Mundo Shinobi - Señores de la guerra - 416

Rei-chan, Naomi y Kain salieron de la casa y avanzaron por la vereda con dirección al municipio de Konoha. Eran las nueve de la noche, las luces de la calle estaban encendidas y corría una brisa fresca, augurando el final del otoño y su calor.

Kain llevaba puesto su haori blanco y destacaba con su 1.85 mts. De cabello blanco, largo y peinado hacia atrás con intensos ojos azules. A su izquierda iba Naomi, llevaba puesto su vestido blanco, pero encima llevaba un abrigo blanco con el cuello peludo como si fuera una melena. De cabello rubio y ojos verdes. A la derecha de Kain, iba Rei-chan, vestida con un kimono azul y un obi gris. De cabello castaño oscuro y hermosos ojos azules.

Gracias al frio, Rei-chan tirito y se abrazó a sí misma. Esto no pasó desapercibido para Kain, se quitó el haori y se lo puso sobre los hombros. Rei-chan lo miró, acepto el haori, pero eso no quería decir que lo haya perdonado por faltar al evento de hoy. Los tres siguieron avanzando por la vereda sin decir una palabra, llegaron al cruce y atravesaron a la vereda del frente. En toda la esquina estaba el salón de té de la serpiente y la luna. La luz salía por las ventanas y el interior se veía lleno de clientes. Los meseros moviéndose de un lado para otro con bandejas y repartiendo los pedidos.

Kain llegó frente a la puerta corredera, la deslizo hacia un lado y dejo que Naomi y Rei-chan entraran primero. Los tres llamaron demasiado la atención, sobre todo Naomi. Con el abrigo blanco y la melena esponjosa alrededor del cuello; se veía glamorosa. Ella llevaba las manos en los bolsillos y miraba a todos con indiferencia.

Kain cerró la puerta corredera y avanzó por delante mientras Rei-chan y Naomi los seguían. Los tacones de Naomi producían un sonido molesto que atraía la atención de todos, pero la gente solo se quedaba mirando.

Por otro lado, el ruido de las sandalias de madera de Rei-chan y Kain era aceptable, normal.

Al fondo, Nico atendía la barra, ella era una de las dos ayudantes de Tsubaki. Nico al ver a Kain, Rei-chan y Naomi levantó la mano en señal de saludo. Kain y Rei-chan le devolvieron el gesto, Naomi la ignoro.

Los tres fueron a las escaleras y subieron al segundo piso. Al llegar al último escalón se encontraron con un garzón a la entrada, de pie frente a un pedestal con un libro para corroborar la reservación. El garzón miró a Kain e hizo una reverencia. Kain asintió y continúo avanzando con Naomi y Rei-chan.

El segundo piso era un lugar exclusivo. El ambiente era casi el mismo que el del primer piso, pero había una gran diferencia. El techo traslucía el cielo nocturno y la cantidad de mesas era la mitad que las del primer piso. Si querías tener una mesa tenías que pedirla con un mes de anticipación y a pesar del precio, el lugar estaba lleno.

Al final, Tsubaki siempre estaba compitiendo con los restaurantes de la alianza Ino-Shika-Cho, así que al final, se enfocó en el lujo, lo ostentoso y escaso. Los precios habían subido por las nubes y eso alejo a gran parte de la clientela, pero los que venían con habitualidad estaban dispuestos a pagar por la calidad y el servicio.

Por otro lado, como habían acordado, Tsubaki le dio una cuarta parte del segundo piso a Kain para que construyera su habitación privada. Casi parecía la entrada a una sala de reuniones con dos enormes y firmes puertas de madera barnizadas al natural.

Kain, Naomi y Rei-chan se dirigieron a las puertas de la habitación privada. Tenía un sistema de seguridad que solo se podía abrir con una unidad susano. Así que dos metros antes de que Kain alcanzara la puerta, sonó el seguro de las puertas y cuando Kain llegó frente a las puertas, tomo la manilla de la derecha y la giro. Kain abrió la puerta, dejo entrar a Rei-chan y Naomi, él entró al final y cerró la puerta.

Por dentro de la habitación, la temperatura era perfecta y Naomi se quitó su abrigo. Había un conjunto de dos sillones largos y un sillón individual con un gran respaldo. En el centro una mesa de cristal y en el suelo una alfombra burdeos. Por detrás del sillón de la derecha se formaba un pasillo de cuatro metros de ancho que llevaba a la larga mesa al fondo, frente al ventanal. En estos momentos el ventanal estaba opaco, así que no podían mirar a la calle. Lo mismo el ventanal del techo.

Naomi dejo su abrigo en el sillón y se sentó, con los brazos extendidos sobre el reposabrazos y la pierna derecha cruzada. En el otro sillón de tres cuerpos, se sentó Rei-chan, con las piernas juntas y las manos sobre su regazo.

Por último, Kain se sentó en sillón individual con el gran respaldo, quedó mirando a Naomi, quien parecía relajada y segura de sí misma. Por otro lado, Rei-chan parecía bastante seria.

—Rei-chan— dijo Kain con una sonrisa amigable —¿Cómo fue todo? bueno, sin considerar que yo falte a la reunión—

—Todo muy bien, Kain-sama— dijo Rei-chan en un tono de voz serio. Kain hizo una mueca incomoda, eso le indicaba que ella estaba bastante molesta. Rei-chan continuo —Akane-san confecciono la línea de ropa que habíamos planificado y todo el mundo estaba presente, salvo el dueño de la empresa ¿Imagínate la impresión que dio a los inversionistas?—

—Me imagino, estaban todos concentrados en ti. Yo lo estaría— dijo Kain con una sonrisa astuta

Rei-chan se ruborizo, pero trato de mantenerse neutral y continuo —dejando de lado su loca imaginación, no les causo la mejor impresión—

—Mmm, uno no puede agradar a todo el mundo— respondió Kain con tranquilidad —no te preocupes, los diseños de Akane siempre han sido bien recibidos—

—Los inversionistas quieren hablar con usted y saber su visión de futuro ¿Qué es lo que tiene planeado?—

—Oooh, mi linda chica Sarutobi, tú sabes que eso no va a pasar. Además, sería aburrido, tendría que empezar por el principio del mundo para que ese montón de idiotas entendieran una pisca de mis pensamientos. Diles que estoy ocupado, trabajando en un nuevo proyecto o algo así. Si eso no les gusta, diles que se pueden ir. Ya rompimos la barrera de necesitar a los pequeños para poder hacer negocios. Nosotros les estamos haciendo un favor dejando que ganen dinero—

—Kain-sama— dijo Rei-chan con cierta incomodidad

Kain sonrió, miró hacia otro lado, lo pensó un poco y miró a Rei-chan —ven un poco— dijo con suavidad y una sonrisa en los labios.

—Kain-sama, estamos hablando algo serio—

—Lo sé, solo ven un poco—

Rei-chan se puso de pie, camino hacia Kain y este último le tendió la mano. Rei-chan miró esa mano, era bastante grande comparado con la suya. Su miraba bajó por el brazo envuelto en el haori blanco hasta el hombro que se conectó con el cuerpo. El cuello en V del kimono verde pasto acentuaba el cuello con la manzana de Adán. Después subía y se conectaba con un rostro cuadrado, el cabello blanco peinado hacia atrás y fuertes ojos azules. Kain tenía una sonrisa amigable.

Rei-chan apoyo su mano en la mano de Kain y este último la guio para que ella se sentara en sus piernas. Rei-chan se apoyó contra el pecho y Kain la abrazó por la cintura con suavidad mientras su mano derecha se deslizaba con sutileza hacia las nalgas.

—Vamos a hacer esto— dijo Kain con una sonrisa en los labios

Rei-chan lo miró a los ojos, hermosos ojos azules.

Kain adoro el rostro de Rei-chan, ella tenía ojos azules bonitos, grandes y expresivo, con un lunar bajo el ojo derecho. Se veía tierna e inocente —el evento no ha terminado ¿Verdad?— preguntó. Rei-chan negó con la cabeza, Kain continuo —en ese caso, mañana vamos al evento, yo hablo un poco con esos tipos y asunto solucionado. Por otro lado, Rei-chan tiene buenas habilidades para controlar el comportamiento de las personas, pero no puedes ser tan suave y darle a todo el mundo tu tiempo. Tienes que dispersarlos y hacerles saber que tu tiempo es valioso. Esos tipos se sientes molestos, bien, pueden estar todo lo molestos que quieran. No nos afecta ¿Entendido?—

—Siempre pensé que Rei-chan era buena lidiando con las personas— dijo Naomi desde el sillón a la izquierda de Kain. Rei-chan y Kain la miraron. Naomi continuo —pero nunca espere que fuera tan mala lidiando con las personas molestas e insistentes—

—Aaaah, eso es la falta de roce— dijo Kain manteniendo la sonrisa —no te preocupes, poco a poco Rei-chan se va a ir insensibilizando a las preguntas y a la insistencia de estos tipos y con el tiempo los ignorara—

—¿No es eso malo?— preguntó Rei-chan

—En cierto sentido, no. Es como ser susceptible a los comentarios de los demás. Debes jugar un poco con ellos, ocupar el ingenio y desviarlos para que no te molesten. Tienes que entender que son como niños y si ven que te pueden presionar, te presionaran—

—Exacto— respondió Naomi —tengo entendido que uno de los inversionistas quería una silla en la sala de reuniones—

—¿De dónde escuchaste eso?— preguntó Rei-chan un poco sorprendida

—Bueno, esas cosas se saben— dijo Naomi de forma evasiva, bajo su pierna derecha y cruzo la izquierda —el hecho es que estuve revisando a ese tipo y es un don nadie con un 1% de participación. Ni siquiera deberías escucharlo. Por otro lado, si se enoja y te amenaza con darle mala fama a la empresa, que se vaya y punto. En realidad, ni siquiera sé porque le das tanta importancia—

—Te falta parte de la historia— dijo Rei-chan con seriedad

—¿Por qué él pertenece al clan Kagura?— preguntó Naomi con una sonrisa astuta —¿Eso sería un problema?—

—Así es—

Kain abrazaba a Rei-chan por la cintura y la miraba conversar con Naomi. Una vez que la conversación fluyo, Rei-chan se levantó de las piernas de Kain, se fue a sentar en el mismo sillón, a la derecha de Naomi y las dos hablaron de lo que debían hacer con los inversionistas molestos. En estos momentos, Kain mantenía la mayoría absoluta y la otra mayoría la representaban las villas ocultas. Solo los kages podían cuestionar a Kain. Por otro lado, la pequeña participación que tenían los comerciantes y nobles era tan insignificante que ni siquiera podían exigir información o preguntar.

Un par de minutos después, Tsubaki abrió la puerta y entró a la habitación privada. El sonido de las conversaciones entro como un zumbido molesto, muchos miraron al interior, pero no pudieron ver mucho, ya que Tsubaki cerró la puerta.

—Kain-sama, no sabía que hoy iba a venir— dijo Tsubaki, de cabello rojo, ojos verdes y vestida con un hermoso kimono verde y un obi dorado. Ella camino a los sillones.

—Hola, Tsubaki-san— dijo Rei-chan, levantó su mano y la agito en señal de saludo

—Buenas noches, Tsubaki-san— dijo Naomi, se giró, le dio una breve mirada y después volvió a mirar a Rei-chan para seguir conversado.

Tsubaki movió su mano en señal de saludo y camino hasta Kain. Este último levantó su rostro y Tsubaki se acercó y le dio un beso en los labios de forma natural y armónica. Después lo quedó mirando con una tierna sonrisa y le preguntó —¿Qué va a querer hoy?—

—Lo dejo a recomendación del gerente— dijo Kain —por otro lado ¿Tienes tiempo?—

—Bueno, la verdad es que hoy está un poco lleno el salón de té—

—Sí, me di cuenta— dijo Kain —bueno, será para otro día. Para beber tráeme vino tinto, jugo de frambuesa y una botella de wiski—

—Kain-sama ha estado pidiendo de forma constante wiski— dijo Tsubaki con cierta seriedad

Kain la miró a los ojos y le preguntó con tranquilidad —¿Cómo cuánto?—

—¿Qué cosa?—

—¿Cuánto wiski he bebido últimamente?—

—En total, no lo sé— respondió Tsubaki —pero las tres últimas veces a pedido wiski—

Kain miró hacia otro lado, se mordió el labio inferior y asintió. Miró a Tsubaki y le dijo —está bien, solo trae el vino tinto y jugo de frambuesa, por favor—

Tsubaki asintió, se acercó a Kain y le dio un beso mientras este último deslizaba su mano con suavidad y le acariciaba el trasero. Tsubaki le dio una ligera palmada en la mano y lo miró con seriedad. Kain puso una sonrisa traviesa y Tsubaki sonrió y negó con la cabeza, como si estuviera lidiando con un niño incorregible.