Capítulo 6.

Con los primeros rayos de sol de la mañana, Lucilla viene a comprobar mi estado en la cuna, no la he despertado en toda la noche y le preocupa que este bien.

Me ve con los ojos abiertos y sonriendo al verla. Me atrapa en sus brazos y me lleva a uno de los salones de la villa donde vivimos.

Allí llama a los sirvientes para que traigan el desayuno y venga una nodriza para alimentarme.

Me niego a dejar sus brazos y intento agarrar sus pechos y llevarlos a mi boca, prefiero los de ella en lugar de la nodriza.

Cada vez que intenta dejarme empiezo a llorar de forma desconsolada.

Después de más de media hora de intentar hacer que vaya con la nodriza, se da por vencida y decide alimentarme ella misma.

Pareciendo inocente, aprovecho para jugar con las tetas de mi madre un poco, después de todo soy un hombre joven el el cuerpo de un bebé y mi madre tiene un gran cuerpo.

Mientras me está dando el pecho, pienso en mi situación actual y lo absurdo de ocultar mis poderes a mi madre, que eventualmente lo descubrirá.

Para ahorrar tiempo y engaños, decido activar mi habilidad.

Esclavizar y capturar.

"Lo siento madre ya te lo explicare luego." (yo)

Me transformo en mi cuerpo adulto, consigo habilidades en la tienda para hacerme invisible, intangible e indetectable.

Los esclavos y sirvientes al ver desaparecer a Lucilla y a mi mismo, se asustan y salen corriendo de la casa, mientras gritan cosas sobre dioses y maldiciones.

No trato de detener a ninguno de los hombres que se escapan pero aprovecho para capturar a varias esclavas jóvenes y sirvientas que son muy agradables a la vista.

Una vez que la villa está vacía, salgo de ella y la guardo entera a mi mundo, para evitar dejarme algún recuerdo importante de mi madre.

Me alejo de la escena, ahora donde estaba la gran villa de mi madre, hay un enorme solar y están viniendo curiosos, por lo que estoy seguro que las autoridades o alguien vendrán a investigar cómo ha desaparecido toda una villa de la ciudad.

Voy dando un paseo por la ciudad, cuando parece que se ha calmado la situación, entro en un callejón y deshago la invisibilidad.

Como no conozco la ciudad, estoy bastante perdido. Sería mejor preguntar a alguien pero no quiero parecer sospechoso o ignorante.

Estoy dudando si entrar a hablar con Lucilla o buscar y conseguir un GPS en la tienda del sistema.

Cómo ahora no tengo ganas de explicar la situación a Lucilla y las nuevas incorporaciones, decido comprar una nueva incorporación al sistema.

Mapa, que se actualiza en cualquier mundo al que viaje y tiene memoria por si acaso quiero regresar a algún mundo que ya haya visitado.

Buscando en el mapa. Veo que el mundo en el que estoy es bastante parecido a mi anterior mundo, pero es mucho más grande y tiene algunas cosas diferentes.

Actualmente estoy en una maldita isla, que se llama Pompeya y tiene un maldito volcán enorme en medio de la ciudad,

Por algún motivo extraño, las circunstancias son similares en ambos mundos y este nombre ha desarrollado a su alrededor una especie de destino.

Coloco el mapa en una esquina de mi campo de visión, lo hago casi transparente para que no me moleste y marco en él varios puntos de interés.

Las termas, el mercado de esclavos, el muelle, la zona rica de palacios y villas, los diversos templos mayores y menores, el mercado, el teatro, otros sitios de ocio, las mazmorras, los barrios de la periferia y la Plaza central.

Como soy bastante egoísta y no me gusta que otros tengan esclavas, decido liberar a todas las esclavas de sus respectivos amos y traficantes. Soy un coleccionista y no me gusta la idea de la competencia.

El primer sitio al que voy es el mercado de esclavos y como no quiero dejarme nada en el camino sin explorar, actualizo el mapa con un radar incorporado, que me informará de tesoros, diferentes personas y seres que tengo en un radio de varios kilómetros.

Los dioses aparecen en dorado, los semidioses y héroes color plateado, los enemigos y seres hostiles en rojo, los neutrales en gris casi negro y los amistosos en verde. Cada ser aparece en el mapa, con un círculo con una F, para las mujeres y una M, para los hombres.

Mi primera impresión del mercado de esclavos, es muy mala, es desagradable, asqueroso y apesta, tanto que casi me hace vomitar a medida que me acerco.

Compro un pañuelo con perfume en la tienda y me lo pongo en la nariz.

Cuando me acerco veo como una plaza con una especie de estrado donde se celebra una especie de subasta. Detrás del estrado hay muchas celdas con esclavos y esclavas, dónde están separados por géneros, y al final de la plaza hay un edificio parecido a una cárcel.

El edificio similar a una cárcel, tiene dos plantas sobre la superficie y una planta subterránea, es un edificio inmenso.

Veo esclavos de varias etnias diferentes, negros, morenos, blancos, con el pelo negro, pelirrojos, rubios, etc. También hay otras especies humanoides, bestias y animales, algunos de ellos los conozco y otros no, incluso algunos que pensaba que eran mitos o estaban extintos.

Como voy causar bastante caos decido volverme invisible en un rincón.

Sin llamar mucho la atención, empiezo a capturar a todas las bestias, esclavas y a las mujeres presentes en la zona de la subasta. Al principio mis acciones pasan bastante inadvertidas, pero en menos de cinco minutos , al ser muy evidente que todas las mujeres y las criaturas femeninas han desaparecido misteriosamente, empieza a cundir el pánico.

Centro mi atención en las pocas mujeres que quedan y que intentan huir o esconderse. Con el radar modificado es inútil tratar de escapar o esconderse de mí, así que termino de capturar todas las mujeres de la subasta, tanto las que se iban a subastar, como aquellas que estaban cerca o presenciando la subasta sin demasiada dificultad.

Hay varios tipos de esclavas dentro de las esclavas humanas, las esclavas comunes y las esclavas de guerra, estas últimas tienen cicatrices de batallas por el cuerpo y habilidades de combate en sus estados.

No voy a capturar a los esclavos masculinos, los hombres los envío a algún lugar remoto de este mundo, donde puedan empezar una nueva vida, no los libero sin más, no soy un santo y además no quiero revueltas y caos en la ciudad.

Cuando entro en el edificio, todo es oscuro y lúgubre, alumbrado con antorchas. Huele mucho peor que fuera, el olor es como una mezcla de sangre, mierda y orina. Hay ratas por el suelo y las esquinas y bichos en las paredes.

Los esclavos están divididos por los niveles del edificio, en el nivel superior están los hombres, son los más numerosos, están divididos en trabajadores y en esclavos de guerra, entre los esclavos también hay niños, no se su origen si han sido vendidos, capturados o ya han nacido esclavos.

En la planta a nivel del suelo, están las bestias, los animales y las distintas especies humanoides, y en el sótano, hay una sala donde se marca a los esclavos, una cámara de tortura y las celdas de las mujeres.

Según veo cómo es por dentro y el trato que dan a los esclavos, decido adelantar el destino final de todos los trabajadores y guardias de este asqueroso lugar.

Consigo una pistola con munición infinita y empiezo a recorrer este asqueroso edificio. Empezando por el nivel a ras del suelo, voy capturando o transportando todos los seres, bestias y animales que encuentro.

Hay centauros, sátiros, faunos, arpías, dríades, ninfas, unicornios, un par de caballos alados y un perro con tres cabezas.

Para los sátiros, faunos y los centauros masculinos, consigo una especie de billete de viaje mágico, que cuando les golpea, aparece un círculo mágico que les manda a su casa o lugares de origen.

Tomo la decisión, que no voy a dejar nada en este edificio, salvo los cadáveres de los carceleros y esclavistas.

Voy matando a todos los guardianes y trabajadores del edificio, cuando he terminado con este nivel, bajo las escaleras a la planta del sótano, allí mato a los torturadores, los que marcaban a los esclavos, a todos los guardias y trabajadores. Capturo a todas las mujeres y pienso en lo mucho que voy a tener que hacer para conseguir que superen este tipo de vivencias y sus posibles traumas psicológicos. Entre las esclavas encuentro a varias semidiosas y una diosa encerrada, todas ellas se encuentran en estados lamentables, tanto físicos como psicológicos.

Capturo a las mujeres en la cámara de tortura, después darles una poción curativa. Las niñas no son una excepción, entre las mujeres capturadas hay cierto numero de pequeñas y adolescentes, todas ellas con marcas en sus cuerpos y numerosas cicatrices.

Cuando está todo vacío en el primer nivel y el sótano, decido ir al segundo nivel y tras mandar a sus hogares a todos los hombres, decido salir del edificio y veo que está rodeado de soldados. Hay varios héroes y campeones entre los soldados, pero son todos hombres, así que los ignoro y me voy a saquear la ciudad.