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DESPROTEGIDA (CHEN)

Amores, suspenso y mucho drama. En eso se convirtió la vida de Jordana luego de conocer a aquel chico del otro lado de la calle y dejarlo entrar en su vida, ¿Quién diría que lo más trivial a la vista termina siendo en ocasiones lo que define tu futuro? Atrévete a leer esta impactante historia y conoce los secretos que contiene. Nuevo capítulo cada jueves. #Baekhyun #Jong dae #Chen # Taehyung #EXO Ya pueden encontrarnos en Instagram como "desprotegida.fanfic"

AndSha_Garso · セレブリティ
レビュー数が足りません
29 Chs

NOCHE AMARGA

Unos minutos después de sostener a Jordana en mis brazos dentro de aquel elevador, la bajé y me dispuse a besar su cuello. Sin embargo, el cansancio me venció y me quedé dormido en su hombro.

— Chen, ¿Estás bien? — preguntó sin obtener respuesta alguna, así que me sacudió un poco para intentar hacerme reaccionar  — Esto no es divertido, despierta.

Entre su desesperación, me soltó un pisotón que me hizo reaccionar al instante e hizo que mi pie punzara de dolor, así que me quejé un poco y luego ella me ayudó a caminar de vuelta a mi departamento. Una vez ahí, me llevó hasta mi habitación y me ayudó a acostarme en mi cama mientras me tomaba la temperatura con un termómetro que había comprado en la farmacia hace rato.

— Dios mío, estás ardiendo, te daré tus medicamentos y si no mejoras en un rato te meteré a bañar, ¿De acuerdo?, ¿Chen? — preguntó sin obtener respuesta de nuevo, juro que quería contestar pero no tenía fuerzas para hacerlo y su voz sonaba cada vez más lejos puesto que el sueño me estaba venciendo. 

Unos minutos después, me despertó el tacto de sus labios con la piel de mi mejilla y, antes de que pudiera intentar besar sus labios con las pocas fuerzas que me quedaban, se incorporó y me ofreció el vaso de agua que tenía en las manos para que me tomara los medicamentos que me había recetado el doctor. Luego de esto, dijo que tenía que comer algo para recuperar mi energía y se dirigió a la cocina mientras me informaba en voz alta que me prepararía algo de sopa.

Al cabo de una hora, Jordana regresó a revisar mi temperatura y a juzgar por su gesto de disgusto supe que no me encontraba mejor aún. Así que, sin pensarlo, me hizo incorporarme un poco para desvestirme y me llevó hasta la bañera. Mientras salía el agua caliente, me cubrió con una toalla y me abrazó para intentar calmar un poco mis escalofríos. Unos minutos después, me ayudó a sentarme en la tina y me quitó la toalla para poder mojar mi cuerpo con la regadera de teléfono; mientras ella se entretenía en su labor, me puse a pensar en lo romántico que sería esto si yo no estuviera en estas condiciones y no pude evitar sentirme nostálgico al recordar la primera vez que vi su cuerpo desnudo bajo la regadera cuando aún estábamos en Estados Unidos. 

Una vez que terminó de bañarme, me puso una pijama y me ayudó a recostarme en mi cama mientras traía la sopa, al ver mi falta de fuerzas, optó por alimentarme ella misma como si fuera un niño pequeño lo cual me dio una sensación cálida en el corazón, me sentía un poco menos solo en el mundo ahora que sabía que había alguien que se preocupaba por mí sin importar el pasado o lo cansado que era ver por mí en esas circunstancias. Al dar las seis de la tarde mi fiebre finalmente cedió y no volvió.

Ella se quedó un par de días más conmigo para asegurarse de que reposara y tomara mis medicamentos, al tercer día ya me sentía bien casi por completo y supe que era hora de hablar antes de que se sintiera lista para irse. Así, una tarde mientras nos encontrábamos viendo una serie coreana nueva en Netflix llamada Love Alarm, llamé su atención.

— Nana. ("Nana" es un sobrenombre  que le puse de cariño una vez cuando la conocí pero nunca volví a llamarla así)

— ¿Sí? — dijo con su atención aún en la televisión

— Ten una cita conmigo.

— ¿Ahora? Pero estamos en pijama.

— Sí, no importa, ven conmigo. — dije mientras tomaba su mano y la sacaba del cuarto con prisa — A donde vamos necesitaremos estar bien tapados, iré por nuestros abrigos mientras vas por un par de bufandas y guantes. 

Una vez que tomamos todo lo que necesitábamos, fuimos al estacionamiento del edificio por mi Jeep y conduje hasta la Torre Namsan. Una vez ahí, subimos hasta el mirador y saqué un candado del bolsillo derecho de mi abrigo que tenía nuestras iniciales grabadas. Ese mirador es muy famoso por ser el punto de reunión de muchas parejas que cuelgan sus candados en las vallas como un símbolo para sellar su amor.

— ¿Hace cuanto hiciste que grabaran nuestras iniciales en ese candado?

— Desde que llegaste a Corea quise traerte aquí, pero luego tuvimos muchos problemas y ya nunca pude hacerlo. En realidad tengo este candado desde que estaba intentado recuperar tu amor una vez que pasó todo el malentendido con Lisa porque pensé que traerte aquí te impresionaría de cierto modo, pero luego me enteré de tu compromiso con Baekhyun y lo olvidé por completo. — una vez que terminé de hablar, ella me miró tanto conmovida como sorprendida así que le dediqué una sonrisa y le entregué el candado — Cuando fui tras de ti el otro día te dije que aún te amo y no mentía, tú no respondiste y realmente no estoy seguro de querer saber la respuesta. Aunque sí me gustaría que hicieras algo, si aún sientes algo por mí entonces cuelga ese candado en la valla; pero si realmente has dejado de amarme como dijiste el día que nos separamos entonces tíralo por el barandal y te dejaré ir.

Sin pensarlo mucho y sin decir nada, asintió con la cabeza y se acercó al barandal lentamente mientras parecía meditar las cosas. Unos minutos después, colgó el candado en la valla y volteó a mirarme con los ojos llorosos y una sonrisa temblorosa. Antes de que pudiera decir algo, tomé su mano y la llevé hasta la pista de hielo El Grand Hyatt. Aún recordaba la vez que mi madre me enseñó a patinar y pensé que quizá sería algo romántico para hacer con la chica que amo.

— Espera Chen. — intervino antes de que yo rentara dos pares de patines.

— ¿Qué pasa Nana?

— Hace mucho frío, quizá deberíamos regresar a casa.

— No puede ser posible…

— ¿Qué?

— No sabes patinar. — dije antes de soltar una carcajada.

— Cállate, por eso no quería decírtelo. — dijo mientras me daba un golpe en el brazo y ponía cara de niña pequeña haciendo berrinche. 

— Lo siento, no pude evitarlo. Pero no tienes de qué preocuparte, yo te enseñaré a patinar.

Diez minutos después ya estábamos parados sobre la pista de hielo con nuestros patines puestos, yo estaba listo para enseñarle a patinar pero ella parecía más aterrada que nunca mientras batallaba por mantenerse en pie. Esto me hizo esbozar una sonrisa de ternura y la tomé por ambas manos para ayudarla a mantener el equilibrio, luego la guié paso a paso con mis pies para mostrarle cómo debía deslizarse hasta que tomó un poco de confianza. La solté poco a poco hasta que pudo dar unos pasos sola, sin embargo, se delizó mal y estuvo apunto de caer si no fuera porque la atrapé a tiempo entre mis brazos. Esto nos hizo quedar muy cerca y me acerqué lo suficiente hasta sus labios hasta que cerró los ojos esperando recibir un beso, sin embargo, yo reí por lo bajo y la solté para alejarme de ella causando que se tambaleara. Una vez que logró recuperar el equilibrio, fue tras de mí y me alcanzó fingiendo que me iba a dar un beso en la mejilla aunque en realidad me lamió como venganza por no besarla y luego se alejó con rapidez. Yo la perseguí unos metros dándole ventaja y luego la alcancé mientras la atrapaba con los brazos para evitar que se escapara de nuevo y finalmente la besé.

Patinamos lado a lado unos minutos más y luego nos dirigimos al último lugar donde quería llevarla, el Río Han; el cual se encontraba no muy lejos de donde estábamos. Una vez ahí, la llevé a una cafetería para quitarnos un poco el frío con ayuda de una bebida caliente. Ambos pedimos café con un pequeño pastel para compartir y pasamos un rato bastante agradable haciendo bromas y platicando sobre mis memorias de la infancia vividas en la pista de hielo mientras contemplabamos la hermosa vista que nos ofrecía el ventanal. 

En cuanto terminamos nuestro café y nos quedamos sin temas para hablar, salimos de la cafetería y nos dirigimos al largo paseo del Río Han, caminamos un par de minutos hasta que encontramos el lugar con la mejor vista y nos detuvimos para contemplar el río en silencio.

— Hay algo que nunca te he dicho y creo que es hora de que lo sepas.

— ¿De qué se trata? — preguntó curiosa sin voltear a mirarme.

— Bueno, ¿Recuerdas el collar que te di en tu graduación?

— Claro, aún lo conservo como uno de mis mayores tesoros, siempre lo llevo conmigo. — respondió mientras sacaba el collar que se encontraba puesto alrededor de su cuello pero estaba oculto por su ropa. Ver esto me hizo sonreír antes de continuar.

— Bueno, la verdad es que lo compré como conjunto del anillo de compromiso que te di.

— ¿Qué?, Pero entonces eso significaría que compraste el anillo hace años y que tú…

— Así es, mi intención era pedirte matrimonio. Cinco minutos después de que subí al jet que me trajo de vuelta a Corea supe que había cometido un terrible error al irme. Sin embargo, sabía que sería inútil cambiar de opinión en ese momento y entonces decidí que me convertiría en un hombre antes de volver por ti y una vez que eso pasara te pediría matrimonio. Así que cuando llegó tu graduación pensé que era mi oportunidad y compré el anillo y el collar antes de ir a buscarte. Sin embargo — hice una pequeña pausa para tomar aire y luego continué — Sin embargo, cuando llegué a Estados Unidos me enteré de que tú y Baekhyun estaban juntos, así que le pedí a Sehun que te diera el collar y dijera que yo no estaba con él. Al llegar el día de tu graduación, estuve presente en la ceremonia y te vi recibir tu diploma; te veías realmente hermosa con tu toga y tu birrete de graduación… 

— ¿En serio estuviste ahí? Yo nunca te vi.

— Bueno, tú pensabas que yo estaba en Corea en ese momento, supongo que eso hizo que ni siquiera intentaras localizarme con la mirada entre todos los familiares de los graduados. Pero sí, yo estaba ahí y luego vi cómo saliste corriendo antes de que terminara la ceremonia, corrí tras de ti con la intención de alcanzarte y pedirte matrimonio pensando que quizá aún tenía oportunidad. Pero luego te detuviste y yo me quedé a unos metros de ti, observando como tú ibas tras Baekhyun mientras yo iba tras de ti. Así que me puse a pensar en que aún tenías una gran vida por delante y al ver lo apegados que estaban tú y él… Me dio miedo ser rechazado por ti así que di la vuelta y me fui.

— Wow, jamás imaginé nada al respecto. No sé qué decirte.

— No digas nada y bésame. — dije mientras me acercaba a ella lo suficiente para robarle un beso que ella intentó esquivar de manera juguetona sin éxito. Le di un largo beso antes de continuar  — Sólo dime algo, ¿Me hubieras rechazado?

— Bueno yo — hizo una pausa insegura antes de responder — creo que sí.

— ¿Por qué?

— Es que yo...

— ¿Realmente nunca me viste como algo serio?

— No, no es eso.

— ¿Nunca me amaste de esa manera?

— ¡Chen, deja que te explique! Ambos éramos muy jóvenes y creo que debíamos encontrar individualmente lo que queríamos para nuestras vidas antes de poder estar juntos de esa manera. Pero eso no significa que no te amé, o que no lo hago ahora. — me explicó y luego tomó mis manos — También hay algo que no te he dicho.

— Pues dímelo.

—  Cuando terminamos yo renuncié a la empresa de tu padre y me quedé sin empleo. Así que hablé con mis padres y me ofrecieron un lugar muy importante en la empresa de mi padre. Creo que es una gran oportunidad para mí y me gustaría que vinieras a Canadá conmigo.

—  ¿Qué?, ¿Así que te vas?

— Sí, ese es el plan, ¿A caso eso te molesta?

— ¿Y cómo quieres me sienta? Es decir, no me malentiendas, estoy feliz por ti pero me parece algo irónico luego de que me dejaste de la manera en que lo hiciste. Te burlaste de mí y ni siquiera eres capaz de darme una explicación al respecto, sólo te irás lejos de mí  una vez más.

— ¿Burlarme de ti?

— ¿Crees que soy idiota, Jordana? Siempre supe que no fue cierto lo que dijiste, no sentías nada por Kris, estabas en algún problema más grande que eso. Pero preferiste herirme y ocultarme las cosas antes que confiar en mí para resolverlo juntos, ¿Y ahora te vas?

— ¿Qué quieres que haga Chen? Ya no tengo trabajo aquí y tampoco voy a esperar a que tú me mantengas, necesito ver por mi futuro y esperaba que lo entendieras.

— ¡Lo entiendo! Pero sigues ocultándome cosas, aún no tienes el valor para decirme lo que pasó y eso es lo que me duele. Después de todo por lo que pasé a causa del dolor que tus palabras me causaron, lo dejé pasar y hasta intenté conquistarte de nuevo hoy, esperaba poder llevar las cosas con calma y esperar a que hablaras cuando te sintieras lista. Pero ahora que te vas todo es diferente, si me voy contigo entonces yo soy el que se quedará sin empleo y creo que ya he sacrificado suficiente por ti.

— ¿Sacrificar algo por mí? Creo que no sería ningún sacrificio si realmente me amaras, yo jamás te pedí que hicieras nada por mí.

—  Sé que no me pediste nada, pero justo porque te amo es que lo hice. Te amo o soy tan idiota que nunca aprendí a dejarte ir, quizá sean ambas. Y, ¿Sabes? Cuando regresé a Corea me sentí tan culpable por haberte dejado atrás que me costaba conciliar el sueño sin importar lo que hiciera, pero ahora veo que simplemente hice lo que creí correcto aunque eso te hiriera como tú has hecho tantas veces ahora. Intenté compensar el daño, pero creo que es tiempo de que me quiera a mí mismo y me aleje de ti, ya no te buscaré más. —  dije finalmente intentando contener las lágrimas y me di la vuelta para irme.

—  ¡Espera Chen! Por favor detente — rogó mientras me detenía con su abrazo.

—  ¿Por qué debo detenerme?

— Porque no quiero que te vayas esta vez.

— Bien, ¿No quieres que me vaya? Entonces dime de una vez por todas por qué me terminaste.

— Lo haré, lo prometo.

— Bueno, lamento si ya no puedo creer en tus promesas. Dime ahora o me iré y esta vez no volveré.

— Lo que pasó es complicado, pero. — se detuvo a pensar y pasaron los segundos sin que ella fuera capaz de hablar. 

— Como sea, — dije tras soltar un suspiro — adiós Jordana, espero que tengas una gran vida lejos de mí — concluí mientras me soltaba de su agarre y me alejé decidido a no volver.

— ¡No! ¡Espera! ¡Te lo diré, lo prometo! — clamó desde la distancia pero yo sólo seguí mi camino más seguro que nunca de que hacía lo correcto.

******

Me encontraba en mi cama dando vueltas de un lado a otro sin poder conciliar el sueño, no paraba de pensar en qué podía ser tan importante como para que Jordana permaneciera callada y que hubiera preferido dejarme ir una vez más. Sus palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza y por más que quería llorar no podía, me sentía demasiado cansado de toda esta situcación como para derramar más lágrimas. Al cabo de un rato más de insomnio y al ver que esta noche simplemente me sería imposible pegar el ojo, me rendí y me vestí rápidamente con lo primero que encontré, luego me preparé un poco de café en un termo para beberlo en el camino y salí corriendo hasta el estacionamiento del edificio. Conduje con velocidad así que no me llevó más de quince minutos llegar hasta la mansión Byun. En cuanto llegué a la puerta, un mayordomo me recibió y me dijo dijo que hiciera una cita o volviera mañana, yo no tenía ganas de esperar tanto así que hice un alboroto y le di mil razones por las que debía verlo con urgencia. Mi espaviento fue tal que cumplí mi cometido de todos modos.

— ¿Qué es todo este alboroto?, Son las dos de la mañana. —señaló Baekhyun mientras se aproximaba a la puerta.

— Una disculpa señor, este joven vino a verlo y aunque ya le repetí mil veces que vuelva mañana, insiste en que debe verlo de inmediato. — explicó el mayordomo.

— ¡¿Chen?! ¿Qué estás haciendo aquí a esta hora?, ¿Está todo bien?

— Estaría mejor si tuviera una taza de café, ¿Así es como tratas a tus invitados? Me estoy congelando aquí afuera. 

— Oh, lo siento mucho, ¿Cómo pudiste negarle la entrada a mi hermano, Niles?, déjalo entrar y traéle una taza de café de inmediato.

Una vez dentro, mi anfitrión y yo nos sentamos en la sala principal y mientras entraba en calor frotando mis manos le expliqué mi razón de estar ahí, dije que a falta de explicaciones de parte de Jordana, acudí a él en busca de respuestas ya que sabía que él tenía algo que ver en todo esto. Para mi sorpresa, no lo negó y se dedicó a explicarme todo de inmediato.

— Imaginaba que este día llegaría, espero que tengas mucho tiempo porque hay muchas cosas que explicar. Todo comenzó hace ocho años cuando me enteré de que eres mi medio hermano, aunque al principio te odié por haber nacido entre lujos y tener todo lo que querías, con el pasar del tiempo me di cuenta de lo mucho que me hacias falta como hermano y entonces me dieron ganas de conocerte. Le pregunté a mis padres pero ellos se negaron y me prohibieron acercarme a ti, pero yo no te perdí la pista y unos años depués me enteré de que te habías ido a Estados Unidos. Trabajé y estudié duro para obtener un intercambio y una beca para la universidad donde tú estabas estudiando hasta que finalmente lo logré. Una vez que llegué a Estados Unidos, me informé y supe que tenías una novia o al menos era alguien que te gustaba mucho, así que me acerqué a ella para llamar tu atención hasta que tú regresaste a Corea y entonces ella se convirtió en alguien especial para mí. Comenzó a gustarme en serio hasta el punto en el que me enamoré, pero con el pasar de los meses tuve que dejarla también.

— ¡¿Qué?! No puedo creer que lo hayas sabido todo este tiempo y yo no haya tenido ni la menor idea. Pero, ¿Por qué dejaste a Jordana? Siempre he tenido esa duda.

— Bueno… Esto es algo que no puedes compartir absolutamente con nadie, ni siquiera con ella. Por los tiempos en los que yo dejé Corea, mi padre comenzó a hacer una fortuna pero no de manera honesta. Formó una compañía y desde el principio le fue muy bien, pero con el tiempo se volvió más ambicioso y comenzó a involucrarse en actividades ilegales así como corruptas que, aunque lo llevaron a hacer la riqueza que tanto anhelaba, le generó muchos enemigos. Uno de esos enemigos estaba buscando venganza y por eso fue que tuve que alejarme de todas las personas a las que quería, incluída Jordana; no quería que nadie saliera herido. 

— ¿Actividades ilegales?, ¿Enemigos? Disculpa, pero no tiene mucho sentido y quizá te hubieran herido a ti pero no a tus seres queridos.

— ¿No lo entiendes?, ¿Cómo crees que tengo todo esto? — dijo señalando la habitación — Creí que si generaba mucho dinero podría acercarme a tu círculo de amigos y hacer inversiones en la empresa de tu padre o comprar acciones, así que le pedí a mi padre que me dejara entrar a su negocio.

— ¿Acaso estás demente? No puedes culparme de todas las cosas ilegales que seguramente has hecho, pudiste acercarte a mí como amigo y no te hubiera rechazado.

— Ja, claro que no, había una rivalidad muy grande entre nosotros a causa de Jordana y además mi padre no me hubiera dejado acercarme a ti de manera directa. Una vez que regresé a Corea y fui lo suficientemente importante como para que mis enemigos no pudieran tocarme, busqué a Jordana de nuevo y le pedí matrimonio.

— Pero yo me entrometí y al final me eligió a mí.

— Así es, así que pensé que si yo no podía ser feliz, ¿Ustedes por qué sí? Busqué separarlos y le dije a ella que tu madre sigue viva, la verdad es que no esperaba que todo saliera tan bien. Creí que te lo diría y no caería en mi juego. Sin embargo, empezó a buscar pruebas a mis espaldas de lo que le dije y esto llamó la atención de mi padre, el cual mató una por una a todas las personas que podían darle información valiosa a Jordana. La pobre estaba tan asustada que fue muy fácil manipularla, así que saqué mi as de la manga y le dije que yo haría que los asesinatos paparan si ella rompía tu corazón. Al final no le quedó de otra e hizo lo que le pedí, así que...

— Para, para, para, no estoy entendiendo nada, ¿Qué tenía que ver que mi madre estuviera viva? ¿Por qué no me lo dijo desde un principio y ya? Además, ¿En qué te beneficiaba que ella terminara conmigo si de todos modos ella ya te odiaba y no se involucraría contigo de nuevo? Y lo que es aún peor, dejaste que gente inocente muriera sólo por cumplir un capricho que tenías. — en ese momento estaba tan enojado que quería golpearlo pero también quería que todo quedara claro de una vez, así que mejor me calmé y esperé a que me diera una explicación.

— No dejé morir a esas personas, pero tampoco podía hacer nada más que intentar que Jordana parara de buscar respuestas, tú no conoces a mi padre, sería capaz de matarme a mí de ser necesario. Y sobre lo otro que preguntaste, la verdad es que al principio yo tampoco lo sabía, simplemente ya no quería verlos juntos. Pero luego todo estuvo muy claro cuando te derrumbaste y yo tuve la oportunidad de darte apoyo, nada me gustó más que tener tu confianza y sentir por primera vez que estábamos el uno para el otro. Planeaba ser un buen hermano hermano menor para ti desde ese día en adelante pero luego descubriste lo de tu madre y todo se arruinó.

— Increíble, muchas gracias por decirme todo pero lamento decirte que ya perdiste mi confianza y será mejor que me vaya antes de que me culpes de otras cosa. — dije mientras contenía mi furia aprentando los puños y me levanté para irme.

— ¡Espera Chen! No me hagas esto, llevo tantos años anhelando acercarme a ti y lamento haber hecho tantas cosas estúpidas en el camino pero no puedes culparme por querer tu atención. Quédate y vamos a discutirlo.

— No hay nada que discutir.

— Dije que no te fueras. — dijo tomando mi brazo para detenerme pero no pude contenerme más así que me volteé y le di un golpe en la cara. 

Esto causó que callera al piso y yo me fui encima de él con la intención de seguir golpeándolo. Sin embargo, al ver su labio y nariz rotos así como las lágrimas en sus hojos, me detuve y me levanté intentando calmarme. Él se levantó y me devolvió el golpe lo cual me encendió de nuevo, casi nos matamos a golpes si no fuera porque llegó mi madre y nos separó como pudo.

— ¿Eso te hizo sentir mejor?, anda, golpéame hasta que te canses si de ese modo podrás odiarme un poco menos. — dijo mi hermano aún con el aliento agitado.

— Sí me hizo sentir mejor, pero creo que será mejor que me vaya. Quizá podamos hablar cuando estemos más tranquilos.

— Estoy de acuerdo. — respondieron él y mi madre al unísono.

— Le hablaba a Baekhyun, contigo no tengo nada de qué hablar. — concluí saliendo a toda velocidad mientras sentía como el peso de la verdad me llenaba de alivio poco a poco.

Es un capítulo bastante extenso pero creo que se resolvieron bastantes cabos del pasado que estaban sueltos. Espero que disfruten leerlo tanto como yo disfruté escribirlo. ❤

AndSha_Garsocreators' thoughts