Alardear

Del otro lado, el desaparecido Su Li fue finalmente traído de regreso a la residencia por Su Mo.

Esta vez fue diferente del pasado. No se había escapado de la residencia para hacer travesuras. Había sido perseguido por la Sociedad del Loto Blanco.

La Señora Tao estaba tan ansiosa que no podía comer ni dormir.

—Madre, Pequeño Cinco ha vuelto —acompañado por la tranquila voz de Su Mo, el desaliñado Su Li apareció frente a la Señora Tao.

La Sra. Tao sollozó y saltó para abrazar a su hijo menor. —Wuwu... ¿Dónde fuiste? Estaba tan preocupada... Pensé que nunca te volvería a ver... ¿Estás herido?

Su Li había escapado innumerables veces desde que era joven. Cada vez que lo atrapaban y llevaban de regreso a la residencia, era golpeado. Su madre no lo consentía.

Era raro que su madre mostrara sus verdaderos sentimientos, así que Su Li estaba extremadamente emocionado. Extendió los brazos para abrazar a su madre también. —Madre...