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The Last Rising Sun (Spanish ver.)

Alek Gusev es un investigador científico de alto nivel que creó uno de los mayores inventos de la humanidad. Sin embargo, según quiso el destino, esta misma creación destruye todo lo que conocía, matándolo en el proceso. Ahora ha reencarnado en otro mundo sin sus recuerdos. ¿Qué pasará en la nueva vida de nuestro protagonista? Nota del autor: Multiverso próximamente. Además, esta es una historia que se desarrolla lentamente. El volumen 1 está en proceso de remake, pero tenéis el volumen 1 original hasta ahora.

NotPolarArtic · Komik
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179 Chs

Capítulo 178: Through the Fire and Flames (Final)

-Océano Carmesí-

Los susurros, uno tras otro, se alzaron como vapor en el cielo. Aquel lugar frío. Aquel lugar cálido. Aquel lugar que lo ha hecho sufrir durante tanto tiempo lo está abrazando, aceptando a esta miserable alma en su propia muerte. Aquellos susurros parecían celebrar este suceso, y estos solo siguieron alzando su volumen, regocijándose, ahora convirtiéndose en gritos de alegría.

El cayó dentro de la sangre, se hundió en lo profundo del líquido carmesí. Sintió frío, sintió dolor. Sintió su propia muerte.

"¿Yo… estoy muriendo…?"

Era normal pensar eso. Si tu torso tenía un agujero del tamaño de tu propia cabeza, es normal pensar en esa posibilidad. Aun así, el dolor que sentía era punzante y, a la vez, placentero. Aquel dolor se sentía muy familiar para él. En sus recuerdos, en su pasado, se dió cuenta que él siempre era el saco de boxeo de alguien más. Sonrió al pensar que él sería una especie de juguete antiestrés ya que todos siempre lo usaban para desahogarse, ya sea siendo agrediendo física o mentalmente. ¿O por qué no ambas?

El problema aquí era esa forma de pensar que él tiene. No lo llevará a ningún lado. Solo seguirá hundiéndose en esta oscuridad.

Cuando tocó el fondo del océano carmesí, escuchó unos gritos que venían de la superficie. De inmediato supo que esos gritos de desesperación eran de Konan. Toru no tenía idea de lo que está pasando allí arriba, pero sabía que en ese momento su vida ya había terminado. Fue una muerte horrible y, hasta cierto punto, triste de recordar. Le prometió a Konan que se quedaría a su lado para siempre, pero ahora se encontraba atado de manos y pies en el fondo de este líquido sangriento con grilletes y cadenas.

"Konan… yo… no quiero decepcionarte. Ya he decepcionado a demasiada gente"

Pero sintió que su muerte era algo que debía pasar tarde o temprano.

Era irónico. La muerte siempre era algo recurrente en sus dos vidas. En su antigua vida, él era aquel que mataba personas para mantener su experimento (La luz de la humanidad) bajo control. Al menos en esa vida tenía un motivo aún mayor para hacerlo, que era ayudar a la humanidad con energía parcialmente infinita. Pero ahora, en esta vida, él simplemente mató porque podía. Aunque si hubo beneficios de por medio, pero solo para sí mismo. Está vez se permitió ser más egoísta, no porque él quiera, sino porque lo necesitaba. 

Al final Toru era alguien que solo actuaba para sí mismo de forma inconsciente. Su propia mente preparaba los escenarios en los que debía involucrarse para así…

Para así no sufrir como en su vida pasada…

-Campo de Batalla-

En el momento que Madara le destrozó el torso a Toru y lo pateó como basura para luego destrozar la herencia que Kyoko le dejó a este chico (las dagas), todos vieron como Toru cayó como una mosca ante el poder de este bastardo. De hecho, Sasuke gritó el nombre de Toru cuando esto pasó, pero no pudo hacer nada para evitarlo.

Consumido por los recuerdos del pasado, Sasuke pensó que dejar morir a Toru también hacía que los esfuerzos de su hermano mayor, Itachi, hayan sido en vano, por lo que, impulsándose con la pierna derecha, empuñó la katana con fuerza y los ojos del sufrimiento, el Sharingan, brillaron y se agudizaron dentro de sus cuencas. 

Con su cuerpo relampagueando delante de Madara, levantó su katana y la lanzó, pero ese tipo solo se burló de él cuando la espada solo se clavó a un lado de él. Esto hizo que Madara se burlara de Sasuke mientras hablaba con Tobirama

"Tienes que sacrificar algo para proteger algo" dijo el Uchiha tomando el mango de la espada. "Ya sea un amigo, un hermano o incluso un hijo" 

Inmovilizado en el suelo, Tobirama gritó: "¡No lo hagas, Madara! ¡Él aún es un niño!"

Sin embargo, este hombre solo lo ignoró y clavó la espada en el corazón de Sasuke. Aun burlándose del chico, Madara lo miró con seriedad.

"Aun cuando te di tanto tiempo para atacarme. Es una lastima" 

Obviamente decepcionado, dejó caer a Sasuke y negó con la cabeza.

"El hecho de que tengas esos ojos es prueba de que has perdido muchas cosas. Parece también que estás buscando algo, pero eso terminará igual. Ese será el final de las cosas. Te perderás en el abismo"

Quejándose, con la sangre saliendo de su pecho, Sasuke intentó levantarse, pero inmediatamente perdió la fuerza y cayó de cara. Se arrastró en el suelo y frunció el ceño con ira.

'No voy a morir… ¡No voy a morir!' se dijo a sí mismo. Él aún quería convertirse en Hokage y recrear la aldea según sus ideales. Él quería mostrarle a todos como debe ser un verdadero Kage. El sacrificio y sufrimiento de Itachi no iba a ser en vano, mucho menos la muerte de Toru. 

'Aquel día…'

Aquel día Sasuke vio la nota que Toru le dejó a Itachi junto a esas extrañas pastillas. Se veía que Toru quería salvar a Itachi y se dió cuenta de que lo que hizo hasta ese momento estuvo mal. 

'Toru… bastardo… ¿Cómo te atreves a morir?'

El podía sentirlo, Toru también estaba muriendo. Ambos van a morir, nada cambiará eso. Este será el final de las cosas, ambos amigos de la infancia encontrarán su final en este campo de batalla. Envueltos en sangre carmesí, en lo profundo de la tierra, en la cima de esta estatua.

Sasuke ya no pudo levantarse, lentamente cerró los ojos y regresó al pasado mientras la vida abandona su cuerpo.

***

"¡TORU!"

Konan extendió sus alas, aún estando al lado de Hinata e Ino, y se impulsó con todas sus fuerzas al pequeño agujero que quedó luego de que Toru fuera enterrado. La fuerza con la que aterrizó fue tanta que dejó un gran cráter en el suelo. Casi al instante, con las manos desnudas, comenzó a cavar en el suelo desesperada.

Cuando ella vio a Toru ser atravesado por Madara, Konan vio el mundo entero en cámara lenta. Sintió como una parte de su corazón se rompía tan solo de ver a su amado siendo asesinado frente a sus ojos.

'Nagato… Yahiko… por favor… ayúdenme'

Ella rezó para que nada malo le pase a Toru. Aun si tenía que pedirle ayuda a Nagato y Yahiko, ella quería salvar a este chico. Además, ella de alguna manera podía sentirlo, él sigue vivo allí abajo, él aún vive, pero en cualquier momento se le acabará el oxígeno y su herida no es cualquier cosa. Cualquiera de estos dos factores puede matar a Toru en los próximos segundos y ella se encargará de salvarlo está vez.

Ella va a salvarlo…

'Por favor… no me hagas esto, Toru…' 

***

Un poco cerca de allí, Hinata e Ino miraron la desesperación de Konan por sacar a Toru de aquel agujero. Ellas vieron que esa mujer realmente amaba a Toru. Sin embargo, al ver esto ellas tuvieron esa sensación tan molesta que creció en sus corazones.

"Ya me di cuenta que no soy mejor que él…"

Ino realmente ha pensado en esto. El perdón es demasiado para Toru, pero dejarlo morir así sin más también era demasiado.

"Al menos muerete después de ayudarnos a matar a ese loco"

En retrospectiva, Toru podría ser de los pocos con el poder para matar a Madara, pues tenía los ojos que observan la muerte en la existencia. Ahora que Madara es un mortal, Toru podría cortar las líneas de muerte y derrotarlo, pero como sucedió con Obito antes… no era tan fácil como sonaba.

Sin importar si Ino odiaba y amaba a Toru, ella se lanzó al campo de batalla junto a Konan.

Hinata se quedó en silencio al ver esto. Ella de alguna forma compartía el mismo pensamiento que Ino. También recordó aquel lugar que vio mientras estaba entre la vida y la muerte. Allí estaba aquel niño que lloraba solo, era Toru. 

"Hanabi, quédate aquí. No, es mejor si abandonas el campo de batalla junto a los heridos"

"¡¿Qué?! Pero Toru está-"

"No importa. Todo va a estar bien. Ve Hanabi, esto es algo en lo que ya no te permitiré participar. Busca a nuestro padre y ve con el"

Hinata estaba decidida ahora. Así que, después de darle esa orden a Hanabi, ella dio un salto y llegó rápidamente a donde Ino y Konan.

"Haa… en serio ya no estoy entendiendo nada de lo que está pasando. ¿Eso quiere decir que están perdonando a Toru?" Frunció el ceño cruzándose de brazos. "Bueno… ¿Debería perdonarlo también? Él hizo muchas cosas malas, pero se está esforzando por hacer algo bueno. Ciertamente podría perdonarlo, pero seguiré enojada con él."

Ella se dio la vuelta mirando atrás por última vez y fue a buscar a Hiashi.

***

Una vez atrapados los Bijūs en el Gedō Mazō, Madara procedió a llevar al Jubi a su fase final en un segundo. Con esto, una gigantesca nube de vapor lo cubrió de pies a cabeza y la bestia con colas desapareció. Aquel hombre caminó entre el vapor que se formó mientras su cuerpo comenzaba a cambiar. Su cabello se volvió blanco como la nieve y su piel se tornó grisácea. Dos cuernos brotaron en su frente como una extraña placa. Sus brazos y piernas se volvieron negras, y traía una túnica que por fuera era del mismo color que su piel, mientras que por dentro era completamente negra.

"¿Es este el poder de los Seis Caminos? Ahora solo me falta mi ojo izquierdo" 

Contempló el campo de batalla pensando que ahora solo le falta una cosa. Dió un largo salto y floto en el cielo mientras se alejaba con la intención de acercarse a ese lugar.

'Con el traidor muerto, mi único objetivo ahora es mi ojo izquierdo. Una vez que lo consiga, el resto del plan fluirá como el agua'

El traidor, Toru, era el único que podía matar a Madara sin necesidad de jutsus poderosos. Simplemente usando las líneas de muerte que sus ojos muestran, el podría matar a Madara, pero si este hombre supera en velocidad al mocoso, entonces sería imposible aún teniendo el Shigan. Además, las dagas de Toru fueron destruidas, no queda nada de ellas.

"¿Qué es esto?" 

Sintió un poco de malestar en el estómago y, de repente, escupió dos pequeños objetos que se hicieron más grandes mientras caían al suelo.

"Herramientas del Rikudō, eh… Supongo que ya no importa"

-Océano Carmesí-

"¿De qué tanto hablan?" 

Los gritos de alegría se calmaron y todos volvieron a murmurar. Él no entendía de qué tanto hablaban esas almas, pero obviamente hablaban de él.

"¿Pueden callarse?" preguntó con un tono de voz monótona, pero los susurros no se detuvieron. "Ustedes, ¿qué es lo que quieren de mí?"

Una voz demasiado conocida para Toru respondió.

"Queremos verte sufrir"

El de inmediato abrió los ojos en shock y se levantó dentro del líquido para mirar los alrededores. Cuando miró al frente, su respiración tembló y aquellos recuerdos que le otorgaron está personalidad tan retorcida se proyectaron en su mente mientras reconocía a la mujer que sonreía mientras lo miraba.

Él bajó la mirada y sus ojos plateados se volvieron opacos.

"Incluso en esta vida… tu…"

"Tu vida ya ha acabado, hijo mío"

Esa repugnante voz femenina, aquel tono engreído con el que ella hablaba.

Podría decirse que Toru tiene una gran debilidad. Esa debilidad es su propio pasado. Aquellos sucesos que forjaron su mente hasta este momento, alguien que se ha quedado atrapado en el pasado, incluso en su antigua vida. Ahora que Toru recuperó sus emociones, podría sentir esas emociones tan familiares para él.

"Tu… todo este tiempo… estuviste aquí… madre…"

"Fufufu… todos están enojados, todos desean lo peor para ti. Pero no solo nosotros, incluso este Mundo desea tu sufrimiento. No vas a escapar, no irás a ningún lado. Ahora te quedarás con nosotros. Te haremos compañía por el resto de la eternidad."

"Cállate…"

"¿Hm…? ¿Qué dices? No puedo escucharte…"

"Cállate…"

La mirada vacía de Toru observó los pies de esa mujer. Ahora estaba de rodillas ante ella, justo como en el pasado. Las palabras eran como agujas para él. Cada vez que esa mujer dejaba salir su voz, él se sentía de regreso en esa vida. Esto no estaba bien. Él no quería volver al pasado. Él simplemente quería olvidar ese pasado, quería borrar todo eso de su ser. Pero el, entre más intentaba destruir ese pasado, este regresaba para torturarlo aún más.

"Que patético" dijo ella.

Repentinamente las cadenas de Toru se rompieron y él se levantó con la mirada ensombrecida. Sus ojos eran carmesíes. Una mirada tan profunda como el infierno, él agarró a esa mujer del cuello y apretó con fuerza las manos.

"¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE!"

Toru gritó desde el fondo de su corazón. Sentía su sangre hervir, sentía dolor en los ojos y también sentía… una energía extraña que fluye por su cuerpo.

La mujer solo rió mientras era estrangulada. 

"Jajajajaja… si… eso es lo que eres…"

Un monstruo.

***

Cuando Toru recuperó el control de sí mismo, se dio cuenta de que todas las almas habían desaparecido. Ya no había ningún océano de sangre, solo un profundo abismo de color negro que lo rodeaba.

Brillar. Una pequeña llama se encendió delante. Una voz femenina, casi sin emociones, comenzó a hablarle.

-Campo de Batalla-

Mientras las chicas intentaban sacar a Toru del suelo, Madara ya se había logrado encontrar con Kuro Zetsu.

"No puedo creer que tu incompetencia me haya hecho venir aquí en persona" dijo él, y todos se quedaron callados ante su presencia. "¿Hasta cuándo planeas estar unido a Obito?"

"Heh. Lo siento. Pero al menos logré robar la otra mitad del Kyubi."

"Ya veo. Traelo aquí, entonces"

Zetsu obedeció e intentó separarse del cuerpo de Obito, pero rápidamente se dio cuenta de que no podía. Obito está impidiéndole irse. Con el control de su cuerpo, levantó la mirada y frunció el ceño.

"Madara. déjame hacerte una pregunta"

Al escuchar esto, Gaara intentó atacar, pero Minato lo detuvo. A pesar de que Naruto necesitaba la otra mitad de Kurama para sobrevivir, Minato no quería arriesgarse a perder la oportunidad solo por precipitarse.

Obito continuo:

"¿Qué soy para ti?"

Madara pensó que esa era una pregunta muy estúpida, pero Obito lo obligó a responder.

***

"¡Doton!" 

Ino puso sus manos en el suelo e intentó cavar tan profundo como sea posible, pero simplemente parecía que Toru fue tragado por la tierra, pues ya habían cavado diez metros y no podían ver rastro de este chico más que su sangre manchada en el suelo.

"Por favor, resiste…" cerró los ojos e intentó sentir a Toru.

Él aún vivía, pero su chakra ya era demasiado débil. Incluso si logran sacarlo del suelo, la herida que recibió es demasiado grande, nadie podrá curar algo así. Pero Ino quería intentarlo. Si ella logra salvar a Toru, entonces de alguna forma habrá cerrado aquel ciclo de odio que se había formado en su corazón. Por lo mismo, Hinata también estaba cavando con las manos desnudas. Ella se siente un poco confundida ahora mismo. Cada que ella intentaba no pensarlo, aquel niño llorando regresaba a su mente.

"No vamos a lograr nada así…" dijo ella. Sus ojos blancos no podían ver a Toru, pero ella, al igual que Konan, en algún momento comenzó a sentir a Toru como una segunda parte de su propio ser. "Tenemos que usar más fuerza" Se levantó del suelo y golpeó el puño en la palma de su mano. "Omoiho Sōshiken [Paso Pesado, Puños Gemelos de León]"

Con los puños envueltos en chakra azul, como las cabezas de dos leones, ella levantó el brazo y golpeó el suelo con fuerza. Un cráter de un metro de profundidad se formó con esto, lo que sorprendió a Ino. Ella levantó el otro brazo y volvió a golpear, agrandando el cráter a dos metros. Ella siguió golpeando una y otra vez con toda su fuerza hasta lograr extender el cráter quince metros más. Con esto, ella volvió a cavar con las manos, pues si continuaba de esa forma, la onda de chakra podría llegar a matar a Toru.

¡BOOM! El suelo tembló y las tres mujeres miraron en una dirección específica. Dónde se suponía estaban Kakashi y Minato, una gran nube de vapor roja explotó. Seguido de esto, el suelo tembló con fuerza y la tierra que habían logrado sacar del cráter comenzó a moverse por las ondas de choque, cubriendo otra vez el cráter. 

Ino y Hinata se dieron cuenta que esto arruinó el rescate, por lo que saltaron y evitaron que el deslizamiento de tierra las golpee. Lo malo es que Konan se quedó cavando a pesar de que la tierra estaba a punto de sepultarla junto a Toru.

"¡¿Qué haces?!"

Konan le respondió a Hinata.

"Él me salvó la vida… yo también quiero salvarlo…"

Por eso ella no iba a rendirse. Aun si la tierra ya le había cubierto las piernas, ella volvió a cavar, pues no iba a permitir que el esfuerzo de Toru sea en vano. 

"Yo quiero vivir a su lado y, para eso, él también debe vivir… me lo prometió…"

Hinata e Ino se miraron entre sí mientras la tierra nuevamente cubría el cuerpo de esta mujer.

"Si… él es el que promete cosas que nunca cumple…" dijo Hinata. 

E Ino sintió simpatía por esta mujer. No pudieron evitar pensar que ella había sido víctima de las mentiras de Toru. O así es como ellas veían la situación. Después de todo, Toru hizo lo mismo con ellas, solo que este mismo chico sé alejó y las abandonó. 

Bueno, con Konan era bastante diferente, solo que ellas no lo sabían, nunca pudieron verlo con sus propios ojos.

Konan siempre ha sido una persona muy leal. Nunca traiciona a aquellos en los que siempre confío, aquellos que tienen un lugar especial en su corazón. Toru era una de esas personas especiales, por eso ella no lo traicionaría nunca. Ella quería esforzarse para proteger lo que ama, pues aún tenía aquellas heridas de los viejos tiempos, tiempos en los que no pudo proteger a una de esas personas especiales para ella. Es por eso que ella se esforzaba demasiado para no volver a perder lo que más ama. Ella ya ha perdido demasiado y perder a Toru solo sería el punto de quiebre en su vida. 

"Él es mi esperanza… mientras él esté aquí, no voy a caer en la oscuridad…"

Con las manos lastimadas ya de tanto cavar en la tierra, Konan imaginó un futuro con Toru. Vivir en Amegakure sería lo ideal. Allí ellos podrán estar juntos y ella podrá estar en su tierra natal. Ella pensó que en algún momento podrían tener hijos. De hecho, ella ya ha pensado en el nombre que quiere ponerle el bebé si este llega a ser un niño. Ella quería ser una madre amable y comprensiva, pero estricta cuando se debe. Ella sabía que por su edad, morirá antes que Toru, por eso, ella quería formar su vida con él, para así despedirse de este mundo con una hermosa familia, una familia feliz que no haya sufrido el dolor de la guerra.

Ella… ¿Por qué lo ama tanto? 

Gotear…

Gotear…

"No voy a dejar que él muera de esta forma. ¡Yo también quiero salvarlo!"

Con lágrimas en su rostro, extendió sus alas de papel como si fueran manos y comenzó a cavar desesperadamente. 

'¡Me lo prometiste, Toru! ¡Se que vas a estar bien! ¡Te levantarás y te recuperarás de tus heridas como si nada hubiera pasado! ¡Así es como eres tú! ¡Así es como es el hombre del que me enamore!'

-Océano Carmesí-

Aquella voz dijo algo que por primera vez Toru entendió y pudo recordar después de escucharlo.

"Hemos estado muchas veces en esta situación"

Era la voz de una niña, probablemente. Era una voz que sonaba bastante amable, cálida, tan… familiar para él. Pero después de entender esas pocas palabras, Toru ya no pudo entender más de lo que esa voz le decía. Tal vez la voz le pertenecía a la flama que brillaba delante de él, que de alguna forma lo cuidaba siempre. 

No podía evitar sentirse mal, no podía evitar sentir dolor cuando estaba en este lugar.

Viendo todo lo que ha vivido, todas sus acciones en este mundo, volvió a preguntarse…

"¿Quién soy? ¿Qué eres? ¿Qué buscamos?"

Se tocó el pecho con dolor. Lágrimas cayeron por sus mejillas. Él entendía estás emociones, pues estás lágrimas no le pertenecían a él, eran de Konan.

Ella está desesperada por salvarlo.

"Es verdad… por un momento lo olvide…"

Lo que él estaba buscando estaba frente a sus ojos todo el tiempo. Él sentía al fin que la respuesta que tanto buscó estaba cerca. Faltaba poco para poder entenderlo, él ya estaba cerca de obtener lo que quería y para eso tocó la flama, y cerró los ojos. Sintió la calidez de esa pequeña flama y como aquel sentimiento relajante llenaba su cuerpo entero. Sin embargo, también estaba esa energía extraña que fluía en su cuerpo. Se estaba mezclando con la sensación que la flama le provocaba. 

"Konan…"

Suspiro cansado.

"No voy a decepcionarte. Lo prometí"

-Campo de Batalla-

Los sucesos escalaron tan rápido en unos minutos. Aquella explosión de vapor rojo que las chicas vieron anteriormente, era Maito Gai usando todo su poder. El ha abierto la octava puerta y ahora está sacrificando su vida para derrotar a Madara. Sin embargo, el tiempo de vida de este hombre ya está llegando a su fin. Solo le resta un ataque, el más poderoso, el más mortal, el más impresionante. Este ataque dejará en claro que la primavera de la juventud ha terminado, dejando así un hermoso ocaso carmesí.

Gai puso ambas manos y pies contra el suelo, tomando una extraña pose olímpica. Él levantó la mirada y vio a Madara.

"Llegó el momento…"

Con todo el dolor en su cuerpo, recordando todos los sacrificios en esta guerra, tomando las palabras de su padre en el fondo de su corazón, él gritó.

"¡Yagai! [Guy Nocturno]"

Impulsándose con las últimas fuerzas de sus piernas, increíbles y gigantescas llamas rojas comenzaron a envolver el cuerpo de este hombre. Un dragón tomado de las llamas, el ocaso de una vida, la vida de Maito Gai.

Mientras tanto, emocionado por la fuerza de su oponente, Madara sonrió y se preparó para recibir el ataque de lleno, pero cuando vio que aquel dragón naciente comenzó a distorsionar el espacio a su alrededor, sus ojos se abrieron en estado de shock. Su reacción fue demasiado tardía, pues…

¡BOOOOOOM! Destrozando todo a su alrededor, aquel dragón incandescente impactó. Gai, con una poderosa patada, logró golpear a Madara en la costilla. El golpe resonó como una explosión poderosa, que provocó una onda expansiva que se sintió en todo el campo de batalla. Con esto, Madara salió disparado, chocando contra las raíces del dios árbol cortado.

Todo fue cubierto por el humo de esta increíble técnica, lo que no dejó ver nada. Sin embargo, para hacerlo más vistoso, Madara lanzó una onda de viento que limpió todo el humo y permitió la vista del panorama.

Lee, Kakashi, Minato y Gaara abrieron los ojos sin entender cómo ese tipo pudo sobrevivir al ataque, pues Madara estaba en el suelo, su brazo y parte de su torso habían desaparecido, pero seguía vivo. Mientras que Gai ahora yacía en el suelo, con todo el cuerpo quemado.

"¡Sensei!" gritó Lee.

Y, como si su voluntad lo obligará a levantarse, sintiendo que el enemigo aún no caía, Gai se levantó otra vez. Con su cuerpo entero cayéndose a pedazos, él tenía la mirada ensombrecida. Se tambaleó dos veces cuando se levantó, su conciencia comenzaba a tornarse borrosa y en algún momento dejó de sentir dolor.

"Gai…" Kakashi apretó los puños y cerró los ojos con fuerza. 

Minato y Gaara solo podían agachar la cabeza con respeto hacia este hombre.

En este campo de batalla destrozado, él levantó el brazo. Su mano temblaba mientras lentamente levantaba el brazo. Su piel se caía como si fueran cenizas, su voluntad imbatible lo puso de pie una vez más, pero su cuerpo ya no pudo con aquella voluntad.

Delante de todos, de pie y con la guardia levantada, aquel hombre, Maito Gai, murió. Pero él no cayó, nunca se puso de rodillas ante su rival. El se levantó orgulloso y le mostró al mundo quien es. Murio de pie y siendo quien fue hasta este momento, el ocaso de su vida.

El fue Maito Gai de Konohagakure.

"Eso fue asombroso. Casi me matas. Te doy mis felicitaciones"

Levantando la mano para enviar una de las esferas negras a matar a Gai, él sintió algo que surgió en algún lugar cercano.

"¿Qué fue eso?" se preguntó, pues sintió aquella energía asquerosa otra vez. Cómo si surgiera de las profundidades del infierno, como si aquella energía lo estuviera buscando.

***

En algún momento Konan dejó de cavar, pues dejó de sentir a Toru y dedujo que él había muerto. Pero más que llorar, ella solo se quedó viendo hacia abajo, esperando a que él haga lo que siempre suele hacer. 

De pronto, debajo de ella, el suelo comenzó a temblar. Desprendiéndose las rocas del suelo, comenzaron a flotar en el aire. Elevándose en lo alto y destruyéndose, convirtiéndose en polvo.

"Toru…"

Ella extendió sus alas y se alejó un poco. Todo el terreno comenzó a destrozarse y los shinobis que quedaron fueron los testigos de lo que estaba pasando. Vieron como todo el suelo se desprendía en forma de gigantescas rocas, justo del lugar donde Toru había sido enterrado. Las rocas eran aplastadas por una fuerza invisible, lo que las convirtió en polvo que de alguna manera se prendía en fuego y se desvanecían como una pequeña lluvia de cenizas. 

Hinata e Ino suspiraron. Al mismo tiempo, Konan solo se sintió aliviada, pues ella misma había visto a Toru ser desintegrado por un Jinchūriki, saliendo ileso de ese ataque. Ahora ella estaba segura de que él no rompería su promesa.

***

En medio de la rocas que se levantaron, Toru estaba mirando al vacío con la mirada apagada. Ya no tenía heridas en su abdomen y por un segundo sus ojos plateados fueron carmesíes, pero estos fueron rápidamente reemplazados por los ojos del Rinnegan. La pupila del Rinnegan comenzó a cambiar mientras la rocas continuaron desintegrándose con el shakuton. Está se extendió por el ojo en cuatro puntas, formando una X en la mitad de los ojos.

Fue entonces cuando Toru despertó del trance en el que se encontraba.

Vio lo que estaba haciendo y suspiró aire caliente.

"Hay algo diferente en mi cerebro. Es una punzada extraña. No duele, pero es extraño"

En ese momento, él estaba teniendo muchas sensaciones que tocaban su mente, como pequeñas advertencias. 

"Ya veo… estoy volando, pero también puedo ver las líneas de muerte. Que conveniente. Muchas ideas surgen en mi mente. Debería usarlas en algún momento, si. Pero primero tengo mucho que hacer" 

Cerró los ojos y sintió el chakra de esas chicas.

[Konan…]

La comunicación telepática se activó.

[Sabes que me preocupaste mucho] dijo ella.

[Lo sé. Lo siento. Te recomiendo que te alejes del campo de batalla tanto como puedas. Ya le comunicaré esto al resto de la alianza. Hay algo que tengo que hacer. Siento que la respuesta que tanto busqué esta allí adelante]

El se refería al lugar donde se vieron las explosiones y el vapor rojo. 

Konan entendió esto y su preocupación se elevó.

[Tu…]

[Toda mi vida había sido sin sentido hasta ahora. Error, fue antes. Fue cuando te conocí. Hay muchas cosas que quiero contarte, pero no es el momento. Primero tengo que ir.]

[Me contarás todas esas cosas cuando regresemos…]

El tono de voz de Konan seguía sonando preocupada.

[Por supuesto. No tienes que preocuparte. Confía en mí]

[Bueno… está bien…]

[¿Saben que los estamos escuchando, no?] Dijo Hinata.

[No tienes vergüenza, ¿eh, Toru?] 

E Ino le siguió la corriente a Hinata.

[Uh… mis ojos se sienten raros. ¿No me digan que acabo de decir esto ante todos?]

[Lo hiciste] dijeron todos los shinobis.

Negando con la cabeza, Toru desapareció del cielo y reapareció cerca del dios árbol.

[Entonces, si escucharon lo que dije, sabrán que tienen que irse de aquí. Todos aléjense de aquí tanto como puedan. Tan lejos como sus piernas les permitan. Mejor dicho…]

Huyan de mí.

[¿A qué te refieres?] Alguien preguntó.

[Voy a usar un Kinjutsu. Si ustedes llegan a estar en el rango de este kinjutsu, serán calcinados hasta las cenizas. Si aprecian su vida, harán caso a mis palabras. Y Konan, ya no tienes que preocuparte tanto. Cumpliré mi promesa]

[¿De qué promesa hablan?. Ella dijo algo parecido antes.] Ino ya estaba cansada de esto. Sintió su mente más pesada de lo normal hoy.

Konan, sin ningún tipo de vergüenza, teniendo en cuenta que hay más mujeres que aman a Toru, dijo:

[Toru me prometió que se quedaría a mi lado para siempre]

Por alguna razón Hinata e Ino se sintieron molestas. Pero aún odiaban a Toru, así que esa sensación rápidamente se sumó al odio que sentían por él. Ahora sí lo ignoraron.

[Que romántico] dijo Tenten. Ella sentía que algo interesante estaba pasando, pero cuando dijo eso, Toru cortó la comunicación.

***

'Me siento raro de alguna forma. No puedo ver qué le pasó a mis ojos, pero más o menos puedo deducir que está pasando'

Se tocó el rostro con un poco de dolor. Luego, sobrevolando el dios árbol, entrecerró los ojos cuando vio a Gai y Madara.

"Octava Puerta, supongo. Es impresionante"

Sin pensarlo demasiado, descendió y apareció en menos de un segundo al lado de Gai.

"Toru-kun" 

Minato lo reconoció al instante. 

"Hola. Vengo a echarles una mano" saludo al padre de Naruto como si fuera algo normal.

"Otra vez tu. Eres como una cucaracha" dijo Madara, pero fue ignorado por Toru, quien se acercó a Gai.

"Mokuton…"

Sin usar sellos de mano, las ramas del Mokuton crecieron alrededor de Gai y lo recostaron en el suelo suavemente para después encerrarlo en una caja de madera. Algunas flores carmesíes crecieron alrededor, honrando el color de la muerte de este hombre. Con todo esto, Toru se acercó al ataúd decorado con flores y se arrodilló. Juntó sus manos y cerró los ojos.

"Descansa en paz, Maito Gai-sensei"

Tanto Minato como Kakashi vieron está acción de Toru como algo extraño, pero realmente es lo que merecía Gai. Él merecía una despedida digna. Toru lo entendió al verlo de pie y sin vida, mirando al enemigo con la guardia y la frente en alto.

"Ustedes también debieron escuchar mi mensaje. Pero por si acaso, huyan de aquí. Voy a realizar un Kinjutsu y, si se quedan, morirían"

"Lo sé…" Minato recordó algo malo sobre el clan de Toru en ese momento. Pero aún así convenció a los demás de irse y juntos se alejaron, y levantaron el cadáver de Gai consigo.

En el pasado él confío en Kyoko y, en el presente, él tenía que confiar en el hijo de esa chica loca. 'Kyoko-san… tu hijo ha crecido mucho. Me preguntó qué pensarías de él en estos momentos'

"Tu eres el verdadero Madara. Veo que te curaste bastante rápido. Entonces solo tengo que provocarte un daño mucho mayor a tu regeneración" él ya tenía en mente lo que haría a continuación.

Madara tomó a Toru como un niño que está fanfarroneando. ¿Él sobrevivió a esa herida? Si, pero no había nada que pueda sorprenderlo ahora que vio el verdadero poder del Taijutsu.

"Qué traidor tan testarudo. Tal vez tú seas el último obstáculo que deba enfrentar para llevar a cabo mi plan. Puedo ver tus nuevos ojos. Eso explica el por qué sobreviviste. Pero eso no será un problema para mí"

"Es verdad, tienes razón. Si me enfrento a ti así como estoy, me matarás de un solo golpe"

"Si ya lo sabes, entonces, ¿por qué?"

Toru lo interrumpió.

"Así como estoy no podré derrotarte, si, pero tengo un jutsu que me ayudara a cumplir mi objetivo. Además, se ve que te gusta pelear, pude ver tu devoción por el combate cuando insististe tanto en pelear con Hashirama-san"

"Kukuku. Si, es algo que no puedo negar. La bestia de antes me enseñó que, a pesar de tener este poder que tengo, el poder de un dios, aún puedo sangrar. Con alguien como tú, la sangre traidora de los Uchiha, tendré que ponerme un poco serio. Aun así, viendo como caiste antes, puedo decir que mis posibilidades de ganar siguen siendo astronómicamente altas"

"Ya veo. Entonces, ¿me dejaras usar mi jutsu?"

"Usa todo lo que quieras, no ganarás"

"Entiendo. Te lo agradezco. Me tomará unos pocos segundos"

Sacó un pergamino que tenía guardado con una mano y lo extendió frente a su rostro. Con su mano restante, tocó un poco de la sangre que tenía en la ropa y dijo:

"Kuchiyose no Jutsu"

Una pequeña nube de humo explotó delante de él, mientras que otra gran nube de humo se manifestó a su lado. La primera nube de humo se disipó a la vez que grandes espinas de madera salieron del suelo, atravesando lo que sea que salió del pergamino.

"Parece que está vez no tienes más opción…" Dentro de la nube de humo grande, Okamitsuki habló con un tono algo apagado. 

"Si. Por eso necesito tu ayuda. Solo me falta usar ese jutsu y todo estará listo"

La nube de humo se disipó al fin, lo que le dejó ver a Okamitsuki y a uno de los Shiro Zetsus atrapado entre las ramas que le atravesaban el cuerpo. Ella frunció el ceño y negó con la cabeza. Ella ahora estaba ante un enemigo cuyo poder supera todo lo que ella ha visto en toda su vida. Incluso el viejo Okamikaze se echaría a reír al ver a aquel monstruo en el mundo, pues de inmediato aceptaría que todo lo que conocemos se ha terminado ante la existencia de un ser con tal poder. Ella sabía que no tenía opción y entendió que Konan no fue capaz de convencer a Toru. Aun así, el final de todo esto es impreciso, cualquier cosa puede pasar. Ella, entonces, aceptó que ser la herramienta que guiará está pelea por un rumbo distinto.

"Me haces perder el tiempo" dijo Madara.

"Lo siento. Dame un momento. Solo falta el último paso"

Miró a Okamitsuki, como si estuviera pidiéndole su aprobación. Ella solo se resignó y le sonrió levemente mientras asintió con la cabeza. Para ella, Toru era un cachorro al que tenía que cuidar. Ella debía vigilar que ese cachorro no hiciera ninguna estupidez, pero irónicamente, en este momento, ella lo está ayudando a cometer una estupidez.

Sin hacer esperar más a Madara, Toru comenzó a conectar los sellos en sus manos y la X en su Rinnegan comenzó a rotar lentamente. El chakra alrededor de su cuerpo comenzó a perturbarse y, cuando finalmente juntó sus manos, como si estuviera ofreciendo una oración a algún dios, una especie de vapor surgió de su espalda. Allí, detrás de él, un ser espectral con la cara de un demonio apareció. Tenía el cabello largo blanco, con dos cuernos rojos medianos sobresaliendo de su frente y dientes afilados en su boca. Su piel era morada y su mirada apuntaba a Zetsu. En la mano derecha, el Shinigami tomó un rosario y esperó la decisión del usuario. ¿El alma de quien será sacrificada en este momento?

"¡Shiki Fujin!" dijo Toru entrecerrando los ojos.

Madara miró esto un poco curioso. Toru tenía a su lado una gran bestia lobuna, que podría servir como un Bijū. Con un sacrificio y el Shiki Fujin, el de inmediato llegó a la conclusión de que este niño quería convertirse en un falso Jinchūriki, pues solo no podría derrotarlo. Así fue como él entendió todo. Aun así…

'Te falta mucho camino por recorrer. Es una lastima que tú vida tenga que acabar en breve. Sin duda este traidor tiene talento, podría haberse convertido en alguien grande, pero yo estoy aquí y eso no va a pasar' Sonrió satisfecho. "¡Enséñame ese jutsu tan poderoso del que hablabas!"

En respuesta a eso, Toru solo se relajo y el Shinigami extendió su mano. Agarrando a Zetsu por el cuello. Con esto, lo levantó en alto y le extrajo el alma, haciendo que él cuerpo de Zetsu se pudra al instante. Una vez hecho esto, los ojos del Shinigami brillaron y entendió las intenciones de Toru. Con la misma mano, agarró a Okamitsuki y la transformó en una especie de espectro que se introdujo en el cuerpo de Toru.

Mientras esto pasaba, un sello de color negro se formó en el abdomen de Toru, el cual podía ser visto gracias a que Madara le había atravesado el abdomen antes, rompiéndole la ropa.

Terminado su trabajo, el Shinigami desapareció y Toru cerró los ojos. Dentro de su mente hablo con Okamitsuki.

[Tenemos que hacer lo mismo que aquel día]

[Pero eso va a lastimarte. No podemos estar seguros de que podrás resistir tanto poder destructivo. Si la primera y única vez que usamos este jutsu casi mueres]

[No voy a morir. Ahora puedo resistirlo mejor, estoy seguro. Así que confía en mí. Empecemos]

[Haa… eres un cachorro testarudo]

Concentrándose dentro del cuerpo de Toru, Okamitsuki cerró los ojos y comenzó a extraer el chakra del Mundo. Toru hizo lo mismo fuera, relajando sus músculos y activando su modo sabio.

"Sennin…" 

Ondas de aire empujaron todo a su alrededor, lo que hizo que Madara se sintiera un poco entusiasmado por ver qué tipo de poder adquiere este traidor al ser una imitación barata de un Jinchūriki. En su rostro había una pequeña sonrisa confiada, pero está sonrisa desapareció cuando el suelo comenzó a temblar y la temperatura aumentó rápidamente. 

Bajo los pies de Toru, quien dejó escapar una pequeña nube de vapor en forma de suspiro, el suelo comenzó a derretirse. Su cabello se erizó y tomó un color gris oscuro, además de tomar la forma de dos orejas de lobo. En su rostro aparecieron dos manchas negras en forma de zarpazos y sus colmillos crecieron cerca de cuatro milímetros. Sus piernas y brazos fueron cubiertos completamente de Shakuton y el suelo comenzó a temblar aún más fuerte.

"Fusion Mōdo [Sabio: Modo Fusión]"

Este es el acto final.

***

Ya alejados lo suficiente del campo de batalla, Hinata vio con su Byakugan todo lo que estaba pasando. Se sorprendió al ver a Toru usar el mismo Kinjutsu que usó el Sandaime contra Orochimaru, solo que este chico lo usó para sellar a Okamitsuki dentro de sí mismo.

Konan miro esto preocupada. "Confiaré en ti…" pero aun así mantuvo sus esperanzas en alto.

Sin embargo, repentinamente todo comenzó a temblar con fuerza. Las montañas comenzaron a desprenderse provocando avalanchas de rocas, el cielo oscuro se despejó de sus nubes y permitió a todos ver más las estrellas. Además, en la misma dirección donde todo parecía haber comenzado, una brillante luz parpadeo tres veces. 

Fue entonces cuando todos entendieron el por qué Toru les dijo a todos que huyeran de él…

¡BOOOOOOM! Un gigantesco tornado de fuego explotó y se expandió, calcinando la mayor parte del campo de batalla. Aquel tornado era brillante, como un gigantesco pilar de luz. Pero eso no era todo. Los shinobis comenzaron a sangrar y a desmayarse sin razón aparente. No, eso no era así. Hinata pudo verlo con sus ojos. Era algo terrible, algo que nunca pudo imaginar. Era como si todo el chakra cercano a Toru fuera arrancado del aire y obligado a acercarse a él. Ella podía verlo a la perfección. Era como una nube brillante que se concentraba en ese lugar.

"Siempre haciendo ese tipo de cosas…" Ino cerró los ojos, suspiro. "Parece que nunca aprendes de ti mismo, eh…" y una pequeña sonrisa se formó en su rostro mientras una pequeña gota de sangre caía de su nariz.

Toru realmente no ha cambiado tanto como ella pensaba. Ahora todo depende de él… justo como en el pasado.

'No importa lo que yo haga. No importa cuan fuerte me haya vuelto. Parece que de alguna forma siempre te dejo todo el trabajo a ti'

-Dimensión de los Dioses-

Una fuerte explosión resonó y toda la dimensión entera tembló violentamente. Los dioses corrieron asustados de lado a lado, tratando de encontrar una respuesta a este suceso repentino. Quien pensaría que ellos encontrarían su respuesta en la sensación que está peculiaridad entre dimensiones generó.

Amaterasu fue de las pocas diosas que se mantuvo calmada.

"Así que la teoría resultó ser verdad. Un Overlord en la tierra, escondido en las fauces del mundo durante tanto tiempo…" Tomó su pipa y le dió una calada al humo. Luego suspiró el humo con cierta sensación de cansancio. "Kaguya. Ya sabes que hacer. Si fallas, no importa si eres mi creación, morirás en ese mismo instante"

Aquella madre recordó cómo fue que Kaguya nació de una simple porción de bambú. Ella era la princesa de la luna, nunca tuvo que haberse convertido en una diosa, pero en el momento que ella comió el fruto del dios árbol, se convirtió en lo que es ahora.

-Lugar vacío y blanco-

Ella se retorció flotando emocionada por la batalla inminente que estaba a punto de presenciar. Ella no había escrito nada de esto, pero imaginar las posibilidades de esta pelea hacía que su cuerpo se distorsione de tanta emoción.

"Vamos a ver quién gana. El Overlord o aquel que se convirtió en Dios"

Ella sonrió. Su historia fue cambiada y esto al principio la molesto, pero ahora que lo veía con sus propios ojos, se dió cuenta que está vendría a ser una nueva forma de entretenimiento para su conciencia. 

"Jejeje. Veamos como escala esto"

-Campo de Batalla-

De un momento a otro, un tornado de fuego explotó en su cara. Obviamente Madara no tuvo esto en cuenta así que se sorprendió un poco cuando lo vio.

"Este dolor. Qué asombroso poder, y esa energía tan desagradable está aumentando en ti. ¿Qué eres?"

Mientras sentía como el tornado de shakuton le chamusca la piel, Madara ladeó la cabeza con curiosidad. Él quería saber cómo es que Toru puede lograr todo esto. A sus ojos, él se ha convertido en una existencia única. Era extraño porque parecía que él era el único que podía sentir esa energía tan desagradable emanar del cuerpo de Toru. Es más, ahora podía verlo claramente. Era como un aura roja que cubría el cuerpo del traidor.

Mientras tanto, después de haber explotado en poder, Toru abrió los ojos y apretó los dientes con fuerza. Todo su cuerpo se estaba quemando y esto le provocaba un dolor indescriptible.

[Deje abierto el sello para que puedas salir cuando quieras. Ahora, tenemos poco tiempo. Aprovechémoslo al máximo] dijo él.

[Entonces seguiré extrayendo el chakra]

[Gracias, Okamitsuki]

Ahora que el Modo Fusión se completó, Toru tomó su postura de combate. Cruzando los brazos en X, con una pierna delante de la otra, el se lanzó al ataque.

Madara vio el intento de Toru por superar ese poder y sonrió irónico. Se preparó para recibir el golpe y luego devolverlo con el doble de fuerza.

"¡Hoy morirás, traidor!" gritó el Uchiha, pero luego se tragó sus palabras cuando vio a Toru desaparecer después de lanzarse al ataque.

En una pequeñísima milésima de milisegundo, Toru ya se encontró delante de Madara, cargando un puñetazo con el poder de la fusión nuclear. Este hombre no supo cómo reaccionar ya que la velocidad de este chico fue tan monstruosa en una pequeña fracción de milisegundo. Tan rápido como pudo, Madara se cubrió con los brazos y recibió el golpe de Toru.

10…

La cuenta regresiva comenzó. En la mente de Toru, el tiempo que durará este jutsu apareció. Eran diez segundos de puro poder. Es por eso que él no debía perder el tiempo ya que dentro de ese lapso de tiempo, podrá moverse antes de que su sistema nervioso comience a deteriorarse. Después de eso, él ya no podrá mover el cuerpo. Con esto en mente, justo después de golpear a Madara, viendo que a este mismo se le destrozaron los brazos con ese primer puñetazo, Toru golpeó el aire con los pies y se movió a la velocidad de la luz, justo detrás de Madara para impedir que se vaya volando por el impacto. 

Lo malo es que Toru se movió tan rápido, que la fricción que provocó el haber frenado detrás de Madara a la velocidad de la luz hizo que parte del campo de batalla se destrozara e hiciera temblar todo el continente con fuerza. No, esto era peor de lo que parecía. Aunque suene exagerado, toda esta dimensión se estaba distorsionando por la velocidad a la que Toru se movía.

[Mi cuerpo está resistiendo…]

[Ni yo me lo creo. Pero es cuestión de tiempo para que el daño del jutsu te pase factura. Tenemos que matar a ese monstruo rápido antes de que se nos acabe el tiempo y el daño que recibas sea irremediable]

[Lo sé. Aquí va el segundo golpe]

¡Boom! Provocando un sonido similar al de una explosión, Toru lanzó otro puñetazo contra la espalda de Madara en otra pequeña fracción de milisegundo. Hasta este momento solo ha pasado la mitad de un segundo, pues Toru puede moverse tan rápido que él espacio distorsionado simula una reducción de velocidad en el tiempo. Ahora mismo todo está yendo en cámara lenta tanto para Madara cómo para Toru.

Con este otro puñetazo, Madara fue a volar a la dirección contraria. Toru nuevamente saltó en el aire e impidió esto. Levantó la pierna y realizó una patada de martillo que impulsó al Uchiha contra el suelo. Eso hizo que, la combinación de la fuerza y velocidad, más de la materia que conforma el cuerpo de Rikudō de Madara, hizo que rebotara en el suelo. Toru se aprovechó de ese rebote para realizar su siguiente ataque. 

"Madara… tu historia ya debió terminar hace mucho tiempo" dijo y entonces…

¡Boom! Una patada ascendente muy parecida al Konoha Senpu de Lee obligó a Madara a elevarse más alto. 

'Maldición. No puedo moverme. Está pasando otra vez. Eso me pasa por subestimar a mi enemigo'

Nadie podía culparlo. Después de vencer a Toru de un solo golpe, él pensaba que sería igual en esta ocasión, pero se equivocó. Ahora está recibiendo otra paliza sin oportunidad de defenderse. Ya por los golpes que había recibido, vio que tenía dos horribles heridas en el abdomen y en la espalda. Literalmente podía verse la columna vertebral sobresaliendo de la herida quemada en la espalda de Madara. El daño no era peor que el que Gai le causó, pero este mismo daño es constante. Cada vez que su cuerpo hace contacto con las llamas de Toru, las heridas se queman y le impiden una regeneración más rápida. 

"Está combinando el Senjutsu y el Taijutsu"

Antes de ser brutalmente golpeado en la cara por el puño de Toru, Madara vio que este mocoso está juntando las dos grandes debilidades que el cuerpo de los Seis Caminos tiene. Senjutsu y Taijutsu, dos debilidades mortales para el. A pesar de tener el poder de un dios, eso no lo volvió inmortal.

"No importa" él tenía los brazos destrozados y heridas horribles en el cuerpo, pero aún así se mantuvo calmado y usó su único Rinnegan. "¡Limbo!"

9…

Un clon del Limbo apareció al lado de Madara y se impulsó para impedirle a Toru atacar otra vez. Esto fue visto por el Rinne-Shigan de Toru [La obvia combinación entre el Rinnegan y el Shigan], lo que lo llevó a actuar en contra de este contraataque. Antes de llegar al Madara principal, Toru levantó el puño e intentó golpear al Madara del Limbo, pero este usó una de las esferas negras y la transformó en un escudo. Con otra de las esferas negras, trajo de vuelta el bastón y se preparó para frenar el ataque, pero él nunca esperó esto.

Toru golpeó el escudo y lo rompió en pedazos. Su Rinne-Shigan se agudizó en su rostro y de inmediato apareció detrás de Madara del Limbo. Con esto y, con una herida horrible en el pecho, el clon cayo.

"Tú no me interesas" dijo Toru. 

Hasta ese momento, el Madara original había logrado estabilizarse en menos de un segundo, pero su cuerpo seguía herido. 

"Siempre me traes problemas-"

Madara no pudo terminar de hablar, ya que Toru volvió a aparecer delante de él con una mirada feroz. La expresión de este chico mostraba el dolor que sentía en ese momento, pues literalmente estaba siendo calcinado por su propio jutsu y no podía detenerlo. Toru no lo sabía, pero esta parecía ser la naturaleza de este senjutsu. Inició siendo un senjutsu combinado con el shakuton y se quedó de esa forma hasta ahora.

"Serán los últimos problemas que tendrás"

"Bien dicho, mocoso" Okamitsuki le siguió la corriente.

Después de esto, Toru volvió a golpear a Madara, está vez en la cara, destrozándole la mitad izquierda de la cabeza. Esto dejó asustado a Madara por unos instantes ya que Toru volvió a lanzar otro ataque y él no tenía cómo defenderse. Tenía los brazos heridos y sus movimientos eran limitados. Además de que un nuevo clon del Limbo estaba intentando detenerlo, pero este tipo era el doble de rápido. No había comparación.

***

8…

Del otro lado, Konan se sintió demasiado preocupada viendo lo que se había formado delante de su ojos. El suelo temblaba constantemente, el cielo parecía querer partirse y en medio de todo esto, una cegadora luz les impedía ver a todos lo que estaba pasando con Toru y Madara.

7…

Hasta este momento, solo pasaron 3 segundos desde que comenzó la pelea, pero esos segundos, para Toru y Madara, parecían eternos.

-Dimensión de los Dioses-

"¡Todo está empeorando, carajo!"

Jashin gritó a los cuatro vientos mientras se lanzaba a pelear contra los otros dioses. 

Hoderi, quien no era aún dios agresivo, lo golpeó en la cabeza con una caña de pesca y luego lo ató con la cuerda de la misma. Este vio a Jashin tendido en el suelo tratando de zafarse y negó con la cabeza decepcionado.

"Estamos viviendo una crisis por culpa de un Overlord y tú te pones a atacar a los tuyos. ¿Acaso no hay cerebro en tu cabeza, Jashin?"

Amaterasu admiró la tenacidad de Hoderi y asintió con la cabeza. Luego, sentada sobre su gran cama, levantó el brazo y azotó con fuerza su abanico contra las sábanas. Esto provocó que todos fueran rodeados por un gran mar de llamas negras que estabilizó la preocupación y desesperación de los dioses.

"Calma es lo que necesitamos ahora. Kaguya se encargará de esto. Ella ya debería estar por atravesar la 'conexión'"

***

"Kaguya-chan, esto se está volviendo demasiado peligroso. Todo tiembla y parece que en cualquier momento la realidad se romperá. ¿El mundo como tal será destruido por el Overlord?" Miyo estaba seria ante la situación, pues ambas estaban a punto de entrar a la conexión.

Los guardianes, como nekomatas portando vestimentas de samurai, se hicieron a un lado y mostraron el gran portal circular en la pared con forma de puerta torii que se extendía como un agujero de gusano a lo largo de las dimensiones. Este era llamado por los dioses como la "conexión".

"Nada pasará. Soy más poderosa que ellos. Cuando lleguemos a la dimensión de los humanos, crearás una barrera con tus colas y encerrarás a todos los shinobis conmigo dentro. Me encargaré de exterminarlos a todos. Así podremos regresar y seguir viviendo nuestra vida en paz"

"Entiendo tu plan y me entristece que Amaterasu-sama te haya obligado a hacer esto"

"Lamento mis errores del pasado. Ahora tengo que arreglar eso"

-Campo de Batalla-

"¡Oraaaaaaaah!"

Toru lanzó una patada contra Madara, rompiéndole la pierna derecha y haciéndolo chocar contra el suelo. Esto provocó una gran onda expansiva que empujó a todos los shinobis aún más atrás de donde estaban.

6…

Pero aún quedaba tiempo. Madara ya había perdido la movilidad en su cuerpo y pronto perdería la conciencia. 

[¡Tenemos que ir más rápido!] Apretó los dientes con fuerza. Gran parte de su cuerpo ha sido quemado. Su piel comenzó a ponerse negra con grietas que se mostraban en el color incandescente del fuego.

[No te ves bien, mocoso. Esto te está haciendo demasiado daño, es peor que la última vez]

[Es por eso que debemos aumentar la velocidad. No tenemos tiempo que perder]

Madara intentó levantarse, pero Toru le dió un rodillazo en la cara y luego lo agarró del cabello solo para darle un puñetazo en el estómago, y atravesarlo como él hizo antes. 

Madara escupió su propia sangre ante esto, pero Toru no se iba a detener. Levantó el puño y lanzó otro poderoso ataque. Esto reanudó la situación anterior. Toru golpeaba a Madara, este salía disparado por la fuerza de impacto y Toru volvía a golpearlo. Esto los llevó a rápidamente elevarse en el cielo. Debido a la velocidad, Toru dejaba una brillante estela de luz que se mantenía encendida debido a que todo el mundo estaba yendo en cámara lenta para él. La estela había tomado la forma de cientos de líneas que surcaban el cielo, las cuales se conectan y se separan, dando la ilusión de figuras geométricas rectas y brillanes que se mostraban una encima de la otra.

"¡Bastardo!"

Madara ya no podía resistir más. El estaba comenzando a perder la conciencia. Tenía heridas horribles por todo el cuerpo, la mayor parte de su sangre se había evaporado por el calor que genera el cuerpo de Toru. Con esto, él solo pudo gritar sin poder defenderse. 

"¡Tú eres el bastardo!" Toru le devolvió el insulto y le lanzó un golpe de martillo con ambas manos hacia abajo.

Sin embargo, Toru no le permitió chocar contra el suelo, no por ahora. Por eso, nuevamente apareció detrás de él y de otro puñetazo lo envió aún más arriba.

5…

Ya estando lo suficiente arriba. Toru agarró a Madara y juntos descendieron a toda velocidad. Esto por un momento pudo ser visto por los demás ya que Toru frenó por un momento en el cielo, para luego imbuir a Madara en shakuton y descender como si ambos fueran un meteorito.

¡BOOOOM! Otra onda expansiva obligó a todos a retroceder cuando estos dos monstruos chocaron contra el suelo. Esto dejó un enorme cráter brillante de roca derretida que casi alcanza a los shinobis. Dentro de este cráter, Madara ya no pudo levantarse y Toru no tuvo piedad al ver esto. Por eso agarró al Uchiha del cabello y, sin soltarlo, comenzó a golpearlo en repetidas ocasiones como si fuera un saco de boxeo.

4…

Lanzando tantos golpes antes de que el tiempo se acabe, dejando salir todo el chakra que su cuerpo está reuniendo, Toru se detuvo abruptamente. Sus ojos se abrieron en shock al ya no sentir dolor en su brazo derecho y al ver a este caer sin responder las órdenes de su cerebro. Esto le dió a entender que los nervios en ese brazo habían sido completamente quemados, dejándolos inutilizables. 

[¡Aún tengo mi brazo izquierdo!]

Para él esto no era suficiente. Un oscuro camino se formó en su mente, cuyo final, una brillante luz, estaba cerca. Entre más avanzaba esta pelea, Toru daba un paso más hacia la respuesta a la pregunta que se había planteado. Es por eso que él no quería detenerse aún si se quedaba sin las extremidades de su cuerpo. Acto seguido, pateando a Madara para levantarlo del suelo, él lanzó otro puñetazo ascendente y, en una pequeña fracción de segundo, apareció arriba de Madara y lo volvió a golpear contra el suelo.

3…

Pero cuando quiso volver a golpearlo con el brazo izquierdo, este dejó de moverse. Aquel brazo dejó de captar las señales de su cerebro. Esto demostró que los nervios en esta parte de su cuerpo también han muerto. Aun así, le quedaban sus piernas. La luz cada vez se hacía más grande, la respuesta cada vez estaba más cerca. Es por eso que él debía dar todo en el siguiente ataque.

[¡Aún no es suficiente!]

2…

En un último ataque, pateó a Madara hacia arriba y saltó, elevándose junto al enemigo.

1…

Estando tan arriba como sea posible, Toru lanzó otra patada, pero justo antes de lograr golpearlo, las llamas en su cuerpo se apagaron y finalmente dejó de sentir las piernas también.

"¡No! ¡Maldición!"

0…

El tiempo se acabó. El Modo Fusión consumió todo el sistema nervioso de Toru. Lo que por un momento lo dejó suspendido en el aire, para luego caer junto a Madara.

[¡No! ¡Noooooo!] 

[Maldición…] Incluso Okamitsuki vio esto como un fracaso.

Cuando cayeron al suelo, claramente se pudo divisar que Madara ahora solo era un pedazo de carne quemada y deforme, con huesos saliendo de la misma. Todo el poder de Toru fue lo que lo dejó en ese estado, pero no fue suficiente para desintegrarlo ni borrarlo de la faz de la tierra.

"Muévete… ¡Muévete!" Toru, tirado boca abajo en el suelo, gritó, pero su cuerpo ya no respondía. 

Okamitsuki se quedó en silencio ante esto. Aunque Toru no murió por este jutsu, su estado era crítico. La superficie de su cuerpo se había convertido en una gran capa de carbón y el interior de su cuerpo tenía quemaduras de tercer grado. Claro, Toru no sentía dolor porque su sistema nervioso se quemó, pero eso no dejaba de lado que su vida estaba colgando de un hilo.

[No puedo moverme…] Tocó su frente con el suelo. [Necesito moverme… ¡Necesito esa respuesta!]

Toru sintió que estaba tan cerca de descubrirlo, pero todo terminó en fracaso. La razón de su desesperación era esa. El significado de su vida aún era incierto y eso era algo que lo estaba lastimando psicológicamente. Aquella desesperación de encontrar su razón de vivir. Él aún necesitaba eso. Es por eso que él no podía rendirse, él no se iba a permitir eso hasta alcanzar el final de ese camino.

"Necesito moverme…"

[Toru… ya basta… esto es todo lo que pudimos hacer… esperemos a que los demás nos ayuden. Ese monstruo seguro que no podrá regenerarse… ¡¿?!]

El error de Okamitsuki fue pensar que Madara no podría regenerarse de todo el daño que recibió. Pero era casi ilógico. Si las células estaban quemadas, él no debería poder regenerarse. Es por eso que, cuando vio a través de los ojos de Toru, se quedó en silencio, aterrada por lo monstruoso que puede ser ese humano. De aquella pila de carne quemada, comenzó a salir vapor y ese bastardo comenzó a regenerar su cuerpo. Claro, su regeneración era mucho más lenta que antes, pero seguía siendo inhumano que pueda regenerarse en esas condiciones.

[Maldición… maldición… ¡Maldición!] gritó Toru dentro de su mente, siendo Okamitsuki la única en escucharlo. [Levántate… levántate… ¡LEVÁNTATE!]

Toru ya no sabía qué hacer. Este era el final. Aquí acaba todo…

[Maldición… yo… fallé…]

Cerró los ojos, se resignó y aceptó todo esto.

[Yo… lo siento… Lo siento, Konan… ¿Konan…?]

Pero aquella mujer apareció en su mente. Él podía sentirla en su corazón. Ella tenía confianza en él aunque tenía miedo, ella lo amaba aunque sentía miedo de perderlo. Con esto, aquel camino en su mente se iluminó aún más brillante y el final de este estaba más cerca. La respuesta estaba cerca. En eso también tuvo una idea. El aún tenía el Rinne-Shigan. Con esto, a pesar de su cuerpo herido, se levantó flotando y se elevó alto en el cielo.

"Okamitsuki. Te agradezco por ayudarme. Será molesto para ti, pero ayúdame otra vez"

Okamitsuki sonrió y aceptó que este cachorro no tenía remedio alguno. Estando en el interior de Toru, ella podía sentir todo el sufrimiento por el que este chico ha pasado y eso no era poca cosa. Entendió lo que él quería hacer, por eso decidió ayudarlo hasta el final.

Controlando su propio cuerpo con el control de la gravedad del Rinne-Shigan, Toru levantó los brazos y comenzó a imbuir sus últimas reservas de chakra en el cielo. Okamitsuki lo ayudó con el senjutsu y una gigantesca estrella comenzó a formarse.

Mientras tanto, debajo de ellos, Madara ya pudo regenerar su cabeza y parte de su torso. 

"Hm…"

Sintió molesta la luz que brillaba encima de él así que levantó la mirada y sonrió. Al ver el ataque inminente y desesperado de Toru, él concentró todo su chakra en la regeneración y rápidamente se recuperó en un 60%. 

"Que traidor tan molesto te vas vuelto. Igual que la persona cuyo rostro heredaste" Aún regenerandose, pensó que le daría una despedida digna a este traidor. "Detendré tu ataque y demostraré quien es el verdadero Sabio aquí" con una de las esferas negras formó su bastón y lo azotó contra el suelo.

[Este tipo… Nunca he visto un monstruo tan horrendo en mi vida] 

Okamitsuki realmente sintió miedo al ver a Madara. Él era una bestia que se salía de su comprensión. Ni siquiera Toru era tan extraño como ese hombre. 

[Antes de que se regenere por completo, lo mataremos con esto] respondió Toru.

El agudizó su mirada y respiró un poco de sangre en forma de vapor para luego proceder con su jutsu.

"Saigo no…"

Madara también se preparó a pesar de que su regeneración solo estaba en un 65%. Sostuvo su bastón con fuerza y frunció el ceño, al mismo tiempo, sonriendo desafiante ante Toru. Está humillación no debe pasar por alto, él ciertamente sentía un poco de rencor por haber sido reducido a una masa deforme y asquerosa. Por eso, él tenía planeado el final perfecto para el último descendiente de la sangre traidora de los Uchiha, aquellos que se hicieron llamar "Asahi".

"...Yoake!"

Con el poder de la fuerza de gravedad, Toru empujó la esfera de plasma contra Madara, quien comenzó a reírse eufórico observando el espectáculo de luces. Extendió la mano con el bastón y tocó la esfera tratando de detenerla. Pero pronto se dió cuenta de que nuevamente se confío.

"No puede ser… ¡No!"

Al ver esta reacción de Madara, Toru aumentó la fuerza con la que empujaba la esfera y sus ojos comenzaron a sangrar. Está era una oportunidad que no quería perderse, ya que solo así podría derrotar a Madara. La luz de la esfera iluminó todo el campo de batalla y, mientras forcejeaba con la esfera, las manos de Madara comenzaron a convertirse en polvo. 

Él gritó de dolor mientras era desintegrado por la esfera, hasta que finalmente se convirtió en polvo, nada más ni nada menos que eso. Después de todo esto, el jutsu de Toru desapareció por completo como una nube de vapor brillante debido a que él ya no tenía chakra para dar.

Un profundo silencio invadió la escena.

[¿Lo logramos?] preguntó Okamitsuki.

A lo que Toru se mantuvo en silencio por un segundo. A pesar de que habían gotas de sangre en sus mejillas que fueron las que cayeron de sus ojos luego de forzar el Camino Deva, de la nada comenzó a salir sangre de su boca y nariz. Su visión comenzó a tornarse borrosa y al final, entendiendo perfectamente lo que estaba pasando, le respondió:

"No… fallamos…"

Fue entonces que la voz de Madara hizo eco detrás de Toru.

"El problema de alguien que puede ver los clones del Limbo…" le susurro al oído. "Es que se les dificulta saber cuál es el real y cuál es el falso"

Un golpe bajo, un tramposo hasta el final. Madara simplemente jugó sucio.

Por eso, escuchando al Uchiha, Toru bajo la mirada y suspiro. La mano del verdadero Madara le estaba atravesando la espalda, sobresaliendo por su pecho. El bastardo sostenía el corazón de Toru, el cual aún palpitaba en la palma de su mano. La sangre comenzó a escurrirse por su pecho y espalda.

[¡TORU!]

Ya no había nada que hacer. Toru no podía moverse, no le quedaba chakra. Gasto todo en el Modo Fusión, por lo que no podrá usar el Camino Deva. Okamitsuki presenció esto y se liberó del sello apareciendo delante de ambos envuelta en una nube de humo, con rayos del Raiton parpadeando alrededor de su cuerpo.

Ella tenía la intención de atacar a Madara, pero Toru…

"Regresa, Okamitsuki…"

Pero él anuló la invocación.

"¡Toru, no-!"

Puff… ella desapareció. Toru entendió que si Okamitsuki se quedaba, Madara también la mataría. Así que anuló la invocación y se quedó aquí. 

"Con esto, el último de la sangre traidora se extingue"

Madara sacó la mano de la espalda de Toru y aplastó el corazón que tenía. Antes de que él caiga al suelo, el mismo Madara se encargó de hacer algo muy cruel para todos los presentes. Por lo que pateó a Toru en la dirección donde se encontraban todos los shinobis. 

***

Konan sintió un profundo dolor en el pecho y por alguna razón vio a Nagato y Yahiko frente a ella. Por un momento perdió el aliento y, como si pudiera ver a través de los ojos de Toru, ella presenció la trágica escena.

Casi un segundo después…

¡Booom! Toru pasó a su lado, disparado por haber sido pateado por Madara. Ella se quedó congelada luego de escuchar a Toru estrellarse contra el suelo a sus espaldas. Por un momento su respiración se detuvo y los recuerdos junto a este chico comenzaron a pasar frente a sus ojos. Y, al mismo tiempo, Madara, burlándose de todos, pasó caminando al lado de Konan, dirigiéndose a dónde Toru.

Ino y Hinata tuvieron una reacción parecida a la de Konan. Ambas sintieron que algo malo pasó y luego de eso vieron a Toru estrellarse contra el suelo detrás de ellas. 

"Esto es lo que pasa cuando me desafían. Así es como termina la deprimente historia de esta sangre traidora" él sonrió, pues al fin ha acabado con el tumor de los Uchiha. "Y para estar seguros de que no volverás…"

Se acercó al cuerpo sin vida de Toru tendido en el suelo y lo miró relajado. Luego, levantó una de las esferas negras y la acercó a Toru.

"No… no…" 

Konan seguía sin creerlo. Toru estaba detrás de ella, pero ella ni siquiera podía girar su mirada para verlo. Sentía que si miraba, su mundo entero se derrumbaría en pedazos.

Eso debería ser así, pero…

[Konan…]

Era la voz de Toru. Él estaba usando su telepatía para hablarle.

[Lo siento…]

[¿Toru…?]

[Konan… creo… que al fin lo entiendo…]

El camino que se había iluminado, al fin ha tocado el final. La respuesta era clara.

[Toru… detente… no digas más…]

[Konan… gracias por todo… gracias por haber estado junto a mí durante tanto tiempo. Me aceptaste y no me abandonaste…]

[Por favor…]

[Gracias, Konan. En serio te lo agradezco. Yo al fin encontré la respuesta que tanto busqué]

[...]

Konan sabía que esto iba a pasar, ella ya lo sabía, pero quería creer que todo estará bien.. Solo que, al final, todo sucede siempre de esta forma. 

[Hinata, Ino, Hanabi… a pesar de que no me van a perdonar nunca, quiero ofrecerles mis últimas disculpas. He sido… muy raro siempre, ¿no?]

El comenzó a hablar del pasado con ellas. Les recordó algunos momentos especiales para él. La primera misión, los exámenes chunin. El primer beso de Ino. Todo eso pasó ante los ojos de todos, lo que hizo que todas sintieran algo muy pesado en el fondo de sus corazones.

-Amegakure-

Ajisai, después de haberse negado a participar en la guerra junto a su equipo, se encontraba ayudando a las personas y refugiados en esta aldea. Muchos ya la llegaron a conocer gracias a Toru, por lo que ella está profundamente agradecida con ese chico.

"Hola, jovencita" Un anciano dueño de una tienda la saludo. "Ya es muy tarde, ve a descansar. Has hecho mucho por todos nosotros. Te lo agradecemos"

"Uh. ¡Si! Le tomaré la palabra. Buenas noches"

Obviamente ya era muy tarde por la noche, ella debía volver a casa tarde o temprano. Así que usó sus habilidades de kunoichi para llegar más rápido y abrió la puerta de su pequeño departamento con una pequeña sonrisa. Tarareo una canción mientras estaba en la ducha. Se puso el pijama y luego, de la nada, el suelo comenzó a temblar. 

"Uh… guerra…"

Ella se asustó por esto, pero entendió que muy cerca se estaba llevando a cabo una guerra a gran escala contra un solo enemigo extremadamente poderoso. Así que no valía la pena pensar mucho en eso ya que la Alianza Shinobi debería tener todo bajo control. Lo malo es que, al estar dentro del apartamento, ella no pudo ver qué todo el cielo se iluminaba con luces parpadeantes una y otra vez. 

"¿Hm…?" vio algo en el escritorio de su habitación.

Era una carta. ¿El remitente? Pues no estaba en el sobre por lo que, sospechando, abrió lentamente el sobre, pero no explotó ni nada parecido. Dentro del sobre estaba una carta, si. Así que la abrió y sonrió al ver la firma de Toru en la carta.

-Aldea del Clan Okami-

Todos los lobos seguían jugando con el clon de Toru, quien meditaba y usaba el Sennin Mōdo para conseguir más chakra, pero dejaron de hacerlo cuando sintieron todo temblar de forma violenta. Se quedaron esperando a ver qué pasaba y, repentinamente, Okamitsuki apareció envuelta en una nube de humo.

"¡MALDICIÓN!" gritó ella. 

Okaminaru la miró preocupada y se acercó para preguntarle qué había pasado, pero su madre comenzó a destruir los árboles con los colmillos y las garras. Por un momento, Okaminaru creyó ver lágrimas en el pelaje de su madre, pero no le prestó atención a eso.

Acercándose al clon en el centro de la aldea, ella le habló.

"Toru… aún sigues aquí… ¡Dí algo!"

El clon, con los ojos cerrados, sonrió levemente. Abrió los ojos y mostró su Rinne-Shigan.

"Han sido unos largos tres años" miró el cielo estrellado y luego miró a todos los lobos por última vez. "Gracias a todos ustedes por nunca abandonarme. Ya sé cómo pagarles por todo lo que han hecho por mi"

Puff… desapareció. Esto hizo que Okamitsuki bajara la mirada apretando los colmillos con fuerza. Entonces, miró a la luna y comenzó a aullar. Todos los demás lobos entendieron lo que Okamitsuki estaba haciendo a excepción de Okaminaru. Todos los lobos acompañaron el aullido de Okamitsuki.

Esto era una tradición de los lobos. Cuando alguien del clan muere, se le despide de esta forma.

-Campo de batalla-

Los shinobis miraron expectantes. Guardaron silencio, pues no había nada que ellos pudieran hacer. Madara tomó aquella esfera negra y la acercó al cuerpo de Toru. La esfera negra se expandió y se tragó a Toru, lo que hizo que él Uchiha sintiera satisfecho. Ya no había nada que se interponga en su camino.

"El traidor ha muerto" susurro.

Sin embargo, debajo de él, la tierra se rompió y de ahí emergió Toru. Quien había aprovechado la conmoción de antes para reemplazar su cuerpo con un clon de madera. Con el poder de su Rinne-Shigan, se obligó a sí mismo a moverse, sujetando de los brazos a Madara.

"Vaya. Enserio no dejas de sorprenderme"

Toru no respondió. Más bien, su cuerpo comenzó a flotar junto al de Madara y las manchas del senjutsu se mostraron en su rostro. 

[Konan…]

Su voz, aunque estaba en su mente, sonaba débil, cómo si en cualquier momento Toru fuera a perder la vida. La llamó a ella, la más cercana a su corazón. Y aunque fuera egoísta, llamó a Ino y Hinata también. Parecía haber muerto antes, pero era una actuación. Ciertamente él aún tenía la horrible herida en su pecho, ya no tenía su corazón, pero aún podía seguir moviendo la sangre por sus venas con el Rinne-Shigan. 

Ha llegado la hora de despedirse.

Ha llegado la hora de cumplir su rol en este mundo.

Aquel que ha logrado descubrir su propia identidad.

Él ha llegado al final del camino…

Todos los vieron con preocupación, pero Toru hizo gala de su excelente resistencia.

"Mientras yo viva…"

La escena de sí mismo, en su vida pasada, caminando entre los pasillos de esa mansión se proyectó en su mente. Aquel chico de catorce años en esa época caminaba con sonrisa leve en la boca. A pesar de que tenía lágrimas secas en su rostro, siguió sonriendo para mantenerse vivo a sí mismo de alguna forma. Caminaba relajado, caminaba… directo hacia su muerte…

Y Toru iba a hacer lo mismo que aquel niño. Incluso las circunstancias del suceso eran parecidas.

'Mientras yo viva, nadie más volverá a llorar…'

Se dijo a sí mismo, pero él sabía que eso no era cierto. Recordó otra de las frases que se dijo a sí mismo en su vida pasada.

'Mientras yo viva… solo habrá desgracias'

El suceso que marcó para siempre a Toru irónicamente le hizo descubrir su propia identidad. El no era aún héroe de aura brillante, él no era un villano oscuro y despiadado. El verdadero Toru solo era un niño asustado, oculto en lo profundo de su corazón, llorando en silencio, dónde nadie más puede alcanzarlo. Por eso, ya elevado en el cielo junto a Madara, él sonrió. Se recordó a sí mismo y se dió cuenta de que, no importa lo mucho intente olvidar el pasado, siempre regresa para hacerlo sufrir. Al final, el estaba regresando a ser ese mismo niño tonto, aquel que se sacrifica por un amor que nunca sintió realmente.

"Nuestra historia termina aquí, Madara. Ya hemos vivido lo suficiente, tenemos que descansar"

"¡¿De qué hablas?! ¡Suéltame!"

"No. No lo haré. Ambos sabemos que nuestras vidas ya han terminado desde hace mucho tiempo y que es inútil seguir alargando ese hecho. Admitelo, somos vejestorios que alargaron su vida demasiado"

"No sé de qué hablas. Ahora mismo te mataré. ¡Limbo!"

Nuevamente el clon de Madara apareció, sin embargo…

"¡Chidori!"

De la nada, Sasuke se impulsó con el Susanoo y atravesó al clon del Limbo. Su ojo izquierdo mostraba ahora el Rinne-Sharingan. Su mano parpadeo con los rayos y resonó con el chillido de un millar de aves. Miró a Toru ascender y cerró los ojos.

Ambos en ese momento se dijeron para mí mismos.

"Adiós… viejo amigo…" x2

Sasuke cayó al suelo y Toru ascendió aún más mientras su cuerpo comenzaba a parpadear con la luz del shakuton. Una y otra vez, con la intención de sobrecargar su propio cuerpo, su sistema de chakra comenzó a descontrolarse por la velocidad en que se activa y desactiva el jutsu.

"¡Maldición! ¡Suéltame! ¡Traidor bastardo!"

Madara forcejeó y aunque los brazos de Toru parecían querer romperse, él no cedió.

"No. Ya te dije que nuestras vidas terminan aquí" cerró los ojos y suspiro. 'Haa… al fin descubrí quién soy…'

Era bastante irónico que Toru haya logrado encontrar su propia identidad en su lecho de muerte, pero eso era suficiente para él. Él estaba satisfecho con esto.

"¡Aghhhhhhh!"

Gritando mientras se arrancaba la mano con la boca, Madara se despojó de esa parte de su cuerpo y la arrojó al suelo. En un intento fallido por liberarse, le dió un cabezazo a Toru, pero este se olvidó que el mocoso no podía sentir dolor. Es más, esto aumentó la fuerza del agarre de Toru, haciéndole aún más difícil escapar a Madara.

Al final de todo ya se habían elevado lo suficiente en el cielo. Ahora podían ver la curvatura del planeta. Era un hermoso planeta azul, parecido al de su vida pasada. 

[Este es el adiós, Konan. Lamento no haber podido cumplir mi promesa. Aun así, quiero que vivas, quiero que busques tu felicidad. Si tú eres feliz, entonces yo también lo seré]

Ella no le respondió. Simplemente se quedó callada mientras Toru hablaba.

[Nuevamente… Gracias por todo, Konan. Gracias por amarme. Gracias…]

El sistema de chakra de Toru se sobrecargo.

[… adiós…] 

Estas últimas palabras también resonaron en las mentes de muchas personas en este mundo. Muchas personas que Toru considero importantes en esta nueva vida. Sin embargo, está vida ha terminado. El decidió que había vivido demasiado. Desperdicio está vida, si, pero al menos, en su muerte, haría algo por esas personas.

Su amor siempre fue falso, siempre lo fue. Aquel que no conoce el significado de amor está destinado a amar falsamente a los demás con tal de buscar una felicidad que nunca podrá tener. Toru era de esta forma. Él era así, siempre lo fue. Su corazón y alma estaban tan rotos que él pensaba que esta forma de pensar estaba bien.

El, después de todo…

"Shakuton…"

Se obligó a sí mismo a amar, para poder ser feliz. Una felicidad que nunca pudo alcanzar.

"¡Overdrive!"

-Amegakure-

(No sé cómo poner esto en palabras. No se me da bien elegir palabras correctas para describir a las personas sin que se ofendan. Pero quería felicitarte. ¡Ahora eres una Jounin! Eres digna de ser una líder. Te has esforzado bastante y tu esfuerzo ha dado frutos. Lo mismo va para tus compañeras, Suirein y Fuyo. Mándales un saludo de mi parte.

En fin. Quería pedirte un gran favor. De parte de Konan y de mi, queremos que seas alguien aún más grande para esta aldea)

Ajisai leyó la carta y caminó hacia afuera. Miró el cielo y se dió cuenta que todo estaba despejado, lo que al fin le mostraba las estrellas a esta lluviosa y triste aldea. Ella siguió leyendo.

(Las personas necesitan alguien en quien confiar, necesitan alguien que les de esperanza. Yo no soy esa persona, no soy confiable y, por supuesto, no soy un gran líder como lo eres tú. Reconozco ese defecto de mi. Queremos que guíes a todos en esta aldea, queremos que ellos te necesiten, así como nosotros te necesitamos ahora. 

Eres una buena persona, nunca tuviste malas intenciones con nadie. Haces lo que se debe por tus compañeras y por aquellos a quienes consideras importantes. Esa es una hermosa virtud que tienes. Es por eso que escribí está carta. Para ti, de mi parte, quiero que seas la próxima líder de esta aldea. Quiero que seas la esperanza que le falta a este lugar. 

Eres inteligente y sé que intentarás negarte a tomar el cargo, pero la decisión ya ha sido tomada. Será difícil de ahora en adelante, pero sé que contigo, nada es imposible.

Mis últimas palabras.

Asahi Toru)

Cuando Ajisai terminó de leer la carta, un par de lágrimas cayeron por sus mejillas. Ella sintió una gran presión en su pecho que le confirmó que algo no estaba bien. Y, casi al mismo momento, una brillante luz explotó en el cielo.

-Campo de batalla-

Konan al final se dió la vuelta y miró hacia el cielo. Allí arriba, de un momento a otro, una gigantesca esfera explotó. La esfera era un poco más pequeña que el planeta, pero tuvo la suficiente energía para darle luz a toda esa cara del planeta.

Está fría, oscura y deprimente noche, se convirtió en un hermoso y brillante día gracias al sol que nació en el horizonte.

La mirada de Konan entonces se apagó. Sus ojos se volvieron opacos y observó la estrella en silencio. Suspiro cansada y extendió la mano intentando alcanzar a Toru, pero él estaba tan alto, tan lejos…

Los momentos que vivió junto a ese chico pasaron por su mente y, en silencio, agachó la mirada mientras recordaba.

"Llegué demasiado tarde…" 

Naruto salió de la dimensión del kamui solo para presenciar este acto de Toru. Cerró los ojos y se lamentó en silencio. Lo mismo pasó con Ino, quien también miró al cielo junto a Hinata. Por alguna razón ambas recordaron el día que conocieron a Toru y el día que formaron equipo por primera vez.

"Eres un tonto, Toru…" la respiración de Ino tembló.

***

"¡Ahhhhhh!"

Madara soltó un grito agonizante mientras su cuerpo comenzaba a convertirse en cenizas. A la vez, Toru ya había perdido la capacidad para hablar, todo su cuerpo entero se quemó y terminó por convertirse en una gran estatua de carbón. Aun en medio de esta explosión de chakra, intentó no perder la conciencia hasta ver a esas chicas por última vez. 

'Sé quién soy… al fin lo se…'

El chakra se acabó y el sol explotó en el cielo, lo que empujó a Toru de regreso a la tierra. Mientras caía, confirmó lo que al fin había descubierto.

'Soy aquel que se sacrifica por lo que ama. No importa lo que deba sufrir, no importa cuanto daño me hagan, no importa cuántas veces me rompan el corazón. Nada importa, ni siquiera si mi mente no logra resistir tanto sufrimiento. Si los demás son felices, yo también lo seré. Esa es mi felicidad, ese es mi rol en esta y cualquier otra vida' Cerró los ojos y finalmente cayó al suelo. Pero no sintió nada, pues su cuerpo ya no era nada. 'Mi felicidad siempre estará atada a la felicidad de otros. Lo que me pase a mi no importa. Yo… estoy acostumbrado a esto. Está bien de esta forma, así es como siempre he vivido y ahora lo entiendo. Fue bueno haber recuperado mis emociones…'

Cuando Toru cayó, se provocó una gran onda de impacto que empujó a todos hacia atrás. La primera en ir a ver si lo que cayó era Toru fue Ino, quien se preparó para curarlo tan rápido como sea posible. Pero cuando vio lo que estaba en el cráter que se había formado, su respiración se detuvo por un segundo.

"Toru…"

Ella tembló y se acercó. Se arrodilló ante Toru y vio el estado de este chico.

El cuerpo entero de Toru se había carbonizado casi por completo, mostrando grietas que brillaban tenues como fuego a excepción de una pequeña parte de su rostro, su ojo izquierdo. El movió un poco el ojo e Ino se dió cuenta de que él aún está vivo, por lo que, poniendo sus manos sobre Toru, estas brillaron en el color verde del ninjutsu médico. A pesar de esto, sus manos temblaban mucho. Mientras veía al moribundo Toru, recordó todo lo bueno que vivió junto a este chico. Al verlo así, todo lo malo se esfumó en el aire. Ella no podía perdonarlo, pero aún lo amaba demasiado.

"Vas a estar bien. Lo estarás. Te voy a curar…" su voz tembló. "Verás que mañana estarás mejor, en serio" ella intentó sonreír, pero las lágrimas comenzaron a caer por su rostro. "¡Sakura! ¡Ayúdame! ¡Tsunade-sama! ¡Por favor! ¡Alguien ayúdeme!" gritó y, aunque todos los vieron, nadie se acercó, pues no había nada para sanar en el cuerpo de Toru.

Escuchando los gritos desesperados de Ino, Hinata se acercó y vio lo que todos pudieron ver. Ella pensó que se sentiría feliz por ver a Toru muerto, pero…

"Me gustaría tener ojos como los tuyos"

"Me has estado siguiendo durante mucho tiempo, ¿por qué?"

"Soy Asahi Toru. ¿Puedes decirme tu nombre?"

"Te llevaré a casa"

"Vamos a comer algo. La comida que compramos antes ya debe está fría"

Esos y cientos de diálogos más comenzaron a aparecer en su mente. Es verdad que ella odia a Toru y, aunque su amor no es tanto como su odio, al final ella… no pudo ver esto…

Su respiración se volvió pesada. Recordando los momentos felices con Toru, ella se sintió mareada. Su mente entró en caos en el momento que vio a este chico y comenzó a tener un ataque de ansiedad. Intento respirar, pero no podía por eso mismo así que finalmente cayó al suelo, desmayándose.

Junto a los demás, Konan no pensó en nada, no dijo nada, solo vio a Toru muriendo frente a sus ojos.

"Toru… Mantente despierto. Haré algo. Haré algo…"

No. Ino ya no podía hacer nada. Toru miró a Konan, luego a Ino y finalmente a Hinata. Miró al cielo y su conciencia comenzó a desvanecerse. Ya todo comenzó a verse borroso, dejó de escuchar las voces de los demás y escucho una risa infantil femenina que parecía divertirse con esto. El entendió que está vez no podía salvarse. Así que simplemente lo acepto.

El ya no podía respirar, ya no podía moverse a excepción de su ojo y, en algún momento, dejó de pensar…

"¿Toru…? Toru… no…"

La última gota de chakra en el inerte cuerpo de Toru se extinguió. 

"¡Toru!"

Ino intentó darle parte de su chakra, pero el cuerpo de Toru ya no lo aceptaba. 

Después de eso, un profundo silencio se mantuvo. En medio del cráter, convertido en carbón, el último sobreviviente del clan Asahi, hijo de Asahi Kyoko y Kitamura Kenji, Asahi Toru, ha perdido la vida sacrificándose para derrotar a Madara. En su lecho de muerte se descubrió a sí mismo y sintió que podía descansar en paz. Logró despedirse de todos aquellos que considero más importantes y murió a través del fuego y las llamas.

"Que buen final" 

La voz de alguien que nadie pudo escuchar hizo eco. Aquella niña de cuerpo brillante dorado apareció, pero nadie podía verla. Ella caminó por el campo de batalla y admiro toda la destrucción que causó.

"No es como lo escribí, pero estoy satisfecha. Creo que es mejor que meter extraterrestres de por medio en la historia"

"Jaja…"

Una risa conocida hizo eco, lo que le heló la sangre a todos, pero hizo que la niña se emocionara. Saliendo de entre los escombros, Madara resurgió. 

"Malnacido… casi me matas"

"Sorprendente, un nuevo giro de trama!" dijo la niña.

Todos regresaron a mirar hacia atrás y allí estaba Madara. Naruto y Sasuke se quedaron en shock, pues todos lo vieron morir junto a Toru, pero eso no iba a pasar. Fue por eso que Madara se arrancó la mano, para resurgir de esa pequeña porción de su cuerpo.

La niña brillante asintió emocionada. Ella sabía que esto iba a pasar, pues el poder de los Seis Caminos no es poca cosa y, aunque lo haya llamado giro de trama, al final ella movió los hilos de sus marionetas.

"Bueno. Ahora regresamos con los verdaderos héroes de la historia. Naruto y Sasuke, hagan lo suyo!" dijo la niña, aunque nadie pudo oírla. "Y también es la hora de ver qué me dejó el Overlord"

Acercándose al cadáver de Toru, la niña brillante tocó el aura roja que aún emanaba de él y la succionó con la mano como si fuera una aspiradora. 

"¿Uh? Que raro…"

Había algo flotando sobre la cabeza de Toru. Era como el halo carmesí de un ángel partido a la mitad.

"Un Overlord tan débil no debería tener corona. Hm… no importa. Al final son más regalos para mí" tomó la corona, poniéndosela en la cabeza y sonriendo satisfecha.

Al mismo tiempo, Madara se preparó para matar a Naruto y Sasuke, mientras que Konan envolvió el cuerpo de Toru en papel. Ino intentó detenerla, pero ella no la escuchó y, extendiendo sus alas, se fue junto a Toru, quien yacía sin vida dentro del papel.

"La sangre traidora siempre dará problemas. Afortunadamente soy invencible" dijo Madara.

Pero antes de que pueda lanzarse a matar a Naruto y Sasuke, alguien apareció arriba de él. Madara por puro reflejo miró en esa dirección, solo para encontrarse con una hermosa mujer de piel blanca y cuernos de ogro. Ella tenía un Rinne-Sharingan en la frente y el Byakugan en ambos ojos. 

"¿Kaguya…?"

Él la reconoció al instante, pero antes de poder hacer algo, ella tocó a Madara en la frente y este se convirtió en polvo. Con esto, Kaguya absorbió todo el chakra de los Seis Caminos, recuperando lo que, por derecho, le pertenecía.

"Conciencia del mundo… ¿Qué haces aquí?" Ella sí pudo ver a la niña mientras que los shinobis se quedaron asustados viéndola.

"Vine a recoger mis premios. El Overlord se mató solo. Jajajaja. Eso nos ahorró el llamar a un Campeón"

"Ya veo. Voy a llevar a cabo un exterminio. Es mejor que regreses a tu burbuja dimensional"

"Estar ahí sola es aburrido, pero estoy segura que podrás darme un buen espectáculo como en el pasado. Adiós"

Con esto, la niña extendió los brazos y se fue corriendo de una forma muy infantil. Su cuerpo se desvaneció, mientras que la corona carmesí que tenía en la cabeza parpadeó un par de veces para irse junto a su nueva dueña.

"Bien… comencemos…"

Kaguya se preparó para la masacre. Afortunadamente, la humanidad tenía a dos héroes de su lado. Aquel que portaba la sangre maldita de los Uchiha y reencarnación de Indra. Y aquel que heredó la voluntad y amabilidad de Ashura. Las reencarnaciones de los nietos de esta mujer… Kaguya Otsutsuki, princesa de la luna, diosa del chakra…

Con el sacrificio de Toru, la historia de este mundo terminó. Y en el final, una batalla decisiva comenzó.

Vol. 3 - Naruto: Shippuden - Fin