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El señor Marias

Parte 1 - Las expectativas

Ya teníamos listo los primeros bocetos de los pantalones Harem, iba a ser negros con blanco con líneas azules, con toques desgastado como si se tratara de un pantalón que hubiera pasado por mucho.

Los demás seguían discutiendo por el diseño, lo raro que Enko había comenzado a trabajar en el pantalón mientras sus compañeros de equipo seguían peleando.

-¿Asuna son así siempre?

-Por desgracia si, esa es otra de las razones porque no me gusta ser equipo con ellos, no logran ponerse de acuerdo y Enko como vez hace lo quiere Hikaru... Tal vez no debería juzgarlo, al final creo que hago lo mismo, pero los demás no son capaces de mediar.

Me era irónico que precisamente sea Asuna la que hablara de problemas de grupo, ya que cuando llegue a su clase no hace mucho ella tenía el mismo problema.

-Entonces van a comenzar hacer el pantalón chicos. - Dijo Aki mientras veían como discutían los demás.

-Supongo...

-No Hikaru, tu vuelve a seguir practicando en la máquina, as avanzado bien, pero te falta aún para que puedas ser mi asistente.

-Que palabras tan alentadoras de mi amiga.

Sabía que estaba mejorando con la máquina, pero no era suficiente para Asuna, eso era frustrante.

-Hikaru, se como te sientes, pero es mejor que te diga la verdad, en vez de suavizarla, sabes que suelo jugar con las cosas, pero esto lo amo en verdad, por eso prefiero decirte las cosas como son, si fuera por experiencia no estás muy cerca mío, se que te debe doler eso, pero creo que en poco tiempo podrás alcanzar el nivel que espero de ti, y después estoy segura que estarás a mi mismo nivel, incluso tengo al de miedo que me superes, si sirve de algo avanzas más rápido que yo, Hikaru, eso es mucho decir, pero que no se te suba a la cabeza...

Las palabras de Asuna me habían hecho sentir mejor de alguna forma, aunque ahora me preocupa si realmente podría cumplir sus expectativas.

Asuna se puso roja de vergüenza, cuando terminó de hablarme noto que todos estaban callados escuchando lo que ella decía, la mayoría con cara de que no creía que esas palabras salieran de Asuna, todo a excepción de Enko Yoke que seguía en lo suyo.

-Podrían concentrarse en lo suyo y no espiarnos mientras converso con mi amigo... - Dijo Asuna algo molesta.

Aki se reía un poco lo que no le hizo mucha gracia a Asuna, pero no se podía evitar no hacerlo. Le pedí que me diera instrucciones para romper el ambiente y me mandó a ser costuras a la inversa cosa que conseguí fácilmente después de ver un par de veces como lo hacía Asuna.

La clase termino y había llegado el momento de irnos a casa.

Estábamos caminando hacia la salida del colegio mientras Asuna molestaba a Akari mientras me toqueteaba, cosa que tuve que pararla, porque se estaba pasando un poco.

-Solo estaba bromeando con ustedes, no sé enojen tanto conmigo.

-Tu te pasas Asuna, una cosa es querer molestar o jugar una broma, pero no vuelvas a tocar el trasero de Hika, eso solo puedo hacer yo, ¿Entendiste?

-No veo la ley que prohíba tocarlo, y agradece que solo voy por sus nalgas Akari. Jejeje.

-Te estás pasando Asuna y concuerdo con Aki ella es la única que debería poder tocarme... Pero que me hacen decir... Solo no sigas jugueteando así, me pone incómodo... ¿Asuna ese no es tu papá?, allá en la entrada.

Asuna al ver a su padre salió corriendo a abrazarlo.

El señor Marias era un hombre de edad de pelo canoso, con cicatrices de mordedura de perro en la ceja y la pera, usaba unos lentes bifocales, pese a sus antiguas heridas tenía un rostro muy amable.

Asuna no paraba de abrazar a su papá, mientras se frotaba en su pecho.

Yo le acerque para saludar. El papá de Asuna se sorprendió al verme.

-Cuanto tiempo hijo, a sido un largo tiempo de la última vez que nos vimos.

-Si a pasado mucho tiempo desde la última vez, señor Marias.

-Muchas gracias por siempre acompañar a mi niña, ¿Cómo as estado?

-Muy bien señor, y no me agradezca, siempre disfruto del tiempo que pasa con mi amiga.

-Esto me alegra, ¿Quién es la hermosa señorita que está a tu lado Hikaru.

No pudo evitar sorprenderme que viera a Akari, eso significaba que el, en algún momento vio morir a alguien, situación que hacia que sintiera me daba un huelco al corazón.

-La hermosa mujer que está a mi lado, es mi novia, señor Marias.

Aki se presentó con una pequeña reverencia.

El señor Marias miro a su hija y luego a mi.

-Ya veo... - dijo con un tono de tristeza.

-¿Papá que haces aquí?

-Que este viejo no puede venir a ver a recoger a su hijita. - Dijo mientras acariciaba el pelo de Asuna.

-Por su puesto que si, me alegro mucho esto.

-Ven hija necesito hablar unas cositas contigo Asuna, les robaré a mi hija por hoy niños, fue un gusto verte hijo, y un placer conocerte Akari.

Parte 2 - Una oferta que no podrás rechazar.

Yo y mi padre caminabamos por la nevada calle que conducía al barrio comercial de Arekkaido, nueve calles de largo de puros locales de ventas varias.

-¿Por que me traes por acá papá?

-Hijita no es un misterio que mi salud está empeorando, y con las condiciones actuales en la que me encuentro no sé cuánto podré seguir trabajando en la empresa...

-¿Papa no me digas que te queda poco tiempo de vida...? - Dije muy preocupada.

-No, no hija, no llores cambia esa cara, no me refiero a eso, espero durar un buen par de años más si haci los dioses me lo permiten, pero no creo poder seguir trabajando mucho más tiempo en dónde estoy querida, ya me canso con mucha facilidad... tranquila mi bebé no llores.

Mi papá me dio un fuerte abrazo para que se calmara.

-Ven toma la mano de este viejo.

Yo tome la mano callosa de mi padre y también abrase su brazo.

-Como iba diciendo, pronto renunciare, aunque intentaré estar el mayor tiempo que dure, por eso quería molestarte con algo, quiero preparar un negocio que pueda manejar una ves me retire, cómo soy tu padre y tienes 16 años puedo firmar una autorización para que puedas manejar ese local tu, obviamente después que termines tus clases y cuando termines el colegio yo me haré cargo, para que puedas estudiar lo que quieras, tendrás tu sueldo, y el horario lo manejarlas tu, también puedes elegir que negocio poner... Se que pido mucho, cómo padre no debería molestarte con esto, incluso me duele, pero solo te tengo a ti, ¿podrías hacerle este favor a este viejo?

Estaba muy callada escuchando a mi padre, para prestarle la mayor atención posible.

-Enserio me permites hacer todo, eso, por supuesto que sí, mil veces si, infinitamente si, puedo tener empleados que ayuden?

Mi papá se había sacado los lentes para poder limpiarse una lagrimilla.

-Por su puesto que si, pero uno solo al menso al inicio, después veremos cómo van las cosas... Me alegro que te guste la idea hija.

-Por supuesto que me iba a gustar, sabes que me gusta más estás cosas que estudiar para las tonterías que nos pasan en clases.

El papá de Asuana no pudo evitar reír.

-Debería reprenderte por eso, pero sola te has ido abriendo camino, eso me alegra... Hijita si alguna vez te he fallado te pido disculpas... Yo... Siempre tuve la culpa de todo lo que sucedió con tu madre, quiero que siempre sepas eso.

-Papa descuida eso ya no es necesario, no te culpes por cosas que hice yo, pero no quiero hablar de eso, y no me pidas disculpas as hecho todo por mi eso me hace feliz.

-Como quieras mi niña, mira hemos llegado.

-A dónde llegamos papá?

-A nuestro nuevo local, justo este que está aquí en el esquina, 62 metros cuadrados divididos en dos pisos, para poner lo que quieras, solo dime, estaré en casa los próximos 3 días, pedí permiso para descansar unos días y estar contigo mi niña.

-El local es hermosos, aquí estaba antes estaba el antiguo videoclub, lastima que cerro hace años... Creo que se me ocurrió que podríamos poner aquí como negocio y creo saber bien a quien quiero de empleado papá.

-Sobre el empleado creo saber a quien te refieres hijita, pero ¿Qué negocio se te ocurrió?

-Me dejarías hablarlo con esa persona primero, hace no mucho tiempo hablamos de esto, pero nunca pensé que existiría esa posibilidad, todo gracias a ti papá, te aseguro que no te decepcionaré.

-Incluso si fallaras nunca me decepcionarías hija mía, yo ya estoy lo suficientemente orgulloso de ti.

Yo sonreía muy naturalmente, estaba muy feliz sobre todo por la oportunidad que tenía enfrente.

-Vamos a comer unos tacos en la tienda de enfrente y luego entramos a ver nuestra tienda que te parece ¿Asuna?

-Tacos, quiero tacos papá, vamos antes que se acaben los mejores ingredientes.

Mi padre veía muy feliz viéndome, tanto que le dolía tener que mentirle con respecto a su enfermedad.