III

—T-te quiero, Ce —dije sin dejar de mirar a la pared—. Sí, adiós.

Colgué el teléfono, me giré y vi a mi padre. Le sonreí y caminé hacia las escaleras.

—Mike, ¿Quieres jugar? —preguntó Holly.

Estaba sentada en la sala con sus muñecas, era imposible negarme.

—Claro.

Caminé hacia ella y me senté en el suelo junto a sus muñecas. Comenzamos a jugar, pero mi padre nos interrumpió, sabía lo que iba a venir, por eso me levanté y caminé hacia las escaleras en silencio, no quería pelear.

Llegué a mi habitación y me encerré en él, prendí mi radio y comencé a oír la música. Desconocía la canción que sonaba, pero daba igual, solo no quería estar en un lugar silencioso, no otra vez.

Pasaron dos semanas y no supe más de Once, ya no llamaba como siempre, llegué a un punto en donde estuve a punto de llamarla, pero no lo hice, ya que tal vez esté ocupada, y no me gustaría molestarla.

Estaba en el sofá de la sala sentado, mi casa estaba sola, no hab��a nadie, mis padres habían llevado a Holly al parque, y Nancy trabajaba.

Oí la puerta de la entrada sonar, suspiré y me levanté del sofá, abrí la puerta y abrí los ojos.

—¿Once? —pregunté confundido.

—¡Sorpresa! —dijo, para después abrazarme—. Te extrañé tanto.

Me besó en los labios y me separé casi al instante.

— Ce, ya habíamos habla…

— Sí, creo que yo me voy —oí a alguien hablar detrás de Once.

Me separé de ella y vi de quién se trataba. Era Will.

—¿Will? —pregunté.

Will sonrió, fui hacia él y lo abracé. No había hablado con él desde hace 5 años, no porque no quisiera, sino porque cada vez que llamaba, Once me decía que Will no estaba.

—Wow, al fin creciste —dije mientras me reía.

— Sí, sí, síguete burlando, cara de rana —dijo mientras me daba un ligero golpe en el hombro.

Los invité a pasar y les llevé a ambos, dos vasos de agua.

—¿Y… por qué, qué hacen acá? —pregunté mientras pasaba mi brazo por los hombros de Once.

—Mi mamá nos dijo hace dos semanas de la nada que nos íbamos a mudar a Hawkins. Fue una sorpresa para ambos —me explicó Will.

Nos quedamos charlando toda la tarde, les hablé de los chicos, cómo estaban y qué hacían ahora.

Max y Lucas trabajaban en el centro comercial, el cual lo habían re-abierto después de unos meses de lo sucedido en 1985, Dustin viajó a ver a su novia Suzie, Steve y Robin seguían solteros, y Nancy tenía trabajo como reportera.

—Oh, me tengo que ir, Joyce me pidió que vuelva más temprano para ayudarle en algo —dijo Once—. ¿Will te quedas?

Abrí la puerta de la entrada para que Once saliera, ella se quedó mirando a Will, esperando su respuesta.

—Eh…

—Sí, se queda, quiero jugar un poco de D&D como en los viejos tiempos —respondí por él.

Once asintió y se despidió de nosotros.

—¿De verdad quieres jugar D&D? —preguntó Will.

—Pues… sí, aunque también quería hablar contigo sin que Once nos escuchara.

Will asintió y se sentó en el sofá, imité si acción.

—¿Recuerdas que… hace años, el día que se fueron, hablamos un poco… y tú… —preguntaba—… t-tú me besaste?

Will se quedó estático, sus ojos se abrieron en par, nos quedamos varios minutos en silencio. Finalmente, él suspiró y asintió lentamente, mientras veía al suelo.

— ¿Cómo no acordarme de mí primer beso? —preguntó Will, rio mientras miraba hacia el techo—. Mike, yo…

—No es necesario que respondas, Will. Entiendo que después de eso no me hayas querido hablar más, ¿Pero, por qué? —pregunté mirándolo—. Yo después de eso quería seguir siendo tu amigo, entiendo que…

—¿Qué? —preguntó perplejo—. ¡Tú fuiste el que dejó de hablarme! ¿Sabes cómo me sentía cada vez que quería hablar contigo y tú no contestabas o me evitabas? Eso dolía, Mike, y mucho.

Will se levantó del sofá y fue hacia la puerta, quería ir detrás de él, pero no lo hice, dejé que se fuera.

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—Espero que les haya gustado :D

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