webnovel

Capitulo 18: La la la♪♪

Zatara fue como dijo antes al gremio que se encontraba ahí, solo que desde un poco antes de llegar, vio a mucha gente, como si en aquel edificio estuviera el más grande artista de todos los tiempos y todos quisieran estar cerca de él o ella.

—¿Que pasa? ¿Una emergencia?

Pero nadie le hacia caso pues estaban demasiado atentos a lo que otros escuchaban y pasaban la voz, ella solo intento seguir adelante entre la gente de manera tan difícil como estorbosa.

Anteriormente Merza le dijo sobre un código, la forma en la que se podía tener contacto en el gremio para saber el momento dónde la embarcación en la que subirían llega al puerto para justo en ese momento irse tan rápido como descargaban las cosas.

Volviendo a Zatara, ella tuvo que escalar en la entrada del gremio ya que hasta la gente estaba en las ventanas, lo hizo cuál lagartija en pared, llegó a un espacio pequeño dónde la gente no estaba tan junta, e igual parecían no importarles que ella hiciera eso.

Muchas voces hablando entre si, otros solo quedándose en silencio, los últimos con una expresión de querer hacer algo para llamar la atención, todo listo para explotar en cualquier momento en solo ese lugar.

Avanzó un poco más y logró llegar a la recepción.

—Disculpa

—Lo siento, en este momento el gremio se encuentra en una situación muy tensa, se han detenido las misiones y cualquier otro asunto que usted u otros tengan

La recepcionista habló con un tono preocupado, decaído y muy pesimista.

—Lo siento por esto entonces

Hizo la seña especial que se supone es para que supieran de quién o qué estaba haciendo ahí.

La recepcionista entendió enseguida, pero su expresión no cambio.

—Entiendo

Ella escribió un papel y se lo dió a Zatara, ella lo leyó y de nuevo volvió a salir como entró, pero esta vez se dirigió no hacia donde los demás estaban, sino a una cafetería unas calles adelante de tanto la gente como el gremio.

—Aqui debe ser

Entró abriendo la puerta ante el repentino tintineo de una campanilla en la esquina superior derecha, dentro de ahí había mesas, sillas, un mini bar, además del mostrador decoraban el ambiente junto al olor de un pastel siendo horneado, las flores en las mesas y un ligero toque de un perfume de rosas en el aire cuál aromatizante para resaltar aquellos olores a quien entraba.

Una mesera entro en cuanto la campanilla sonó, de atuendo normal blanco de camisa con falda roja, una tiara de bordes ondulados color amarillo vainilla, de zapatos negros y medias café.

—Buenos días

—Buenas, ¿Que desea?

—El menú especial por favor, con el doble de porción de antemano sencillos

—… Enseguida…

La mesera entro por dónde salió, Zatara solo espero en una de las mesas, miro a su alrededor jugando un poco con el tallo de la flor que estaba enmedio.

Sin que ella lo notara, alguien se sentó en frente, pero no sé puso en guardia, solo siguió esperando, estuvo así un rato hasta que vió a la mesera llegar con la comida.

—Aqui tienen, que disfruten

Tan pronto la mesera dejo la comida, aquel extraño empezó, solo era un plato hasta reventar de spaghetti sencillo y sin siquiera otro condimento, como si solo hubieran puesto la pasta en el agua hirviendo y después solo puesta en el plato.

Zatara vió eso pero no dijo nada.

—Es imposible que el barco llegué

—¿Por qué?

La conversación empezó aún cuando el contacto estaba con la boca llena.

—Los piratas... tienen un muro de barcos, no dejarán pasar a nadie a menos... a menos que pagues una cuota de lo que traigas— respondió

—Eso explica el alboroto del gremio

El otro asintió.

—Tambien en el otro lado están iguales... todo por qué han construido un mega barco, le llaman "Sol... Muerto " es lo bastante abastecido de armas y gente que hasta la flota más fuerte de la policía... *tos*... ha tenido problemas en derribarlo, eso y que a pesar de lo grande que sea, es muy resistente

—¿Y no hay otro camino?

Negó mientras tragaba el espagueti en su boca.

—A menos que quieras probar suerte sin encontrarte con "El Rhuno"... que es como una bestia hecha de pura tormenta, igual de impredecible... también está el tema de que esos piratas sienten que ese barco no puede ser derribado por el Rhuno, pero también está que ese monstruo no ha aparecido por ese lado *tos*

—Que jodido

Acabo por el primer plato y fue por el de Zatara.

»Aun así tenemos que ir al otro lado, la policía los busca y no podemos quedarnos aquí hasta que esto se calme

Decidió hablar antes de comer otra vez.

—Lo se, lo sé, pero hay rumores que dicen sobre una última gran resistencia de aventureros, algo así como apostar por el territorio, si pierden, los piratas tendrán más terreno, si llega la posibilidad de que los aventureros ganen, pues no habrá más opción que seguir como siempre y siento que a la policía no le gustará nada de eso, posiblemente también intenten hacer algo ahí, más desconozco que ¿Aún así quieren intentarlo?

Comenzó a comer nuevamente más rápido que antes.

—Merza me dijo que no importaba el costo, que era si o si a lo que dijeras

Termino el plato y se levantó.

—Como quieras, el barco llegará a la media noche, justo cuando llegue tienen que subir lo más rápido que puedan

Él se fue y Zatara pago por ambos platos, debo decir que no fue costoso.Llegó a dónde los demás estaban y explico la situación.

—Asi que al fin lo hicieron…

Merza se sentó, Zatara, él y Coollback estaban en la entrada de dónde se hospedaron.

—¿Sabes que está pasando realmente?— pregunto Zatara

—Solo se algo, quien lidera esa barricada es un semi-dragon, algo así como un puritano que se cree realmente uno

Zatara no pudo evitar mirar a Coollback, este igual la miró, pero entendió a lo que se refería.

»Ya saben, los radicales que quieren tomar poder de algo, él por su parte cree que el espacio aéreo es de ellos y los que caminamos no tiene que ser para nosotros, que tenemos que pagar por cruzar eso, por eso es que él realmente está haciendo eso

—Y el dinero, no olvides el dinero— añadió Zatara

—Si logra capturar a ellos, las cosas se complicarán aún más

—¿Más que ahora?— pregunto Coollback

—Mucho peor

La situación era muy fea y fuerte que posiblemente no podían manejar muy bien, más cuando el tiempo estaba sobre ellos.

Merza entró, dejando a los otros dos afuera.

—¿Que opinas?— pregunto ella

—¿Que opino de qué?

—Pues de esto, ¿De que más?

—Sabes que no me interesa lo que hagan los descendientes de los exiliados, para mí es solo una piedra en mi camino, claro, iré y si ellos interfieren, los eliminaré, pero fuera de eso y si no me molestan, la dejaré en paz— respondió el dragón—, aunque tampoco digo que ya quiero matarlos a todos, pero eso sería menos interesante, así como ver en qué se han convertido aquellos que en un principio pensaban que lo material era solo algo fuera de nuestros principios

—Como dije esa vez, que difícil es ser un dragón

Ambos entraron al establecimiento y esperaron a la noche.