Mundo Shinobi - Mundo impuro - 402

Kain estaba cubierto de oscuridad en medio de una cueva que de por sí era oscura. Prácticamente era invisible a menos que un shinobi con habilidades de sensor se concentrara en encontrarlo, pero era difícil. Como la cueva tenía rastros de mineral de chakra, cualquier habilidad de rastreo era interrumpía o limitada dependiendo de la pericia del shinobi.

Por otro lado, Kain miró un cráneo en la punta de una estaca como si fuera una señal para que todo el mundo se alejara.

El apóstol del dios Jashin y sus acólitos se habían establecido a cincuenta kilómetros de la capital de la nación del Rayo y estaban reclutando indigentes. No fue difícil, ya que, durante el último mes con las remodelaciones en la capital, habían aumentado los indigentes en gran cantidad. Cosa que el apóstol y sus acólitos aprovecharon. Por supuesto, no había una mierda de la salvación que tanto prometían, solo muerte. Cada cierto tiempo uno de los indigentes que llegaban a las cuevas era separado para unirse a los sirvientes de Jashin. Lo que traducido significaba convertirse en comida para los gusanos parasito.

Y este cráneo sobre la estaca era el resultado del proceso. No era el único, detrás había más estacas con cráneos.

Kain desactivo su manto de oscuridad y volvió a ser físico. Extendió su mano y con el dedo índice toco el cráneo. Al instante, el cráneo se desmorono como si fuera arena y despareció convirtiéndose en un montículo de tierra en el suelo. El resto de los cráneos deben haber estado en el mismo estado. Era el resultado de que les hubieran drenado la esencia vital.

Kain miró hacia la cueva y murmuro —activa funciones avanzadas— entonces apareció la interfaz en su rango de visión y pudo ver como este túnel se extendía hasta el centro de las cuevas, donde había un área amplia y circular. La salida quedaba veinte metros por encima del nivel del suelo, pero no era problema para Kain.

Kain apago el dispositivo, se transformó una vez más en niebla y camino por el túnel en completo silencio. A medida que practicaba, Kain descubrió que el gasto excesivo venía de pasar de un estado físico a uno gaseoso como la niebla. Así que mientras se mantenga como niebla, el consumo es mínimo, pero a su vez, el desgaste mental incrementa, ya que la existencia como tal empieza a perder su "solides" y el cuerpo corre peligro de dispersarse. Lo cual hacia esta habilidad muy útil y peligrosa. Por otro lado, lo que ayudo al sujeto de pruebas a no desvanecerse fue la bendición de la oscuridad que funcionaba como núcleo de su existencia.

Kain avanzó por la cueva hasta el final y cuando llego al límite, se encontró con un precipicio que lo llevaba a una zona amplia en el centro de la montaña. Abajo se veían luces de antorchas y chozas hechas de desechos. Eran treinta metros de caída libre. Kain miró hacia arriba y vio el techo de la cueva, igual de circular que el espacio de abajo. Tenía cien metros de diámetro. Una estructura inusual y poco natural, así que debió haber sido hecha por el apóstol del dios Jashin.

Kain se lanzó por la saliente y su cuerpo envuelto en la neblina oscura descendió tan suave como una pluma. Incluso le dio tiempo de mirar cómo estaba conformada la estructura del poblado. No le interesaba matar a esta gente, su objetivo era identificar donde estaban los apóstoles del dios Jashin antes de que Jin y el grueso de Kumogakure invadieran las cuevas.

Kain descendió en una callejuela formada entre dos chozas y toco el suelo con suavidad. Observo los alrededores y se ocultó en un espacio estrecho entre las chozas. Desvaneció el manto de niebla y su cuerpo recupero su forma física. Como efecto secundario del manto de niebla, Kain solo podía utilizar el dispositivo susano cuando estaba en su forma física.

Kain levanto su brazo izquierdo y con la mano derecha, hizo hacia atrás la manga —activa opciones avanzadas— murmuro y la interfaz visual del dispositivo susano ocupo una parte de su rango de visión.

—Establece conexión con unidad Janos y dame lectura del terreno alrededor de la montaña—

Al instante apareció la imagen de la región, la montaña escarpada era lo suficiente pequeña en la imagen como para quedar dentro del recuadro. Al mismo tiempo, aparecieron señales y cuadros de diálogo señalando grupos de shinobis a dos kilómetros de la montaña.

—Bien, hay que hacer esto con cuidado y buena letra— dijo Kain, miró el poblado en el interior de la cavidad dentro de la montaña —realiza pulso y encuentra a los objetivos—

Al instante la unidad susano activo a las unidades Vástago y Segador. Los dos diamantes grises salieron de un sello en el dispositivo susano y se elevaron destacando con su ojo con un brillo rojo y azul respectivamente. Entre las dos unidades lanzaron un pulso de energía casi imperceptible y todo fue más claro en la interfaz de Kain. Incluso podía ver a las personas y lo que estaban haciendo dentro de las chozas. Unos conversando, otros discutiendo, otros comiendo y otros simplemente durmiendo.

Kain identifico a seis sujetos con una energía roja y se movió en su dirección lo más rápido que pudo. Ni siquiera se le ocurrió apoyarse en los techos de las chozas porque era una construcción tan precaria que el mínimo peso las derrumbaría. Así que se movió por las calles desocupadas, evitando la mirada de todos hasta que llegó al final de poblado.

El apóstol del dios Jashin estaba teniendo una reunión con sus acólitos en una casa un poco más grande que la de los pobladores. Él hablaba y el resto lo escuchaba. Sin embargo, cuando Kain llego a veinte metros de la casa, el apóstol percibió su fuerte chakra.

Antes de que Kain alcanzara a llegar a la casa, el apóstol y sus acólitos salieron a su encuentro. Estos últimos deformes como el sujeto de prueba 1, con una enorme joroba a la altura de la nuca.

—Hola— dijo Kain examinando a cada uno con la mirada mientras aparecían uno tras otro los cuadros de diálogos y enlistaban el estado de cada uno. Era iguales, exactamente iguales. Solo que sus huéspedes no estaban en un estado desesperado por la ausencia de esencia vital. No había esa locura e idiotez en su actuar. Incluso parecían personas normales, pero la cantidad de energía natural que tenían en su cuerpo era monstruosa y si no fuera por el gusano parasito se hubieran deformado hasta la autodestrucción.

El apóstol del dios Jashin se veía como un monje peregrino con sus túnicas negras y un sombrero kasa sobre la cabeza. Incluso llevaba un báculo khakkhara con sus distintivos aros que titilaban con cada paso que daba. Por otro lado, los acólitos parecían shinobis comunes y corrientes vestidos de negro.

—Jashin te saluda— dijo el monje mientras hacia una pose de oración con su mano izquierda

—Jashin, Jashin, dicen todos ustedes, pero al final, es solo un monstruo exterior que trajo sus parásitos— dijo Kain con una sonrisa burlona

El monje frunció el ceño, pero fue la indignación en lugar de pensar que lo habían descubierto. Ellos ¿No sabían nada? Se preguntó Kain. Este último sonrió y pensó que la religión era para los desesperados e ignorantes. Puede que este monje ni siquiera supiera el resultado final de un gusano parasito hambriento. Aunque claro, también estaba el terrible hecho de que el monje poseía seis en su espalda y uno en su cabeza, pero ninguno se había deformado como el de los acólitos ¿Será un tema de compatibilidad? Se preguntó Kain.

—Insolente, deja que Jashin te muestre su amor— dijo el monje y su báculo se llenó de un aura purpura.

Kain sonrió y dijo —apaga sistema susano, pero deja las funciones de captura de las unidades Vástago y Segador. Además, prepárate para utilizar la habilidad dimensión—

Al instante se apagó la interfaz y las dos unidades de apoyo levitaron y se posicionaron diez metros por encima de ellos.

Kain vio al monje apuntándolo con el báculo y el aura purpura se movió por encima de Kain. Entonces cayó como si fuera un poderoso martillo.

Kain se convirtió en niebla y saltó hacia la izquierda recorriendo con suavidad y sutileza tres metros. Lo que lo aparto de la zona de impacto. Una vez que Kain volvió a su forma física, miró a donde se realizó el ataque. Fue como si un enorme martillo de ocho metros cuadrados hubiera caído y aplastando todo a su paso. Por el tamaño del cráter, debieron ser tres toneladas de potencia.

Por otro lado, al ver a Kain ileso, los acólitos desenfundaron espadas cortas y corrieron a su encuentro. Una vez que lo alcanzaron, lanzaron un corte detrás de otro, pero Kain se convirtió en niebla y los fue esquivando uno a uno sin ser herido. Kain los llevo a pasear alrededor del monje y cuando los acólitos se detuvieron, quedaron por delante del monje.

Kain sonrió, los tenía en posición a los seis. Los cinco primeros acólitos y al fondo el monje —vean esto, les enseñare como se utiliza la habilidad de dimensión—

Kain sonrió mientras el monje y los apóstoles quedaban confundidos. Kain tomo el aura purpura con cada una de sus manos, la junto a la altura de su pecho y la mezclo con la fuerza del alma. Al mismo tiempo, las unidades Vástago y Segador lo ayudaron a concentrar la energía en los puntos necesario.

Kain desapareció y apareció seis veces en secuencia, desde el primer acolito hasta el monje, al final del grupo. A cada uno le dio una poderosa palmada en el pecho y los lanzo a tierra.

Kain reapareció en su posición original, se cruzó de brazos y sonrió satisfecho con el resultado. No era perfecto porque dependía de la ayuda de las unidades de apoyo, pero solo era cuestión de tiempo para que la dominara por su cuenta.

Por otro lado, el monje y sus acólitos no fueron derrotados, pero esa no era la intención de Kain. Este último levantó su mano señalando a las unidades Vástago y Segador —activa protocolo de cacería nivel 2—

Los diamantes levitando a diez metros del suelo, concentraron energía en sus ojos y lanzaron una ráfaga de dardos de metal de chakra que impactaron en los cuerpos de los sirvientes de Jashin. Esta vez la frecuencia de vibración fue perfecta y todos ellos cayeron inconscientes al instante, lo que hizo sonreír a Kain de la pura satisfacción. No había nada mejor que un trabajo bien hecho.

Al mismo tiempo se escucharon los gritos por las cuevas. Eran los shinobis de Kumogakure persiguiendo a los pobladores para capturarlos e interrogarlos. En medio de ellos había algunos shinobis que venían de los clanes pequeños que habían abandonado Kumogakure, pero eran tan débiles que fue fácil capturarlos. El grueso de aquellas fuerzas había viajado al norte, a la región congelada, donde no era extraño encontrar ruinas antiguas y complejos sistemas de cuevas. Era el lugar al que iban los desertores y traidores. El lugar al que solo podían ir aquellos que no tenían otro lugar en el que vivir.