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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Komik
Peringkat tidak cukup
935 Chs

Mundo Shinobi - Clones verdaderos - 587

Kain logro llegar a la hora de la comida sin contratiempos, pero gracias a la presencia de Murasaki y Kasumi gano más notoriedad de lo que quería. Este debía ser el momento de Mizusu y Honoka, pero todos estaban pendientes de él.

—Acaso no me juraste que habías destruido esos manuscritos— susurro Kain en voz

Murasaki a su lado agachó la cabeza y murmuro —yo los destruí, pero no sé de dónde sacaron una copia. Es misterioso, son pocas copias, pero se las pasan entre ellas e incluso aparecen más copias. Nadie lo está vendiendo—

—Ahora todo el mundo trata de encontrar a mi supuesto amante—

Al principio, los textos de Murasaki tenían un trasfondo muy oscuro que se bañaba, bebía y se alimentaba del SM y las relaciones de dominación a un punto que era enfermizo. El problema es que como ella conoció a Sakumo, las historias eran entre Kain y Sakumo. No existía una heroína. Así que las fanáticas de Murasaki que habían leído sus primeros borradores estaban locas por descubrir al otro protagonista. Para todas era claro que Murasaki se había inspirado en Kain para crear a su protagonista, el diabólico emperador. Un tipo que lo único que hacía era sufrir, quejarse de lo desafortunado que era y plagar de infortunio a las mujeres que lo trataban de amar. Por alguna razón, eso fue popular con las mujeres.

—Lo siento Kain-sama— dijo Murasaki

Kain dejo de comer y la miró. Murasaki medía 1.5 mts de estatura, de cabello oscuro, largo y liso. Vestía un kimono purpura y encima un haori fucsia. Se veía tierna y nadie esperaría que esta muchacha de dieciséis años pudiera crear una novela tan oscura y morbosa. Sin embargo, fuera de las apariencia, así era.

Kain se alegraba de haber puesto limites la primera vez que leyó los borradores de Murasaki. Ni siquiera se quería imaginar cuanto más oscuras podían ser sus novelas.

—Kain-kun— dijo Kasumi, la manzana de la discordia y la culpable de que todo este evento cultural y empresarial, se volviera un evento de fanáticos de libros —creo que estás siendo un poco exagerado—

Ahora todas las mujeres no le quitaban los ojos de encima a Kain. Las que no leían los libros de Murasaki se enteraron de la historia por las fanáticas. Al mismo tiempo, los hombres también miraban a Kain y se reían de él a sus espaldas haciendo todo tipo de comentarios. Incluso el siempre inseguro Onoki se reía a carcajadas y su esposa lo regañaba, pero igual se reía.

Kain le dio una mirada de muerte a Kasumi. Ella estaba al lado de Murasaki, Kasumi no era tonta. Si ella se sentaba al lado de Kain, él la regañaría y no de la forma que ella esperaba.

—Yo te dije algo, pero tú nunca haces caso. Dime ¿Por qué no me sorprende que me desobedecieras?— preguntó Kain

—Me conoces, querido, sabes todo de mi— dijo Kasumi con una sonrisa coqueta —no hay forma de que no supieras que esto iba a pasar—

—Créeme, espere que por primera vez fueras obediente. Parece que la esperanza es lo último que se pierde—

—Pierdes tu tiempo, si yo dejara de ser yo, tu dejarías de amarme—

—Te mandare a vivir al desierto sin sirvientes, con ropa vieja y en una caverna. Vamos a ver si vas a seguir siendo tan desobediente después de esa experiencia—

Kasumi trago saliva y sonrió —estás bromeando ¿Verdad?— preguntó

Kain mostró una sonrisa sádica y le dijo —ya veremos, espero que no te conviertas en una momia—

Kasumi agacho su rostro y continúo comiendo.

Kain volteó su rostro en un gesto de desprecio. Muchos, los que conocieran a Naori, dirían que él era la viva imagen de su abuela, pero las fanáticas de Murasaki lo único que hicieron fue murmurar —diabólico emperador, kya—

Kain sintió que le palpitaba la sien de solo escucharlas. Él soltó un suspiro, tomo su copa y bebió un poco de vino. No se sentía cómodo. Durante un par de horas había sido el centro de atención en un evento que no era suyo.

Kain echó su silla hacia atrás, se levantó y dijo —permiso, voy a salir durante un rato—

Todos siguieron a Kain con la mirada durante todo el camino hasta que salió del hotel y fue al jardín. Los policías estaban haciendo sus rondas y otros estaban de punto fijo. Kain se acercó a un cenicero, levantó la manga de su chaqueta y después la camisa. Entonces acercó su mano al brazalete y sacó un habano. Kain lo llevó a su boca, lo sujeto con los dientes y levantó su dedo índice para encenderlo con chispas eléctricas.

Kain le dio un par de caladas y soltó el humo. Él se quedó mirando el jardín, el cielo nocturno, las estrellas y la hermosa luna.

—Kain-sama— dijo alguien.

Kain miró hacia atrás y vio a Ryoko, ella avanzó con una sonrisa burlona en los labios. Kain no pudo evitar sonreír y negar con la cabeza. Él siguió fumando y espero a que ella se acercara.

Ryoko iba vestida con un hermoso vestido gris perla de una pieza que le llegaba hasta la rodilla. Usaba zapatos con tacón de aguja, así que sus hermosas piernas, que ya de por sí eran bastante hermosas y contorneadas, se veían muy largas.

Ryoko se detuvo delante de Kain, él la miró, ella sonreía hermosamente. Ella se había hecho algunos risos. Ryoko abrazó a Kain y apoyo su frente en el pecho de Kain mientras soltaba una risita divertida. Ella levantó su rostro y lo miro a los ojos.

Kain soltó una risita, sonrió y le dijo —si tienes algo que decir, dilo. No es propio de ti—

—Yo, por supuesto, jamás, jamás, me burlaría de cierto diabólico emperador— dijo Ryoko y no pudo contener más la risa. Ella abrazó a Kain con fuerza y se largó a reír a carcajadas.

A Kain solo le quedó sonreír y aguantar. Era todo su culpa, él le había dado permiso a Murasaki para que continuara escribiendo sus libros. Ya llevaba tres libros publicados, todos trataban de lo mismo, pero eran populares.

Ryoko termino de reír, ella apartó su rostro, pero el haber apoyado su rostro en el traje de Kain produjo dos accidentes. El maquillaje de Ryoko se arruino dejándola más parecido al de un payaso y el traje de Kain quedó blanco con manchas rojas.

—Ryoko, no creo que quieras volver al evento así— dijo Kain

—¿Por qué?— preguntó Ryoko, todavía sonreía y pero puso una expresión incomoda.

Kain sostenía el habano en la mano izquierda, así que acercó la mano derecha y señalo a su propio traje. Ryoko miró hacia adelante y su expresión se volvió de espanto. Ella hundió el rostro en el pecho de Kain.

—Ayúdame— dijo Ryoko

Kain soltó un suspiro y le dijo —está bien, pero eso es tu castigo. No debiste burlarte de la desgracia de otro—

—Lo siento, es que yo—

—Lo sé, nunca controlaste tu lengua, por eso Naomi se burló de ti la primera vez que se vieron—

Ryoko apartó su rostro y lo miró con el ceño fruncido.

Kain mostró una pequeña sonrisa, agacho su rostro y la beso en los labios. Ryoko correspondió sus besos.

Kain apartó su rostro y le dijo —toma, te llevaras mi traje y lo lavaras. Me lo devuelves otro día—

Kain dio un paso atrás, Ryoko lo miraba. Él se quitó la chaqueta, la corbata y solo quedó con la camisa blanca. Él le tendió sus cosas y Ryoko las recibió.

—Bueno, ve y arregla tu maquillaje— dijo Kain

Ryoko asintió, se acercó y le susurro —¿No quieres acompañarme?—

—No, por ahora no. Nos veremos en poco tiempo— dijo Kain y continuo —traslada a Ryoko a su habitación en hotel Tengu—

Ryoko desapareció, muchos de los policías cercanos quedaron mirando a Kain, pero este no les puso atención.

Después de un tiempo y a la mitad de fumarse su habano, Kain escucho otros tacones, pero no fueron tan horrorosamente molestos como los de aguja. En su lugar, eran más anchos y cortos. Kain giro su torso y miró hacia atrás. Era un hermoso cabello rojo en un vestido color esmeralda. La piel lechosa y suave como la porcelana. El cabello rojo correctamente peinado y los ojos verdes. Se veían joven y tierna.

—Kain-sama ¿Cómo te sientes?— preguntó Nanami, también tenía una sonrisa burlona

—Aquí, sobreviviendo a los libros— dijo Kain con un tono desenfadado

Nanami se tapó la boca con la mano y soltó una risita —Kain-sama— dijo ella con una hermosa sonrisa en los labios e igual que Ryoko, camino hasta Kain, se puso delante de él y lo abrazó. Ella levantó su rostro, usaba muy poco maquillaje, pero llevaba un labial rosa, así que dejo sus labios marcados en la camisa blanca.

—Nanami— dijo Kain y negó con la cabeza, él soltó un suspiro y miró al cielo estrellado mientras le daba una calada a su habano.

—Yo, lo siento, Kain-sama— dijo Nanami pasando la punta de sus dedos por la camisa, pero solo logro esparcir la mancha.

—Ya no importa, ven aquí— dijo Kain y la abrazó con el brazo derecho. Nanami apoyo su mejilla en el pecho de Kain para no volverlo a manchar. Ella escucho el corazón de Kain.

—Kain— murmuro Nanami —lo digo en serio, lo de ir contigo—

—Lo sé— respondió Kain

—¿Entonces?—

—¿Qué quieres que diga? ¿Alguna vez he sido capaz de cambiarte de parecer? Eres testaruda como solo tú puedes serlo. Así que si dices algo ¿Qué puedo hacer yo? Seguramente harías lo impensable para seguirme y no quiero que te hagas daño—

—No soy tan dura de cabeza— dijo Nanami/Mito con clara molestia

Kain soltó una risita, le beso la cabeza y siguió fumando. Sin embargo, por burlarse de ella, Nanami le dio un puñetazo en las costillas.

—Oye, Nana-chan, ten cuidado— dijo Kain tosiendo y hablando con la voz ahogada —ten cuidado donde golpeas, podrías matarme—

—No te preocupes, no matare tus hijos, pero no te burles de mí. Son mis verdaderos sentimientos. Además, todo esto, lo que paso hoy, fue por tu lujuria. Si no aceptaras a todas las mujeres bonitas que te abren las piernas…—

—No lo hago, pero no puedo controlar a las personas. No te regaño a ti por ser testaruda, no regaño a Kasumi por ser desobediente, no regaño a Murasaki por sus historias. Cada una tiene su propio color, su propia esencia. Si te quitara lo que te hace ser tú, entonces ya no serías mi Nanami—

—Mmm, suena bonito, pero en serio, no sigas aceptando mujeres, solo serán un problema—

—¡Kain-sama!— grito Mizusu desde la puerta que daba al hotel.

Kain se giró, miró a Mizusu, la vio asustada.

—Ahora, venga, es importante— grito Mizusu, Kain se dio la vuelta, Nanami lo seguía abrazando. Él la miró, Nanami frunció el ceño, pero lo soltó de mala gana. Kain camino a paso rápido, Nanami lo siguió y alcanzaron a Mizusu.

—¿Qué sucede?— preguntó Kain con voz firme

—No lo sé, pero tsuchikage-sama y Sachiko-sama me pidieron tiempo para hacer un anuncio. Creo que es importante, venga conmigo— respondió Mizusu, ella estiro sus manos, tomo a Kain del brazo y lo guio al interior del edificio.

Nanami los siguió de cerca, Kain entro por la puerta lateral y vio a Sachiko y Onoki en la tarima donde estaban los micrófonos. Onoki tuvo que levitar para alcanzar los micrófonos, pero estaba terminando de hablar.

Onoki levito a un lado y Sachiko se acercó a los micrófonos. Ella se veía radiante y risueña, llevaba puesto un kimono dorado con detalles florales. Ni siquiera parecía que había enviudado ese mismo día.

—Tal y como dice tsuchikage-sama. Hoy, daimio-sama fue asesinado por los conspiradores del clan Kato. No solo eso, el clan Kato utilizo la ventaja de los artilugios conocidos como armas de fuego y eliminaron a todos los nobles de la ciudad de Los Sabios. Como consorte imperial, declare ley marcial y la persecución de los perpetradores quedó en manos de Tsuchikage-sama—

Solo hubo silencio, todos cayeron en un estado de horror.

—Así que, por la presente, yo como consorte, delego los poderes del daimio a Onoki Kamizuru para que pueda reorganizar y gobernar la nación de la Tierra. Espero su cooperación y buena voluntad. Además, nosotros como nación de la Tierra, declaramos la guerra contra aquellos que utilicen, produzcan o vendan armas de fuego—