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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Komik
Peringkat tidak cukup
935 Chs

Mundo Shinobi - Mokujin CIA. - 360

—¿Qué hora es en este momento?— murmuro Kain, estaba fuera del municipio, el sol estaba sobre su cabeza y los transeúntes moviéndose desde los extremos de la villa a la avenida principal que cortaba Konoha por la mitad.

Kaoru iba a su lado y lo miró al escuchar su pregunta. Ella subió la manga de su haori blanco y reviso la hora en un pequeño reloj de pulsera —la una de la tarde, Kain-sama— dijo

Kain miró a Kaoru, se fijó en el pequeño reloj de pulsera que no era más que un pequeño circulo dorado con un fondo blanco y números del uno al doce formando un círculo. Estaba sujeto por dos correas de cuero, con un acabado elegante —bonito reloj— dijo

—Gracias— respondió Kaoru y preguntó —¿Tiene más cosas que hacer?—

—Sí, está semana ha sido intensa y todavía me quedan muchas cosas que hacer— respondió Kain con una sonrisa en los labios —por ahora, vamos a almorzar y ver si llegaron las cosas que solicite a un escultor del clan Kurama—

Kaoru le sujeto la mano derecha y los dos avanzaron por la avenida principal tomados de la mano. Sin embargo, no iban solos, Kazuhiko los seguía un metro por detrás de ellos.

—Kazuhiko— dijo Kain —tú madre también está en mi casa, si te ve molestando te echara por donde viniste, así que espero que no vengas a molestar—

—¿Esa es forma de tratar a tu cuñado?— preguntó Kazuhiko, el cual caminaba con los brazos cruzados

—Sí, sobre todo cuando es un molesto siscon—

Kaoru se largó a reír por lo bajo mientras se cubría la boca con la mano. Su risa fue melodiosa, como la de un hada.

Kazuhiko escucho a Kaoru y quedó de piedra al ver que sus cuidados no eran bien recibidos —Kaoru— dijo —solo te estoy protegiendo—

—¿De mi futuro esposo, nii-sama?— preguntó Kaoru mirándolo hacia atrás, abrió mucho los ojos y continuo con un tono burlón —con el cual me voy a casar mañana y al que siempre he amado—

—Este tipo es malo—

Kaoru torno los ojos al cielo mientras sonreía y le dijo —nii-sama no debería decir esas cosas, Kain-sama es el mejor amigo de nii-sama. A todo esto, recuerdo que hace años Kain-sama le vendió por un ryo el uno por ciento de la compañía que montaran en la nación del Fuego— Kaoru miró a Kain y le preguntó —¿Acaso eso fue un soborno y en realidad, Kain-sama me estaba comprando?—

—Mmm— dijo Kain con una sonrisa cómplice, entendiendo que Kaoru lo estaba ayudando y dirigiendo la atención de Kazuhiko a otra dirección. En serio, hoy su amigo estaba siendo especialmente molesto —tendría que darle todas mis posesiones actuales y futuras si quisiera pagar el valor de Kaoru. No, solo lo hacía porque Kazuhiko, Sakumo y Akane son mis mejores amigos. Una forma de ayudarlos—

—Yo soy más que un amigo, Kain-sama— dijo Kaoru —Kaoru debería recibir más que nii-sama—

—Kaoru me tiene a mí y todo lo que tengo es de Kaoru—

—Mmm— dijo Kaoru con una sonrisa en los labios —eso no me dice nada—

—No, dice mucho, solo piénsalo—

Kaoru lo miró a los ojos, pero Kain no siguió con la conversación y continúo caminando. Ella se quedó pensando en cuanto significaba ser la esposa de Kain mientras Kazuhiko también sacaba cuentas de lo que valdría ese uno por ciento de la compañía que iban a montar en la nación del Fuego. Era un negocio que estaba próximo a comenzar, para empezar, los representantes de los clanes firmaron los documentos.

Kain sonrió porque parece que eso dejo tranquilo a Kazuhiko y evito la pregunta de Kaoru con gracia y sutileza. Por otro lado, él se preguntó si sus esposas le iban a pedir algo parecido en el futuro. No es como si un uno por ciento significara mucho. En total, él podría tener cincuenta y siete esposas y regalarle a cada una el uno por ciento de la compañía en la nación del Fuego y, aun así, no tendría problema. Después de todo, él tenía el sesenta por ciento en la nación de la Tierra, del Rayo y del Agua. Además de una gran porción del negocio que dirigía Naomi en la nación del Fuego.

—¿Cuántas esposas serían el máximo?— susurro Kain como si fuera una pregunta importante, pero negó y miró a un lado. Kaoru seguía meditando en la respuesta de Kain. Después miró hacia atrás para ver a Kazuhiko, sus ojos de color malva miraban al suelo mientras iba de brazos cruzados y sujetándose el mentón, tan concentrado como si quisiera revelar el secreto de la vida. Kain soltó una risita y siguió caminando mientras Kaoru y Kazuhiko lo seguían.

Al llegar a la puerta Torii, Kain vio a un anciano sentado en posición de loto a un lado de la puerta. Mari Hatake estaba de pie, mirando al frente, pero por su actitud, parecía estar custodiándolo. Kain se fijó en el anciano, de cabello gris, corto, delgado, como si se lo peinara hacia adelante. Grandes anteojos y espalda curvada. Kain sonrió y camino acelerando el paso. Kazuhiko y Kaoru lo siguieron y se preguntaron porque él estaba tan apurado, pero al llegar diez metros del anciano sintieron una fuerte onda de chakra, como si alguien quisiera lanzar un genjutsu, pero no tuviera la suficiente imaginación. Sin embargo, también sintieron como Kain creo un espacio de genjutsu que los rodeo y la fuerte sensación en sus mentes, se detuvo.

—Senior Mikihiko— dijo Kain con una amplia sonrisa como si él y el anciano fueran amigos de toda la vida.

El anciano abrió los ojos y miró a Kain con una sonrisa amigable. Se puso de pie, Kain llego a donde estaba él y de paso, extendió su espacio de genjutsu a Mari Hatake.

—Gracias, señor— dijo Mari

—No, mis disculpas, Mari— dijo Kain —no te dije que senior Mikihiko iba a venir— después miró al anciano que se ponía de pie. Medía un poco más de un metro con sesenta, con un cuerpo delgado. Tenía una apariencia afable, pero su poder era tan grande que solo estar cerca de él mareaba. Por lo general, ni él ni sus hijos o nietos salen de su territorio, pero la necesidad podía más.

—Kain-kun— dijo el anciano Mikihiko con voz gruesa y afable —he completado tu pedido—

—Eso es maravilloso ¿Trajo los sellos?— preguntó Kain con una sonrisa amable

Mikihiko asintió y busco en sus mangas. Por un momento no los encontró y se puso pálido, pero busco un poco más y los encontró. Entonces soltó un suspiro de alivio, se limpió el sudor frio de la frente con la manga de su kimono y sonrió aliviado. Sacó los sellos de papel y se los tendió a Kain con una sonrisa en los labios.

Kain los recibió, miró a la calle, no pasaba casi nadie frente a su casa, así que inyecto chakra al sello y desplego el contenido del sello en la calle. Al instante siguiente aparecieron veinte estatuas.

—¿Demonios tengu?— preguntó Kazuhiko acercándose a las estatuas. Eran figuras humanoides con una antigua armadura de batalla, alas y dos espadas. Estaban en una posición como si estuvieran descendiendo del cielo con una expresión bastante artística.

—Senior Mikihiko es muy bueno esculpiendo, un talento raro entre los shinobis— dijo Kain mirando las veinte estatuas tengu, todas tenían diferentes poses, pero sus expresiones y actitud las hacían ver muy vividas.

—¡Ja!— dijo Mikohiko —cuando tu propia habilidad es un problema, es lo único que puedes hacer—

Kazuhiko toco la larga nariz de la escultura tengu y le preguntó —¿Para qué quieres esto, Kain?—

—Es un secreto, pero estarán alrededor de toda la propiedad— dijo Kain —hace poco descubrí que los tengu tienen una relación estrecha con nuestro clan—

—Los tengu son expertos en artes marciales. Si lo dices por el sharingan, podría ser cierto—

Kain sonrió confiado y miró al anciano que lo miraba con ansiedad en la mirada. Kain busco en las mangas de su haori y sacó el sello —aquí está lo acordado y un poco más— dijo, le tendió el sello de papel y el anciano lo recibió con las dos manos temblorosas. Kain continuo —lamentablemente, no lo puede revisar en este lugar, pero no se preocupe. Me aseguré de que estuviera el monto acordado y puse un extra. No quiero que después la gente piensa que me aprovecho de usted—

—No, yo nunca— respondió Mikihiko con una sonrisa nerviosa

—Yo sé que usted no lo haría, pero el resto de las personas no es lo mismo. Por otro lado ¿Converso con su clan sobre mi propuesta? Sería una forma de darle una mejor vida a sus hijos y nietos hasta encontrar una forma de regular su poder. Como puede ver, soy bastante bueno con el genjutsu—

—¡Ja! Como se esperaba del nieto de Naori-sama— respondió el anciano con una sonrisa confiada.

Kain sonrió con incomodidad. Él ya conocía esa expresión en el rostro. Su abuela tuvo un sinfín de fanáticos en su juventud. Bueno, considerando lo hermosa que es su madre (Naoko), su abuela Naori también debió ser hermosa. Era Uchiha. Por otro lado, seguramente Mikihiko Kurama debe haber sido uno de ellos.

—Ahora, con respecto a su oferta, Kain-sama— dijo Mikihiko en un tono de voz respetuoso —mi clan, es un poco…—

—¿Orgulloso?— preguntó Kain con una sonrisa

Mikihiko asintió y respondió —nuestro poder es nuestro legado y mis hijos están un poco en contra, pero me gustaría darles una oportunidad a mis nietos—

—Consúltelo, no será nada serio. Solo algo temporal hasta encontrar una solución. En último caso, podemos conversarlo y llegar a un acuerdo. No creo que sea justo para un clan shinobi tan destacado llegar a su fin solo porque su poder se desarrolló más de la cuenta—

—Bueno, era el deseo de nuestros ancestros alcanzar este nivel de forma natural— respondió Mikihiko mientras soltaba un suspiro y miraba al suelo

—Creo que respetar a los ancestros es valioso, pero ¿Qué quiere usted Mikihiko-dono?— preguntó Kain

Mikihiko miró esos ojos azules con ese brillo tan frio e intimidante. Kain lo miraba con sinceridad, con la preocupación de alguien puede ayudar a otro. Como si fuera un doctor y tuviera la medicina. Mikihiko asintió varias veces y dijo —me gustaría ayudar a mis nietos—

—En ese caso, prepare una reunión con su familia y vamos juntos. Puede que todo sea un malentendido por la poca información que tienen al respecto. Una vez que ellos entiendan su posición, lo que va a pasar y como vamos a resolver el problema, puede que den su aprobación—

Mikihiko hizo una pequeña sonrisa, asintió y dijo —usted es una buena persona, Kain-sama. Ojalá el mundo estuviera llenó de personas como usted—

—No se preocupe, Mikihiko-dono. Si está dentro de mis posibilidades, lo ayudare—

Mikihiko asintió varias veces y dijo —bueno, yo me retiro, mi salida de los terrenos de mi clan causo bastante sensación—

—En ese caso, quiere que coloque un sello temporal en su cuerpo. Suprimirá su habilidad por una hora y después de eso volverá a la normalidad—

—¿En serio?— preguntó Mikihiko —pero eso quiere decir…—

—No es una solución. Su cuerpo no toleraría tener su poder tanto tiempo reprimido y enfermaría. Por eso esto requiere un estudio de la situación de su clan. No es algo tan sencillo—

—Mmm, en ese caso, se lo pido por favor. Necesito comprar algunas cosas y es un poco complicado ir a las tiendas, incluso si trato de suprimir mi poder—

—En ese caso— dijo Kain, se metió las manos en las mangas de su haori y sacó un sello de papel. Se lo tendió a Mikihiko y le dijo —escríbame una lista con las cosas que le gustaría comprar. Tengo una tienda en el distrito Ino-Shika-Cho. Le pediré al muchacho a cargo que compre las cosas. Entonces él las deja fuera de la reja de su casa y usted las va a buscar y le deja el dinero a cambio. El muchacho se llama Mitsuo, es un buen muchacho, muy trabajador. El único inconveniente sería que él lo podría llevar a la noche—

—¿En serio? Muchas gracias— respondió Mikihiko con una amplia sonrisa. Tomo el sello, sacó los materiales y se sentó en la vereda a escribir lo que necesitaba.