Una vez, mi madre me dijo que cuando nací parecía un demonio. Tenía el cuerpo de un humano, pero mi piel era azul y mi pelo blanco, como el de mi madre. Sin embargo, cuando cumplí un año, mi piel ya se había vuelto blanca y mi pelo negro, como según dice papá, lo tenía mi abuelo humano. Mamá dijo que tuve suerte, porque así sería aceptado entre los humanos y demonios. Ella siempre fue ruidosa y estricta; el único que la controlaba era papá. Mi madre es una lunática, pero amaba a papá de manera incondicional.
Yo admiraba a mi padre. Él era un héroe y mamá siempre me contaba sus historias de cómo peleó y cómo derrotó a sus enemigos. Pero cuando papá estaba conmigo, siempre se dedicaba a jugar y enseñarme cosas del mundo. Yo amaba a mi padre; él es mi héroe. Sin embargo, un día él llegó malherido. Kajakut lo había herido de muerte y murió rodeado por mamá, su mejor amigo Perugius y yo.Antes de morir me dijo que viviera la vida si arrepentimientos y fuera feliz y le encargo a mamá entrenarme. Y a Perugius cuidarme, y les hizo jurar a ambos no matarse entre si, y así mi héroe murió, creo que fue la primera vez que llore en mi vida.
Partí con mi madre al continente demoníaco, donde completé mi entrenamiento. Cuando ya me sentí listo, tomé su gran espada y me marché rumbo al reino del rey Dragón. Ahí estaba un amigo de mis padres, el demonio herrero Julián Jalisco. Este hombre era tan bueno en su trabajo que ni los caballeros de Milis lo acosaban.
Yo, al ser mestizo humano-demonio y parecer un humano, salvo por mi inmortalidad, pasé sin problemas hasta llegar al continente central. Mientras cruzaba el desierto, encontré a dos mujeres: una chica de unos 15 años, morena, que se hacía llamar Chikita (aunque yo también me veo de 16 años a pesar de que tengo casi 60 años; muchos piensan que soy un niño). Ese mismo día encontré a una mujer caballero llamada Shaina Marianne de 22 años, antigua miembro de los caballeros sagrados de Milis, pero ahora usaba una armadura negra y era llamada la caballero del Dios de la Muerte, a pesar de que no tenía nada que ver con el Dios de la Muerte, Laxus.
Luego de salvarla, las llevé hasta la ciudad más cercana, donde Julián Jalisco encomendó una misión: matar al rey emperador maligno, el dragón Kajakut, un enorme dragón dorado que había sembrado el miedo por siglos. Fue un aliado de los demonios en la guerra de Laplace y, luego de eso, se retiró a las montañas. El demonio herrero Julián quería forjar con el cuerpo de Kajakut espadas mágicas.
¿Se preguntarán por qué quería el cadáver de este monstruo para forjar espadas? ; la respuesta es que el Dragon puede dominar la magia de gravedad.
En la ciudad había varios grupos que partirían a la misión: los caballeros sagrados de Milis, el grupo mercenario Panther, el grupo Fénix, que solo pelea con las manos, y cientos de magos y espadachines.
Formé un grupo con Shaina y Chikita, y partimos a la aventura, donde rescatamos a una maga cuyo grupo fue aniquilado. Se llamaba Frau Claudia (posteriormente, esta maga fundaría la Universidad Mágica de Ranoa).
Luego de algunos contratiempos, y varias intrigas, donde un caballero sagrado quería matar a Shaina, porque esta sabía que era un traidor a su orden. Llegamos a la guarida de Kajakut, pero una promesa que le hice a Shaina me hizo abandonar el grupo. (ella sería miembro de mi grupo, pero yo debía dejarlos, si había peligro de que alguno muriera), pero mi amigo de la niñez el Líder del grupo Fenix, que me encontré en el bosque me hizo recapacitar
Cuando regresé, Kajakut estaba por matar a las chicas. Me presenté como el hijo de Kalman, Alex Ryback Kalman II y me enfrenté a este ser; ya lo tenía casi muerto, pero un error me hizo trastabillar. Cuando el dragón me iba a incinerar, Shaina me salvó la vida, y cuando dudé de mí mismo, Chikita me dio el coraje para acabar con Kajakut.
Luego de eso, con los restos del. Dragon se forjaron 48 espadas mágicas. Cuando me disponía a regresar al continente demoníaco, Julián Jalisco me trajo la espada Kajakut, la más poderosa de las espadas.
Con Chikita y Shaina, partimos al continente demoníaco, donde le informé a mi madre que había vengado a papá. Ella solo dio una gran risotada, pero sé que en el fondo estaba feliz de que tomara venganza y me nombró un héroe, según la lógica demoníaca.
Pasaron años y Shaina y Chikita se volvieron mis amantes. De hecho, Shaina tuvo mi primer hijo, pero a medida que envejecieron y veían que yo aún me veía joven, decidieron retirarse al reino Dragón, donde abrieron un restaurante.
Mi hijo no se interesó en la espada y decidió dedicarse a ayudar a Shaina y Chikita. Años después, mi primer hijo conocería a una chica humana con sangre élfica y tendrían un hijo al que llamaron Randolph.
Después de la muerte de Shaina y Chiquita, decidí vagar por el mundo. Derroté al Dios del Cauce y al Dios del Filo, me volví la séptima potencia mundial y el nombre Kalman II se hizo famoso se escribieron muchos libros y bardos escribían canciones sobre mis aventuras .
Mi espada era poderosa; nadie podía derrotarme. Vagué por el mundo, derrotando a todas las criaturas que asolaban a la humanidad, entre ellas un Behemoth gigante de varios kilómetros de largo. La batalla duró días y casi muero. Luego de matarlo, mi leyenda creció aún más. Tiempo después, usando los huesos del Behemoth como murallas, se fundó la ciudad de Lapam.
Me uní a los otros dos dioses en espada y conquistamos y recorrímos varios laberintos, tal como mi padre en su juventud. Me sentía invencible; realmente era el espadachín más poderoso del mundo, hasta que un día conocí al nuevo Dios dragón.
Había escuchado muchos rumores sobre él, que mataba inesperadamente a gente al azar y desaparecía, que robaba implementos mágicos a aventureros al azar que habían encontrado luego de conquistar un laberinto.
Pero, por tradición, los dioses del Norte somos aliados del Dios Dragón. Lamentablemente, no conocí a Urupen, y papá siempre hablaba bien de él; decían que era muy poderoso.
El día que conocí al sucesor de Urupen, me paralicé del terror. Él solo me miró sin mucho interés. Yo quería decirle que quería reafirmar la alianza entre Kalman y el Dios Dragón, pero por algún motivo me paralicé del terror. Él no me hizo nada, solo me miró y se fue. Tiempo después, pensando en nuestro encuentro y en el relato de varios testigos que se habían topado con él, pensé que tal vez tenía alguna especie de maldición. Luego de hablar de eso con Perugius, este me lo confirmó. Aunque Perugius no le agradaba este Dios Dragón que se llama Orsted, lo cual me pareció raro. Perugius, el Dios Dragón, el monarca de Asura y Kalman deberían ser aliados por siempre, o al menos eso pienso según la lógica de héroe que siempre he perseguido...
Cuando fui a la zona de conflicto, había un país que había logrado unificar a esos países; sin embargo, su monarca y su sumo sacerdote eran unos corruptos, criminales pedófilos y asesinos. Así que los maté. Me sentía en regocijo y un verdadero héroe. Mientras celebraba, un niño robó mi espada y se la vendió a un santo del filo. Podría derrotar a un santo del filo solo con un dedo, pero con la espada se volvió monstruosamente fuerte, casi a nivel emperador del filo, casi rozando el nivel divino. Tuve muchos problemas para derrotarlo. Cuando finalmente lo derroté, el chico lloró y me maldijo.
—"Por tu culpa, este país se fue a la mierda. Eran unos tiranos, sí, pero mantenían a este país unido. Ahora hay una guerra civil y miles más han muerto por tu culpa" . Me grito
Ahí me di cuenta de que tenía razón.
los mate solo por mi gloria personal, pensé que matando gente malvada es lo que hace un héroe, pero no me di cuenta que esta gente mantenía el orden en este país y al asesinarlos hundi esta zona en el caos del cual nunca han podido salir , posteriormente muchos paises surgirian de este antiguo reino y sería conocido como la zona de conflicto
Además, me cuestioné: ¿seré tan fuerte o es solo esta espada?.
Años después, me casaría y tendría mi segundo hijo, al que llamé Aleksander. Me establecí un tiempo en Asura, donde vi cómo el rey era un papanatas y su ministro Darius, un cerdo. Tuve la intención de asesinar al Ministro , pero mis recuerdos de lo que hice en la zona de conflicto me lo impidieron. Lo último que hice fue salvar a una demonio migurd de ser llevada al harén de ese cerdo.
Mi esposa falleció poco después y le di a Alek la espada y el nombre de Kalman III. El chico tiene una obsesión por ser un héroe, como yo a su edad, pero estoy seguro de que llevará bien el nombre de Kalman. Pasaron unos años y solo adopté un bastón para combatir, renunciando a la espada. Me di cuenta de lo que me decía papá: el estilo Dios del Norte fue fundado para que los débiles pudieran defenderse. Y es cierto, puedes usar cualquier arma e incluso lisiados, ciegos y personas con poco o nada de Touki pueden usarlo y al usar este bastón siento que soy más fuerte que nunca. Tomé discípulos y les enseñé el Estilo, aunque fueron una decepción en especial Aubert qué se volvió un mercenario.
Aun así, seguí enseñando a personas que encontraba: aventureros, mujeres, niños y ancianos. Eso me llenó el corazón y sentí que estaba cumpliendo con mi padre al extender su estilo de lucha, aunque muchas técnicas del Dios del norte fueron creadas después de la muerte de papá, aún así me sentía pleno siguiendo los pasos de Kalman I.
Un día conocí a un niño llamado Doga; parecía un gigante, pero era un chico con talento y corazón puro. Rápidamente lo tomé como discípulo y se volvió aun muy joven, emperador del norte. Nos fuimos a trabajar a la zona de conflicto, impartiendo mis enseñanzas entre mercenarios y aventureros, además de explorar laberintos, hasta que una noticia llegó desde Asura: el ministro Darius había sido asesinado y la princesa Ariel sería la próxima reina. También escuché que la diosa del agua, Reida, Michel Rodrí, Camille Atris, Wi Taa, NuckledGard y el mismísimo Aubert habían sido asesinados por un joven general asurano al servicio de la princesa y un hombre aterrador de la raza dragón al servicio de Perugius.
Había conocido a varios miembros de la raza dragón en mis aventuras, y todos eran amables; solo uno era aterrador y calza con esta descripción. El dios dragón, y al parecer intervino para salvar a Perugius. Tal vez se aliaron, pensé, y aún más cuando supe que Perugius apoyó a la princesa Ariel, algo que no había ocurrido desde que Gaunis era rey.
Eso quiere decir que esta mujer, esta futura reina, es algo especial. Así que decidí rápidamente que debía volver a Asura para unirme a la alianza, pero dejé a Doga en la zona de conflicto y me dirigí solo para reunir más información, ya que no se puede confiar en los informes que los aventureros distorsionan a medida que se transmiten de boca en boca.
Cuando llegué a Asura, el rey había muerto y la reina sería proclamada en unos días. Durante ese tiempo, vi cómo trataron de atentar contra su vida y yo estaba por involucrarme para darme a conocer; sin embargo, a su majestad la protegían varios guerreros: una reina espada feral , una emperatriz del cauce, un triple santo, y el que dicen es el amante de la reina, un joven general, que según rumores es un mago imperial de la universidad de Ranoa, y rey del norte, y al parecer mi propia madre lo nombró, ademas es rey del cauce, con mis propios ojos vi como asesino al emperador del filo Dani Darkbird usando técnicas de magia y técnicas del dios del norte incluida técnicas que el mismo debe hacer creado, lo mire con una gran sonrisa junto a dos practicantes del Dios del filo qué observaban como idiotas, lamentablente tuve que matar a un rey del cauce que planeaba atacarlos a traición, cuando quise convencerlo de rendirse el idiota trato de atacarme y lo mate de un fierrazo en el en el craneo.
Luego de observar a este chico, me di cuenta de cómo la reina Ariel fue capaz de derrotar a tan temibles enemigos y tomar el trono y como lograron matar al poderoso ministro Darius.
Una vez reuní información, de las políticas de la reina Ariel y la opinión del pueblo que la amaba, me convencí: ella es tal como Gaunis decía que debía ser un monarca. Regresé a la zona de conflicto, donde, luego de hacer unos trabajos, regresamos a Asura para la coronación. Cuando la reina fue coronada y salió al gran balcón del palacio de plata, donde escuché sus anuncios para el futuro .
Ahora definitivamente entiendo por qué Orsted y Perugius la apoyan.
Había llegado la hora de presentarme ante ella, pero a la gente de Ars, más que sus anuncios, empezaron a chismear del hombre que salió del brazo de la reina. Era ese joven general. Si antes había dudas de que era su amante, luego de ese beso en la mejilla que la reina le dio, toda Asura está segura de que el amante de Ariel es este chico, aunque dicen que casi nunca está en Ars, ya que al parecer este tipo sirve en Ranoa al mismísimo Dios dragon .
La gente dice que la reina se buscó un amante que no se entrometa en asuntos del reino. Según lo que averigüé, él solo visita a la reina en ciertas ocasiones y se dedica a su seguridad en momentos como este. Además, se encarga de hacer alianzas por el mundo a nombre de Orsted para combatir a Laplace.
Y entonces pensé: tal vez mi misión no es ser el protagonista; tal vez soy el héroe que ayuda en las sombras al héroe principal. Si Rudeus y Ariel son los héroes de esta historia, yo seré el héroe secundario que los apoyará en lo que necesiten.
Mientras pensaba en eso, junto con Doga le revelan os nuestra identidad a una reina espada Feral para que nos llevara con la reina.