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The Day The Dead Arrived

no se sabe con exactitud cómo pasó, algunos pensaron que fue la vacuna, otros que fue un virus, otros que fue algo que cayó desde el cielo. Hasta ahora no se sabe con exactitud cuándo sucedió o cómo, pero realmente ya no importa, ya nadie se lo pregunta, solo sabemos que un día, ellos comenzaron a aparecer y también comenzaron a contagiar a otras personas, el caos pronto se volvió normal y solo quedaba sobrevivir. sobrevivir a los muertos.

Moon579 · Fantasi
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1 Chs

El Dia Que Los Vivos Callaron

el viento de la madrugada golpea mi rostro con su suave brisa mueve ligeramente mi cabello largo, aunque realmente no lo se con certeza, solo se que esto es como todas las mañanas.

-¡me estas escuchando hijo!-

del otro lado de la bocina del teléfono mi padre gritándome sobre no querer volver a casa este fin de año.

-ahhh-

el suspiro pesado corrió por mis labios, realmente esta mañana empezó bien, la profesora Sato se encuentra con los demás en la pista, pero desde la lejanía los observo después de escaparme de la clase de deporte.

-¡Debes volver como tu padre te lo ordeno!-

volví a tomar el teléfono para hablar, aunque sin darle importancia sigo observando como la profesora Sato se mueve con el traje corto y apretado color azul con blanco, el cual resalta completamente su figura esvelta y voluptuosa.

-¿ah si?-

-¡no me escuchaste!-

-¡debes volver a casa, por tu seguridad!-

aunque en muy raras ocasiones le hago caso, esta ves su voz sonaba preocupada.

-estoy bien, desde que me mandaste a Japón nunca me sucedió algo malo-

-¡no es eso algo malo esta pasando!-

por un momento se callo de golpe.

-¿padre?-

-es algo grande hijo, debes volver-

-¿que es padre?-

pero no lo volví a oír, se corto la llamada.

aunque perplejo padre siempre fue de los que exageraban las cosas, mas desde que entro en el ejercito.

volví la mirada en la dirección donde la profesora Sato seguía corriendo con sus estudiantes, pero no estaba en el lugar.

-ah maldición, volví a perderla ya no podre ver esos grandes pe..-

-¿que era lo que querías ver?-

frente a el la mujer voluptuosa agachando su cuerpo para verlo a los ojos.

-o vendito dios, gracias por mostrarme algo tan hermoso- (en ingles)

algo sonrojada la Profesora Sato se dio vuelta lista para alejarse de el.

-eres irritante Alex- (en ingles)

ups al parecer si me entendió jaja.

-supongo que debo moverme-

pero cuando me decidí a bajar por la escalera, así volver a clases antes de que la profesora Sato se enoje.

-¡Detente!-

los gritos del guardia del lugar resonaron rápidamente por el lugar, haciendo que los estudiantes se amontonaron para fisgonear.

-¡llamare a las autoridades aléjense todos!-

-¿que es eso?-

aunque mi vista no era la mejor del mundo, podía ver como un grupo de personas se amontonan en la reja al punto de que casi la derriban, el guardia de seguridad asustado y los estudiantes observando amontonados alrededor de la puerta, por otro lado la profesora Sato tenia una mirada horripilante en su rostro.

-¿que?-

sin demorar decidí correr por los escalones mientras los gritos llenaron el lugar, hasta que estuve apunto de llegar al primer piso listo para ver que sucedía, un estruendo lleno el lugar y el silencio acompaño todo el lugar.

solo entonces los gritos comenzaron a propagarse por todo el lugar.

-¡haaaa!-

-¡sálvenme!-

-¡ayuda ayuda!-

-¡noooo!-

mis brazos se sintieron como gelatina, mis pies no se movieron, claramente no puedo ver la expresión que estoy haciendo en este momento, pero me aseguro a mi mismo que no es buena, reuniendo poco a poco el valor, miro al otro lado de el muro que da en la dirección donde los incidentes ocurren.

las arcadas me golpearon en segundos, lo que estaba ocurriendo frente a mi era grotesco y asqueroso, casi parecía un mal sueño.

personas devorando otras, sus ojos blancos, extremidades colgando, la sangre llenando el lugar, así como algunas entrañas colgando de su estomago.

no eran uno o dos, eran demasiados, el guardia hizo sonar la alarma y así como si fueran polillas por la luz, llegaron en grandes cantidades desde el alrededor, como si afuera fuera un caos.

-¡aléjate de mi!-

-¿Sato?-

uno de las personas se acerco a la profesora Sato abriendo su boca y moviendo sus brazos para alcanzarla, sus ruidos atrajeron a otros del lugar.

-¡Hey déjala en paz!-

con mi vista busque en el alrededor algo que me sirva, solo para correr en dirección a las extrañas personas blandiendo un palo de barrer y romperlo en su costado.

-¿eso fue suficiente?-

solo para que cuando volví a abrir mis ojos, los vi pensé que intentaban modular, pero no solo fue mi imaginación, su piel caída y dañada, ojos muertos y dientes amarillos.

-ahgtha-

se movió en mi dirección olvidando a la profesora Sato, pero el golpe que le proporcione no le hizo nada.

-a...¿Alex?-

la mire y ya nada le seguía era libre de irse.

-¡Profesora Sato póngase a salvo!-

aunque por un momento titubeo se alejo corriendo del lugar.

-¿que mejor vista que ese par de pechos grandes rebotar?-

troné mis nudillos después de ver por ultima vez es gran vista.

le provisione un par de golpes en la quijada, en el pecho y en el cuello, puntos vitales que mi padre me enseño, pero nada sin siquiera cambiar su respiración estiro su mano logrando agarrar mi ropa y rasgarla.

-¿que eres?-

pero no hubo respuesta de la otra parte, solo se acerco, hasta que un sonido fuerte los detuvo a todos a su alrededor.

-¿una Ruby?-

mis ojos se posaron en las manos temblorosas de la profesora Sato que sostenía una pistola Ruby de color negro.

-¡ahght!-

un rugido vino de cada una de esas cosas y comenzaron a correr para agarrar a la profesora Sato.

se exactamente que sucederá ahora.

sin dudar me impulse corriendo entre esas cosas que ya no tenían su atención en mi y sin saber como llegue a un lado de la profesora Sato, tomando su mano en gran velocidad la hice correr por el lugar, mientras esas cosas se pisaban entre ellas para alcanzarnos.

-¡corra ya corra!-

la deje correr mientras le quitaba la Ruby de las manos, por un segundo ella dudo, pero siguió corriendo por las escaleras.

calme mi respiración por un segundo, la calma me rodeo completamente, si padre me enseño algo era como disparar estas cosas y siempre donde apuntar.

abrí los ojos para disparar tres balas en segundos a los mas cercanos, esperando que se asustaran, para mi sorpresa solo callo al que la bala le dio en la cabeza y los otros volvieron a rugir corriendo detrás de mi con mayor velocidad que antes.

-¡maldición!-

todo se acabo, aquí termina para mi.

pero una puerta se abrió a mi lado, mientras una mano me tomo desde el costado y me arrojo dentro cerrándola detrás de mi.