Ella es la amante

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—Shaojie… en realidad no nos separamos oficialmente, ¿verdad?

Al escuchar esto, Yin Shaojie arrugó la frente.

Al ver el cambio en su expresión, pensó que había tocado un nervio y sonrió aún más.

Lo miró de reojo y dijo: —Así que, estrictamente hablando, Xiaoxiao es una... ¿amante? Creo que, dada la personalidad de Xiaoxiao, si descubre que se ha convertido en una amante, probablemente se derrumbará, ¿no?

El pecho de Yin Shaojie estaba lleno de ira y sus ojos oscuros la miraban helados. Parecía haber exprimido las palabras con los dientes apretados mientras la señalaba con el dedo y le decía: —¡Su Lin, te atreves!

—¿Por qué no? —levantó la barbilla como una reina altiva—. Todavía no hemos terminado, así que todavía me perteneces y ella es la amante. ¿Me equivoco? ¡Ésta es la verdad! ¿Por qué no me atrevería a decirlo?

Las manos de Yin Shaojie colgando a su lado se apretaron en puños y sus ojos se pusieron rojos de ira.