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VIGGO

Viggo, hijo de Hephaestus (Diosa de la Forja en Orario) y Kain (Antiguo Vástago del Equilibrio), nació como un semi dios. Sin embargo, con una derrota y la incapacidad de esforzarse por un objetivo en la vida, es enviado a entrenar con un furioso maestro. Acompaña a Viggo en su camino para convertirse en dios. "No te disculpes, se mejor" Este fanfic nace como un Spin-Off del fanfic Original "Suerte y Perseverancia" también escrito por mí y en emisión actualmente. Aclaraciones: Me han acusado de sádico con mis lectores, pero desmentiré ese tipo de observaciones. Lo que pasa es que no le doy todas las cosas en bandeja de plata a mis protagonistas; cada cosa se gana. Por otro lado, a veces solo pasa que las situaciones no salen como uno quiere. Sin embargo, ahí es donde radica la magia de un protagonista, en saber moverse dentro de los parámetros y buscar soluciones con las herramientas que ya posee. Créanme, jamás joderé a mis protagonistas si no es para hacerlos mejores y más poderosos. PD: LA IMAGEN ES SOLO REFERENCIAL.

AOoBeligerante · Komik
Peringkat tidak cukup
332 Chs

Fuerza y Rivalidad 1.112

Todos los miembros de la familia Hera se habían retirado y en el domo de entrenamiento solo quedaban Viggo, Odiseo y Kain. Los tres sentados sobre el suelo de concreto en posición de loto formando las tres puntas de un triángulo.

-¿A que vino, maestro?- pregunto Odiseo en un tono respetuoso

Kain curvo los labios formando una pequeña sonrisa y dijo -a ver como estaban entrenando a mi hijo. Se los deje hace más de dos meses y lo único que puedo apreciar es que aumentó la cantidad de mana que produce su cuerpo-

-Lo siento- dijo Odiseo -es difícil enseñar a otro-

-Tranquilo, lo sé. No vengo a interrumpir tu clase, aunque ese haya sido el caso. Solo vengo a darte algunos consejos-

Odiseo asintió y Kain sonrió al verlo tan serio. Desde que era un niño, Odiseo siempre fue así. Eso lo hacía inflexible, pero diligente a la vez. Kain negó recordando al niño que llego a Orario portando una vieja espada y sonrió.

-Veras, Odiseo: como te dije en un principio, en las artes marciales muchos basan sus técnicas en los elementos. Ya sea Piedra (que podría ser tierra), Agua, viento y cielo (que este último es la combinación de los tres elementos mencionados con anterioridad). El hecho es, formar una imagen mental de lo que se quiere hacer. En este caso, si utilizaras una espada, la piedra es dura y quieta; lo podrías asimilar a una postura firme de tajos consecutivos e inflexibles. Mientras que la postura de agua podría ser de amplios movimientos imitando al oleaje del mar. Ahora ¿Por qué te cuento esto? Para que tengas una idea de cómo explicarle a Viggo que manipule su touki-

Odiseo asintió y apretó los labios con una expresión de plena concentración.

-Por otro lado- continuo Kain -desde ahora en adelante, que nadie venga a mirar las prácticas de Viggo. El conocimiento puede ser compartido, pero las cosas importantes deben ser ganadas-

-Lo tendré presente, maestro- respondió Odiseo

Kain asintió y se levantó del suelo.

-¿Ya se va?-

-Sí, venía a ver a Hera y me comento que ustedes estaban entrenando. Quise venir a ver y terminé acaparando tu tiempo. Lo siento-

-No sé preocupe, necesitaba algo de inspiración-

Kain sonrió, puso su palma izquierda sobre la palma derecha y extrajo de su anillo un largo brazalete dorado. Después él miró a Viggo y se lo lanzó. Viggo atajo el largo brazalete y quedó mirando a Kain.

-¿Y esto?- pregunto Viggo

-El escudo que me encargo Kiara- respondió Kain -estuve hablando con el Xiao y me dio algunas buenas ideas. Ponte el brazalete-

Viggo se puso el brazalete dorado en su antebrazo izquierdo. La larga pieza de metal le cubrió casi todo el antebrazo. En la parte externa tenía un largo trozo de metal similar a una larga manecilla de un reloj de dos centímetros de grosor. Viggo lo miró como un adorno y le pregunto a su padre con la mirada.

Kain sonrió y dijo -inyéctale tu mana-

A lo que Viggo asintió, canalizo su mana al brazo y el brazalete absorbió la energía. De la manecilla salieron dos piezas de metal que se extendieron hacia los y desplegaron triángulos de metal como si fueran un abanico hasta formar un gran escudo.

Viggo y Odiseo miraron totalmente sorprendidos.

-¿Tu?- dijo Viggo con una voz llena de sorpresa -¿tu copiaste el escudo de mi maestro?-

-No fue fácil, era una cosa bastante inteligente y divertida- respondió Kain con una mirada llena de satisfacción -Sin embargo, una vez que entiendes el truco que hay detrás, es sencillo modificarlo. Así que le añadí mi propia variante-

-¿Eso es?-

-Mira el escudo por delante y ve la aura blanquecina-

Viggo retrajo su brazo y adelanto su rostro para mirar la parte frontal del escudo. Era como decía su padre, tenía una especie de aura blanquecina por toda la superficie del escudo. Viggo notó que en vez de que el escudo tuviera el símbolo de Esparta como el de su maestro, tenía el diabólico emblema de su padre. Más que un signo, parecía un demonio con cuernos.

-¿Inconforme?- pregunto Kain en broma sin nunca perder la sonrisa

Viggo negó y dijo -pese a que no me gusta, sigo siendo un Dragonroad-

-Oye, mi símbolo no significa nada malo. Es el emblema del balance, combina muy bien con tu cabello rojo-

-Si padre lo dice-

-Bueno, cuando quieras aprender el negocio de la familia, te construyes un escudo con tu propio emblema-

Kain soltó un suspiro y se dio la vuelta para caminar a la puerta.

-¿Qué hace la aura?-

-Es un hechizo que se alimenta de mana, se llama "Gran Barrera Mágica"- dijo Kain avanzando mientras su voz reverberaba por el domo -en estos momentos podría aguantar un golpe de Odiseo con todas sus fuerzas, pero drenaría todo tu mana al instante. Se precavido, es un buen escudo, pero no te hace invencible-

-Hubieras hecho algo más práctico- dijo Viggo enojado. Pensando en la explicación de su padre, quiere decir que mientras más ocupe el escudo, más mana consumirá. No sabía si esto era algo bueno o algo malo.

Al mismo tiempo, Odiseo miró a Viggo como si fuera un idiota que ni siquiera es capaz de darse cuenta de lo afortunado que es. Un escudo capaz de soportar el golpe de un nivel 9 con todas sus fuerzas es un artefacto legendario. Puede que incluso sea único en el mundo y nunca se haya hecho algo tan loco en toda la historia de la humanidad.

Kain se detuvo a unos veinte metros de ellos y se volteó -tú madre también hizo un arco para ti. Pasa por la casa a la tarde. El otro día andaba llorando que su hijo se olvidó de ella y la cambió por otras mujeres-

-Está bien, padre, y gracias por el escudo-

-¿Pensé que no te había gustado?-

-Un poco, pero de todos modos gracias-

Kain chasqueo la lengua y soltó una risita. Después se dio la vuelta y salió del domo dejando a Viggo y Odiseo. Ellos los miraron desaparecer detrás de la puerta.

-Bien, ahora que tenemos una idea, retomemos el entrenamiento- dijo Odiseo

Viggo asintió, se quitó el brazalete y lo dejo a un lado de la arena. Después volvió con Odiseo y tomo su postura de boxeo. Odiseo le dijo algunas de sus apreciaciones con respecto a lo que dijo Kain y lo mezclo con sus experiencias personas. Sin embargo, los tiempos de Viggo se mantuvieron, durando 35 segundos sin retener el touki y 5 minutos cuando lo controlaba. En cada caso, el resultado era disparejo. Con 35 segundos Viggo podía ejercer la fuerza de un nivel 7 de rango H. Por otro lado, cuando Viggo controlaba el touki aguantaba cinco minutos, pero su fuerza solo llegaba a nivel 6 y todo su cuerpo terminaba adolorido.

Al final del día, Viggo le pidió a Sakura y Ana que se fueran a casa sin él, ya que se iba quedar entrenando un par de horas más. Después de eso él continúo entrenando con Odiseo, pero cuando dio la noche, Odiseo le dijo que sería contraproducente seguir entrenando, así que le dijo que volviera a su casa. Odiseo se fue a su habitación en la mansión de la familia Hera y Viggo quedó solo.

El domo estaba en completo silencio y la única luz que había era la que iluminaba el centro de la arena, donde Viggo estaba de pie. Fuera de eso, todo estaba en penumbras.

Viggo estaba quieto en el centro de la arena y miraba la oscuridad como queriendo encontrar la respuesta a sus molestias. Odiseo le había dicho que no necesitaba ser enseñado más allá de ayudarlo a perfeccionar sus habilidades de combate. Cosa que de por sí desanimo a Viggo, ya que él entendió que no tenía margen para mejora ¿Acaso eso es lo que le dice un maestro a su discípulo? En ese aspecto, aunque su maestro era un tipo huraño, era cien veces mejor que Odiseo.

En ese momento en que Viggo elevaba la posición de Kratos como maestro, la puerta del domo se abrió y una larga silueta oscura entró. Se movía en su dirección y por la forma de caminar, Viggo supo que era su padre.

-¿Pensé que ya te habías ido?- pregunto Viggo

Los pasos de Kain reverberaban en el silencioso domo a medida que la gran silueta se hacía más grandes, hasta que llego al círculo de luz que iluminaba la arena. Cabello blanco y apariencia élfica, era su padre.

-Si vuelvo sin ti, tu madre me matara- dijo Kain con una sonrisa en los labios

-Puede parecer eso, pero me da la impresión de que le gustaría tomar a Sakura y Ana como hijas en lugar de a mi-

-¿El gran Viggo está celoso de sus esposas?-

Viggo se sonrojo y miró hacia otro lado. Kain soltó una risita y se acercó hasta quedar a un metro de Viggo.

-¿Qué pasa? ¿ningún avance?- pregunto Kain

Viggo negó con la cabeza mientras miraba al suelo.

Kain le dio unas palmadas en el hombro y le dijo -¿Qué pasa con esa cara? No es el fin del mundo. Vamos, tu viejo te dará algunos de esos consejos filosóficos que tanto te gustan-

Viggo hizo una sonrisa incomoda y lo miró a la cara pensando que Kain le estaba diciendo una broma como siempre. Sin embargo, el rostro de Kain estaba sereno, con sus ojos azules enfocados en él mientras analizaba su actitud con la mirada.

-Sabes que no soy bueno para esas cosas filosóficas- dijo Viggo con una sonrisa

-Lo sé, muchacho, soy tu padre- dijo Kain, tendió la mano con dirección al suelo y lo invitó a sentarse. Una vez que los dos estuvieron sentados, Kain saco unas copas y una botella de Estus. Viggo al ver la botella, se relamió los labios.

-Padre ¿Qué es esto? Nada que haya probado se le parece. Es, es tan, no sabría describirlo, pero me siento feliz cuando lo pruebo-

-Se llama Estus- dijo Kain -es una combinación de hiervas y algunas sangres y huesos de animales especiales-

Viggo frunció el ceño y pensó que mejor no debió preguntar. Kain soltó una risita al ver su cara, sirvió dos copas y le tendió una a Viggo. Él la tomo, Kain le ofreció un brindis y las dos copas chocaron.

Después de beber un largo sorbo, Kain dijo -Odiseo me dijo que no tuvieron ningún progreso a pesar de que estuvieron entrenando todo el día-

Viggo frunció el ceño y le dijo -me dijo que mejor lo dejáramos hasta aquí, que seguir intentándolo en un estado de cansancio sería contraproducente-

-¿Qué más?-

Viggo lo miró a los ojos y agacho la mirada -dijo que solo me faltaba experiencia en combate y pulir mis habilidades. Que solo podía perfeccionar mis habilidades y aumentar mi experiencia en combate-

-Aha- respondió Kain asintiendo

-¿No vas a decir nada?- pregunto Viggo enojado

-Bueno ¿Qué te puedo decir? En parte, Odiseo está en lo cierto. Seguir insistiendo en algo cuando estas demasiado cansado, será contraproducente. Necesitas romper el ritmo haciendo algo diferente y volver después con una mente renovada-

-No entiendo-

Kain soltó un suspiro y continuo -por otro lado, Odiseo está aprendiendo a entrenar a otra persona. Es diferente dar instrucciones a enseñar a alguien a luchar. En el primero caso solo importa el resultado sin importar si la persona entendió lo que estaba haciendo. En cambio, enseñar a una persona se convierte en un fracaso si la persona enseñada no entiende lo que está haciendo. Incluso un mono podría aprender a jugar a las cartas, pero solo un guerrero puede pensar, mejorar y seguir progresando. Sin embargo, para lograr tal avance, necesita saber dónde se está equivocando ¿Qué me dices? ¿Puedes percibir donde te estas equivocando?-

Viggo negó mientras apretaba los labios, le dio otro sorbo a su copa y miró el suelo, como si ahí estuviera la respuesta. Kain estiró su mano y le tomo la barbilla y le levantó la mirada.

-No mires el suelo, ahí no están las respuestas. Piensa en lo que haces siempre y busca el patrón-

-No lo entiendo, padre-

-No te rindas tan pronto- dijo Kain soltándole la barbilla -piensa cómo lo hacías antes ¿Qué cambió cuando llegaste acá a Orario? Me dijiste que tu maestro te elogió por tus aptitudes-

Viggo asintió y dijo -me dijo que tenía buenos instintos- y solo escuchar esas palabras, llevaron a Viggo a un momento de contemplación en donde todas sus experiencias pasaron por su cabeza.