(El olor a alcohol es algo a lo que desde pequeño he estado acostumbrado, no recuerdo la ultima ves que jugué con algún otro niño)
En una pequeña habitación oscura y pequeña sin ventanas al exterior se encontraba un niño pequeño de cabello negro dibujando en el suelo, se nota muy concentrado en lo que estaba haciendo.
El sonido del lápiz sobre el papel es lo único que se podía escuchar en la pequeña habitación.
"jeje no puedo esperar a mostrárselo a mama, ella seguro que lo pegara en la pared junto a los otros dibujos" una voz infantil pero alegre que no concordaba nada a su expresión monótona rompió el silencio.
CRACK!!
"hmm?..."
El niño miro su mano para ver el lápiz con la punta rota.
La habitación volvió a estar en silencio.
"...que cosa mas inútil ni siquiera puedes hacer para lo que se supone que fuiste creado" la voz del niño se tiño de ira, pero su expresión no cambiaba nunca.
BAM!!
En ese momento el sonido de una puerta cerrándose de golpe resonó en la casa.
"AHH! LLEGO PAPA!" la voz volvió a su felicidad anterior como si la ira no hubiera sido más que una ilusión.
El niño fue a guardar el dibujo en una pequeña caja debajo de su pequeña cama, pero sin antes apreciar su obra maestra.
En el dibujo se podía observar lo que parecía ser un pequeño niño de cabello negro desordenado a su lado derecho se encontraba una figura grande y gorda con cara enojada, dos pelos a cada lado de la cabeza con una botella en la mano, mientras que a su izquierda un poco más alejado de las otras dos figuras estaba lo que parecía una mujer alta de vestido rojo y un largo cabello negro ella estaba descalza, pero nada más apreciable aparte de eso.
Mientras que el niño en el dibujo tenía una sonrisa feliz el hombre a su derecha tenía la cara completamente roja como si estuviera a punto de explotar.
La mujer no tenía rostro.
"jejeje a mama seguro le gustara" dijo el niño con una pequeña sonrisa en su rostro, aunque era lo único en su rostro que cambio.
- ??? -
paso paso paso
El sonido de pies descalzos caminando se escuchaba por un callejón oscuro.
Un pequeño niño caminaba mientras entonaba una dulce canción de cuna.
"Duérmete, mi niño, en brazos de la luna. Las estrellas te arrullan...mientras el mundo sueña"
Al niño no parecía tener miedo a la oscuridad mientras caminaba como si pudiera ver a la perfección.
RUIDO!
"hmm?"el niño vio una bolsa negra temblar entre unos contenedores de basura.
La curiosidad del niño era muy grande así que se acercó a investigar de donde venia ese movimiento.
Se agacho y lentamente abrió la bolsa.
"ehh pero si es un pequeño perrito" dijo el niño con una pequeña sonrisa.
Un pequeño cachorro se retorcía en la bolsa mientras aullaba de dolor.
"parece que estas herido, déjame verte bien pequeño" el niño tranquilamente saco al cachorro de la bolsa para verlo mejor.
El cachorro se retorció más fuerte al ser levantado, pero al niño no parecía importarle mucho.
Al parecer el perro tenía un cuchillo enterrado en su espalda se veía que no sobreviviría mucho más.
"...pobrecito quien podría haber sido tan cruel como para dañar a un cachorro inofensivo" dijo el niño, aunque su voz se podía escuchar triste su rostro no lo demostraba.
fufff uff...
El cachorro intentaba respira, pero el pequeño charco de sangre que se amontonaba debajo demostraba lo serio de sus heridas.
El niño miro al cachorro antes de sentarse contra el muro y poner al perro entre sus piernas.
"ya ya...no tienes que luchar más pequeño ya todo término" dijo el niño con una dulce sonrisa en su rostro mientras lentamente agarraba el cuchillo.
"Duérmete, mi niño, en brazos de la luna. Las estrellas te arrullan, mientras el mundo sueña..." mientras cantaba de un jalón retiro el cuchillo mientras la sangre salía a presión como una pequeña fuente caliente.
"Duérmete, mi niño, en la noche serena. Los sueños te protejan, hasta que llegue el día" el susurro del niño resonaba en el callejón mientras este acariciaba al cachorro que poco a poco perdía el brillo de sus ojos.
El niño se levantó y miro el cuchillo con sangre en su mano "lindo" dijo y siguió por el callejón oscuro hasta que su figura no se logró ver más.
Unos segundos después en ese mismo callejón se volvieron a escuchar paso cuando el niño volvió a donde se encontraba el perro, lo tomo y regreso a la bolsa de donde lo había encontrado y lo metió en el basurero de al lado.
"papa siempre dice que el olor a perro atrae a las ratas" se palmeo las manos como si hubiera terminado un trabajo bien hecho y volvió a irse por donde volvió.