El evento continuo, pero no fue lo mismo. Todo se tornó incomodo y a pesar de que debería ser una gran celebración para Mizusu Hoshino, Onoki y Sachiko lo arruinaron.
Kain se reunió con Onoki y Sachiko después del evento. Era las dos de la mañana. Ellos se reunieron en el departamento de Kain, en el último piso del hotel de ciudad Tengu.
Kain se sentó en un sillón individual con una amplio respaldo. Él sostenía un habano en la mano izquierda y en la mano derecha sostenía un vaso con wisky y hielo.
—Bien, ahora ¿Me pueden explicar esta mierda?— preguntó Kain, miró a Sachiko a los ojos. Ella tenía una mirada asustada. Después miró a Onoki, él fruncia el ceño —¿Y bien?—
—No te tengo porque dar explicaciones de lo que hago en mi país. Ni siquiera vives ahí— respondió Onoki de forma testaruda
—¿Perdón?— preguntó Kain furioso, pero manteniendo la calma —¿Quién te ayudo? ¿Quién está produciendo trabajos? ¿Quién trajo la paz a tu país? ¿Te gustaría seguir matándote con los de Kumogakure? ¿Eso te parece bien? ¿Matar a tu gente solo por un orgullo vano?—
—Eso no es verdad, solo porque—
—¿Por qué?— preguntó Kain alzando la voz —¿Por qué fue casualidad? ¿Por qué los planetas se alinearon? No seas estúpido Onoki. Normalmente acepto tus idioteces, te respeto y trato de tener paciencia, pero no me pidas que acepte esta traición—
—La ciudad será construida, Sachiko-sama conservará su palacio y sus recursos. Solo estoy tomando el control del país ¿Crees que hay diferencia? Daimio-sama lo dejaba todo en las manos de los shinobis. Nosotros construimos ese país—
—Sí, pero ¿No te podías esperar? Esto hubiera estado bien, pero no ahora. Primero tenemos que reforzar al país, asegurarnos de que todos están de nuestro lado ¿Crees que las villas ocultas son tus únicos posibles enemigos?—
Onoki se quedó callado, pero después continuo —bueno, si no guardaras todo para ti nada de eso hubiera pasado—
—Sí, porque tú eres tan calmado, tan bueno guardando secretos. Tan bueno siendo disciplinado, teniendo autocontrol. Eres un volcán a punto de estallar Onoki, por eso no puedo confiarte todas las cosas. Maldición, pensé que éramos amigos. No qué harías un movimiento en mi contra. No sé si te has dado cuenta, pero hace un par de meses Takumi Hoshino y otros nobles formaron la Confederación De Naciones Libres ¿Puedes luchar con eso? ¿Cómo se debilitaría tu país si ellos te atacaran?—
Onoki se quedó callado, él sabía del movimiento de Takumi Hoshino, paso hace meses, cuando Mizusu Hoshino heredo los bienes de la familia. También arrastro una buena cantidad de nobles de la nación del Rayo y de todos los países por los que paso. Ellos (Iwagakure) le dijeron al daimio que sería peligroso, pero el daimio le dio permiso para pasar por su territorio. De lo único que se contuvo fue de darle asilo político. Así que Takumi y su grupo siguió viajando hacia el norte. Ahora había instaurado un reino absorbiendo a numerosos países pequeños en el norte.
—Eso no pasara y si llega a pasar…espero tu ayuda— dijo Onoki más calmado.
Kain echo su cabeza hacia atrás, cerró los ojos y soltó un largo suspiro de cansancio.
—Kain-sama— dijo Sachiko con la voz quebrada —yo, yo solo me estaba preocupando por usted. No quería sobrecargarlo de trabajo—
Onoki miró a Sachiko bastante sorprendido, pero no dijo nada, ya que sus buenas intenciones le sirvieron a él para tomar el control del país.
Kain miró a Sachiko, le dio una mirada dura y firme. Ella agacho la mirada y comenzó a derramar lágrimas —bonita cagada que hiciste Sachiko. Yo, no sé qué pensar de ti— dijo
—Kain-sama, yo te amo— dijo Sachiko con los ojos llorosos
Kain la quedó mirando a los ojos y asintió varias veces. Él le dio una largo sorbo a su vaso de wisky y continuo —ojalá que no pase nada—
—Kain-kun— dijo Onoki con una expresión triste
Kain le dio una mirada dura y le preguntó —¿Qué es ahora? ¿Más sorpresas?—
—Lo siento, no debí haberlo hecho— dijo Onoki como si estuviera arrepentido
—No lo digas, no me mientas, Onoki, a mí no—
—Yo—
—Te dije que no me mientas, nosotros dos nos conocemos hace años y sabes tan bien como yo lo orgulloso que eres. Querías ser daimio, querías ser dueño del país, ordenarlo según sea tu parecer. Siempre has sido muy orgulloso, así que no me hables como si estuvieras arrepentido. Ahora está hecho y es irreparable. Todo el mundo lo vio, todo el mundo lo sabe. Como dije, solo esperemos que no pase nada—
Onoki frunció el ceño y soltó un suspiro.
—La ciudad en la nación de la Tierra quedara pendiente. Mantendremos nuestras inversiones, pero esperaremos—
—¡Kain! No te apresures, esto no tiene nada que ver lo uno con lo otro—
—No— dijo Kain fríamente —si eres capaz de hacer cosas a mis espaldas. Eres capaz de cambiar las reglas del juego para ganar, para saber que tienes el control. Has perdido mi confianza. Solo el futuro dirá si puedo volver a confiar en ti—
—Esto es ridículo— protesto Onoki
—No, no es ridículo, es peligroso— dijo Kain y Onoki se calló. Kain lo miró a los ojos y continuo —si la CDNL te ataca, yo no podré interferir abiertamente—
—¿Qué es eso?— preguntó Onoki
—CDNL, Confederaciones De Naciones Libres— dijo Kain alzando la voz —no te voy a poder ayudar si te atacan—
—¿Por qué?—
—Porque el dios shinobi no puede ser imparcial. Dime ¿Qué pensarías tú si yo ataco un país al azar? ¿Qué diría tu clan? ¿Qué diría tu villa? Y no me digas que nada, que confían en mí. Todos estarían cagados de miedo y elevarían las alarmas al máximo—
Onoki abrió su boca como queriendo rebatir ese punto, pero cerró la boca. Kain ya era peligroso cuando era niño. Mato a su abuelo y a su sensei, primer y segundo tsuchikage. Ahora que era adulto era imparable. Nadie lo volvió a ver luchar nunca más, pero se calcula que debe tener la fuerza de "A" (Jin/tercer raikage) y eso lo hacía peligroso, muy peligroso.
Kain miró su habano, había caído la ceniza a la cerámica y se había quemado un tercio del todo. Kain lo acercó a sus labios, le dio una profunda calada, mantuvo el humo, pero dejo su boca abierta para que le humo saliera poco a poco con su respiración. Él soplo y salió todo el humo —si pasa lo peor, te ayudare, pero no esperes mi directa intervención— dijo
—¿Y de qué sirve tener aliados?— preguntó Onoki
Kain miró a Onoki y le dijo —para que no te ataquen, para hacer negocios, para permitir invertir en tu nación. Ahora no sé si Mizusu va a querer invertir en tu país—
Eso golpeo fuerte a Onoki.
Kain lo quedó mirando, soltó una risita y después se largó a reír a carcajadas. Al final soltó un suspiro y le dijo —Onoki, amigo mío, para la próxima piensa las cosas antes de hacer un movimiento tan grande. Te he ayudado en cada paso que has dado. No entiendo porque no me lo consultaste—
—Yo— dijo Onoki mientras miraba el piso y juntaba la punta de los dedos de sus manos —yo sabía que me ibas a decir que no. Que era mala idea, bla, bla, bla. Siempre te sientes más inteligente que el resto—
—No me siento, Onoki, lo soy— dijo Kain —y jamás he sido egoísta. Siempre te he escuchado, no me he burlado de ti ni de tus ideas. Eres demasiado orgulloso amigo mío. Ojalá algún día cambies—
Kain levantó la manga de la camisa, mostro el brazalete, dejo el vaso sobre la mesa de centro, acercó su mano al brazalete y extrajo una pulsera. Kain le tendió la pulsera a Onoki. Este último la miró. Kain acercó el habano a sus labios, le dio una calada y después soplo el humo —tómalo— dijo Kain agitando la pulsera —es para ti. Es porque somos amigos. Te lo doy por si necesitas ayuda—
Onoki miró a Kain a los ojos, después miró la pulsera.
—¿Seguirás siendo orgulloso?— preguntó Kain
Onoki lo miró a los ojos, agacho la cabeza, soltó un suspiro y estiro su mano. Él tomo la pulsera, la acercó y la miró. Era un delgado trozo de material duro como el metal y flexible como la tela.
—Lo colocas alrededor de tu muñeca y cuando te sientas en peligro, inyectas chakra. De esa manera te puedes comunicar conmigo y yo te ayudare. No te sientas especial. Ya le di el suyo a Gengetsu, Shamon, Hirusen y Jin. Eres el último, es tu castigo por ser mal amigo—
Onoki miró a Kain y asintió. Él se puso la pulsera alrededor de la muñeca derecha y la abrocho —gracias— dijo
—¿Quieres traer a tu hijo y tu esposa a ciudad Tengu? Puedo preparar una mansión adecuada. Sabes que nadie los atacara aquí—
Onoki miró a Kain y le preguntó —¿Tan peligroso es?—
—Nosotros no le gustamos a los nobles— dijo Kain poniendo énfasis en la palabra "nobles" —ellos sienten que son nuestros dueños. Que nosotros nunca deberíamos haber dado un paso lejos de su dominio. Ellos van a tratar de recuperar su viejo mundo. De destruirnos utilizando las necesidades de otros shinobis ignorantes. Espera resistencia—
Onoki soltó un suspiro y asintió —por favor, ayúdame asegurando la seguridad de mi esposa e hijo por unos meses— dijo
—Está bien, prepararemos una casa y seguridad. Enviare algunos de mis guardaespaldas personales, no te preocupes. Pondré dentro del grupo a un par de Uchihas y Hyuga para que nada se les escape—
—Gracias, Kain—
—Mmm, para la próxima consulta conmigo o con alguien que tengas confianza. Los adultos hacen eso, conversar y consultar con sus amigos. Todavía te considero mi amigo, uno idiota, pero un amigo al final y al cabo—
—Gracias—
—Deja de decir gracias, solo piensa en lo que hiciste y que puedes hacer de ahora en adelante. Y resguarda bien esas fronteras. Ellos podrían haber visto la trasmisión y saber sobre la muerte del daimio. Eso les daría la excusa perfecta para "liberar" la nación de la Tierra. Ahora ve con tu esposa. Tengo que conversar con mi mujer—
Onoki miró a Sachiko y después miró a Kain —esto fue— dijo
—Yo no me meto en tu matrimonio. Jamás te he dicho como educar a tu hijo y tratar a tu mujer. Esto no tiene nada que ver contigo, es una tema de confianza y estupidez—
Onoki se quedó callado, miró a Sachiko, después miró a Kain y asintió. Él se levantó del sillón y camino a la salida.
La puerta se abrió, salió y cerró.
Kain miró a Sachiko, ella se veía hermosa, pero triste. Sus ojos estaban rojos, los parpados hinchados. Ella tenía una expresión de arrepentimiento.
Kain espero un par de minutos donde bebía y fumaba el habano. Dejo el habano en un cenicero y el vaso a un lado, sobre el mueble —ven, detén eso, Sachiko-chan—
—Kain-sama— dijo Sachiko, ella se mordió el labio inferior, busco en su bolsa y sacó un pañuelo. Ella limpio las lágrimas de su rostro y miró a Kain. Ella mostro una sonrisa fascinante. Sachiko se levantó del sillón, dejo su bolsa y camino hacia Kain. Ella se sentó en sus piernas, apoyo sus manos en su pecho y lo beso. Ella apartó sus labios y le susurro —¿Cómo lo hizo Sachiko?—
—Bien, muy bien, de solo pensarlo casi me hiciste enojar— dijo Kain con una sonrisa astuta mientras la miraba a la cara. Sachiko llevaba el cabello corto como si manejara un estilo andrógino. Tenía un bonito rostro con forma de corazón, los ojos verdes, la boca grande y los labios gruesos. Muy hermosa. Kain estiro su mano derecha y le acaricio la mejilla —lo hiciste muy bien, Sachiko—
—Entonces Sachiko se merece mucho más que un cumplido— susurro Sachiko —y si puede, deje participar a Rin. Ella es muy dulce, estaba preocupada por mí. Sigue siendo mi única familia y quiero que ella sea feliz—
Kain asintió, cosa triste que un padre y una madre vendan a sus hijos como ganado sin importarles su destino —está bien, vamos a ir a un lugar especial— dijo
Sachiko asintió con una amplia sonrisa porque cuando Kain decía que era algo especial, rosaba lo absurdo y lo único.