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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Komik
Peringkat tidak cukup
935 Chs

Mundo Shinobi - Mokujin CIA. - 322 NSFW

Kain y Nagisa bebieron una copa de vino.

Kain bajo su copa, miró a Nagisa y le dijo —cuando era pequeño, confiaba en Kazuhiko y Kaoru como si fueran mis hermanos. Aunque nuestro encuentro inicial fue malo, después nos volvimos amigos con facilidad ¿Nagisa tuvo algo así?—

Nagisa tomo la copa con ambas manos, miró a Kain y respondió —no, la verdad es que no. Solo fui yo. Mi padre era un noble, aunque no recuerdo de donde era. Él era el tipo de persona seria que rara vez conversaba con sus hijas. Las sirvientas eran respetuosas conmigo, sus hijas también, pero de ningún modo nos hicimos amigas. Ellas tenían miedo de que yo o Kiyomi nos lastimáramos y las culparan. Así que lo pase sola y mi única compañía fue Kiyomi. Los adultos respondían a mis preguntas, pero si podían evitarme, me evitaban—

—Mmm— dijo Kain como si pensara algo, pero la verdad es que se arrepentía de hacer esa pregunta. Kain cambio el tema de conversación y dijo —nunca hice misiones de anbus ¿Cómo fue tu primera misión?—

Nagisa miró a Kain con una sonrisa divertida y respondió —mi primera misión fue Kain-sama, seguir sus pasos y asistirlo lo mejor que pueda—

—Aaaaaah— dijo Kain con una sonrisa divertida y se peinó el cabello blanco hacia atrás —¿En serio?— preguntó con los ojos entrecerrados y una sonrisa incomoda.

—Sí, usted daba vueltas por aquí y por allá, yo me estaba aburriendo. Había aprobado las pruebas para anbu, pero me habían enviado para ser la niñera de Kain-sama. Si le soy sincera, estaba un poco triste, pero cuando Shiori-senpai me dijo que nada es tan simple con usted, le di una segunda oportunidad. Me sorprendió bastante las misiones que me dio después—

—¿Arrepentida?—

—Nunca— dijo Nagisa negando con la cabeza y los ojos cerrados. Ella abrió los parpados y mostro dos hermosos ojos con el iris verde —después de completar las misiones que usted me dio, recién me di cuenta de todo lo que me faltaba y entendí que las cosas especiales no pasan todos los días. En cierto sentido, estoy esperando mi siguiente misión—

—Ya no eres anbu—

—Soy su anbu, Kain-sama y algo más, soy suya, mi corazón y mi cuerpo son suyos—

—Me alaga que tengas esos sentimientos por mí, Nagisa— respondió Kain, llevó la copa al velador y la dejo ahí.

Kain miró a Nagisa, el cabello naranja y liso peinado hacia atrás para unirse en la nuca y formar un moño. La piel lechosa, los ojos almendrados y verdes, la nariz fina y la boca pequeña con labios gruesos de color rosa. Ella separo sus labios dejando ver sus dientes como si fuera una sonrisa. Nagisa imito a Kain y dejo la copa en el velador. Ella miró a Kain y extendió su mano izquierda. Le tomo la mano derecha, Kain la siguió y entrelazo sus dedos.

Kain llevo a Nagisa a la cama y la recostó sobre el colchón lentamente. Nagisa llevo su mano izquierda a su nuca y quito el palillo que sostenía el moño. Ella apoyo su nuca en la cama y su cabello naranja quedó regado alrededor de su cabeza y Kain quedó sobre ella, con la mano derecha sujetando la de Nagisa y los dedos entrelazados.

Nagisa miró hacia arriba, puso una sonrisa coqueta, pero sus ojos se pusieron acuosos —Kain-sama, Nagisa siempre ha sido suya, pero usted nunca responde a mis cuidados. Yo lo amo ¿Por qué?—

—Nagisa es especial para mi— respondió Kain mirándola desde arriba, acercó su rostro y le dio un pequeño beso en la mejilla —Nagisa es demasiado pura, no quiero herirla. Mi duda es mi debilidad, ya no dudare más—

—Nagisa siempre ha sido de Kain-sama. Todo es suyo—

—Lo sé, Nagisa, todo es mío—

Nagisa asintió y cerró los ojos.

Al mismo tiempo, Kain acercó su rostro y la beso con suavidad. Él apartó su rostro y le susurro —mírame, Nagisa, soy yo— dijo

Nagisa abrió los parpados, miró a Kain y asintió. Lo miró como él dijo y cuando Kain acercó su rostro, quedaron a unos centímetros viéndose el uno al otro. Kain le dio un pequeño beso en la comisura de los labios. Nagisa lo siguió y trato de besarlo, pero Kain apartó su boca. La quedó mirando, ella lo miraba a los ojos llena de anhelo. Kain acercó otra vez su rostro y Nagisa levantó su rostro. Los labios se encontraron a mitad de camino y compartieron un largo beso. Nagisa apenas si podía respirar, pero no quería que se separaran. Kain trato de apartar su boca, ella lo retuvo de la ropa, pero él aparto su rostro.

—Kain-sama— dijo Nagisa con voz suave y suplicante

Kain acercó su rostro, le beso los labios y Nagisa respondió a sus besos. Ella soltó su mano derecha de la mano de Kain y llevo ambas manos al rostro de Kain, lo sujeto y lo beso con toda la pasión que había en su cuerpo. Kain detuvo el beso, apartó su rostro y bajo hasta la mandíbula. Después continúo besando el cuello, con una piel suave y tersa. Kain llego hasta la clavícula mientras escuchaba la respiración de Nagisa. Kain volvió a subir por el cuello, llego a la mandíbula e hizo el camino hasta la boca.

Los besos continuaron mientras las manos de Kain se deslizaron por el kimono tocando los senos cálidos bajo el kimono. Nagisa soltó un gemido, Kain la continúo besando y llevo su mano izquierda desde el seno a la rodilla izquierda. Kain acaricio el muslo hasta llegar al trasero. Solo una caricia superficial, volvió a la rodilla y metió su mano dentro del kimono. Por debajo el muslo era cálido y suave. Kain llevo la mano acariciando el muslo hasta llegar a la nalga.

Kain apartó la boca y miró a Nagisa a los ojos. Le dio un beso en el arco de cupido y la quedó mirando a los ojos. Su mano se deslizo por encima de la ropa interior y acaricio a Nagisa viendo el cambio en sus expresiones.

—Kain-sama, ese lugar— susurro Nagisa, ella cerró los ojos y soltó una exhalación caliente mientras sentía el tacto de Kain sobre su sexo por encima de la ropa interior. Nagisa llevo las manos al rostro de Kain y lo tomo por las mejillas. Ella lo beso con todas sus fuerzas, pero cuando se sentía excitada, se detenía y cerraba los ojos. Ella abrió los ojos, miró a Kain y le dio pequeños besos. Kain la quedaba mirando a los ojos mientras su mano la acariciaba. De repente la mano de Kain se detuvo, Nagisa soltó un suspiro de alivio, pero cuando sintió como la mano de Kain subía al estómago y se deslizaba dentro de la ropa interior, ella abrió los ojos amplios, quiso decir algo, pero Kain le cerró la boca con un beso. Nagisa se retorció, sus piernas se cerraron por cuenta propia, pero eso no detuvo a Kain. Ella apartó su boca y agacho su rostro mientras soltaba exhalaciones calientes como si algo fuera a salir de ella. De repente se detuvo y ella abrió los ojos ahogados por la lujuria. Ella miró a Kain, quien la miraba a los ojos. Él le dio un pequeño beso y se apartó. Ella vio a Kain alejarse y bajar hasta la altura de la entrepierna. Ella vio como él le quito la ropa interior, su cerebro era un desastre. Nagisa vio como Kain acercó su rostro a la entrepierna y le beso la vagina. Nagisa soltó un fuerte gemido y echo su cabeza hacia atrás. Nagisa se retorció mientras sentía la boca de Kain cálida y húmeda sobre su sexo. Una sensación fuerte que nunca había experimentado en su vida. De repente su cuerpo se tensó, cerró sus piernas con todas sus fuerzas y lo último que vio, fue el techo de madera con las vigas expuestas.

Nagisa recobro el conocimiento un par de minutos después mientras continuaba respirando con dificultad. Sentía la garganta seca. Miró su alrededor, vio que estaba en la cama de la cabaña, las luces encendidas, y sobre todo, Kain estaba sentado a su lado bebiendo una copa de vino mientras la miraba recuperar la conciencia.

Kain sonrió y le preguntó —¿Un poco de vino para la sed?—

Nagisa asintió, Kain tomo un sorbo de vino y dejo la copa en el velador. Él acercó su boca a la de Nagisa y la beso. Ella lo beso y sintió como el vino pasaba por su garganta, pero eso no le importo. Ella acercó sus manos, sujeto a Kain por la ropa y lo beso con todas sus fuerzas.

Kain se apartó de Nagisa, se quitó el haori blanco y quedó en el kimono verde y el hakama negro. Se abrió el kimono por el medio, sacó sus brazos y su torso quedó expuesto. Después se acercó a Nagisa, la beso y lo abrazo mientras las manos pasaban por todo el cuerpo. Kain era esbelto, la piel suave y joven, solo quince años, pero su cuerpo era grande y desarrollado con un metro setenta y cinco de estatura. Comparado con el femenino de Nagisa con un metro con cincuenta de estatura era bastante grande. Ambos tenían la misma edad.

Kain apoyo ambos brazos en la cama, se apartó de Nagisa y la quedó mirando. El cabello blanco caía a los lados de su rostro. Nagisa lo miraba hacia arriba con las mejillas ruborizadas, el kimono semi abierto, los bordes de los senos asomándose. La parte baja del kimono abierta dejando ver la entrepierna con un amplio triangulo de cabello naranja.

Kain miró hacia abajo y después miró a Nagisa. Ella miró hacia el lado con el rostro rojo de la vergüenza. Kain acercó su boca al oído de Nagisa, le mordió el lóbulo con suavidad y le lamio el cuello.

—Kain-sama— susurro Nagisa —no juegue con Nagisa—

Kain le susurro —si lo hago, serás mía para siempre—

Nagisa lo miró a los ojos y le susurro —Nagisa siempre ha sido suya—

Kain le dio un pequeño beso en la mejilla, suave y tierno. Después un beso suave en los labios, la abrazó con el brazo derecho mientras que con la mano izquierda sacaba su pene y lo acercaba a la vagina de Nagisa. Esta última lo abrazó y lo beso con toda la pasión. Sintió un enorme calor tocar su sexo. Ella apartó su rostro y miró hacia abajo. Vio la cabeza roja del glande frotarse contra su sexo. Ella sintió como él aplasto algo en su vagina que se sintió muy bien. Cerró los ojos, se mordió el labio inferior y soltó una exhalación caliente.

—Kain-sama— susurro Nagisa en el calor del momento

—Sí, aquí voy— susurro Kain y entró en ella.

Nagisa frunció el ceño y sintió como si la hubieran cortado por dentro. Le dolió, pero se aferró a Kain y se puso tensa.

Kain se detuvo y la miró. El rostro de Nagisa se cubrió de sudor. Kain le susurro —Nagisa, sé que duele, pero no te pongas tensa, tratare de terminar rápido—

Nagisa negó con su cabeza y le dijo —no, Kain-sama, no duele—

—Nagisa, eres mía, tienes que decirme la verdad—

Nagisa abrió los ojos y lo quedó mirando a los ojos —duele, un poco— susurro

—Eso es mejor, así será por mientras, pero no para siempre. Te amo—

Nagisa sonrió ante esas palabras, levantó su rostro y Kain acercó su rostro para besarla. Fue un beso largo y apasionado, Kain trato de terminar lo más rápido posible, pero lo que duele, duele, y la pobre Nagisa lo sufrió de principio a fin hasta que él termino.

Kain quedó encima de Nagisa con el cuerpo cubierto de sudor, la besaba en los labios mientras pasaba la oleada de placer. Una vez que se calmó, Kain detuvo los besos y le acaricio el rostro. Nagisa tenía el rostro cubierto de sudor, una mirada tímida y una sonrisa feliz. Ella se abrazó él con todas sus fuerzas.

—Te amo, Kain-sama— dijo Nagisa mientras lo abrazaba.