes a los subordinados mientras terminaban de instalarse.
Este era su tercer día de viaje hacia Konoha y hoy les tocó detenerse en medio del bosque.
"Ao-sama ¿Quién establecerá el perímetro?" – en eso, uno de los ninjas le preguntó a su líder, quien dejó de hablar mientras su mirada mostraba un poco de complejidad.
Si esta situación se hubiera presentado hace un año, lo primero que habría hecho sería exactamente velar por su seguridad estableciendo un perímetro seguro, pero ahora…
"Hey Morisato ¿Qué acaso no prestas atención a las instrucciones? El día de hoy lo establecerá Shikashi-san y a Mei-sama…. Por cierto ¿Dónde está Mei-sama?"
En ese momento, uno de los ninjas que comenzó a responderle a su compañero que previamente había preguntado, se percató de la ausencia de la hija del Mizukage, poniendo en alerta al resto.
"Es verdad ¿Dónde está Mei-sama?"
"Hasta hace poco estaba justo detrás de mí ¡no puede haberse perdido!"
Uno a uno fueron hablando mientras comenzaban a buscar con la mirada a la chica en cuestión, sin poder hallarla.
"Tranquilos todos, no tienen por qué alarmarse…. Mei-sama está por allá" – en ese momento Ao respondió mientras señalaba hacia un lejano árbol en donde pudieron ver a Mei sentaba en su base y recostada contra el tronco.
Estaba tan lejano que a primera vista no podían verla, sin contar que eran ninjas experimentados.
"Vaya, si que me dio un susto Mei-sama" – dijo uno de los ninjas.
"¿Le sucederá algo malo?" – preguntó otro de ellos.
"Supongo que es la tensión por ser tener el papel de la representante de la aldea ante Konoha, eso podría en aprietos a mas de uno y menos a alguien tan joven como Mei-sama"
Los ninjas comenzaron a discutir el motivo por el cual su joven señorita se había alejado de su grupo mientras reanudaban sus actividades.
Y era verdad que ella había sido designada por el Mizukage como la representante de esta delegación que estaba viajando a Konoha para cumplir con el protocolo de cerrar el contrato que previamente se había planteado.
Aunque en un inicio la idea era recibir al Hokage en Kirigakure para este evento, fue el propio Mizukage quien planteo la idea de que fueran ellos los que debían ir a Konoha para sellar el trato ya que las ganancias eran insuperablemente mayores a lo que habían podido soñar alguna vez.
Pero como su aldea aún estaba un poco 'tumultuosa' por todo lo que había pasado, el patriarca Terumi no podia dejar su posición, por lo que debería mandar un representante en su lugar.
¡Y para sorpresa de muchos, fue su propia hija la que se ofreció para ese puesto!
Todos sabían lo capaz que podia ser la joven Mei, tanto como kunoichi y como diplomática, por lo que le dieron el honor de ser la representante en este trascendental evento.
Por ello todos pensaban que era la emoción y la ansiedad lo que estaba experimentado la joven Mei por tal cargo.
"Bien, no sigan discutiendo que en nada nos ayuda, vuelvan a sus tareas asignadas" – En eso, el ninja del parche volvió a hablar, haciendo que el resto dejara de cuchichear y se disponga a completar sus deberes.
Luego de ello, Ao miró a lo lejos a su joven señorita con una mirada preocupada mientras suspiraba.
"Aaaa…. Kami, por favor, que todo salga bien… no quisiera qui mi pueblo sea aplanado por una mujer celosa…"
Solo él, quien conocía a Mei desde que quera una niña, sabía que era lo que le sucedía, o al menos tenía una noción de su actual situación, por lo que solo podia rezar a todo lo sagrado para que no ocurriera un desastre…
................................
'¿Cómo es que cambió mi vida tan repentinamente?'
Esto era lo que se preguntaba una despistada Mei Terumi mientras descansaba contra un árbol mientras veía como los colores del cielo pasaban de un naranja amarillento hacia un rosado oscuro y progresivamente se iba perdiendo en la oscuridad, al mismo tiempo que las estrellas anunciaban su presencia.
Estaba completamente absorta con todo lo que le había tocado vivir en estos últimos tiempos, algo que jamás había pensado que podría pasarle.
Ella era una mujer fuerte, no solo como una kunoichi plenamente establecida, sino como una figura de autoridad que se había estado formado lenta, pero firmemente, durante todo este tiempo.
Desde su crecimiento como la sucesora del clan Terumi, pasando por su brutal entrenamiento y graduación en la academia ninja, hasta las guerras Shinobi y el conflicto interno de Kirigakure, todos esos eventos se encargaron de forjar su temple.
Si bien ella fue sometida a un infierno tan violento, Mei se había caracterizado por haberse adaptado a el y no dejar que todo ello determinara su personalidad.
Por ello se había ganado el respeto por todos los miembros de su clan y de el resto de clanes, ya que su temple y carisma transmitían confianza al resto, aun cuando podía llegar a ser un poco descuidada.
Alegre, confiada y jocosa, es así como podrías definir la personalidad de Mei Terumi, siendo una mujer que casi siempre exhibe una leve sonrisa en su rostro, como si nada le afectara, tratando de ayudar a los que podia, algo muy loable para sus dieciséis años de edad.
Pero los que la conocían bien sabían que esa fortaleza mostrada por Mei no era tan solida como el resto creía….
Y es que en menor o mayor medida todos llegan a sus límites cuando su temple es puesto a prueba.
Para Mei, los constantes ciclos de violencia a los cuales fue sometida comenzaron a ser mella en su vida, haciendo que su mente comience a verse afectada.
Y hubiera sido peor si es que nadie hubiera interferido en la guerra civil de Kirigakure, ya que inevitablemente su padre y su clan hubieran desaparecido con casi todos los ninjas de su aldea, recayendo todo el liderazgo de la rebelión sobre sus hombros.
Pero en este mundo… las cosas no se dieron así.
Si bien la intervención de los ninjas de Konoha fue el punto de inflexión que cambió todo, no fueron los Uchiha, ni el Hokage y su consejo los que permitieron la victoria de la rebelión.
Sino que fue un hombre… un solo hombre.
Aquel sujeto que se mantuvo alejado del foco al momento del la intervención, aquel que no movió ni un dedo contra el antiguo Mizukage y su Biju, aquel que contempló todo el sangriento escenario sin un atisbo de emoción en su mirada…
El fue el hombre que a pesar de no hacer nada, fue el responsable de todo lo sucedido.
Guapo, fuerte, imponente… algo que el enamoradizo corazón de la inexperta Mei no pudo soportar como primera impresión.
Claro que ella sabía sobre el enamoramiento y esas cosas, era una chica normal que se había ilusionado cuando era mas joven, pero las circunstancias de su pueblo y su propia identidad no le permitieron experimentar las cosas que la vida tiene para ofrecer.
Sabía que la mayoría de los hombres son seres muy básicos, que solo algunos pueden merecer cierta atención al ser más que solo caras bonitas.
Sabía cuan lujuriosos pueden llegar a ser los hombres, no importa como se presenten ante la sociedad.
Pero el tipo que había llegado a su vida hace unos meses, era alguien que no encajaba en algún arquetipo.
Era alguien fuera de toda regla.
La presencia que ese tipo le dio cuando llegó por primera vez a Kirigakure fue sobrecogedora.
Su mirada era profunda pero despreocupada, su rosto imperturbable, su gran porte.
Y su poder… ¡su maldito poder!
La brutalidad de sus acciones lo descartaban como alguien que luchara por la paz. Definitivamente no era como esos protagonistas de historias románticas.
Pero, para sorpresa de Mai, esta cruda forma de actuar, fue lo que hizo estallar llamaradas en su pecho, transmitiendo un calor que viajaba por todo su cuerpo.
¡Cada vez que ese tipo estaba cerca de ella, este calor se intensificaba, haciéndola perder los papeles!
¡Y lo más irónico de todo es que a ella no le molestaba para nada!
"¡Aaaa Kami, por que tuve que fijarme en alguien tan problemático!"
Mie se reprendió mientras ocultaba su creciente enrojecido rostro con las manos mientras todo lo vivido pasaba por su mente.
Y es que si fuera solamente sus sentimientos, ella podría bien sopesarlos y ocultarlos...
Pero la cosa era que aquel sujeto… aquel malditos sujeto…
¡Estaba enterado de todo!
¡Y la forma en como se enteró fue de la más vergonzosa para Mei!
Mei sabía que este viaje tenía una importancia diferente para ella que para su pueblo.
Para Kirigakure significaba asegurar todo su futuro como nación.
Pero para ella significaba solo una cosa…
Una cosa que, valga verdades, muy en el fonde de su mente…. le agradaba…. Y mucho….
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
La luz de la mañana bañaba una gran habitación a través de una enorme ventana, iluminando todo dentro.
Encima de una amplia cama, se podía ver a varias personas durmiendo, siendo solo un fornido hombre el único despierto y que estaba sentado mientras se recostaba sobre la cabecera mientras parecía leer algo en una especie de Tablet la cual tenía entre sus manos.
"Uaaah…. ¡Buenos días querido!"
Con un lindo bostezo, Kushina se despertó mientras estiraba enérgicamente los brazos a la par que la sabana de seda que cubría su esbelta figura caí suavemente mientras se levantaba.
"Mmm… aun no quiero levantarme esposo~"
Al mismo tiempo, una somnolienta Mikoto se movía por debajo de las sabanas mientras se acurrucaba junto al fuerte cuerpo de Yuuma, quien estaba sentado en la cama justo antes de que ambas mujeres se despertaran.
"Diablos…. ¡Vamos Kushina, hay gente que quiere seguir durmiendo!"
En eso, una voz femenina a manera de queja vino desde al lado de Mikoto, transmitiendo su molestia por la bulla que estaba causando la pelirroja.
"¡Mou! Vamos Tsume-chan, no debes expresarte así ¡es una muy bonita mañana!" – Exclamó la Uzumaki mientras hacia un puchero.
"¡Linda mañana mi trasero! ¡no se como puedes estar tan llena de energía! ¡Mi cuerpo se siente como si hubiera sido arrollado por una estampida!" – En eso la mujer que se estaba quejando, Tsume Inuzuka, se destapó mientras su salvaje figura quedaba a la vista.
"Es que ella es un monstruo, por ello es que tiene mucha energía… además, nuestro esposo no ha sido muy rudo con ella ya que ella está atendiendo al pequeño Naru-chan en las noches" – Una acurrucada Mikoto habló mientras se apegaba mas a su querido hombre.
"Oi oi ¿a quién le dices monstruo eh? ¿acaso quiere pelea Mikoto?" – Kushina arrugó su entrecejo mientras unas venas comenzaba a saltarle en la frente.
"Ja ja ja, es verdad… si ella pasara lo mismo que nosotras, no estaría haciendo tanta bulla por las mañanas" – Tsume no perdió la oportunidad mientras le seguía el juego a la Uchiha, haciendo que la pelirroja rabiara más.
"Bien chicas, dejemos las bromas para después, recuerden lo que tenemos planeado para hoy"
Con una suave voz, Yuuma habló mientas esbozaba una sonrisa, haciendo que las mujeres que previamente estaban haciendo un drama, se retrajeran a la par que sus miradas se volvían solemnes.
"¿Así que hoy es el día que Konoha sufrirá un gran cambio eh?" – Tsume dejó sus burlas y se concentró en todo lo que había aprendido hasta ahora.
Ella, quien una vez fue una indómita mujer alfa, se había sometido de manera férrea a la presencia de Yuuma, a quien consideraba ahora su ser de sumisión, algo que puedes conseguir si logras domar completamente a una Inuzuka de sangre pura.
Por ello es que, como una de las mujeres 'oficiales' de Yuuma, sabía todo lo que se estaba planeando entre bastidores con respecto al futuro de la aldea.
Si hubiera sido antes, aunque estuviera sometida a nuestro protagonista, sería renuente a este tipo de acciones para con su aldea, pero ahora que sabía toda las cosas que pasaban en su aldea y sobre la monstruosa identidad de su marido, estaba más que dispuesta a seguirlo a cualquier lugar.
"Si… hoy poder vengar a mi pueblo" - Kushina dejó su molestia y puso una mirada fría mientras imaginada todo lo que sucedería el día de hoy.
Habían esperado hasta ahora mientras preparaban el terreno para acorralar a esos vejestorios a un callejón sin salida, y hoy era el día que darían la estocada final.
"Hoy le haremos saber al mundo que las cosas han cambiado por completo" – Mikoto dejó de estar acurrucada y se levantó mientras sus ojos adoptaban un semblante similar al de Kushina.
"Vayan a prepararse chicas, yo iré a avisarle a Tsunade y regresaremos para el desayuno"
Yuuma habló mientras les daba un suave beso a las tres mujeres, quienes asintieron y comenzaron a desfilar desde la cama al cuarto de baño, dando un buen espectáculo para los ojos de nuestro afortunado protagonista.
"Bueno, bueno, hoy es el día que comienza todo… estuve mucho tiempo si hacer nada, ya es hora de que continue mis planes"
Con una sonrisa en el rostro, Yuuma se dijo así mismo mientras su cuerpo desaparecía del a habitación.
++++++++++++++++++++++++++++++++
NOTA DEL AUTOR:
¡¡Hemos vuelto muchachos!!
Espero que todos estén bien, en verdad lamento haber desaparecido bruscamente ¡Losiento mucho!
Aunque estuve respondiendo algunos comentarios, solo tenía tiempo para entrar y registrar mis tareas diarias. El trabajo y el estudio me han tenido al borde de la locura ( ͡ಥ ͜ʖ ͡ಥ)
Estoy estudiando para mi examen de residentado médico, por eso es que me he ausentado tanto tiempo, ya que debía condicionar mis nuevas rutinas de estudio con mi trabajo, lo que me costó un buen tiempo.
Pero ahora estoy un poco más organizado y por ello puedo retomar esta novela y seguirla, espero aun tenga el toque y no perder la ilación de mi novela.
Sin nada más que decirles, disfruten de este pequeño capítulo, nos leeremos después~