Mundo Shinobi - PGM - 152

Por la tarde, Kasumi se aventuró a los jardines internos de palacio, cruzo los terrenos y llego frente a la mansión de Murasaki. En ese momento había algunas nubes blancas en el cielo mientras corría una brisa llevando el aroma a pasto húmedo.

Kasumi se detuvo frente a la puerta de corredera, extendió su mano para abrir la puerta, pero se detuvo a unos centímetros. Al mismo tiempo, Akane un metro por detrás de ella, la quedó mirando durante un largo minuto. Akane soltó un suspiro, avanzó por al lado y golpeo con los nudillos en una gruesa viga. Kasumi la miró y Akane levantó los hombros con indiferencia.

-Si no lo hago nos quedaremos aquí todo el día. Estoy dudando de tus agallas, socia- dijo Akane

-Debes aprender a tener tacto, socia- respondió Kasumi frunciendo el ceño

-Será mejor que yo conduzca las cosas, tu solo pon el dinero y la cara-

Kasumi bufo hacia un lado y miró la puerta -no creo que venga alguien. Murasaki solo tiene a esa muchacha que vino contigo-

-Okita es una kunoichi entrenada por Kain, no la subestimes, tiene sus habilidades-

-¿Esa mujer? Pero si es mayor que nosotras-

-¿Y eso que tiene que ver?- respondió una voz del otro lado de la puerta corredera. La puerta se abrió y apareció una hermosa muchacha rubia vestida como la mayoría de los shinobis de Konoha -Kain-sama tiene la habilidad, así que él le puede enseñar a cualquiera-

-Lo siento- dijo Kasumi con una sonrisa incomoda

Akane paso por al lado de Kasumi mientras le decía a Okita -no te preocupes, tiene un problema con su boca-

-Así parece- respondió Okita frunciendo el ceño -Murasaki-chan te está esperando. Espero que cuides tus palabras y no seas tan insolente-

Kasumi soltó una risita incomoda y dijo -lo siento, en serio, no quería hablar de tu edad-

-Cállate, socia, solo lo estas empeorando- dijo Akane adentro de la casa.

Kasumi sonrió tratando de parecer amistosa mientras Okita la seguía mirando con los ojos entrecerrados. Kasumi entro a la mansión de dos pisos y Okita la guio por el pasillo. Una vez que subieron al segundo piso, Okita doblo hacia la derecha del pasillo.

-Espera, se supone que la habitación de Murasaki está a la izquierda- dijo Kasumi deteniéndose en el pasillo.

-Sí- dijo Okita, se detuvo y se volteó para mirarla -pero Murasaki-chan está en mi habitación. Ven-

Okita se volteó para avanzar por el pasillo mientras Akane y Kasumi la seguían. Una vez que llegaron frente a la puerta de corredera, Okita abrió la puerta y las tres vieron a Murasaki sentada frente a un escritorio bajo. Ella estaba escribiendo sobre un pergamino mientras otros pergaminos escritos cubrían la superficie del escritorio.

Murasaki llevaba puesto el mismo haori fucsia y kimono rosa de ayer, cosa que hizo levantar la ceja a Kasumi. Esta última miró a Okita y ella le devolvió la mirada.

-Murasaki-chan se quedó a dormir en mi habitación. Bueno, digamos que ella se quedó dormida mientras escribía- respondió Okita -hoy se despertó y continúo escribiendo. En la mañana tuve que quitarle el pincel y la tinta para que comiera, de lo contrario, hubiera seguido escribiendo hasta desmayarse-

Kasumi asintió varias veces mientras miraba a Murasaki -¿Qué aprendió?- pregunto

Okita negó con la cabeza y dijo -solo le hable de Kain-sama y ella obtuvo la inspiración. Sin embargo, sus manuscritos son…bastante sucios para alguien que tiene una apariencia tan tierna-

Kasumi sonrió y negó -ella desde pequeña siempre estuvo escribiendo, pero hace un año compre algunos libros que después le preste a Murasaki. Desde ahí en adelante, todos sus manuscritos tienen ese tinte, particular…-

-¿Particular?- pregunto Okita -es sucio, es ofensivo, es lujurioso. Si Kain-sama leyera estos pergaminos los quemaría-

-Ya lo creo- respondió Kasumi con una sonrisa divertida

-A ver, a ver- dijo Akane y tomo uno de los pergaminos del escritorio. Murasaki ni siquiera se dio cuenta. Akane estiro el pergamino y lo leyó, a medida que avanzaba se ruborizada hasta abrir la boca en forma de "O" y después cubrirla con su mano. Akane cerró el pergamino, frunció el ceño y se acercó a Murasaki. Ella le quito el pincel de la mano y Murasaki reacciono mirándola.

-¿Por qué mi novio y Kain hacen esas cosas en tus historias?- pregunto Akane enojada -¡explícame!-

Murasaki elevo la mirada y al ver a Akane tan enojada, agacho la mirada, ella toco sus dedos índice y pulgar entre sí y preguntó con una voz pequeña y frágil -¿No te gusta?-

-Por supuesto que no me gusta. Si Sakumo le hiciera a alguien estas cosas, debería ser a mí. No me gusta, no quiero que vuelvas a escribir estas cosas de mi novio, menos con Kain- Akane se ruborizo y dijo -es, tan inmoral-

-Hipócrita- dijo alguien

Akane se dio la vuelta y vio a Kasumi de brazos cruzados.

-Nunca pensé que fueras tan hipócrita, socia- continuo Kasumi con una mirada de superioridad -por tu reacción puedo decir que te gusta este tipo de literatura-

-Eso…no es posible- respondió Akane mirando hacia otro lado con las mejillas ruborizadas

-Lo que sea, mientras Murasaki no publique estas cosas, solo es un pasatiempo. Deja de molestarla- dijo Kasumi, avanzó hasta Akane y le quito el pincel. Después se acercó a Murasaki y se lo entrego. Murasaki recibió el pincel de forma tímida, pero asintió en agradecimiento. Entonces ella volvió a mojar la punta del pincel en un frasco con tinta y siguió escribiendo.

Kasumi miró lo que Murasaki escribía como si fuera lo más normal y se quedó a su lado.

Por otro lado, Akane se acercó a Okita y le comentó -¿Ahora son las mejores amigas?-

-Bueno, digamos que ayer Murasaki-chan encontró su centro y perdono a Kasumi. Sin embargo, me di cuenta de que Murasaki-chan es bastante indefensa cuando está escribiendo. Cualquier que no sé de cuenta, pensaría que tiene algún problema de salud-

-Entiendo, pero ¿Por qué tiene que escribir esas cosas? Son tan feas- dijo Akane

Okita se sonrojo y dijo -es, bastante sucio, un terreno prohibido, pero al mismo tiempo, adictivo-

Akane alzó las cejas y miró a Okita. Esta última miró hacia otro lado, avergonzada de sus propias inclinaciones.

Una hora después, Murasaki termino de escribir lo que sea que estuviera escribiendo y soltó un suspiro cargado de satisfacción. Ella sonrió y dejo el pincel a un lado. Después llevo sus brazos hacia atrás de su espalda y apoyó las palmas sobre el suelo. Ella cerró sus ojos y levantó su rostro como si ella mirara al techo.

-¿Parece que escribiste lo mejor que hayas hecho hasta el momento?- pregunto Kasumi desde el lado, con una sonrisa en los labios.

Murasaki dio un respingo y dijo sorprendida -Kasumi-hime-

-Es Kasumi-chan ¿no?- respondió Kasumi con una sonrisa suave mientras se agachaba. Murasaki se sentó con la espalda recta y la miró de forma tímida. Kasumi sonrió para ella y le pellizco con suavidad la mejilla -Kasumi-chan ¿no?-

-Kasumi-chan, yo- dijo Murasaki con una voz pequeña. Sin embargo, antes de que ella pudiera decir algo, Kasumi llevo su dedo índice y le tapó los labios.

-Está bien, lo entiendo, no te puedo decir que aquí no ha pasado nada. Por ahora, intentemos ser amigas, a lo mejor es imposible, a lo mejor funciona- dijo

Murasaki asintió y agacho la mirada. Kasumi se puso de pie tomando una profunda respiración e hizo una sonrisa cargada de melancolía.

Después de unos minutos, las cuatro ordenaron los escritos de Murasaki y prepararon té. El ambiente estaba un tanto callado, así que Kasumi tosió para llamar la atención de las demás.

-Akane y yo hemos formado una sociedad- dijo Kasumi con una sonrisa cargada de superioridad

-Bueno, Akane-chan tiene un gran potencial para el diseño- dijo Okita con una sonrisa amable

-Gracias, Okita-san- dijo Akane -le mostré mis diseños y algunos de los haoris que he diseñado y Kasumi acepto invertir los fondos para establecer un negocio-

-Sin embargo- dijo Kasumi -primero debemos superar este momento-

Un silencio incomodo se instaló de nuevo.

-¿Cómo va la competencia entre mi hermano y mi cuñado?- pregunto Kasumi

-Según Sakumo está en un punto muerto- respondió Akane -tu abuelo no quiere ceder el trono a Minoru Senju, incluso si él tiene el apoyo de todos los nobles-

-Todo esto sería mucho más fácil si Minoru-nii-sama no quisiera el trono. Él ni siquiera es de la familia real-

-Él es shinobi- respondió Akane

-Yahiko-nii-sama también, vienen del mismo linaje-

-No lo puedes comparar, se dice que Minoru Senju fue enseñado por Tobirama Senju cuando era joven. Ahora tiene muchos años de experiencia, incluso si hace tiempo que no ejerce como shinobi, es superior a tu hermano-

-Absurdo, el título de daimio siempre ha quedado en la familia real ¿Qué lo hace diferente?-

-Que la familia real se volvió un adorno- dijo Akane. Kasumi frunció el ceño, iba a decir algo, pero Akane se adelantó -los tiempos cambian Kasumi ¿Crees que es lógico que los civiles gobiernen a los shinobis? ¿Qué alguien sin poder, mande a alguien que si lo tiene?-

-Para eso existen leyes, sino todo sería la ley del más fuerte-

-Por eso las cosas deben cambiar. Los civiles han inventado una infinidad de cosas útiles, pero se siguen gobernando como hace quinientos años. Por otro lado, solo hace poco ha cambiado la forma de administrar el país y es porque el daimio, las otras villas y las otras naciones, decidieron imitar lo que estaba haciendo el hokage en Konoha-

-¿Entonces quieres que desaparezca el daimio?- pregunto Kasumi en un tono fuerte

-No, pero si tienen que liderar una nación, deben ser conscientes de lo que significa ¿Acaso la situación actual no es producto de una falta de comprensión? El daimio creyó que todavía estaba en los años de los Estados Combatientes, donde los shinobis hacían todo lo que él quería por un poco de dinero. Eso ya no es así, Konoha se volvió parte de la nación del Fuego y eso a su vez, genero una corriente de cambio-

Kasumi agacho la mirada en un estado molesto mientras Murasaki a su lado le tomaba la mano. Kasumi levantó su rostro, Murasaki la miró con comprensión y Kasumi soltó un suspiro de resignación. Parece que el linaje real estaba llegando a su fin, pronto serían civiles.

-Solo espero que no involucren a mis sobrinos- continuo Kasumi -nunca me he llevado bien con Kumiko-nee-sama, pero no me gustaría que le pasará algo a Tsunade o Nawaki-

Okita de repente escucho que alguien llamaba desde el frontis de la mansión y dijo -con su permiso, voy a ver. Akane, ten cuidado y si pasa algo, protege a Musaraki-chan-

-Está bien, déjamelo a mi- respondió Akane con total confianza

Okita asintió y salió de la habitación.

Gracias a la tensa conversación de Akane y Kasumi se generó un incómodo silencio. Todas siguieron bebiendo té hasta que Okita volvió con dos pergaminos; uno para Murasaki y otro para Kasumi. Ella le entrego el pergamino a cada una y se sentó al lado de Murasaki.

-El sello real- dijo Kasumi viendo la cera roja con el grabado del kanji Fuego en la superficie -esto no es bueno, esto no es bueno. Akane, por favor, abre el pergamino, me llega a doler el estómago-

Akane extendió su mano y Kasumi le paso el pergamino. Murasaki hizo lo mismo y se lo paso a Okita. Ambas kunoichi sacaron un kunai de su bolsa y cortaron el sello de forma cuidadosa. Entonces extendieron los pergaminos y se miraron la una a la otra.

-¿Qué es?- pregunto Kasumi

-Como dijiste, no es bueno- respondió Akane -tu hermano y Minoru Senju van a tener un duelo para decidir quién va a ser el próximo daimio-