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The Last Rising Sun (Spanish ver.)

Alek Gusev es un investigador científico de alto nivel que creó uno de los mayores inventos de la humanidad. Sin embargo, según quiso el destino, esta misma creación destruye todo lo que conocía, matándolo en el proceso. Ahora ha reencarnado en otro mundo sin sus recuerdos. ¿Qué pasará en la nueva vida de nuestro protagonista? Nota del autor: Multiverso próximamente. Además, esta es una historia que se desarrolla lentamente. El volumen 1 está en proceso de remake, pero tenéis el volumen 1 original hasta ahora.

NotPolarArtic · Komik
Peringkat tidak cukup
179 Chs

Capítulo 165: Sensación extraña.

Caminaron por la casa y entraron a una habitación que tenía una puerta. De hecho, esta era la única habitación con puerta. 

"Ábrela" dijo Okamitsuki, a lo que Konan obedeció en silencio. 

Cuando la puerta se abrió, se pudo divisar a aquel chico. Estaba sobre una cama artesanal. Tenía sábanas hechas con pieles de animales, iguales a las que Konan vio cuando despertó, solo que había una particularidad con estas en específico. Las sábanas estaban manchadas de sangre. 

"Uh…"

Una respiración agitada y adolorida se escuchó. 

Konan se acercó rápido y sus ojos se abrieron al ver el estado en el que Toru se encontraba. Tenía la cara pálida, sudaba bastante y las vendas en su torso estaban manchadas de sangre. La expresión en el rostro de este chico era diferente a cualquier otra que Konan haya visto, ya que ella podía ver claramente como Toru agonizaba.

"..." 

Konan siempre fue una experta en ocultar sus emociones, pero últimamente sólo ha existido una persona que fue capaz de hacerla llorar desde el fondo de su corazón. Cuando vio a Toru tendido en esta cama, bajó la mirada de inmediato y apretó los puños y los dientes con fuerza. Se negó a creer que este chico está a punto de morir.

A su lado, Okamitsuki observó en silencio. Sin embargo, una sonrisa se formó en su rostro.

-En un lugar extraño-

Aquella llama provocó un sonido agudo. Iluminó suavemente el rostro de Toru, lo que lo hizo despertar dentro de ese lugar que ya conocía desde hace tanto tiempo. Él estaba confundido, pero aún así se sentó sobre la sangre y extendió su mano, tocando la llama que estaba frente a él.

'¿Qué es esto…?' 

La llama no lo quemaba, en lugar de eso, provocaba una leve sensación de satisfacción. 

Una voz resonó y Toru, como si estuviera mucho sueño, cerró los ojos y volvió a dormir.

-Clan Okami-

Okamitsuki sonrió, ya que, mientras Konan cerraba los ojos, ella vio esa reacción en el cuerpo de Toru. Era obvio que esto iba a pasar, pues ella ya lo ha visto con sus propios ojos más de una vez. La razón del por qué ella estaba tan calmada.

"Con respecto a lo que dije antes. Tu no tienes la culpa. Así que relájate. Antes simplemente quería molestarte. Abre los ojos y míralo. Este chico no va a morir tan fácil"

Konan se sintió confundida por estas palabras. Abrió los ojos y se sorprendió al ver como salía vapor de las heridas de Toru. El agujero en su abdomen comenzaba a cerrarse lentamente y la sangre en las sábanas y vendas se estaba evaporando de manera extraña. Su rostro pálido lentamente recuperó el color y la expresión de agonía que tenía se reemplazó por una más relajada y cansada.

En ese momento, había una pequeña lágrima en la mejilla de Konan. Ella se limpió esa lágrima y recordó esa extraña regeneración que Toru tiene. Aun así, mientras esto pasaba, ella se dio cuenta de algo y Okamitsuki lo confirmó.

"'Eso no es regeneración' Eso es lo que piensas, ¿no?. Lo he visto muchas veces, pero ni siquiera sé que es. Estoy segura que Toru es humano, pero desde que lo conocí, he visto algo raro en él. Es por eso que se que no morirá fácilmente" Ella sonrió. "Mira su cuerpo, mira la sangre que se evaporó, es como si el tiempo en su cuerpo…"

"Se hubiera acelerado…" respondió Konan.

A lo que Okamitsuki asintió. Al final, las heridas de Toru terminaron de cerrarse y este abrió los ojos. Por un segundo, se pudo ver el Rinnegan en su mirada, pero este se desvaneció momentos después.

"¡Toru!"

Konan quería saber si Toru se encontraba bien, pero el chico no respondió. El se levantó de la cama, tocándose la cabeza con dolor. Se veía desorientado, se tambaleaba de lado a lado y su respiración era pesada.

"Ko…nan… Konan…" repitió una y otra vez mientras se acercaba a la puerta. 

Mirándolo en silencio, Okamitsuki se hizo a un lado y vio a Toru intentar salir del lugar. Sin embargo, cuando el chico llegó a la puerta…

¡Bam! Se dio en la cara contra la madera de la puerta y cayó al suelo.

"Uh… duele demasiado…" Se frotó la frente y luego se recostó en el suelo. Parece que recuperó la conciencia cuando se golpeó la cara contra la puerta. Inmediatamente abrió los ojos en estado de shock. Recordando lo que pasó en Amegakure, se tocó la muñeca para invocar las dagas, pero se dio cuenta que estaba desnudo del torso hacia arriba. No tenía los sellos en sus muñecas y lo único que lo cubría eran sus pantalones cortos y las vendas en su torso, piernas y brazos. "Luz…"

*Drip… drip…* Un par de lágrimas cayeron por sus mejillas. Sus ojos veían algo, veían un poco de luz. Todo estaba muy borroso, pero podía ver algo. Lentamente su visión se fue enfocando hasta que…

"Puedo ver… puedo ver…" La luz regresó a sus ojos. Toru recuperó la visión, pero no entendía por qué. Pasaron dos segundos hasta que se dio cuenta de que habían personas con él. "Okamitsuki… ¿cómo llegué aquí?"

La loba suspiró cansada. "El viejo te trajo"

"Ya veo…" Miró los alrededores y sus ojos se abrieron. Había una ventana cerca, donde la luz del atardecer iluminaba la habitación y, justo frente a esa ventana, siendo acariciada por la luz del sol, el la vio… él vio un ángel. "Konan…" fue lo único que pudo decir después de verla.

Y ella tuvo la misma reacción. Konan apenas asimiló que Toru seguía vivo, que su cuerpo estaba en perfecto estado. Inconscientemente lo miró directo a los ojos, esos ojos que de alguna manera habían recuperado un poco de su luz.

Okamitsuki se dio cuenta de esto, de que Toru y Konan se estaban mirando fijamente. Una sonrisa se dibujó en sus colmillos y negó con la cabeza. 'Ha~, la juventud…' Pensó, pero luego se le ocurrió interrumpir. "Toru. Oye, Toru…" El chico no la escuchó. "¡Mocoso!"

"Uh…" Toru al fin salió del trance en el que se había metido. "¿Qué pasó? Yo…"

"¿Sigues desorientado? Levántate del suelo de una vez. Y tú, Konan-san, si quieres hablar con él, los dejaré a solas un rato. Yo iré a informar a los demás. No hagan nada raro mientras no estoy" Diciendo cosas extrañas, Okamitsuki abrió la puerta con los dientes y salió de la habitación. Dejando a solas a estos dos.

Por un momento el silencio que se mantuvo en el lugar fue incómodo, pero Toru se sentó en la cama y miró a Konan antes de hablar.

"Lo siento. No pudimos derrotar a Madara. Así que los ojos de Nagato-"

"No. No te disculpes. Ya lo has hecho muchas veces. Soy yo quien debe disculparse contigo. Desde el inicio, cuando te obligamos a entrar a Akatsuki, ninguno de nuestros asuntos tenía algo que ver contigo, pero te obligue a ser parte de esto y mira cómo terminó todo. Es mi culpa, por eso-"

"¿Tu culpa?" Inclinó la cabeza confundido. "Fue Madara quien atacó primero. En todo caso, sería él quien tiene la culpa. Así que no hay nada de qué sentirse culpable ni nada de qué disculparse"

"Ya veo…" Bajo la mirada. "Gracias…"

Otra vez silencio. Aunque Konan recordó lo que dijo Toru después de golpearse la cabeza. 'Puedo ver…' Eso era lo que Toru dijo. A pesar del silencio, ella quería preguntar, pero se dio cuenta de que Toru la estaba mirando fijamente. El simplemente la miraba en silencio, con una expresión muy diferente a todas las que ella haya visto. Era una expresión curiosa, relajada, por así decirlo… 'Lindo…' pero en seguida negó con la cabeza y preguntó otra cosa para quitarse esos pensamientos de la cabeza.

"Antes dijiste que podías ver. ¿Es eso cierto?"

"Lo es. No lo entiendo, pero puedo ver todo otra vez. Además, siento algo nuevo en mi cerebro, pero no sé qué es. Todo está revuelto en mi mente. Así que necesitaré descansar por un tiempo para poner mis pensamientos en orden. Además…" Él no había querido decirle esto a Konan, pero, al igual que él, ella sólo tenía vendas cubriendo su torso y pecho. Debido a que las vendas van muy pegadas al cuerpo, él podía ver todo el contorno del cuerpo de Konan. 

"¿...? …Ah….."

Konan se dio cuenta por la mirada tan intensa de Toru. Se cubrió el pecho con los brazos y miró hacia otro lado. En respuesta a esto, Toru sonrió con gentileza. Se levantó de la cama y, en las mesas, buscó algo hasta encontrarlo. Casi en seguida se sentó en la cama y en su mano mostró un sello de papel, el cual estaba ligeramente chamuscado.

"Liberar…" Hizo un sello con la mano y una nube de humo apareció entre sus manos. Cuando la pequeña nube de humo se disipó, se pudo ver una túnica de Akatsuki en perfecto estado. Él la tomó en su mano y luego se la ofreció a Konan. "Tu ropa debe estar hecha trizas. Así que necesitarás algo que vestir"

Los ojos de ella se abrieron. Fue extraño, pero ella tuvo un deja vu. Fue aquella noche, cuando Toru se unió a Akatsuki. Ella le ofreció esta misma túnica. Sin esperar mucho, tomó la túnica en sus manos de forma tímida mientras recordaba todo. Bajo la mirada y continuó pensando.

"Es irónico, ¿no?" dijo Toru. "Esta fue la túnica que me diste. Al principio me quedaba un poco grande, pero con el tiempo me quedó. Como aquella noche, esta túnica es para ti." Se puso de pie frente a ella. "Gracias… Konan…"

Ella levantó la mirada y se dio cuenta de lo alto que es este chico. Ambos tenían la misma estatura, era casi tan perfecto que ambos podían verse a los ojos directamente. Abrazo la túnica y, por primera vez en mucho tiempo, una sonrisa se formó en su rostro. Toru le agradeció, le dio un regalo y no la culpó de nada. Él fue capaz de sacar a la verdadera Konan de aquel abismo en el que se encontraba oculta.

'Que sensación tan extraña…' Hubo una vez que ella sintió lo mismo. En su juventud con Yahiko. Era… un sentimiento extraño y enigmático, un sentimiento suave que de alguna manera la hacía sentir calmada. "Han pasado muchas cosas desde entonces"

"Lo sé. Ha pasado… demasiado…" El se acercó a la puerta y la abrió. Observó con atención los árboles que se extendían fuera de este y los lobos que charlaban y entrenaban juntos. El pensaba que nunca más volvería a ver la luz otra vez. Y ahora que había recuperado la vista, se sintió confundido al máximo. Era casi irreal que esto haya pasado y no podía pensar en una razón de esto.

Después de esto, un silencio extrañamente cómodo se sintió en la habitación. Ambos han hablado sobre la pelea con Madara. Konan recuerda todo lo que pasó, pero Toru solo recuerda hasta donde fue pateado por Marada y el momento en el que se hundió en el agua, después de eso, todos los recuerdos son confusos.

"Bueno, yo… debería irme a la casa que me asignaron. Ella me dijo que debo descansar para recuperarme, así que eso haré."

"Está bien" Toru se alejó de la puerta y se acercó a Konan. "Ve a tu ritmo. No te sobreesfuerces" 

"Si. Gracias…"

A pesar de que Toru dijo eso, él, en su mente, comenzó a planear todo lo que sea posible para aumentar su poder. Si Madara ataca otra vez, entonces él estará preparado. Con esto en mente, se quitó los vendajes y agarró todas las cosas que Okamitsuki le dejó en la mesa. Se puso la capa y la bufanda, acompañada de una camiseta de mangas largas, la cual estaba bastante pegada al cuerpo. Ató los sellos para almacenar cosas a sus muñecas y, encima, se amarró un par de vendajes para el entrenamiento.

Después de eso, sin decirle a nadie, salió de la aldea.

Continuará…