Capítulo 125: Una disculpa prepotente

Emitiendo rugidos ensordecedores, unas pocas docenas de lanzaderas volando flotaban en el aire. Tal grupo parecía abrumadoramente grandioso e imponente. Ninguna de estas lanzaderas voladoras estaba pintada de color verde militar como las utilizadas por el ejército de la federación; en su lugar, fueron pintados con rayas blancas y azules alternadas, dando una apariencia que parecía ríos ondeantes que fluyen hacia el este.

 A cada lado de la lanzadera voladora, cada uno de ellos llevaba grabada la palabra «Jiang» de una manera que era tan extravagante como dragones voladores y fénix bailarines.

«¡Zumbido! ¡Zumbido! ¡Zumbido!»

 Más de un centenar de hombres robustos, vestidos con trajes de combate azules, se estrellaron ferozmente contra el suelo desde una docena de metros de altura, lanzando pedazos de piedras en todas direcciones y levantando una nube de polvo.