Después de cortar sin mucha dificultad la cabeza del hombre de la cicatriz, el Rey Zombie se dió la vuelta y observó a Juan Carlos.
Con solo ésta mirada Juan Carlos quedó totalmente paralizado. En los ojos fríos del Rey Zombie apareció un pequeño destello de curiosidad.
Pero aún así se sentía como si una montaña descansara sobre su cuerpo, era simplemente insoportable.
El Rey Zombie había visto a este débil zombie pelear contra tres oponentes y salir victorioso.
Por lo que vió este pequeño zombie era bastante inteligente, parecía estar a la par con los seres humanos.
Muchos de sus movimientos en el combate parecían haber sido hechos a propósito, para crear aperturas en sus oponentes.
Era muy posible que mantuviera los recuerdos de su vida como humano, pero no estaba seguro. Para evitar ponerlo más nervioso y verificar su teoría lo observaría en secreto.
Después de ésta evaluación el Rey Zombie se dió la vuelta y se retiró.
Juan Carlos suspiró aliviado al verlo irse y la parálisis en su cuerpo fue reemplazado por el temblor.
Ese día había soportado más presión que en los días anteriores, sentía como si hubiese vivido un centenar de años.
Afortunadamente era un zombie por lo que no podía envejecer como tal.
Habiendo disipado en parte su miedo continúo su camino y siguió buscando un lugar para descansar.
...
En la base temporal de los cazadores, los miembros normales se estaban muriendo por los nervios y la ansiedad.
"Ya ha pasado una hora desde que el capitán se fue, ¿Debería estar bien verdad?" Dijo uno de ellos.
"Por supuesto que lo está, el capitán se encuentra en la cima del nivel cinco.
Solo el jefe de la base puede derrotarlo, además las pocas potencias de nivel seis se encuentran esparcidas por todo el país, es muy difícil encontrarse con ellos." Contestó otro para calmar a su compañero.
"Eso es cierto pero solo en el caso de los humanos, ni siquiera sabemos la ubicación de las potencias de nivel seis de los zombies y los animales mutados.
Deberíamos esperar lo peor." Contestó otro desanimado.
"¡Maldición! ¡Solo ha pasado una hora, controlen su ansiedad!" Gritó otro enojado por las dudas hacia el capitán.
Mientras los miembros discutían, y se ponían cada vez más ansiosos, los rehenes que anteriormente se veían asustados, se encontraban totalmente tranquilos.
La chica de cabello castaño sutilmente lanzó una señal al resto de los rehenes. En ese momento sus iris cambiaron levemente al color azul claro.
"Vamos a esperar unas horas más. Actuaremos cuándo su ansiedad esté en el punto máximo"
"¿Qué haremos si regresa su capitán? Es un usuario de nivel cinco y tú eres de nivel cuatro, mientras que nosotros somos de nivel tres, no seremos rivales para él" Dijo uno de los rehenes con dudas.
"No te preocupes, utilicé algunos medios para reunir información. Hay una potencia de nivel seis en ésta ciudad.
Las potencias de nivel seis son muy territoriales no dejarán que ningún usuario de nivel cinco permanezca en su territorio a menos que jure lealtad." Dijo la chica de cabello castaño.
"¿Nivel seis? Estaremos acabados si nos lo encontramos".
"No le interesan los seres más abajo de nivel cinco, simplemente nos dejará a nuestras anchas" Dijo con un pequeña sonrisa.
...
Cerca del atardecer Juan Carlos estaba tan exhausto que apenas podía caminar, pero para su fortuna encontró su tan deseado lugar de descanso.
Habiendo encontrado un lugar para descansar, entró rápidamente al edificio y con las pocas fuerzas que le quedaban saltó al segundo piso.
Después de ingresar en una de las habitaciones, se dejó caer en el suelo.
"Uff... Que difícil se me hizo encontrar éste lugar. Bueno, ya no importa al fin lo encontré.
Pero... La aparición de ese Rey Zombie terminó de confirmar mi suposición".
Juan Carlos ya no tenía ninguna duda al respecto. El mundo en el que se encontraba pertenecía a la novela Zombie Sister Strategy.
"Ya confirme en qué mundo estoy, ahora solo me falta saber cuánto falta para el segundo apocalipsis... A juzgar por la aparición del Rey Zombie podrían faltar uno o dos años hasta ese momento.
Necesito más información, en cuánto me recupere investigare las pertenencias del hombre de la cicatriz".
Sin más demora, tomó un núcleo de energía de la bolsa y comenzó a absorberlo.
...
Cerca de la medianoche Juan Carlos que estaba absorbiendo la energía de los núcleos frunció el ceño.
Mientras absorbía la energía de los núcleos una sensación de entumecimiento y comezón invadió todo su cuerpo. La sensación era extrañamente cómoda, por lo que se dejó llevar.
Sin embargo antes de poder disfrutar al máximo de esa sensación, un ligero dolor invadió su cerebro. Al principio el dolor no fue tan fuerte, pero con el tiempo el dolor se hacía cada vez peor.
Sin poder aguantar más trató de abrir los ojos, pero sus párpados se sentían muy pesados. Y su cuerpo no respondía a sus órdenes, ya qué una extraña fuerza lo mantenía inmóvil.
Se sentía como si su cerebro fuera sacudido por el dolor. El dolor empeoraba y se sentía cada vez más extraño, pero no podía moverse. Sin más opción soportó el extraño dolor.
Aunque el dolor aumentaba, lo hacía gradualmente como si le diera el tiempo de adaptarse y evitar que se desmayara.
Al pasar cierto umbral sintió que su cabeza estaba a punto de estallar. Si expresión se había vuelto retorcida y tenía la boca abierta, exponiendo sus afilados dientes y caninos.
Quería gritar para aliviar un poco el dolor en su cerebro, pero no podía pronunciar ningún sonido. Entonces, solo gritó en silencio.
Más tarde, todo su cuerpo comenzó a temblar. Sin embargo no podía moverse ni luchar porque la extraña fuerza lo mantenía en su lugar.
Cuando estaba a punto de volverse loco por el dolor e incluso olvidar quién era, el horrible dolor desapareció permitiendo que sus nervios tensos se relajaran.
Abrió los ojos confusos si saber lo que había sucedido. Una luz color verde intenso brillo en sus ojos, antes de desaparecer.
Movió sus manos y pies, pero no encontró nada extraño.
Revisó su estado dándose cuenta que el aura que emitía su cuerpo cambió, se había vuelto más densa y peligrosa.
Al mismo tiempo la energía que recorría su cuerpo se había vuelto más abundante, casi doblando la cantidad que antes tenía y su cuerpo se sentía más ligero.
Sus sentidos se habían vuelto más claros y agudos, parecía capaz de sentir todo en un radio de cien metros.
Además tenía la sensación de que había ganado habilidades que le serían útiles en su supervivencia.
¿Cómo estuvo el capítulo? ¿Les gustó?
Bueno, como se habrán dado cuenta por el título, el dolor y la incomodidad al absorber los núcleos de energía se debe básicamente a que subió de nivel.
En el siguiente capítulo se explorarán sus nuevas habilidades y mejora física.
¡Nos leemos hasta la próxima!