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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Komik
Peringkat tidak cukup
935 Chs

Mundo Shinobi - Clones verdaderos - 541

Gengetsu (mizukage de Kirigakure) estaba de pie en el puerto de Kirigakure. Se suponía que Kain llegaría en cualquier momento en un barco, pero se había retrasado. A su lado estaban sus dos protectores, una mujer pelirroja y un hombre de cabello negro y rizado. Detrás de ellos estaban los otros lideres de clanes y parte de los clanes Kirigakure. En total, eran cien personas que estaban esperando la llegada del dios shinobi.

Un shinobi llegó corriendo por el puerto, se acercó a Gengetsu, pero los protectores del mizukage lo interceptaron. Él se arrodillo, la mujer pelirroja se acercó y él mensajero le informo de algo. La mujer pelirroja se acercó a Gengetsu y le susurro algo al oído.

—Está bien, yo hablare con Kain— dijo Gengetsu y el protector asintió y despidió al mensajero.

Gengetsu estuvo esperando otra media hora, lo único que se veía era un amplio canal que separaba las islas. Por los alrededores había una gran capa de niebla que iba disminuyendo la visibilidad a cada centímetro que se extendía. Sin embargo, cuando Gengetsu se empezó a aburrir, vio la punta de una enorme construcción metálica con una punta piramidal y un cuerpo alargado. Tenía amplios ventanales a los costados, por su construcción, eran los últimos dos pisos. Se movía lentamente atravesando el canal.

—¿Qué es eso?— murmuro un shinobi

—Mizukage-sama ¿Qué sucede aquí? ¿Estamos en guerra?— grito otro furioso.

Gengetsu frunció el ceño, se dio la vuelta y le dijo —no, lo que pasa es que tu gente es tan estúpida como la mía. Eso es todo, así que no hagas un escándalo—

Todos entendieron que Gengetsu estaba furioso, pero no con el dueño de la embarcación que había capturado a un grupo de diez shinobis y los había colgado de un costado del barco.

El yate de Kain siguió avanzando lentamente hasta que se detuvo frente al puerto.

<<Deberías retroceder un poco o no voy a poder abrir la compuerta>> trasmitió Kain directamente a la mente de Gengetsu

Gengetsu frunció ceño, le palpito la ceja, pero soltó un suspiro y se dio la vuelta —todos, retrocedan, Kain necesita espacio para abrir las compuertas— dijo

Todos quedaron confundidos ¿Cómo sabia eso el mizukage? Se preguntaron. Sin embargo, todos obedecieron y retrocedieron veinte metros. A los pocos segundos, uno de los costados del yate descendió y conecto el yate con el puerto. Kain estaba junto a Mana esperando para bajar. Detrás de él y a los lados se veían las enormes cajas de madera con los suministros médicos.

Gengetsu avanzó a paso firme, estaba bastante enojado, pero al llegar al borde del muelle y ver a Kain que venía a su encuentro, soltó un suspiro y no se pudo enojar —¿Qué hiciste está vez, idiota?— preguntó

—Nada serio— respondió Kain mientras le mostraba sus palmas como si no tuviera nada que ocultar —ellos me vinieron a dar una bienvenida y yo les di una buena siesta ¿Quieres tu mocosa de vuelta?—

—Maldito, sabes que es mi hija, espero que no le hayas hecho nada— respondió Gengetsu bastante molesto

—Claro que no, idiota— respondió Kain con el ceño fruncido —ya te lo dije, solo le di una siesta—

Kain estiro su mano y apuntó a uno de los cuerpos que permanecía colgado del costado del yate. El cuerpo voló hacia él lentamente hasta que se detuvo a un metro y se lo tendió a Gengetsu.

—Edúcala bien, idiota ¿Qué hace está mocosa atacándome? ¿Crees que si hubiera sido otro la hubiera sacado tan barata?—

—Idiota ¿Qué sabes tú de criar un hijo? Eres un mocoso—

—Claro, y eso es válido ¿Por qué no le iba a pasar nada a tu hija por atacar a un oponente que desconoce la fuerza? Cállate ¿Quieres? Solo empeoras las cosas, idiota—

Gengetsu frunció el ceño, pero se dio cuenta que todos los estaban mirando. Él llevó su mano a la cara y soltó un suspiro.

Kain soltó una risita y le palmoteo el hombro —ella salió tan inteligente como tú, Gen-chan— dijo y soltó una carcajada

—Cállate, idiota, siempre presumiendo lo inteligente que eres. Solo eres un mocoso petulante—

Kain solo se rio de Gengetsu, pero este último, al final, negó con la cabeza y sonrió. Él se acercó a su hija, estaba empapada, seguramente porque cayó al mar inconsciente, pero por lo demás, se veía bien. Ella cuidaba demasiado de su cabello y su apariencia, pero ahora todo estaba arruinado. Ella se iba a despertar de malhumor. Gengetsu volvió a soltar un suspiro y miró a Kain —gracias— dijo

—Idiota, ya me conoces, además, somos amigos—

Gengetsu sonrió y miró la embarcación de Kain. No sabía que tipo de hierba le había convidado "A", pero debió ser una muy potente para que se le ocurra un diseño tan bizarro. No se parecía a ningún barco que él hubiera visto antes.

—Gengetsu— dijo Kain —esta es mi mujer, Mana—

Gengetsu miró a Kain y noto a la mujer de piel oscura y cabello blanco, tenía un gran estilo como las otras esposas de Kain —bastardo— respondió

Mana hizo su rostro para atrás y Gengetsu lo noto.

—No, perdón, no lo decía por ti, sino por este tipo. De alguna manera…— dijo Gengetsu, pero se quedó callado. No le iba a decir a la muchacha que Kain siempre conseguía mujeres con tetas enormes —lo siento, me disculpo. Soy Gengetsu, amigo de este tarado y Mizukage de Kirigakure. Mucho gusto, Mana-san— dijo

—Bonita presentación— dijo Kain

—Es la verdad—

—Eres rencoroso—

—Mucho gusto, Mizukage-sama, soy Mana Izumi, muchas gracias por venir a recibirnos— respondió Mana interrumpiendo lo que sería la continuación del alegato. Por cómo se comportaban, parece que Kain y Gengetsu siempre discutían.

—Sí, mucho gusto— dijo Gengetsu, después miró a Kain y le dijo —oye Kain ¿Por qué no bajas a las personas? Yo me ocupare de darles un buen escarmiento—

—Claro, te lo encargo—

Kain extendió su mano y fue atrayendo los cuerpos de los otros shinobis y los dejo tendidos en el puerto.

Uno de los hombres sostuvo al anciano que ataco el yate con los proyectiles de huesos. Tenía el cabello oscuro y dos puntos rojos en la frente —Bastardo ¿Qué le hiciste a mi padre?— grito.

Kain lo quedó mirando, a los pocos segundos emergió un análisis de la composición de su cuerpo. Era extraño, pero muy fuerte, sobre todo sus huesos, pero no tan especial como el cuerpo del anciano. Kain frunció el ceño y al instante un burbuja de energía purpura lo rodeo y lo aplasto en el suelo.

—Maldito— murmuro el tipo como si una montaña lo estuviera aplastando.

—Kain, tarado ¿Qué haces?— preguntó Gengetsu con su hija en brazos.

Los protectores del mizukage se posicionaron rápidamente por delante de él y lo protegieron.

Kain suavizo el ceño y la burbuja de gravedad desapareció.

El hombre tosió y levantó su rostro con una expresión al borde del cansancio por hacer fuerza para liberarse.

—Ese viejo ataco mi embarcación. No tengo nada porque responder, solo me defendí— dijo Kain e igual como lo hacía su padre, lo miró con altivez mientras su sharingan se activaba —no confundas las cosas. Gengetsu y yo nos podemos tirar todo tipo de mierda, es mi amigo y lo tolero, pero eso no significa que idiotas como tu puedan insultarme. Es una advertencia, será la última vez que tolere tal trato— y miró al resto de la comitiva de Kirigakure. Los más ancianos estaban muertos de miedo, ellos recordaban perfectamente a Madara Uchiha.

Kain suavizo su mirada y el sharingan se desactivo, él miró a Gengetsu y le dijo —llama a tu gente para que saquen las cajas de suministros. Es temprano y tenemos muchos que hacer—

—Idiota— murmuro Gengetsu, pero entendió a Kain. Las cosas no estaban muy bien en Kirigakure y tenía que establecer la imagen correcta o estos idiotas lo confrontarían cada vez que pudieran. Ahora le tenían miedo y lo pensarían dos veces antes de intentar algo —Terumi, toma a mi hija y llévala a la casa. La dejas con su madre y le dices que no la deje salir. A la noche, cuando yo regrese, hablaremos seriamente—

Mai Terumi, protectora del Mizukage, lo quedó mirando y se acercó para tomar muchacha —pero Mizukage-sama— dijo —este hombre es peligroso—

Gengetsu hizo una mueca burlona y le dijo —idiota ¿Crees que hay alguien aquí que pueda detener a Kain?—

La mujer quedó helada, su propio Mizukage, ni siquiera se atrevía a decir que podía hacer algo contra Kain.

Gengetsu soltó un suspiro y continuo —no te preocupes, Terumi. Kain no es esa clase de persona. Lo conozco desde hace años. Por otro lado, nuestra propia gente es más peligrosa para nosotros que el propio Kain—

Terumi se mordió el labio inferior y asintió. Ella se apartó con la muchacha en sus brazos y se la llevó.

—Muy bien— dijo Gengetsu a viva voz —las personas designadas para bajar los suministros del barco realicen su trabajo. Tú, Yachamaru— dijo y miró a su otro protector. Un hombre maduro de cabello rizado y desordenado como una mata de cabello —te lo encargo y vigila que estos idiotas no hagan nada raro. Tú tampoco, no sabes el tipo de sorpresa que podría tener Kain en su barco. No te aconsejo que tientes a la suerte—

—Vamos, vamos, Gen-chan, hablas como si yo fuera una mala persona— dijo Kain en un tono burlón

—Idiota, soy mayor que tú, no me llames Gen-chan ¿Acaso no te enseñaron modales?— grito de vuelta Gengetsu

Kain sonrió y le dijo —vamos, vamos, no te enojes Gen-chan. No es mi culpa, tu hija salió idiota igual que tú—

—¿Quieres pelear?— preguntó Gengetsu, quien discutía con Kain como lo hacía siempre. Al principio siempre él lo molestaba, pero con el tiempo Kain le devolvió el gesto.

Por otro lado, los demás no entendían que Gengetsu y Kain se entendían de esa manera, así que la pregunta de Gengetsu elevo las alarmas y algunos sacaron sus kunais.

Gengetsu sintió varios instintos asesinos y se calmó. Él miró hacia atrás y frunció el ceño —¿Qué hacen idiotas? Sino tienen nada mejor que hacer, vuelvan a sus puestos de trabajo— dijo y después miró a Kain y lo apuntó con el dedo —esto es todo tu culpa—

—Vamos, Gen-chan, te pones de mal humor, traje algunos vinos exquisitos de la nación de la Tierra, te van a gustar— dijo Kain con una amplia sonrisa

Gengetsu soltó un suspiro —ya no me importa, ven, comencemos con las presentaciones— dijo

—Disculpe, mizukage-sama— dijo Mana y levantó la mano derecha. Gengetsu la miró y ella continuo —¿Dónde está la gente que va a aprender ninjutsu medico?—

—¿Tú le vas a enseñar?— preguntó Gengetsu y Mana asintió. Él asintió en reiteradas ocasiones y mando a llamar unos de los shinobis de confianza —guíala a las dependencias de nuestro hospital— después miró a Mana y le dijo —él te ayudara. Solo te recuerdo que vienes a enseñar medicina. No se te permite extraer sangre de los pacientes ni estudiar sus cuerpos ¿Queda claro?—

—Sí, Kain-sama ya me informo de los requisitos para poder trabajar aquí—

—¿Requisitos? Bueno, se le podría llamar así— respondió Gengetsu, aunque esto era puro teatro ya que estando Kain aquí ¿Quién estaba seguro? El propio Gengetsu se había rendido hace mucho tiempo y le dio una muestra de sangre para que la estudiara. Si no se la daba, seguro este bastardo la conseguiría de otra forma. En general, Gengetsu confiaba en Kain y le tenía mucha fe, era un buen muchacho, pero demasiado curioso para su propio bien ¿Quizá en qué tipo de problemas se iba a meter en el futuro por la curiosidad?

—Kain, ven conmigo, déjame presentarte a estas viejas momias— dijo Gengetsu

Kain sonrió, Gengetsu era así, no le tenía respeto a nadie y eso se reflejaba en la cara de disgusto que ponían los viejos fósiles de los clanes de Kirigakure.