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Short history (Legend part 1);

Mi nombre es Daisuke y el día de hoy me dirijo hacia la ciudad de Miyazaki con mi androide de nombre J, originalmente era de la ciudad Judoh en el norte del país que por órdenes del gobierno central vinimos a tomar el poder de esta ciudad, lo cual considero algo sin mucho sentido pues mi compañero y yo pertenecíamos a la División de Servicios Especiales para combatir el crimen. Esencialmente, somos los primeros en poner en uso la tecnología genética y robótica en uso para el trato de crímenes con personas que exceden los limites humanos por lo que ponernos en esta ciudad en la estación de policía se me hace un desperdicio.

Sin embargo, después de una semana de vivir en esta ciudad, note algo muy interesante, las personas salen a la calle en las noches sin ningún miedo y el negocio en esta parte del país se está desarrollando muy bien a diferencia de los lugares donde hemos estado antes. Al preguntar por la ciudad la razón de esto, note que hay mucha gente portando juguetes y collares o tatuajes de ogros antiguos japoneses. Y la razón que me dieron todas las personas que viven aquí de sus actividades es que sin falta desde hace más de un año a las 12 a.m. se escuchan gritos y al día siguiente las personas que hacen alguna cosa mala a las personas o crean disturbios se encuentran colgados de árboles o en los drenajes de la ciudad.

Este lugar ha estado en paz desde hace ya tiempo y al preguntar más profundo obtuve que las razones por las que las pandillas del bajo mundo nunca entraban en esta área es que está marcada con dos ogros al mando de este lugar. Sin comprender completamente la razón mi compañero y yo decidimos patrullar la última zona que tiene algún tipo de crimen por esta área.

Mi compañero y yo salimos de la estación de policía vestidos de civiles, y al llegar al área note que hay un gran número de jóvenes que tienen tatuajes dirigiéndose al mismo lugar que yo muy emocionados, diciendo que podrían ver a los ogros rojos y azules al mismo tiempo el día de hoy.

Acelere el paso y llegando las 12 de la mañana, note que había alrededor de 500 personas armadas vestidas de negro, así como varios tipos de armas de fuego que deberían de ser ilegales en estos lugares. La verdad es que me siento muy preocupado, justamente cuando me dirijia a advertir a los civiles que se mantuvieran alejados, note que el ambiente comenzó a cambiar, de tranquilo por parte de los criminales a uno muy incómodo revisando sus armas cada segundo y escondiéndose detrás de las puertas mientras que los jóvenes comenzaron a emocionarse cada vez más pues salieron directamente a la calle y después de unos minutos de confusión, los vi, a unos 15 metros de distancia sentí como si mi corazón se detuviera un momento, como si todas las alegrías, comodidades y confianza en mi fuerza desaparecieran.