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Capitulo 2: ¿Club de Ajedrez y emboscada?

Mirando a la pequeña chica de cabello lila delante de el, Hiiro no pudo evitar pensar que ese apellido le recordaba a alguien.

"¿Sakayanagi? ¿De casualidad tienes algún tipo de relación con el director?"

A la mente de Hiiro le vino la imagen del director de la escuela.

Aunque Hiiro no tiende a recordar a las personas que no son cercanas a él,  el director Sakayanagi había sido muy amable con él a pesar de los rumores qué circulaban por toda la escuela, así que se había ganado cierto grado de aprecio por parte del adolescente.

"De hecho, soy su hija."

'Eso tiene aún más sentido.'

"Pero regresemos al tema principal, si jugar una partida es lo que quieres, pues no tengo ningún problema."

"En ese caso estaré a tu cuidado."

Sentándose en la silla delante de Arisu, Hiiro coloco las piezas en donde correspondían.

"¿Has jugado alguna vez?"

"No, esta es mi primera vez. Solo conozco las reglas, pero nunca he jugado."

"Eso es ciertamente inesperado, pensé que al venir aquí sabrías algo."

"Nunca le preste mucha atención al ajedrez pensando que era algo aburrido. Pero recientemente ocurrió... cierto evento qué me hizo interesarme en probarlo."

"Jejeje, ciertamente es fácil pensar que es aburrido. Pero es un juego divertido si sabes como disfrutarlo. Ahora, dejemos las charlas para después y comencemos."

Las piezas de Hiiro eran las blancas, por lo que era el primero en comenzar la partida. Y aunque se le complico al principio, pudo acostumbrarse un poco más.

"Jaque mate."

Las palabras de Arisu pusieron fin a la partida cuando el Rey de Hiiro se encontró rodeado por varios frentes sin posibilidad de escape, lo que sentenció a Hiiro.

"Realemnte era muy buena en esto, no es sorprendente qué seas la presidenta del club."

"Tus elogios son bien recibidos. Pero la razón por la qué soy la presidenta del club es porque soy la única aquí."

"¿Qué? ¿Enserio? ¿Como es posible que este club este en pie con sólo un miembro?"

Si Hiiro no se equivocaba, para formar un club y mantenerlo en pie se necesita por lo menos 4 integrantes, y si Arisu era la única en el club no era normal. A no ser...

"Seguro estas pensando que use a mi padre para mantener el club ¿Verdad? Pero estas equivocado."

Hiiro se sintió un poco avergonzado por haber sido descubierto tan fácilmente, pero aun así no se mostro en su rostro y siguió mirando con inexpresividad todo.

"¿Entonces?"

"Se debe a las actividades del club. Por mi misma he ganado varios partidos con personas de alto nivel en el mundo del ajedrez, así que gracias a mis logros la escuela a decidido no cerrar el club."

Hiiro miro una vez más el tablero donde tuvo su batalla (humillación) contra Arisu, y recordó como fácilmente te todas sus piezas fueron tomadas por Arisu para luego rodear al rey.

Y aunque ciertamente Hiiro se había hecho con varias de las piezas del oponentes, aun así el número no superaba a 3 piezas, por lo que la derrota fue una completa masacre.

'Ciertamente es alguien formidable en el ajedrez, por lo que no sería raro que le ganará a profesionales.'

"Pero... ¿Es verdad que es la primera vez que juegas?"

Arisu frunció levemente el ceño mientras miraba el tablero de ajedrez."

"Si, nunca antes había jugado."

"Ya veo... Shiba Hiiro ¿Te gustaría unirte al club de Ajedrez?"

"¿Unirme al club de Ajedrez?"

Hiiro pensó en los pros y contras de esta oferta.

El no iba a mentir, se había divertido mucho más de lo esperado jugando a pesar de que perdió con una gran diferencia. Pero pensando en los contras...

'Unirme significaría menos tiempo para mi mismo. No, espera, ¿Siquiera en que utilizo mi tiempo?'

Hiiro recordó qué la mayor parte del tiempo se la pasaba jugando algún videojuego o peleando directamente contra alguien que buscará problemas con el o sus conocidos, por lo que se podría decir que constantemente perdía su tiempo.

Viendo como el chico pelinegro estaba perdido en sus pensamientos, la Sakayanagi menor tomo su bastón y se levanto con un poco de esfuerzo de la silla y se dirigió a una de las cajas cercanas.

"Parece que no estas muy seguro. Si en un futuro te decides a unir no dudes en venir."

Arisu le dió a Hiiro una hoja de inscripción de club, quién la acepto con gusto.

"Gracias, no dudare en venir si me decido."

Hiiro no menciono ni pregunto por el bastón utilizado por la chica. Ya que esta misma no hablaba del tema por lo que el supuso qué debe de ser por una herida o por una discapacidad con la que nació.

"Si no es molestia, ¿Podríamos jugar algunas partidas más?"

Luego de guardar el papel de inscripción en su bolso, Hiiro se giro hacia Sakayanagi.

"Por mi no hay problema, siempre estoy dispuesta a una partida."

Sonriendo lindamente, Arisu tomó asiento una vez más y ambos comenzaron a jugar otra vez.

*Horas después*

La luna reemplazo al sol y brillaba en la oscura noche.

Caminando por las calles poco pobladas a estas horas, se encontraba un adolescente de cabello negro y ojos azules profundos con un uniforme escolar.

'Al final jugamos más de lo esperado y el tiempo paso volando.'

Mirando la hora en su teléfono, Hiiro vio que era poco más de las 8 PM, lo que lo hacía sudar un poco sabiendo lo enojada que debe estar Miyuki.

"Pero no hay mucho que pueda hacer. Me divertí mucho antes y se me paso la hora."

"¡Al fin apareces, hijo de puta!"

Un grito y varios pasos resonaron en la oscura noche, llamando la atención de Hiiro.

En un momento ya se encontraba rodeado por más de 40 personas, todas con un tatuaje en el cuello de un Dragón oriental negro.

"Realemnte nis hiciste esperar mucho."

Un matón con gran físico qué se abultaba en su camiseta ligeramente abierta, con aretes redondos y un pircing en el labio hablo, parecía ser el líder.

"Lo siento, no te conozco."

Hiiro mantuvo su expresion sin cambios a pesar de la confusión interior qué tenía.

Al escuchar el tono y las palabras que le dirigían, al líder se le marco una vena en la frente y su rostro se puso rojo de la ira.

"Maldito hijo de puta. Tienes agallas para hablar así cuando cuidaste tan bien a mis subordinados esta mañana.

"¿Subordinados?"

Hiiro hizo memoria y recordó qué los matones qué golpeó esta mañana tenían un tatuaje de Dragón negro en el cuello, aunque en ese momento no le prestó mucha atención ya que de igual forma la paliza qué les iba a dar no iba a cambiar.

"Ah, hablas de los debiluchos de esta mañana... Oh, ahí están."

Entre la multitud qué lo rodeaba, Hiiro logro ver al pequeño grupo de delincuentes qué golpeó por la mañana con vendas por su cuerpo y cara aun ligeramente inflamados.

"¡Maldito desgraciado! ¡Veamos si puedes seguir actuando así después de que te rompamos los huesos!"

Uno de los matones qué golpeó antes le grito con ira mientras apretaba un bate de metal en sus manos.

Los demás matones tampoco tenían las manos limpias, algunos tenían espadas reales, bates de metal, navajas, nudilleras, e incluso uno tenía un hacha de bomberos.

"Parece que vinieron bien preparados. ¿Pero no es mucho para una sola persona? Me sentire muy halagado si se toman las molestias para traer tantas armas solo para mi."

A pesar de la situación en la que se encontraba, Hiiro no cambio su expresion y se mantuvo inexpresivo.

"¡Este tipo...! ¿¡Acaso no sabes quienes somos!?"

"¿Deberia saberlo?"

"¡Escucha atentamente, bastardo! ¡Nosotros pertenecemos al grupo conocido como "Olimpo"! ¡Tenemos suficiente poder para evadir la ley y matarte fácilmente!"

"¿Olimpo? Nunca he escuchado algo como eso."

Obviamente era una mentira. El propio Hiiro había escuchado sobre un grupo de pandilleros llamado Olimpo.

El grupo se había hecho bastante famoso últimamente en la ciudad, causando miedo y terror en varios distritos y evadiendo la ley, por lo que se presume qué tenían un líder con bastante poder en el mundo político o policial.

La razón por la qué Hiiro mintió y degrado a los matones delante de el fue principalmente para hacerlo enojar y que lo atacarán, después de todo ¿Quien podría culparlo cuando solo se defiende de un ataque?

"¡Maldito!"

"¡Veamos si sigues con esa actitud después de que nos encarguemos de esos dos qué siempre están contigo!"

En ese momento la mirada de Hiiro se volvió sombría. El no sabia quien dijo esas palabras, pero era obvia a quienes se referían.

"Los voy a matar..."

Un grupo de pandilleros y matones, la peor calaña y basura qué la ciudad podía ofrecer. Extorsionan, violan, matan y secuestra a personas inocentes, así que nadie los iba a extrañar.

Pero bueno, aunque Hiiro dijo que los iba a 'matar', eso no era cierto. Ya que el propio Hiiro no era un asesino, así que romperle las espaldas y unas cuantas extremidades deberia de mandarles una advertencia.

"¡Aún eres tan arrogante!"

Uno de los pandilleros corrió con un bate en la mano y golpeó apuntando hacia su cabeza.

Cuando el golpe estaba a punto de impactar, fue detenido por la mano desnuda de Hiiro, mientras qué con la otra golpeó la nariz de pandillero, hundiendole la cara y fracturado su cráneo.

Aunque no fue un golpe lo suficientemente fuerte para matarlo, si lo hizo perder el conocimiento mientras sangre salía por sus ojos, boca, nariz y oídos.

Ante la grotesca imagen, algunos de los pandilleros dieron un paso atrás instintivamente.

"¡No retrocedan! ¡Es solo un hombre!"

Ante las palabras del líder musculoso, todos apretaron con fuerza sus armas y se lanzaron al ataque.

Mirando alrededor, Hiiro noto que aún estaban en la zona residencial, por lo que dio media vuelta y con una velocidad lenta para que lo persiguieran comenzó a correr al rio cercano.

Viendo como parecía huir, los pandilleros sonrieron y persiguieron a Hiiro.

Minutos de carrera ligera, Hiiro llego a una bajada en el césped que conducía a un río qué pasaba por debajo de un puente, por lo que se detuvo y miro a los matones qué lo alcanzaron.

Algunos de ellos respiraban agitados mientras qué otros tenían venas marcadas por la ira.

"¡¡Deja de huir!!"

Tres pandilleros se lanzaron en un ataque de ira sobre Hiiro, quien miro todo con indiferencia.

Las armas qué llevaban era una navaja cada uno, lo que resultaría qué un gran problema si lograrán apuñalarlo... Bueno, si lograban.

Viéndose rodeado por tres lados, Hiiro metió una de sus manos en su bolsillo del pantalón y con la otra sujeto su bolso.

"Este tipo..."

Viendo como parecía subestimarlos, los tres pandilleros se enojaron y parecían qué sus cabezas estallarian por la ira.

Los tres se lanzaron al mismo tiempo, y Hiiro se acerco a uno para interceptarlo.

Moviéndose ligeramente a un lado, Hiiro esquivo una puñalada y coloco su pie delante del matón, el cual se tropezó ligeramente.

Aprovechando la pérdida del equilibrio del oponente, Hiiro pateo al matón y este se estrelló contra su compañero.

"¡Aaaaahhhh!"

Un grito de dolor escapo de uno de ellos cuando la navaja en la mano de su compañero se clavo en su pierna, dejándolo incapaz de levantarse.

Viendo como otro se acercaba corriendo por si espalda, Hiiro pateo su mano extendida y por el dolor él pandillero soltó la navaja, luego pateo su mandíbula con fuerza, rompiéndosela y dejándolo inconsciente.

Con el pandillero caído, Hiiro miro la navaja qué bailaba en el aire y sin esperar a que cayera al suelo pateo su mango y esta voló hacia el líder grandulon, quien al ver el objeto volar en su dirección no dudo en tomar rapidamente a uno de sus secuaces y colocarlo frente a el para que reciba el ataque, el cual se clavo en una de sus manos, sacándole un grito de dolor a este.

'¿Logro reaccionar?'

A Hiiro no le importaba el hecho de que el tipo haya utilizado a su aliado como escudo ya que se había encontrado con esta situación más de una vez. Lo que realmente le sorpendio fue el hecho de que pudo reaccionar a su ataque y sin mostrar nerviosismo.

'Parece que es mejor de lo que pensé.'

Aunque esto realmente no le importo a Hiiro, quien había estado probando desde hace un rato su nueva fuerza y tratando de controlarla lo mejor que podía, lo cual no estaba saliendo bien ya que habia roto más de un hueso en un solo golpe.

Pero estaba mejorando, ya que si no se hubiera controlado posiblemente ya habrían un par de cadáveres a su alrededor.

Sin apartar la mirada del líder, quien hizo lo mismo, esquivo el tajo de un pandillero con una katana para luego patearle la rodilla.

"¡Aaaargh!"

El hueso de su pierna se salio de su pierna cuando la patada de Hiiro conecto, haciendo qué la mayoría temblara ante la vista de un hueso saliendo de la pierna de su compañero. Incluso el propio Hiiro se sintió incomodo con la vista.

Pero ignorando el lamentable estado de tipo, Hiiro corrió a una velocidad qué nadie pudo seguir y apareció frente a dos pandilleros, para luego tomar la cabeza de ambos y estamparlos contra la otra, dejandolos inconsciente.

"Ahora, sigamos jugando ¿Si?"