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capitulo 4

Capítulo 4: Conflictos y Revelaciones

Cuando llega a su casa, sus hermanas le preguntan cómo le fue y ella les respondió muy obstinada:

—Mal, me fue mal. Ese niño es un creído y no lo quiero volver a tratar. Tiene el ego muy alto.—¿Qué te dijo? —preguntan sus hermanas.—Que no dijo, él es un odioso. Le pedí su Facebook y me dijo que no tenía. Después, estaba metido en Facebook. Le estaba hablando y no me miraba. Además, me dijo caprichosa mimada —le respondió ella con sangre en los ojos.

Llega el amigo de Valeria y le dice:

—Valeria, Juan te está llamando.

—¿Él? ¿Para qué me llama? ¿No le quedó claro que me cae mal? —dijo ella.

—No sé, pero me dijo que te llamara.

—Dile que ya voy, gracias —dijo ella, aunque en su mente estaba maldiciendo a Juan.

Ella llega y le dice:

—Cuéntame, ¿qué quieres decirme que me mandaste a llamar?

—¿No puedo llamarte? —exclamó él.

—Claro que puedes, es tu decisión. Pero no hace mucho me trataste muy feo.

—Lo lamento, Juan S'n.

—¿Cómo así "Juan S'n"?

—dice ella confundida.

—Así me puedes encontrar en Facebook. ¿Tú cómo apareces?

—Aparezco como Vale Gómez. Tranquilo, ya no quiero tu Facebook.Él procede a buscarla en Facebook y le dice:

—Reyna, ya te tengo en Facebook.

—¿Reyna? No, claro que no me tienes en Facebook. No te conozco.

—Sí, Reyna. ¡Ja, ja! —Se ríe de manera arrogante mientras la mira a los ojos y le dice—: Eres muy linda. Disculpa mi actitud, es que estaba jugando Free Fire.

—Ah, dale, tranquilo.—le responde ella, aunque todavía le tenía rabia.

—¿Qué te parece si salimos?

—Emm, sí, claro. ¿Cuándo? —le responde ella, sabiendo que esa era su oportunidad para bajarle el ego y la arrogancia.

—Hoy mismo. Hay una feria en el muelle. ¿Te gustaría ir conmigo y con Jefferson?

—Sí, claro, ¿por qué no? —dice ella.

—Bueno, Reyna.

—Bueno, pero deja de decirme Reyna, no seas liso.

—¿Liso? ¡Ja, ja! No!!. pero bueno, no lo haré más.

—Bueno, chao, Juan.

—Chao, Vale.

Ella llega a su casa y las hermanas le preguntan:

—¿Por qué aceptaste, si nos cayó mal a todas?A lo que ella responde:

—Lo sé, y es justo por lo mismo. Voy a bajarle el ego. Además, ahora está más pasivo.

—Uy, hermana, ¿y si crees lograrlo?

—¡Siempre lo logro! —responde ella con ego, pues es mucho más egocéntrica que él.

—¡Ja, ja! ¡Ay, hermana, como quieras! Eres muy rara —dice su hermana menor.