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Viviendo como Paladín en otro mundo

Chris estaba listo para morir ese día abandonado en aquel hospital, toda su familia se había olvidado de su existencia después de aquel accidente, pero no iba a irse sin antes despedirse, hizo un último acto de venganza y bondad para luego cerrar los ojos para siempre. ¿O tal vez no...? Despertando en un espacio vacío, donde una desconocida figura le recibió para explicarle el rumbo que tomaría a partir de ese momento. Sigue el camino de Chris, que camina en un nuevo y fantástico mundo usando las habilidades del personaje con el que había jugado antes de morir.

Krieg018 · Fantasi
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Capítulo 5:Emergencia territorial ll

◇◇◇

En la ciudad el caos estaba en su máximo apogeo.

Muchas edificaciones ardían en llamas, los ciudadanos corrían por las calles buscando refugio mientras los guardias y caballeros los cubrían.

-¡Otros infectados vienen por la derecha!

-¡Hay más "frenéticos'' al frente!

Los soldados estaban combatiendo contra los ciudadanos infectados, una de las maldiciones básicas de los cultistas, si no se tiene la resistencia suficiente pueden acabar por perder la razón y atacar a los que le rodean sin distinción, a estos se les llama frenéticos, pueden caer por completo en la locura y no recuperarse jamás.

-"¡Prack! ¡BRAMMM!"

Un edificio empezaba a colapsar por los golpes de un gigante de cadáveres.

-¡Ataquen sus piernas! ¡Háganlo caer!

De este se encargaban los caballeros.

-¡A la orden!

-"¡Swish! ¡Klank!"

Rápidamente golpearon las rodillas y las destruyeron con fuertes ataques.

-¡Cuidado!

El líder salto a lo alto y cayó sobre la cabeza deforme del gigante.

-¡¡Por Keinhart!!

-"¡Slash!"

-"¡Blomm…!"

Liberó un ataque de energía que decapitó al gigante, haciendo que el cuerpo cayera pesadamente al piso.

-¡Tienen una gran vitalidad! ¡Todavía no está muerto!

El cuerpo decapitado seguía lanzando ataques tirado en el suelo.

-¡Usen sus lanzas... tenemos que llegar al cuerpo principal!

Sabían como tratar con estos enemigos, las espadas necesitaban golpear con mucha fuerza además de ser bañadas en agua bendita para dañar la carne, pero las lanzas eran más efectivas, una vez bendecidas podían atravesar la gruesa piel y llegar más profundo en el cuerpo.

-¡Empalenlo!

Los caballeros clavaron sus lanzas en el cuerpo del gigante que seguía lanzando manotazos a diestra y siniestra, pero era mucho más débiles que antes.

En solo unos instantes más de diez lanzas atravesaban el cuerpo.

-¡Kracks!

-¡Lo alcanzamos!

Lograron matar el cuerpo principal entre los cadáveres.

Pero no hubo tiempo para festejar.

-Revisen las ampollas de agua bendita, el apoyo de la iglesia es casi nulo…

-Hay otros tres gigantes provocando estragos cerca de aquí, tenemos que movernos.

Los caballeros de Keinhart eran todos guerreros experimentados, el requisito mínimo para alcanzar ese título era ser un guerrero de tres estrellas.

-¡Apártense!

El líder del grupo gritó de un momento a otro.

-¡...!

El cadáver del gigante que acababan de matar empezó a hincharse.

-"¡¡BOOMMM…!!"

Explotó, los caballeros y soldados pidieron reaccionar a tiempo, pero aún así subieron quemaduras.

-¿Estás bien?

-Si, es una quemadura superficial.

-Rápido, aplica agua sobre ella antes que el veneno de la sangre haga efecto.

Sabían el peligro detrás de cualquier herida infligida en una lucha contra adoradores de demonios, venenos, maldiciones, ataques sorpresas… nunca podían descuidarse.

-¡Mierda! Bajamos la guardia… hicieron explotar el cuerpo de ese gigante.

-¡Manténganse alertas! ¡Debe estar cerca para poder hacerlo!

-Debe tratarse de un sacerdote…

En la jerarquía de los cultistas, los de mayores rangos podían influir directamente sobre los de menor rango, esto era determinado por la sangre de demonios en sus cuerpos.

-Pensé que los acabaría con ese ataque, parece que los caballeros de Keinhart no se han ablandado en este tiempo de paz.

Una figura encapuchada les habló desde lo alto de un edificio.

-Tienes agallas para mostrar tu cara aquí.

Los caballeros apuntaron de inmediato sus espadas.

-Si muestro mi rostro es porque tengo seguridad de acabar con ustedes aquí.

-¿Qué te hace pensar que será tan fácil?

Entonces la figura encapuchada movió a un lado su túnica, dejando ver un emblema cosido en ella con hilos dorados.

-Es un obispo… mierda.

Los obispos estaban por encima de los sacerdotes, tenían un poder de combate mayor.

-Sientan la agonía…

-"¡Swosssh!"

Había estado preparando el maleficio durante un buen tiempo mientras conversaba, una zona de energía oscura se formó sobre la tierra alrededor del grupo de conversaban,

-Es niebla demoníaca, no respiren.

-Es inútil, la debilidad se apoderará de sus cuerpos y no podrán salir porque sus sentidos estarán perdidos… JAJAJAJAJA

Aquel adorador se reía maniaticamente viendo a los soldados colapsar bajo su poder.

-Ahora sufrirán la miseria, la venganza de habernos perseguido hace diez años… su ciudad arderá en llamas está noche, la sangre noble correrá y nuestros dioses darán bendiciones a nuestros sacrificios.

-"¡Huhk… ¿eh?"

-Realmente me enferman…

El obispo estaba tan centrado en su ataque que descuidó su guardia.

Ahora una espada atravesaba su pecho.

-Glorificas tanto este esfuerzo desesperado… esta noche todos ustedes serán borrados definitivamente de esta tierra.

Era el capitán Edward que llegó a la ciudad para dar apoyo a las tropas.

-¡Es inútil! ¡No pueden detenernos!

-Muere…

La espada acabó de atravesar el cuerpo del obispo adorador.

-¿Están bien?

-¡Capitán! ¡Gracias por la ayuda!

-Han resistido bien, esta vez transformaron a sus sacerdotes en abominaciones sin dudarlo… están determinados.

-Los informes dicen que aparecieron seis gigantes, las fuerzas guarnecidas están encargándose de ellos pero están siendo superados… no sabemos si otros obispos se esconden, sentimos una gran explosión de energía desde la mansión, pero no pudimos acabar con esta situación aquí.

Informaba aquel caballero mientras los demás se recuperaban de los efectos del maleficio que estaba canalizando el obispo.

-No te preocupes por la mansión, allí están preparados ya.

-"Klicks…"

Guardó su espada y se preparó para partir.

-Tengo que seguir apoyando a los demás, ustedes controlen la situación aquí… no creo que estas sean todas sus fuerzas.

-Entendido mi señor, cumpliremos sus órdenes.

-Bien.

El capitán Edward salió de allí buscando el resto de gigantes de cadáveres que asediaban a las fuerzas protectoras de la ciudad.

■■■

-¡Sigan atacando! ¡No dejen que destruya nada más!

-¡Su defensa es muy fuerte! ¡Las espadas apenas lo rasguñan!

Los soldados comunes estaban pasando un mal rato contra los gigantes de cadáveres.

-¡Mierda! ¡A este paso la ciudad será arrazada!

-"¡Gruooohhhh…!"

-"¡BRAMMM!"

El gigante destrozó otro edificio, las rocas cayeron y azotaron a los guardias que atacaban en el suelo.

-¡Mierda! ¡Mierda! ¡Nos están superando!

-¡Necesitamos ayuda!

-¡MuuErAnn IgnOraNtEs…! ¡VeeNgAnza… Por loS CaíDos! ¡GROOOAAAHHH!"

El sacerdote transformado rugía palabras de ira.

-¡No caigan en desesperación por el poder de los demonios!

-"¡Brammm!"

En ese momento, justo después de las palabras una explosión de luz irradio sobre la zona.

-¡Caballeros cruzados…! ¡Purguen a estos herejes en nombre de la Diosa de la justicia!

-¡Por la Diosa Jainerits!

Un grupo de caballeros apareció y saltó a la acción de inmediato, usaban armaduras brillantes y capas blancas, todos estaban bañados en la luz que se lanzó antes.

-¡Sacerdotes! ¡Hagan sus rezos para que la bendición de nuestra diosa descienda en esta tierra contaminada!

Enseguida se escucharon los rezos, el poder de la luz que rodeaba el lugar pareció aumentar.

-¡Son enviados de la Santa Catedral! ¡Los miembros de la iglesia del territorio!

-Mis heridas ya no duelen… puedo mover mi cuerpo, el veneno está perdiendo efecto.

Los efectos no tardaron en notarse.

-"¡Klank! ¡Plack!"

-"¡Gruooohhhh…!"

-"¡Brammm…!"

Los caballeros cruzados atacaron las piernas del gigante inútilizandolas, la luz imbuida en sus espadas hacia que los ataques fueran mucho más efectivos.

El gigante de cadáveres cayó pesadamente al piso, haciendo temblar la tierra.

-¡Muere en nombre de nuestra Diosa!

El caballero saltó sobre la cabeza y clavó la espada allí.

-"¡Grooooahhh…!"

Pero eso no terminó con la vida del gigante, este siguió moviéndose y lanzando manotazos para aplastarlo.

-¡Cardenal Morris! ¡No está funcionando el milagro!

Gritaba uno de los caballeros cruzados al hombre que dirigía el grupo.

-HAhh… caballeros novatos, tienen que encontrar el núcleo.

El era un Cardenal, uno de los títulos más altos de la Santa Catedral, ahora se lamentaba de la escasa experiencia que tenían aquellos caballeros presentes aquí.

-"Supongo que necesitan más experiencia práctica… solo leer textos y entrenar no es suficiente, ahora, ¿Es necesario usar más poder para acabar con esta criatura lamentable?"

Se lamentaba el Cardenal en sus pensamientos.

-Sigan cortándolo, no paren hasta encontrar el cuerpo original.

-¡Cumpliremos su mandato!

Los caballeros cruzados volvieron a la acción.

-Eso tomará demasiado tiempo… y no tenemos mucho.

Otro hombre llegó a la escena.

-Capitán Edward, no has cambiado nada desde la lucha de las purgas.

-Tu tampoco, gracias por acudir al llamado de mi señor, me ayudas a hacer los honores.

Se saludaron amistosamente y acto seguido Edward sacó su espada.

-Tendremos que conversar acerca de esto.

El Cardenal Morris tocó la hoja de la espada y entonces está fue imbuida por las partículas de luz.

-Como en los viejos tiempos, eh.

-Así es, ahora acaba con esa asquerosidad.

Dijo el Cardenal con el rostro lleno de asco.

-¡Caballeros Cruzados retírese!

-Disculpe nuestra incompetencia…

Lo decían con mal sabor de boca, no habían estado a la altura de las espectativas.

A su orden los caballeros que seguían atacando al gigante saltaron hacia atrás mientras el Capitán Edward tomaba su lugar.

-No es su culpa… estos sacerdotes adoradores saben esconder bien profundo su cuerpo entre los cadáveres… necesitas esforzarte un poco si quieres alcanzarlos, no puedes confiar solo en la luz aplicada a tu arma.

Explicaba mientras caminaba hacia la criatura gigante, aplicando energía a su cuerpo, su presencia se volvió importante y aplastante.

-¡HummAnO… PeliGrOSo…!

Incluso con su razón adormecida, el adorador que fue la base para ese gigante pudo reconocer el peligro.

Ahora dejó de atacar e intentaba alejarse arrastrando su enorme cuerpo.

-Es bueno que lo sientas… porque será lo último.

-"¡Swosshh! ¡Slash! ¡Flash!"

Edward no espero más y desató varios ataques, su poder como caballero de seis estrellas y su hoja ahora bendecida propagaba luz en cada corte haciendo que atravesarán sin problemas la gruesa piel del gigante, lo que antes costó mucho esfuerzo a los caballeros cruzados fue terminado sin problemas.

-Desaparece escoria.

El cuerpo del sacerdote fue revelado sólo para ser cortado en pedazos al instante, no quedó ningún rastro, los restos fueron convertidos en cenizas por la energía sagrada en la espada y el poder de Edward.

-Has castigado a un hereje y salvado la vida a inocentes, una vez más, si fueras a la Santa Catedral obtendrían el título de caballero sagrado sin discusión.

El Cardenal se acercó rodeado de otros tres sacerdotes, los caballeros cruzados estaban a su alrededor.

-No estoy interesado… pero gracias por acudir al llamado.

Edward enfundó su arma y le respondió al Cardenal Morris.

-La situación entre la Santa Catedral y la familia Keinhart se volvió tensa después de las purgas, debido a que la fe no se propagó por el territorio la Catedral retiró casi toda su presencia, esto es toda la ayuda que pude conseguir.

Explicaba el Cardenal.

-No sabes cuánto lo apreciamos.

-A veces la fe innecesaria en Dios supera la bondad humana, cuando recibí la carta vine con la excusa de visitar la iglesia local, pero no imaginé que el ataque sería a esta escala.

-Así es… esperábamos que actuaran, pero nunca que lo hicieran con estos números, están sacrificando todo para hacer el mayor daño posible.

El capitán Edward estaba en lo correcto, nunca espero que el número de adoradores fuera tan alto después de las purgas.

-Están resentidos, odian a Keinhart y aún más a nosotros… pero nuestro odio ha sido desde siempre, aún así esto es demasiado.

El paisaje no se veía nada bien, edificios en llamas y colapsados, ciudadanos muertos tirados en las calles, algunos lloraban, otros gritaban, el aire apestaba por la esencia demoníaca.

-Tenemos que movernos, los caballeros y soldados están luchando contra los gigantes sin apoyo, los adoradores han liberado la esencia demoníaca en el aire y algunos han perdido la razón.

-Entonces dividiré a los sacerdotes, aunque sea más débil pueden otorgar la bendición de luz y purificar a los infectados, los caballeros cruzados marcharán a su lado.

Rápidamente establecieron un plan de acción.

-Bien, en ese caso tú vendrás conmigo, tenemos que atacar a los gigantes que cuanto antes, los caballeros de la familia y la guarnición imperial no cuentan con guerreros más allá de las tres estrellas.

-Bien, están pasando un mal rato, movilizaré a los sacerdotes… ¿No necesitas que vayamos a la mansión?

Preguntaba el Cardenal con dudas.

-No te preocupes, allí no podemos intervenir.

-Es el Conde ¿Cierto?

-También lo sentiste, así es, está actuando en persona.

Dijo Edward con una sonrisa en el rostro, confiaba en su señor.

-Bien, ¡Miembros de la Santa Catedral y Protectores de la justicia! ¡Hoy el mal ha invadido y mancillado esta tierra! ¡Es nuestro deber purgar a la estirpe maldita y enviarlos con dioses paganos!

-¡Por la Diosa Jainerits! ¡Por la Justicia!

-"¡WOOOOHHH!"

El Cardenal no perdió tiempo y lanzó su discurso, los caballeros respondieron con un grito de batalla.

-Sigues siendo el mismo…

-Ser un buen orador ayuda a convencer a las masas.

Dijo el Cardenal a las palabras de Edward.

-Si, ya veo.

-Todo sea por la gloria de la humanidad…

Entonces empezó a dividir a los miembros de la Catedral, los sacerdotes irían separados y acompañados por algunos cruzados, de esa forma podrían dar apoyo al resto de tropas más fácilmente.

El capitán Edward y el Cardenal Morris se moverías juntos, ellos eran la mayor fuerza de ataque en este momento en la ciudad.

■■■

-Sentí una energía asquerosa cerca de mi casa… mis especulaciones fueron ciertas.

-Me halagas con tu presencia, Conde Keinhart… déjame presentarme…

El adorador encapuchado iba a presentarse, pero fue interrumpido.

-Márquez Niortz, o debería decir ex-márquez, segundo representante de los adoradores del demonio en el territorio… aprovechaste cuando corte la cabeza de tu maestro hace cuatro años para tomar su puesto, un fracasado que alcanzó su máximo potencial en las seis estrellas y recurrió a la sangre del demonio, es una lástima.

El Conde Keinhart ya sabía su información.

-Así que ya lo sabes…

Entonces retiró la capucha que cubría su rostro.

-Tu apariencia es horrible.

El conde no se detuvo a reaccionar al ver su rostro.

Una piel gris, varias venas negras marcadas y ojos rojos como la sangre.

-Tus palabras no me importan… ¡Te mostraré el verdadero poder! ¡Hoy borraré la vergüenza de mi maestro y me sentaré en la alta mesa de los adoradores!

A la vez que habló hizo estallar su aura, la energía horrible impregnó los alrededores.

-Siete estrellas… si, debes haber bebido mucha sangre de demonios, pero es una lástima.

-¡Así es! ¡Esto es el verdadero poder!

El adorador de demonios estaba loco por el poder dentro de él.

-Hah… iluso, una marioneta jugando a ser un maestro.

-"¡Slink!"

El Conde Klaus por su lado siguió calmado y sacó su espada una hoja larga, sabía que ese hombre frente a él no era todo.

Por lo tanto decidió acabar lo más rápido posible, utilizando la energía de su cuerpo, el aura a su alrededor aumentó significativamente.

-¡Eso es! ¡Lucha contra mí!

Niortz, el adorador de demonios estaba excitado esperando por la pelea, al fin iba a demostrar su valía y superar a su maestro.

-"¡Swossh!"

-¡Uehhk…! ¿C-Cómo…?

Pero contrario a sus especulaciones, un corte vertical fue liberado por el Conde e impactó sobre su cuerpo, ahora tenía una enorme herida que no paraba de sangrar.

-Soy un Cardenal de la Iglesia Oscura… No puedo morir así.

-Calla.

-¡Swish!

Un segundo ataque acabó con su vida.

-Muéstrate, acabo de matar a tu juguete y no te importó… o esperabas a que me tomara más tiempo.

Hablaba el conde hacia la oscuridad del bosque.

-"..."

No recibió respuestas.

-Bien, es una lástima, no quiero arruinar el paisaje pero me has obligado.

-"¡Flash!"

Lanzó un ataque horizontal hacia la oscuridad, la energía contenida barrió, cortando todos los árboles en el alcance.

-"¡Klanks!"

Pero alguien se defendió.

-Así que ahora eres un caballero de ocho estrellas… esperaba a que ese inútil te entretuviera un rato más, pero veo que mis planificación fue inútil.

Hablaba una silueta que apareció después del ataque, su voz era grave y ronca.

-Así que ese imbécil consiguió ayuda para hacer esta locura, debes ser un alto puesto entre los adoradores, pero eso no importa…

-"¡Pracks!"

Su energía volvió a aumentar, y lanzó otro ataque.

-¡Tsk! Esperaba a que pudiéramos conversar.

-"¡Wossh!"

Consiguió saltar a un lado para esquivar el ataque.

-Vienes a mi territorio, amenazas a mi familia… asesinas a mis ciudadanos, y todavía esperas que converse contigo, tendré tiempo para hacerlo cuando tu cabeza esté separada de tu cuerpo.

El Conde Keinhart se lanzó al ataque.

-Maldición…

La figura oscura adoptó una postura defensiva.

-"¡Klanks!"

La hoja de la espada fue detenida por su antebrazo, el cual era protegido por una armadura negra.

-"Una reliquia demoníaca… al parecer es defensiva, con eso detuvo el primer ataque, también cubre el resto del cuerpo bajo esa capa"

El conde Keinhart no paraba de analizar a su enemigo.

-También eres de ocho estrellas, cierto… no quiero ni pensar cuánta sangre has consumido para que cubras tu rostro con esa capucha.

-¡Calla Bastardo!

Su burla consiguió perturbar a su enemigo.

-"¡Splatch!"

Momento que aprovechó para golpearlo con su rodilla y empujarlo hacia atrás.

-¡Cobarde! ¡Usando un truco sucio!

El misterioso adorador se recuperó solo para criticar la acción anterior del Conde.

-¡Placth!

Pero sin perder tiempo, esta vez el ataque fue dirigido a la cabeza.

-Como pensaba… te vez horrible, es una lástima que no sobrevivas a esta noche o esa cicatriz te quedaría bien.

El ataque destruyó la capucha y cortó la piel del rostro, el corte también acabó con el ojo derecho.

-Te vez demasiado viejo para tu edad… estoy seguro que no tienes ni treinta años.

Aquel hombre estaba enormemente deteriorado, parecía enfermizo y delgado, aún así tenía mucho poder dentro debido a la sangre del demonio.

-"Su poder es alto, cualquier otro caballero aquí no tendría oportunidad… debe ser un "Gran adorador" o incluso de la alta mesa, como sea, hoy no debe salir vivo."

El Conde Keinhart analizó que ese sujeto frente a él no podía vivir más, de lo contrario sería un peligro en el futuro.

-¡M-maldito!

Tocaba su rostro, solo podía ver la mano ensangrentada por su único ojo.

-"Soy un guerrero de ocho estrellas también… ¿Por qué estoy siendo superado…?"

-Puedo ver tus pensamientos en tu rostro, tu debilidad… que voluntad tan escasa, esta es la diferencia entre alcanzar un nuevo nivel por esfuerzo y alcanzarlo por la sangre.

-¡Flash!

Decía mientras cortaba el cuerpo del misterioso adorador, la armadura que protegía el cuerpo hacía que la mayor fuerza del ataque se perdiera, aún así el poder contenido en la espada lograba llegar hasta la carne.

-¡AAAAGHHH…! ¡S-sálvame!

-"¡¡BRAMMMM!!"

En ese momento una enorme cantidad de energía fue liberada sobre la zona, desatando una poderosa explosión que barrió los alrededores.

El Conde Klaus saltó a un lado, pero aun así fue afectado.

-Mierda…

Protegió su cuerpo con su aura, pero ahora dirigió su mirada hacia la nueva presencia del lugar.

Un aura escalofriante sacudió su espalda, eso era peligro.

-Mi inútil hermano… siempre te dijo que no muerdas más de lo que puedas tragar, después es mi turno de limpiar el desorden.

Una voz femenina que contenía un gran encanto en su tono, su figura flotaba a escasos metros sobre la tierra.

Una nueva persona llegó a la escena, esta no estaba encapuchada, ropa roja de seda fina reveladora y piel blanca, cabello largo y gris, en su rostro fino un par de ojos carmesíes brillaban.

Contrario a los demás adoradores, esta poseía una belleza hechizante, estaba claro que no se trataba de un adorador de demonios cualquiera, a pesar de su belleza y frágil aspecto, él aura de peligro que emitía era extremadamente fuerte.

-¡M-Matalo! ¡Mira lo que me hizo! ¡Haz que sufra!

Entonces descendió y abrazó al misterioso adorador que permaneció tirado en la tierra, la explosión anterior no lo afectó.

-Shhh, cálmate, todo estará bien, fue mi culpa por llegar tarde… mi querido hermano, ¿Por qué nunca me haces caso? Pero no temas, después de todo, los hermanos mayores debemos proteger a los pequeños…

-¿Eh?....

Entonces de un momento a otro, el adorador se quedó dormido, a pesar de las heridas sangrantes y el dolor, parecía que algún tipo de hechizo había sido aplicado.

-Ahora… Conde Klaus Keinhart, cierto.

La adoradora dejó de abrazar a su hermano, lo dejó acostado suavemente en la tierra.

-Haz hecho daño a mi familia… y tienes que pagar por ello.

Se levantó, y de su cuerpo se desprendió una cantidad colosal de poder demoníaco, era tal la densidad que el espacio a su alrededor parecía temblar.

-"Mierda… un nueve estrellas."