webnovel

Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Komik
Peringkat tidak cukup
935 Chs

Mundo Shinobi - Virtud - 256

Después de jugar con Rei y que ella de forma descarada negara su derrota solo porque no terminaron la partida, Kain preparo junto con Tsubaki las habitaciones para Aoi y Kaoru, quienes iban a llegar a eso del medio día.

Una vez que terminaron de hablar, Kain quedó mirando la habitación de Kaoru y pensó en sí podría poner algo más para que estuviera cómoda. Después de todo, la habitación era espaciosa, pero estaba lejos de ser lo que tenía en la mansión de los Hyuga.

Al mismo tiempo, Tsubaki entró a la habitación y cerró la puerta corredera por detrás de ella. Kain volteó su rostro para mirarla y sonrió —¿Ya terminaste de tu lado?— preguntó

—Sí, Kain-sama, ya está todo preparado en la otra habitación— respondió Tsubaki con una sonrisa mientras sus ojos tenían un brillo de preocupación

Kain extendió su mano izquierda y Tsubaki se acercó y la tomo. Kain la llevó delante de él y tuvo que levantar su rostro para que su vista coincidiera. Tsubaki era un palmo más alto que él. No obstante, eso no genero ningún problema al momento de abrazarse y besarse.

Después de compartir un apasionado beso, separaron sus labios y se miraron a los ojos.

—¿Todavía preocupada?— preguntó Kain con voz suave —ya te dije que esto no cambia nada entre nosotros—

—Bueno, es qué, tengo algunos problemas— dijo Tsubaki

Kain tomo una profunda respiración pensando en que después de todo este tiempo, le estaba haciendo mal a Tsubaki quedarse aquí. Todo el día ayudaba con los quehaceres de la casa y evitando ir más allá de la puerta torii del frontis. Kain podía entender que tuviera miedo de los shinobis por lo que paso con Iwagakure, pero no podía quedarse así para toda la vida.

—¿Cómo te sentirías manejando un salón de té?— preguntó Kain de forma casual mientras la abrazaba. Todo el cuerpo de Tsubaki tirito de forma involuntaria y Kain lo sintió a través de sus brazos. Ella comenzó a mirar hacia los lados como si buscara una forma de escapar. Kain continuo —Tsubaki, Tsubaki, tranquila, es solo una pregunta, no te preocupes, no pasa nada si no quieres—

Tsubaki cerró los ojos y apoyo su rostro en el hombro de Kain —lo siento, Kain-sama, me pone nerviosa—

—Está bien si no quieres Tsubaki, es solo un intento, podrías darle una oportunidad— dijo Kain —ya había pensado en abrir el salón de té, será en el cruce de las dos avenidas, en la esquina inferior izquierda del distrito Sarutobi. Todavía hay que construir el lugar, pero piénsalo, lo dejare para que tú lo administres como quieras. Sé que lo harás muy bien—

—¿Realmente lo cree así?— preguntó Tsubaki levantando su rostro del hombro de Kain y después mirándolo a los ojos. Kain asintió con seriedad y Tsubaki acercó su rostro. Kain acercó su rostro para que coincidieran sus labios y se besaron. Entonces pensó en las palabras de Rei, esto podría ser ansiedad y la necesidad de besarse, una forma de confirmar su unión. De esa forma, Tsubaki no se sentirá sola y desprotegida.

Kain le tomo la mano y salieron de la habitación, caminaron al final del pasillo y doblaron a la derecha hasta llegar a la puerta corredera que daba a la habitación de Kain. Él la abrió y entró con Tsubaki. La cerró y después condujo a Tsubaki a la cama, ella se sentó sobre el colchón blando y sintiendo la suavidad del cobertor blanco. Kain puso sus manos sobre los hombros y la recostó. Ella acercó sus labios y él la beso. Las manos de Kain se movieron con suavidad, acariciando los hombros y bajando por los brazos hasta las manos. Después entrelazo sus dedos con los de Tsubaki y sujeto las manos hacia los lados. Entonces la comenzó a besar en el cuello, pasando su lengua por la suave piel y susurrándole palabras de amor. Tsubaki comenzó a jadear y a pelear para soltar sus manos. Una vez que Kain la dejo libre, ella llevó sus manos a la entrepierna de Kain y la masajeo notando como se erguía la carne.

—Voy a ir hasta el final— dijo Kain, le dio un beso y después la quedó mirando. Tsubaki asintió mientras metía su mano dentro del pantalón y sentía el calor de Kain. Este último asintió y sus manos se movieron para abrir el kimono. Los senos grandes y suaves se desparramaron hacia los lados como dos enormes masas gelatinosas. Kain se agacho y los comenzó a lamer, pasando su lengua por todo el contorno mientras sus manos iban al estómago. Pasaban acariciando con suavidad hasta llegar a los muslos gruesos y carnosos, los apretó, masajeo y pellizco. Tsubaki soltó un gritito, pero a Kain no le importó y siguió bajando hasta llegar a las nalgas. Masajeo las dos masas de carne tentadora mientras su lengua a la altura del pecho se movía a las costillas.

Kain detuvo sus besos, se quitó sus ropas y se recostó sobre Tsubaki para que ella sintiera su peso y calor corporal. Ella lo beso y Kain contesto sus avances con la misma voracidad. Al mismo tiempo, Kain llevó sus manos al monte de venus y lo masajeo con habilidad, produciendo encantadoras contracciones en Tsubaki. Entonces siguió bajando, pasando sus dedos por los labios del sexo y poco a poco apuntando al clítoris. Primero con suaves roces, después siguió con movimientos circulares hasta que los movimientos se volvieron intensos. Tsubaki estaba gimiendo y Kain duro, así que poco a poco llevó su pene a la entrepierna y paso la punta tocando los labios. Kain aparto sus manos y se dedicó a besar a Tsubaki mientras frotaba su pene con el clítoris. Los besos de Tsubaki se volvieron más intensos y Kain los respondió con la misma intensidad.

Tsubaki apartó su rostro y lo miró con ojos embriagados por la lujuria. Kain llevó su pene a la hendidura y entró en ella. Llevo su mano izquierda a la mano derecha de Tsubaki y entrelazo sus dedos.

Una hora más tarde, los dos estaban acostados en la cama y abrazados.

—Kain-sama debería prepararse, Aoi-san y Kaoru-san llegaran en cualquier momento— dijo Tsubaki apoyada su cabeza el pecho de Kain y los ojos cerrados mientras sus senos cubrían casi todo el estómago de Kain.

Kain pasaba su mano por la espalda de Tsubaki sintiendo la suavidad de la piel —está bien, todavía queda una hora para que lleguen. Por ahora déjame descansar— acercó su boca a la frente de Tsubaki y la beso.

Tsubaki sonrió y levantó su rostro —es una pena que solo tengamos un baño— dijo —si Kain-sama tuviera su propio baño podríamos hacer más cosas—

—Ooooh, eso me gusta— respondió Kain con una sonrisa astuta y beso a Tsubaki. Sin embargo, ella lo pellizco en la costilla. Kain la dejo de besar y dijo —ouch, eso duele—

—Kain-sama debe ser serio, debe bañarse y prepararse—

—Ok, ok, pero no he tenido suficiente— dijo Kain llevando su mano izquierda al enorme seno de Tsubaki, apenas si le caía en la palma de su mano. Tsubaki sonrió y beso el pecho de Kain, después bajo besando las costillas, el ombligo y el pubis hasta llegar al pene. Entonces miró a Kain una vez más y sacó su lengua roja de forma provocativa y la llevo al glande. Kain soltó un gemido ahogado al sentir la humedad y el calor. Echo su cabeza hacia atrás y dejo a Tsubaki extraer todo de él.

Una vez que Kain termino, Tsubaki acercó su rostro y abrió su boca mostrando una sustancia blanca y pegajosa. Kain le acarició la mejilla derecha con la mano y ella cerró su boca y tragó. Después volvió a abrir la boca para demostrar que no quedaba nada. Kain se sintió duro otra vez, acercó su rostro y la recostó en la cama. Le beso la mejilla, bajando por el cuello delgado y terso, beso la clavícula y bajo haciendo un camino por entremedio de los grandes senos hasta llegar al estómago.

—Kain-sama— dijo Tsubaki con voz sensual y retorciendo su cuerpo —ya no queda tiempo—. Sin embargo, Kain siguió bajando, besando el pubis y bajando hasta los labios. Tsubaki cerró los ojos cuando sintió la lengua de Kain presionando el clítoris y soltó un fuerte gemido cuando empezó a bajar por los labios hasta el espacio entre la vagina y el ano. Ella contrajo sus piernas y las cerró, pero Kain no se detuvo y siguió estimulándola hasta que ella acabo soltando un gemido ahogado.

Solo después de varias rondas más se separaron. Después se fueron a bañar y se prepararon para la llegada de Aoi y Kaoru.

Estas últimas llegaron a las cuatro de la tarde acompañadas de un largó sequito de sirvientes Hyuga mientras Kain las esperaba bajo la puerta Torii roja.

—Buenas tardes, Kain-sama— dijo Kaoru con una gran sonrisa en los labios mientras Aoi estaba un paso por detrás de ella. Kaoru llevaba su cabello arreglado en dos mechones enmarcando su rostro inocente donde destacaban sus ojos malva y un sensual lunar bajo el ojo izquierdo. Vestía un elegante kimono dorado con un obi rojo como el de las hojas de otoño. Por otro lado, Aoi llevaba su cabello arreglado en una larga trenza reposada sobre su hombro derecho que caía hacia adelante mientras en su rostro destacaban un parche sobre el ojo derecho y un ojo malva del lado izquierdo. Sus labios se veían gruesos y sexis con ese lunar en la comisura izquierda del labio inferior. Ella vestía un kimono rojo como las hojas de los árboles de otoño mientras el obi dorado hacia ver sus senos enormes, su cintura apretada y su trasero grande.

—Buenas tardes, Kain-sama— dijo Aoi examinando a Kain y notando que el cabello aún estaba mojado. Ella entrecerró los ojos, pero al final sonrió con complicidad.

—Buenas tardes, Aoi y Kaoru, las estábamos esperando— respondió Kain vistiendo su usual kimono verde, hakama negro y haori blanco con el vajra y el abanico en la espalda. Él extendió ambas manos con una sonrisa en su rostro mientras esperaba su respuesta. Por supuesto, Kaoru mostro una hermosa sonrisa, extendió su mano derecha y tomo la mano izquierda de Kain. Por otro lado, Aoi se acercó y puso su izquierda sobre la derecha de Kain.

—Así siempre debió haber sido— murmuro Aoi con una mirada triste, entre melancólica y resignada. Su unión no fue afortunada, pensó y miró a su hija feliz al lado de Kain. Sin embargo, su hija sería amada y feliz.

—No hay nada que hacer por el pasado, Aoi— dijo Kain —pero desde ahora en adelante podemos hacer muchas cosas por el futuro. Ven, acompáñame a dentro, nos están esperando—

Aoi asintió mostrando una hermosa sonrisa y dejo que Kain la condujera al interior de la casa. Había estado un centenar de veces de visita, pero ahora los pasillos tenían un aire diferente. El lugar se sentía acogedor y cuando llegaron al comedor, su alegría se incrementó aún más al ver a Mito y Naoko, junto a las otras personas que vivían en la casa para recibirla.

—Kaoru—nee— dijo Tsunade super emocionada, camino hasta donde estaba ella y la tomó de un brazo para quitársela a Kain. Ella miró a Kain con malos ojos, pero después sonrió para Kaoru y continuo —vamos, tengo un lugar para nosotras—. Ella comenzó a caminar tirando a Kaoru del brazo, pero Kaoru no avanzó y Tsunade miró hacia atrás.

Por lo usual, Kaoru cedía a los pedidos de Tsunade, pero está vez se detuvo y le respondió —no puedo—

—¿Por qué, Kaoru-nee?— preguntó Tsunade

—Lo siento, Tsuna-chan, pero mi lugar está al lado de Kain-sama— dijo Kaoru como si fuera lo más natural. Ella soltó la mano de Tsunade y se abrazó al brazo de Kain. Lo cual no le cayó en gracia a Tsunade y frunció el ceño.

Mito estaba sentada en la mesa, al lado de Naoko y se estaba preparando para levantarse y sofocar un berrinche. Sin embargo, Tsunade solo se dio la vuelta y camino dando pisotones hasta que llegó a su puesto en la mesa y se sentó de golpe.

Kaoru hizo una sonrisa incomoda, pero miró a Kain a su lado y él negó. No había nada que hacer contra la antigua princesa. Estabas con ella o en su contra.