webnovel

Día 0: Prólogo.

Caí al suelo al sentir cómo algo perforaba mi esternón y reventaba todas las costillas con las que se encontraba a su paso. El objeto que me atravesó llegó a asomar por mi espalda. O eso fue lo que sentí.

Uno jamás podría llegar a imaginar lo que se siente en esa situación. Por naturaleza, no estamos diseñados para comprender semejante agonía.

*¡¿Qué?! Quema. *

Caí al suelo. Empecé a retorcerme y a gritar de dolor. El pánico me poseía mientras trataba de detener la hemorragia con mis propias manos. Pronto tuve que apartarlas, ya que estas no podían soportar el calor que brotaba del orificio en mi pecho.

* ¡No, no, no! *

Todo pasó muy rápido. El suelo se teñía de tinto mientras el mundo se descontrolaba a mi alrededor.

* ¡¿Cómo ha podido pasar esto?! ¡¿Por qué a mí?! *

Poco a poco fui perdiendo la consciencia de mi cuerpo y de mis ideas.

<<*@*^`/¨*''~;>>

- ¡Mi pecho! ¡Duele! ¡Quema! –

Gemí de dolor.

Todo me quemaba por dentro. Lo que sentía en el pecho era una fuente de presión que comprimía mi existencia en sufrimiento y agonía, como si tuviese un yunque candente sobre mí, el cual no me permitía mover ni un músculo.

- ¡¿Por qué?! Esto. ¡¿Por qué?! -

Mi aliento eran brasas y toda mi ropa expresaba un único mensaje.

*¿De dónde ha salido tanta sangre? *

Pensé moribundo y asfixiado desde el suelo viendo como esta se escurría entre mis dedos y el suelo.

- ¡Aire! -

Tras unos segundos de pura agonía, todos los males se fueron disipando. Sentí de pronto serenidad y relajación. Al fin un poco de paz.

Mi cara tocaba el suave asfalto, pero yo no lo sentía. Solamente sentía su tacto fresco, poco significativo, en mi rostro. Nada más.

* Ahora mismo me echaría una buena siesta. *

Mi visión estaba empezando a fallar y ya no notaba mis extremidades. Lo único, la luz de las farolas y el sonido del aire pasando tímidamente por mi boca entre polvo y sangre. Este fluía intermitentemente al ritmo de las contusiones de mi pecho.

* ¿Me estoy olvidando de algo? La sangre es más roja de lo que pensaba. ¿De verdad es toda mía? *

Razonar era cada vez más difícil. A este ritmo, no quedaba mucho para mi fatídico final.

*Entonces, ¿esto es el fin? *

Miré el agujero de mi pecho y todo a su alrededor cubierto de sangre. Aun salía una especie de humo de allí.

* ¡Mierda, mi cuerpo! Bueno, está bien. Hoy ha sido un día de infarto y a este ritmo no iba a durar mucho más. Prefiero, al menos, acabar por todo lo alto. *

<<Cough, cough, cough, cough>>

Apoyé de nuevo la cabeza en el suelo en busca de descanso. Alguien tosía. Parecía que se estuviese ahogando.

* Es verdad. Ella también estaba aquí. Me había olvidado por completo. *

- ¡Asher! ¡Asher! -

<<Cough, cough>>

- ¡Aguanta! ¡¿Me oyes?! –

Me gritaba la chica mientras trataba de recuperar el aliento e incorporarse. Pese a sus esfuerzos, no tenía mucho éxito.

<<*@*^`/¨*''~;>>

* ¡Mierda! Tengo que aguantar. ¡Tengo que moverme¡¡Venga! *

Todo era desfavorable, pero aun así decidí intentar moverme. Traté de darlo todo, pero llegados hasta este punto mi cuerpo era un objeto inanimado más.

- Es imposible. Mejor me quedo aquí descansando. Ya he tenido suficiente por hoy… -

Me dije a mí mismo.

Apenas pude cambiar un par de centímetros mi posición pese a todos mis esfuerzos. Acabé, simplemente, mirando de lado justo a los pies de un bordillo. Fue más que nada un anecdótico intento sin resultado.

- ¡Asher! –

De mi boca empezó a brotar mucho líquido. Este salía a borbotones abriéndose paso entre el poco aire de mi cuerpo y mis dientes.

*Pero… Esto sabe a metal. Esto no es saliva. *

Pronto me di cuenta.

Yo ya me había dado por vencido llegados a este punto, había aceptado mi trágico destino. Esperaba el momento en el que todo se acabara por fin. El momento en el que poder descansar.

Solamente me sorprendía la forma en la que el tiempo se dilataba al final, mi cerebro trataba de capturar hasta el más último instante. Era un gran contraste: la acción ocurrió muy rápido, pero la agonía era lenta.

El hombre que me hirió de muerte se acercó de nuevo a mí. Seguía sin decir ni una sola palabra.

- ¡Eh! ¡Maldito! ¡¿Por qué has hecho eso?! ¡¿De qué bando estás?! –

Le preguntaba la chica.

El hombre siguió caminando y ajustándose bien de nuevo su guantelete.

Ese hombre ya no me importaba. Como mucho me importaba mi familia, la cual apareció en medio de mi tempestad de ideas justo cuando tenía frente a mí las sucias botas de aquel ser.

* Mamá, papá, Leon… Qué mal… Las farolas antes brillaban más. *

- ¡Oye! ¡Espera! ¡ESPERA! … ¡Asher! ¡Ya voy! –

Eso fue lo último que oí. Lo último que escuché antes de perder el conocimiento.

La chica de la espada trataba de acercarse a mí, pero su cuerpo no estaba en condiciones de intentarlo. Fue una dura batalla, en el fondo no la culpaba de encontrarse en esas condiciones.

Sentí pena por no poder salvarnos a ambos. Culpa, vergüenza. No pude serle de ayuda a nadie.

*Yo quería ayudarte. ¿Por qué tengo que ser tan inútil? *

*Mierda. N-no quería morir aún. Sólo un poco más… De verdad, quería vivir un poco más. Dame un poco más de tiempo, por favor. *

Eso fue lo único que pude pensar antes de finalmente colapsar por completo.

Así acabó todo.

<<*@*^`/¨*''~;>>

Así fue como morí.

Lamentamos enormemente el lento progreso. Pero desde nuestro grupo no pensamos publicar algo con lo que no estemos satisfechos. Gracias por entenderlo y por apoyarnos. Un besito.

LEAFBLADEWORKScreators' thoughts