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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Komik
Peringkat tidak cukup
935 Chs

Mundo Shinobi - Un comienzo difícil - capítulo 7

-Ven, toma mi mano- dijo Naori estirando su mano huesuda y llena de arrugas -no te vayas a caer de nuevo por estar mirando los alrededores-

Kain le tomo la mano y continuaron caminando por el bosque hasta llegar a un gran lago. Era tan largo y profundo que tenía un pequeño muelle de madera y un bote para surcarlo. Los tocones sobresalían de los lados del muelle funcionando como asientos. Naori llevo a Kain hasta la punta del muelle que tenía unos cuatro metros de largo por dos de ancho. Ella se sentó en uno de los tocones y miró hacia el lago, asintió a algo y después miró a su pequeño nieto de ojos celestiales. Era hermoso, pensó ella, soltó una risita pensando en que solo era una vieja loca encariñada con su nieto. Descanso durante un minuto, mientras el pequeño se acercaba a la punta del muelle para mirar por si había peces. Al menos, así lo pensó Naori.

Por su parte, Kain sabía que había peces, ya que sus sombras multicolores nadaban por todo el lago, pero sus figuras solo eran visibles cuando se acercaban demasiado a la superficie. Kain se arrodillo en la orilla del muelle y se afirmó con ambas manos para no caerse. Su cabeza colgaba del muelle tratando de captar el movimiento en el agua. Sin embargo, cuando estuvo a punto de captar a un gran pez, le dieron una sonora nalgada.

Kain se alejó del borde profiriendo un gran grito de dolor y se puso de pie agarrándose las nalgas con ambas manos. Después se volteó y miró a su abuela con ojos llorosos.

-Es tu castigo por andar con la cabeza en las nubes- dijo la anciana aún sentada, pero con la mano levantada a modo de advertencia, como si le estuviera prometiendo más de donde salió el primero.

-Solo estaba mirando los peces- respondió Kain con una expresión triste

-¿Qué te dije de estar distraído todo el tiempo?-

-No estaba distraído-

-No me contestes, si te digo que andabas distraído, es que andabas distraído. Te podrías haber caído por el borde del muelle. Kain, pon más atención, la abuela está demasiado vieja como para cuidarte todo el tiempo-

-Sí abuelita-

La anciana bajo su mano y soltó una risita al verlo tan triste -ven acá, Kain- dijo

Kain camino hasta la anciana, levantó su rostro para mirarla y ella le respondió con una cándida sonrisa. Ella lo abrazo apegándolo contra su pecho y Kain noto el aroma a menta, una planta que supuestamente si la colocabas en tu té, te ayudaba a relajarte.

-Kain- dijo Naori con una voz cansada -la abuela algún día se ira, tú tienes que ser fuerte en ese momento. Tu madre solo te tiene a ti ¿Lo entiendes? –

Kain asintió mientras la abrazaba y ella a su vez, le pasaba su mano derecha por la espalda. Después de eso se separaron y Naori se puso de pie soltando un gruñido. Se acarició la espalda y camino hasta quedar a unos treinta centímetros de la orilla del muelle. Ella le hizo el gesto a Kain con su mano derecha para que se acercara y una vez que Kain se puso a su lado, la anciana asintió.

-Kain, te voy a enseñar una técnica de fuego. Es algo simple que la mayoría de los Uchiha saben, pero no lo subestimes como lo haría un principiante. Esta técnica es el origen del resto de las técnicas de fuego. Si entiendes esta técnica, después te será fácil realizar el resto de las técnicas ¿Entiendes? –

Kain asintió y Naori le acarició el suave cabello blanco como la nieve. Después, ella se enfocó en el lago y se arrodillo -mira mis manos, Kain. Te iré diciendo lo que hago y tu tendrás que después asimilarlo- dijo

Kain asintió con su pequeña cabeza mientras se acercaba y veía de cerca como los dedos de su abuela hacían formas. Primero entrelazando los dedos, juntando sus palmas y con los nudillos apuntando al cielo.

-Este sello se llama cobra-

Después levantando sus dedos índices con dirección hacia el cielo y tocando la parte interna entre ellos.

-Este es cabra-

Después siguió moviendo los dedos generando diferentes signos y a medida que iba cambiado los iba nombrando.

-Mono, jabalí, tigre. Hazte un poco hacia allá, Kain, esto será caluroso-

Kain retrocedió cuatro pasos y la anciana tomo una profunda respiración, para después soplar por la boca. No obstante, una vez que el aire de sus pulmones salió de su boca se transformó en una furiosa llamarada que se condenso en una gran bola de fuego. Una vez que la bola de fuego termino de formarse, la bola de fuego voló y se estrelló contra el agua. De la explosión salpico agua por los aires, generando una breve llovizna.

Naori soltó un suspiro y después miró a Kain que debería estar a su lado. El niño estaba parado a un metro de ella, con las manos en los odios y los ojos abiertos en una expresión de sorpresa. Daba la impresión de que en cualquier momento se le iban a salir los globos oculares de las cuencas. La anciana se congelo durante un instante, para después largarse a reír a carcajadas.

-¿Qué pasa, Kain?- le pregunto Naori de buen humor -¿Te asusto?-

El niño asintió sin perder su rostro lleno de asombro. La anciana le hizo señas con sus manos para que se acercara y él camino hasta abrazarla. La anciana le acariciaba la espalda y el pelo como quien acaricia lo más preciado en la vida. No obstante, Kain no estaba solo asombrado por la fuerza de la técnica, sino que estaba asombrado por el tipo de uso que se le podía dar a esta energía. Toda la energía funciona igual, se mezcla como catalizador del elemento, resuena con la voluntad del usuario y toma forma. Sin embargo, esta fuerza misteriosa que tenían todos los seres vivos de este mundo, era demasiado volátil. Tanto que hacía ver al mana como una fuerza inútil y primitiva.

Después de calmar al niño, Naori se apartó de él para ponerse de pie; tanto estar de rodillas le estaba causando daño. Ella apoyo sus manos sobre su rodilla derecha y se empujó para levantarse. Profirió un gruñido al mismo tiempo que sentía que sus huesos se resentían. Una vez que estuvo en pie, puso su puño por detrás de su espalda como si se estuviera haciendo masaje y se concentró en el pequeño Kain.

-¿Quieres intentarlo?- ella pregunto

A lo que Kain asintió con su pequeño rostro ovalado. La anciana soltó una risita, camino hasta uno de los tocones y se sentó. Entonces le dijo -adelante, imita lo que te enseñe. Es la única forma de aprender. Todos aprendemos de alguien, así que siéntete feliz, ya que lo estas aprendiendo de tu abuela. Cuando yo era joven tuve que aprender de una de mis parientes lejanas y fue una tortura-.La anciana comenzó a divagar en sus viejas memorias y a relatar viejas vivencias, mientras Kain se acercaba a la punta del muelle.

Con el agua extendida a lo largo y ancho del lago, el pequeño Kain fue poco a poco haciendo los signos con sus pequeños dedos, hasta llegar al paso de llenar sus pulmones de aire, soplar y fallar. De su soplido solo salieron un par de chispas que no encenderían ni siquiera la madera más seca del mundo.

Por su parte, la anciana hablaba de un montón de cosas como si estuviera consiente de lo que decía, pero en realidad, estaba observando al pequeño por el rabillo del ojo. Ella evitaba mirarlo de forma indirecta para que no se pusiera nervioso. Un buen inició, pensó ella al ver las tímidas chispas.

Kain era un ser reencarnada, así que para él este pequeño despliegue de habilidad era menos que cero, pero para Naori Uchiha era algo digno de elogio. Después de todo, el niño solo tenía tres años y su cuerpo recién se estaba formando. Sin considerar que él solo había visto la técnica una vez. Naori no era tonta, su nieto era especial. Incluso más especial que el mocoso Senju que se rumoreaba que había sido bendecido con el cuerpo sabio; un tipo de constitución física superior que le permitía ejercer más fuerza y regenerarse con facilidad. Lo más probable es que su nieto era alguien bendecido por los dioses, pensó. Sin embargo, para ella no era raro. Después de todo, este era el hijo de su difunto maestro.

La anciana seguía hablando de sus propias vivencias mientras el sol se elevaba en el cielo. Mientras tanto, Kain sintió calor y se comenzó a quitar el kimono para quedar solo con un pantalón y sandalias. Naori frunció el ceño, ya que a pesar de que era verano, el lago estaba fresco. Sin embargo, lo dejo ser <si se enferma> pensó <le servirá de escarmiento>. Sin embargo, al poco tiempo ella se olvidó de su enojo por las imprudencias del niño. Kain poco a poco fue lanzando pequeños soplidos cubiertos de fuego que captaron toda la atención de Naori al punto de quedarse callada.

Un pez saltó en el agua, paso una cálida brisa meciendo las ramas de los árboles, las cuales crujieron con el movimiento. Kain tomo una profunda respiración, cerro sus ojos y se concentró en la energía que circulaba por su cuerpo como un caballo desbocado. Trato de llevarla a sus pulmones, abrió los ojos, hizo los sellos con sus pequeñas manos y soplo con todas sus fuerzas.

De sus labios salió una llamarada de un metro de largo. Sin embargo, esta fallo en condesarse en una bola de fuego y golpear el agua. Kain termino de soplar todo el aire que había en sus pulmones y soltó sus manos para botar el sello que lo ayudaba a canalizar su chakra. Él hizo un puchero y frunció el ceño como si alguien lo hubiera ofendido. De repente torno los ojos al cielo como haciendo memoria y recordó a Midir. El gran dragón de la oscuridad hundía su vientre, inflaba sus pulmones, aguardaba un segundo como si estuviera acumulando toda la oscuridad en su interior y después soltaba todo como si el fuego oscuro saliera desde su interior.

Kain cerró los ojos, escucho el suave susurro de la brisa, el saltó de un pez a través del chapoteo en el lago y las tablas rechinar cuando su abuela se puso de pie. Kain se concentró en la volátil energía en su interior, la ordeno como si fuera un gran cuadrado y saco solo la punta de ese cuadrado para depositarla en sus pulmones. Entonces apretó su abdomen, inflo sus pulmones con aire, hizo los sellos con las manos tal cual le enseño su abuela: cobra, cabra, Mono, jabalí, tigre. Aguardo un instante la erupción de energía que tenía en sus pulmones y después de un par de segundos, la soltó.

Al mismo tiempo Naori escucho el rugido de una bestia joven como si fuera un pequeño dragón. Casi se cae de espaldas de la impresión, pero no pudo caer de espaldas ya que quedo congelada. Kain lanzó una larga llamarada de fuego azul que se condenso en una bola de fuego del tamaño de su cuerpo infantil y al instante siguiente, voló para golpear el agua con fuerza. El agua salpico para todos lados al mismo tiempo que emitía un calor terrible, como si recién hubiera hervido.

Naori trataba de gesticular alguna palabra ante tal despliegue de fuerza, pero al final, lo único que atino a hacer fue aplaudir y a reír. Ella se olvidó de su espalda, de sus viejos huesos y camino para abrazar a Kain mientras este otro le decía que lo estaba abrazando con mucha fuerza. Naori lo levantó sin preocuparse de su espalda y solo rio como una loca mientras lo alzaba en el aire. Ella derramo lágrimas de felicidad al ver lo fuerte que era su bebé y lo abrazó contra su pecho. Su alegría se transformó en tristeza y lloro mientras lo abrazaba. Fortuna, fortuna, decía en su cabeza. Toda la fortuna que la vida le quito a su hija se la dio su nieto.

Esa misma noche, Hashirama Senju llamo a Naori Uchiha para tener una larga conversación. Se supone que solo estaba enseñando al niño algunos ejercicios para que fortaleciera su cuerpo, no enseñándole técnicas para que se volviera un shinobi. Se supone que él junto a Madara, crearon Konoha para que esto no pasara. Esa era la idea inicial.

-¿Por qué lo hizo oba-chan?- pregunto Hashirama en un tono firme.

En ese momento ellos estaban en una de las salas para tomar el té. El suelo era de tatami y las cuatro paredes de la habitación eran de puertas correderas con cuadritos de papel blanco. Hashirama y Mito estaban del lado izquierdo de la habitación, sentados en cojines, mientras que al lado derecho de la habitación estaba Naori con un rostro de pocos amigos. Ella frunció el ceño al escuchar esta pregunta y le dijo en un tono firme -porque es mi nieto y nadie más le enseñara a luchar como un Uchiha. Incluso si usted le quiere enseñar en el futuro, nunca será lo mismo-

Hashirama frunció el ceño al escuchar el comentario tan seguro de su lógica, solo porque ella era una Uchiha. Al igual que su viejo amigo, esta anciana también creía que los Uchihas eran los mejores guerreros sobre la tierra. Hashirama negó con su cabeza, ya que ese no era el punto y respondió -oba-chan, Konoha existe para que los niños puedan crecer sin preocuparse de la vida shinobi y una vez que lleguen a la edad adecuada, elijan su camino. Si usted le enseña a Kain desde esta edad, no le quedaran elecciones. La lucha será su destino-

La anciana soltó una risita divertida que exaspero a Mito, la cual estaba bebiendo té como una forma de mantenerse en calma. Sin embargo, de solo escuchar esa risita le daban ganas de sacarle los dientes a puñetazos.

-Que ingenuo te ha vuelto la vida, Hashirama Senju- dijo Naori en un tono despectivo -Kain es hijo de Madara-sama, no hay forma de que él lleve una vida alejada del combate. Incluso si él lo quisiera, los enemigos de su padre lo buscaran para vengarse por lo que esté les hizo en el pasado ¿Cuántos shinobis mato Madara-sama? ¿Cuánto shinobis que se contaban como los mejores de sus aldeas, humillo? Cuando el niño crezca nadie lo podrá proteger y su único modo de sobrevivir será su propia fuerza. Si no me quiere permitir que le enseñe a mi nieto, lo tomaré a él y a mi hija y me iré. Su amabilidad nos ha ayudado todo este tiempo, pero no permitiré poner en peligro el futuro de mi nieto solo porque usted tiene esos valores-

-No podrás irte- señalo Hashirama como si quisiera insistir en que no le enseñara aun el camino shinobi a Kain. Sin embargo y para su sorpresa, la persona a su lado le puso la mano sobre la suya en un gesto para que se detuviera. Hashirama miró a Mito y está lo miró a los ojos. Hashirama vio que tenía algo que decir, así que detuvo sus amenazas y miró a Naori. Esta última paso la vista desde Hashirama a Mito y se detuvo en ella. Ambas mujeres se miraron a los ojos como si fueran grandes enemigos.

-¿Qué quieres?- pregunto Naori con un lenguaje elegante, pero con un tono despectivo

-Yo le enseñare a Kain, a cambio, vigilare lo que tú le enseñas- respondió Mito

Naori abrió los ojos asombrada, pero considerando las posibilidades del futuro asintió contenta. Esto era lo que ella había estado esperado durante tanto tiempo, al fin, alguien recibiría las enseñanzas del clan extinto. No obstante, esto tenía sus deméritos. Su tiempo de enseñanza sería dividido a la mitad y considerando las intenciones de Mito, sería aún más perjudicada. Al final, considerando su estado de salud y el tiempo que pasaba Kain con Naoko, el tiempo total de entrenamiento sería reducido a una hora diaria. Naori frunció el ceño, mientras que Mito la miraba con una gran sonrisa. No obstante, lo que dijo Mito a continuación le quito el mal humor.

-Hashirama-sama- dijo Mito con una voz suave, usualmente usada para convencerlo de que haga lo que ella le pide -creo que Naori-sama también tiene razón en lo que dice, el niño, lo quiera o no, es hijo de uno de los grandes guerreros. Los viejos enemigos vendrán a él buscando revancha-

Hashirama gruño en un tono profundo y tomo una profunda respiración -Entonces- dijo -también recibirá mi entrenamiento. Esperaba hacerlo en el futuro, pero ya que ustedes le van a enseñar desde ya, no puedo retrasar mis intenciones-

Mito sonrió encantada y después le dio una mirada burlesca a Naori. Esta última sintió que la vena en la sien le palpitaba. Si hubiera estado en un buen estado de salud, le hubiera molido la cara a puñetazos. Naori entendió cuáles eran las intenciones de esta mujer. Su tiempo para entrenar a su nieto ya no era una hora todos los días. Considerando los horarios de señor hokage, él entrenaría a Kain los fines de semana. Así que el tiempo que Naori tendría para entrenarlo a través de toda la semana serían unos cuarenta minutos en promedio. Naori se sintió aún más furiosa, al punto de que empezó a sentir que la cabeza le daba vueltas.

-¿Se siente bien?- pregunto Hashirama al verla ojerosa y pálida

Naori comenzó a respirar errático y asintió en un gesto de soberbia. Sin embargo, su postura se desarmo y tuvo que apoyar su mano izquierda en el suelo para evitar caerse. Entonces Hashirama se levantó de su cojín y la sostuvo

-Mito- dijo Hashirama -tráeme un trozo de limón y agua fría-

Mito asintió y se levantó de su cojín para ir a la cocina. Por su parte, Hashirama recostó a Naori en el piso, utilizando el mismo cojín en el que estaba sentada como cabecera. La anciana se puso pálida mientras su visión se volvía borrosa.

Hashirama le puso la palma de la mano derecha sobre la frente y canalizo su energía natural. Al instante Naori se sintió mejor, pero al sentir como la poderosa energía activo su mangekyo sharingan de forma involuntaria, se asustó. Hashirama mantuvo la calma al ver el hermoso ojo rojo, pero Naori aspiro aire como si le faltara.

-¿Hashirama-sama, Usted?- pregunto la anciana en un susurro

Hashirama negó con una sonrisa llena de resignación y coloco el dedo indicé sobre sus propios labios para indicarle que guardara silencio. Naori frunció el ceño por este tipo de irresponsabilidad, miró hacia otro lado enojada y negó con la cabeza.

-Al menos ¿esa mujer lo sabe? - pregunto Naori

Hashirama negó y le dijo -en algún momento le contaré, pero este no es el momento. Espero que puedas guardar este secreto-

Naori asintió sin mirarlo a la cara y entendió aún mejor la situación de este hombre. No hay poder mágico en este mundo. A menos que seas talentoso como un Uchiha y tengas un cuerpo fuerte desde el principio, no puedes llegar a ser tan fuerte como este hombre. Madara fue un prodigio entre los prodigios dentro de su clan. En aquella época, para los ancianos del clan era lógico que en esta generación vencerían a los Senju. Sin embargo, este joven cambió todos los pronósticos llegando a rivalizar con el propio Madara. No obstante, viendo ahora el precio que tuvo que pagar para lograr ese poder, era entendible que pudiera rivalizar con Madara. El cuerpo sabio era una fuerza misteriosa que dentro de los Uchihas y Senjus era algo legendario. Lo más probable es que Hashirama desarrollo una técnica para poder canalizar toda esa vitalidad y convertirla en poder. Ahora las células de su cuerpo estaban empezando a mostrar los primeros signos de desgaste.

-Imprudente- murmuro Naori, a lo que Hashirama solo pudo hacer una sonrisa incomoda.