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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Komik
Peringkat tidak cukup
935 Chs

Mundo Shinobi - Metamorphosis - capítulo 51

Un poco atrasado por problemas técnicos, pero aquí está el último capítulo de la semana y mañana empezaré a publicar los capítulos de Viggo hasta el jueves.

Nos vemos.

-o-

Al mismo tiempo en el que Kain estaba comiendo en su casa, Kazuhiko Hyuga estaba entrenando en el dojo de su familia. Por lo general, el patriarca debería entrenar al heredero. Pero como su padre murió hace algunos años de manera vergonzosa y su abuelo está demasiado viejo, lo entrenaban dos jounin de su familia. Ambos adultos de la rama secundaria, de ojos pálidos y cabello castaño.

En el dojo solo había un piso de tatami y un gran pergamino al final de la habitación, que al igual que las grandes familias shinobis, tiene escrito el nombre de la familia, en este caso "Hyuga". La puerta corredera que da al patio está abierta, dejando pasar la tenue brisa de la tarde. Por otro lado, desde el patio los vigila el viejo Kazuto Hyuga. Esta sentado solo, bajo un árbol de cerezo, meditando en el progreso de su nieto y asintiendo a sus golpes. Sin duda alguna, un muchacho talentoso, pensó en su mente.

En ese momento, Kazuhiko de nueve años, estaba luchando en simultaneo con los dos jounin en un intercambio de golpes incansable. Su postura era firme y su mirada sería, con las palmas abiertas y apuntando a ambos jounin. Al igual que los dos adultos jounin había despertado el byakugan de los Hyuga, doujutsu único que solo poseen los miembros del clan. Como muestra de eso, las venas a los costados de sus ojos estaban hinchadas.

Al cabo de un rato, los tres alcanzaron un punto muerto, retrocediendo y avanzando, buscando una apertura en la posición del otro. Kazuhiko se impaciento, y en vez de seguir retrocediendo en círculos, decidió presionar al de la derecha. Lanzó una fuerte palmada recubierta con chakra azulado y el impacto le levantó la guardia. Sin embargo, cuando preparo su otra mano para golpear el pecho desprotegido del contrincante, el jounin de la izquierda lo golpeo en el costado y lo lanzó contra la pared. La pelea se detuvo en ese mismo instante y ambos jounin fueron a ayudar Kazuhiko a levantarse.

Por otro lado, el viejo Kazuto tomo una profunda respiración y asintió. Talentoso, dijo en su mente, sin duda alguna talentoso. Pero comparado con su hermana, era solo un niño promedio.

-Déjenme- dijo Kazuhiko enojado -estoy bien, me puedo poner en pie por mi cuenta-

Entonces con la ayuda de sus brazos, hizo fuerza para levantarse. Frunció la nariz y soltó un gruñido del dolor. Sin embargo, se aguantó. Una vez que estuvo de pie, miró a los jounin con altivez y estos doblaron la espalda en noventa grados, agachando sus cabezas.

-Por hoy está bien, mañana seguiré solicitando su ayuda- dijo Kazuhiko

-Como usted diga, joven maestro- respondieron los jounin al mismo tiempo

Ambos jounin caminaron hasta el patio exterior, miraron al viejo Kazuto como esperando la siguiente orden, pero como siempre, el viejo hizo una modesta sonrisa y asintió. Dándoles a entender que por ahora sus consideraciones eran innecesarias. Por otro lado, Kazuhiko, tratando de parecer duro delante de su abuelo, se forzó a seguir entrenando. Se puso en guarda y comenzó a practicar todos los movimientos que componen la técnica del puño suave. El viejo lo miraba con cierta melancolía y recordó su propia niñez. Era propio de los débiles esforzarse. Por ejemplo, como él y su hermano en aquella época. La advertencia dio paso al miedo y eso a la motivación. Ambos tenían que luchar cuando cumplieran los diez años y el que venciera se convertiría en el patriarca. El otro sería sellado en su frente y pasaría a ser un sirviente de la rama familiar. En esa época, tanto el viejo Kazuto como su hermano odiaban esas palabras. Ambos consideraban como poca cosa a las personas que los servían. Sin embargo, al darse cuenta de que su hermano tenía el talento y él el esfuerzo, Kazuto se sintió desesperanzado. Entonces comenzó a ver a la rama de la familia de otra manera. Ahora, si le preguntaran porque se transformó en el patriarca de los Hyuga, él solo diría que fue suerte. Su hermano tuvo que participar en una misión en conjunto con su padre y al final de una semana de combates, se le dijo a un Kazuto de nueve años que sería el siguiente patriarca. Su hermano había muerto.

En ese momento el viejo Kazuto, que en aquella época era un niño, lloró como nunca. Siempre había pensado que lo más importante era volverse patriarca. Sin embargo, cuando perdió a su hermano, nada de eso le importo. Se dijo que con gusto se volvería parte de la rama familiar con tal de que su hermano volviera a la vida.

Kazuto se levantó de su cojín y camino por el pasto hasta llegar al dojo. Entonces se apoyó en una viga que separaba ambas puertas correderas y miró a Kazuhiko realizar los movimientos de la técnica del puño suave. Sus golpes aún carecían de la sutileza de un experto, pero lo calificaban perfectamente como el siguiente patriarca. Si tuviera que ponerlo en la escala de poder de Konoha, Kazuhiko sería un chunin. Cosa que de por sí hizo feliz al viejo Kazuto. Al final de toda la seguidilla de movimiento, Kazuhiko realizo Hakkeshō Kaiten, un movimiento singular del taijutsu Hyuga. Este movimiento se realiza haciendo una rotación sobre su eje, al mismo tiempo que emite chakra a través de la palma de sus manos y gira como un torbellino. Entonces la fuerza centrífuga y el chakra forman un domo de energía impenetrable. El viejo Kazuto hizo una sonrisa y asintió contento. Sería perfecto, sería el patriarca más joven en la historia en realizar esta técnica. Pero había alguien más joven que lo hizo con dos años menos que él. El otro día se dio cuenta. Solo fue una coincidencia que le asombro y a su vez coloco una gran piedra en su corazón.

Ese día estaba despejado y en uno de los pequeños patios de la mansión del patriarca, Aoi Hyuga estaba enseñando a su hija Kaoru. El patriarca había terminado sus labores y había delegado otras tareas. El hecho es que le quedaba tiempo libre, así que, a modo de diversión, fue a ver cómo iba el entrenamiento de Kaoru. Cuando llego al patio, la niña estaba demostrando a su madre que había aprendido todos los movimientos básicos de la técnica del Puño Suave. Sin embargo, una vez que la niña vio a su abuelo, su rostro resplandeció con una sonrisa y salió corriendo. Aoi la llamo para que ella volviera de inmediato, pero la niña corrió hasta su abuelo y se abrazó a sus piernas.

El viejo Kazuto, más feliz que nadie en el mundo, rio como un abuelo idiota y levantó a la niña para cargarla en sus brazos. Cada día era pesado vivir y seguir atendiendo los deberes del clan. Ya tenía más de noventa años y se forzaba a levantarse pensando en que faltaba poco para que Kazuhiko tome el cargo y él pueda descansar. Sin embargo, esta pequeña alegría andante llamada Kaoru, era otro gran motivador. Era alegre como los rayos del arcoíris y cándida como el sol. Era la medicina perfecta para el cansancio.

-Suegro- dijo Aoi desde la distancia, camino hasta él e hizo una reverencia -¿Qué lo trae por aquí?-

-Nada importante, Aoi-chan- dijo el viejo, abrazaba a su nieta con una gran sonrisa en los labios y ella lo abrazaba del cuello mientras reía -solo vine a reparar mi vieja alma. Ya me siento mejor-

Aoi entendió muy bien a que se refería, a su edad debería estar descansando, pero él tenía que instruir a Kazuhiko y preocuparse del clan -estábamos entrenando- dijo -¿Quiere que Kaoru realice los movimientos para que usted los vea?-

-A ver, eso sería interesante-

Kaoru soltó el cuello de su abuelo y lo miró a los ojos mientras sonreía -mírame abuelito, seguro soy la más fuerte- dijo

-Oooh, eso quisiera verlo-

Entonces Kazuto bajo a Kaoru y ella corrió para volver al lugar de entrenamiento. Aoi se paró al lado del viejo Kazuto y le dijo -empieza-

Kaoru tomo una profunda respiración y se puso en guardia, con un pie delante del otro, con los brazos semi extendidos y las palmas apuntando hacia adelanta. Entonces soltó un pequeño grito infantil y lanzó una palmada al aire con la mano derecha. Fue rápida, precisa y pesada. El viejo Kazuto lo notó en el aire. Se produjo un chasquido como si alguien sacudiera una ropa. Después Kaoru siguió con los movimientos, desplazándose alrededor, formando un triagrama con sus pies en el suelo. Golpeando el aire con sus pequeñas manos y deslizándose en un perfecto juego de pies. Ya solo esta pequeña demostración, le quito el aliento al viejo Kazuto.

Por lo general, cuando Kazuto venía a ver a la niña, solo se preocupaba de regalonearla. Ahora se arrepentía. Si los otros viejos de la rama principal aprenden esto, se va a formar una división. Kazuto agacho la cabeza y empezó a pensar en alguna forma de ocultar esto. Quedo pensando un largo tiempo, sin notar que Kaoru le había dicho que ya había terminado. Sin embargo, toda su preocupación solo se aumentó.

-Abuelito, abuelito- dijo Kaoru, lo tironeo de la tela del kimono y el viejo salió de sus pensamientos. Le dirigió una mirada confundida y Kaoru sonrió -sé algo más increíble ¿Te muestro?-

El viejo Kazuto estaba confundido en ese momento y solo asintió. Entonces vio a Kaoru trotar a su posición inicial y pararse con la espalda recta. Apoyo la mano derecha sobre la palma de la izquierda. Levantó su dedo indicé y su dedo corazón con dirección al cielo y dijo las peores palabras que el viejo pudo esperar -Byakugan-

El viejo Kazuto abrió los ojos amplios al ver como las venas a los costados de los ojos, se hinchaban. Kazuto se congelo y cuando pensó que la situación no podía ser peor, Kaoru tomo la postura inicial del Hakkeshō Kaiten.

-¡Detente!- grito el anciano enojado. Ni siquiera sabía porque, pero solo grito con miedo en su corazón. Gracias a eso, Kaoru dio un respingo y se quedó congelada. Después de eso, ella se largó a llorar mientras Aoi al lado de Kazuto, lo miraba consternada.

-¿Quién le enseño?- pregunto Kazuto extremadamente furioso

-El otro día- dijo Aoi -vino Kazuhiko a mirar a Kaoru. Entonces él le quiso presumir sus habilidades y la niña vio la técnica-

-¿Cuántas veces?-

-Solo una-

El viejo Kazuto se agarró la cabeza con ambas manos y miró al suelo sin poder creer lo que estaba escuchando. Kaoru lloraba y como el viejo Kazuto se quedó quieto, Aoi tomo la decisión de ir a consolar a su hija. Ella la tomo en brazos y ambas se abrazaron.

Una vez que Kaoru se calmó, el viejo Kazuto la miró con algo de pena mientras negaba con la cabeza. Camino hasta Aoi y a medida que avanzaba, su rostro pasaba a tener una expresión sería. Tomo una profunda respiración y le dijo a Aoi -que nadie se entere de que Kaoru ha despertado el byakugan ni mucho menos que sabe hacer Hakkeshō Kaiten. Si amas a tus hijos, me harás caso. Puedo hacer la vista gorda si nadie más sabe de esto, pero si alguien de cualquier rama se entera, tus hijos deberán luchar a muerte ¡¿Entendido?!-

Aoi agacho la cabeza y asintió en un gesto suave. Kaoru solo tenía un rostro triste mientras era incapaz de entender el significado de las palabras de su abuelo.