Mientras Kain caminaba por las frías calles de la fortaleza en la cordillera Ansu, otro Kain estaba durmiendo en la meseta de los sabios, en el bosque dorado. El viento soplaba suavemente meciendo las hojas de los árboles.
Kain estaba desnudo, acostado en un futon. Mito/Nanami estaba acostado a su lado, con la pierna derecha enrollada alrededor de la pierna de Kain.
—¿No puedes dormir?— preguntó Nanami con voz somnolienta
Kain estaba mirando al techo mientras analizaba la información que recibía del otro clon verdadero en la fortaleza Ansu y los otros clones verdaderos repartidos por el mundo. Kain miró a su lado, la luz en la habitación era tenue, pero podía ver el rostro de Nanami. El cabello rojo, suelto, el hombro expuesto y los senos pegados a su pecho.
—Algo así— respondió Kain, se acercó al rostro de Nanami y le dio un beso. Nanami fue reciproca, ella llevó su mano al pecho de Kain, sonrió y lo continúo besando.
—Kain-sama, Nanami-chan te está esperando— susurro Nanami
Kain la beso profundamente y llevó su mano al seno, apenas le cabía en la mano. Era suave y esponjoso. Él se posó sobre Nanami, ella abrió las piernas y lo abrazó por la cintura.
Kain la continúo besando y bajo hacia la mandíbula, le beso el cuello y bajo hasta la región entre los senos. Nanami tomo sus senos, los junto y Kain lamió sus pezones. Este último volvió a subir hasta la boca, la miró a los ojos y acercó su entrepierna a la de ella.
—Nanami— susurro Kain y entró en ella. Nanami soltó un gemido, lo abrazó y lo beso mientras él entraba en ella.
Kain se detuvo, la afirmo por la cintura y se sentó en posición de loto. Nanami sobre él, era pequeña, al menos de estatura. Kain la abrazó suavemente, agacho su rostro y la beso. Nanami se colgó de su cuello y lo beso. Kain deslizo su mano al trasero, lo apretó, la levantó y bajo. Nanami se aferró a Kain y gimió cada vez que Kain entró en ella.
—Nanami-chan ¿tanto deseas un bebé?— preguntó Kain
—Sí, dame lo que deseo— respondió Nanami con voz deseosa y empezó a mover sus caderas. Kain llevó sus manos a la cara, le sujeto el rostro y la beso en los labios. Nanami movió sus caderas lentamente y respondió a sus besos.
—Aquí voy— dijo Kain
—Déjalo dentro, cariño— susurro Nanami y bajo sus caderas una última vez mientras sentía como entraba un líquido caliente a su interior. Nanami movió sus caderas lentamente mientras jadeaba.
Kain le acaricio el rostro y la continúo besando en la boca. Ellos se calmaron y apartaron la boca mientras jadeaban. Kain acercó su boca al oído de Nanami y le susurro algo. Nanami soltó una risita, le dio un beso y se bajó de las piernas de Kain. Este último estiro sus piernas, las abrió y apoyo sus manos a los costados. Nanami se agacho y levantó su trasero, llevó su boca a la entrepierna de Kain y lo comenzó a lamer.
Kain llevó su mano a la cabeza de Nanami, le acaricio la cabeza. Kain cerró los ojos y se concentró en la sensación de la boca de Nanami, pero escucho que ella tuvo arcadas y Kain abrió los ojos. Él miró hacia abajo y vio a Nanami mirándolo a la cara con los ojos llorosos.
—Muéstrame tu trasero— dijo Kain
Nanami apartó su rostro de la entrepierna de Kain, ella lo miró con los ojos llorosos, paso su mano por la boca y se limpió la saliva. Ella se dio la vuelta y le mostro su trasero. El trasero de Nanami/Mito siempre fue impresionante, con forma de corazón. Kain se acercó por detrás, llevó sus manos al trasero, lo acaricio, estaba rojo por las anteriores nalgadas que le había dado. Durante todo el día estuvieron haciéndolo cada vez que tenían un impulso. En el dormitorio, en la ducha, en el pasillo, en el comedor, al aire libre, en la piscina de aguas termales y por último en el dormitorio.
Kain acercó su entrepierna al trasero de Nanami y entró en ella. Él apoyo su pecho en la espalda de Nanami y le agarró el seno izquierdo. Nanami se comenzó a desmoronar, Kain la condujo hasta que ella quedó acostada en el futon, él le levantó la pierna y siguió entrando en ella. Nanami volteó su rostro hacia atrás y beso Kain. Este último movió su entrepierna, entró profundo en ella, suave y lento. Poco a poco se fueron acomodando y al final, Kain salió de Nanami, ella se acomodó boca arriba en el futon y sujeto sus muslos. Kain se acostó sobre ella y entró lentamente, él acercó su rostro, la beso y volvió a mover sus caderas.
—Kain-sama, Kain-sama, Kain-sama— murmuró Nanami entre jadeos
—Aquí voy, cariño— susurro Kain y lo empujo una última vez mientras soltaba un jadeo largo y después se recostó sobre Nanami.
Kain se apartó de Nanami mientras jadeaba, se acostó a su lado y quedó mirando al techo.
Nanami extendió su mano, acaricio la entrepierna de Kain, estaba húmedo y cálido, pero también flácido. Ella se giró hacia él y lo abrazó por el lado.
—Conseguí a alguien con conocimientos en el Círculo Dorado— dijo Kain y soltó un suspiro
—¿En serio?— preguntó Nanami con una sonrisa
Kain la miró y asintió. Él le tomo la mano y acercó su rostro. Nanami le ofreció sus labios y Kain la beso. Después ellos se separaron y quedaron mirando al techo.
—Kain-sama ¿Cuándo vamos a ir?— preguntó Nanami
—En una semana, dime ¿Te gustaría jugar un poco antes de ir al Círculo Dorado?— preguntó Kain
Nanami levantó su torso y apoyo su mano en el pecho de Kain, ella lo miró a la cara y le preguntó —¿Cómo es eso?—
—Ya lo verás, la reina de las cadenas de adamantita al ataque—
—¡Kain!— dijo Nanami con una amplia sonrisa y un rubor en las mejillas —te conté esa historia porque confió en ti, pero no me molestes—
Kain soltó una risita y dijo —por favor, no me castigues reina de las cadenas—
—Vamos, Kain, olvídalo, olvídalo, olvídalo— dijo Nanami, llevó sus manos al cuello de Kain e hizo como si lo estuviera ahorcando, pero Kain no paraba de reír. Ella se detuvo, sonrió y lo beso —te odio— susurro, pero lo continúo besando.
Nanami se calmó y lo miró a los ojos —vamos, dime, no seas malo— dijo
—Será un lugar peligroso, pero no te preocupes, tendrás dos ayudantes estrella—
—Llevaras a Tobirama y mi suegro—
Kain le acaricio la espalda, encontró adorable que ella se refiriera a Madara como su suegro. Puede que poco a poco, Mito estuviera desapareciendo y solo quedando Nanami, pero no hay forma de asegurarlo, solo el tiempo lo dirá. Kain observó el rostro de Nanami, los ojos verdes, las pestañas largas, los labios gruesos, el largo cabello rojo enmarcando el rostro.
—Sí, los muchachos irán contigo, bueno, yo también, pero como tu jefe. Te dejare moverte como tú quieras, pero estaré vigilando, por si acaso—
Nanami puso una expresión seria y respondió —¿Es un lugar peligroso?—
—Algo así, será una buena prueba para ti— dijo Kain —después de eso podemos viajar al Círculo Dorado—
—Si estás conmigo no será un desafío—
—No te preocupes, no interferiré, pero estaré monitoreando. No te preocupes, lo hago con todo el mundo. Esto es importante, un puesto de avanzada cerca de la isla del país de Los Remolinos—
El rostro Nanami paso de la seriedad a la preocupación.
Kain sonrió, deslizo sus manos de la espalda al trasero, lo agarro firme y le dio una sonara nalgada.
—Kain— protesto Nanami, frunció el ceño y lo mordió en la clavícula.
—ouch, ouch, ouch— dijo Kain con una sonrisa en los labios —no hagas eso, me rindo, vamos, me rindo—
—No me vuelvas a golpear así, duele—
Kain acaricio el trasero de Nanami, era abundante y suave —¿Cómo no hacerlo? Esto es muy delicioso, suena muy bien— dijo
—No lo hagas o te seguiré mordiendo—
—Bien, me rindo…por ahora— dijo Kain y soltó una risita.
—Tonto— respondió Nanami y se acostó en su pecho. Ella apoyo su mejilla en el pecho de Kain y escucho su corazón —¿esto lo haces por mí?— preguntó con voz suave.
—No— susurro Kain mientras la abrazaba, él deslizo sus manos por las nalgas, suave, contorneado la forma abundante y redonda —soy curioso, el país de Los Remolinos siempre ha sido un misterio para mí. No podía creer que gente como mi sensei fuera vencida por un montón de don nadie. Los sellos fueron la tecnología más grande que he conocido, he desarrollado muchas invenciones con eso, no puedo creer que algo tan impresionante fuera vencido fácilmente—
Nanami soltó una risita, Kain miró hacia abajo y vio el cabello rojo, pero solo pudo escucharla reír.
—Kain, mi querido Kain— dijo Mito/Nanami entre risas —los sellos no eran algo tan impresionante como lo que has hecho. Los has llevado al siguiente nivel. Mi padre se hubiera vuelto loco al ver lo que hacías con ellos. Kain, dudo que alguien en el mundo, en la historia, hubiera pensado como tú. Sin embargo— Mito/Nanami dejo de reír y continuo —pero en parte tienes razón. No teníamos Uchiha ni Senju, pero pudimos crear nuestra propia nación, mantenernos neutrales, alejados de la guerra, pero en su fuerza, los Uzumaki fueron egoístas y no ayudaron a nadie. Yo creo que se merecen lo que les paso—
—Tan dura— murmuro Kain
—Es verdad— susurro Mito/Nanami —no fuimos ni la mitad de lo generoso que has sido tú. Solo nos preocupamos por nosotros y eso llevó a mi oto-sama y los otros a invocar a esa cosa. Solo buscábamos una forma de ocultarnos del mundo, de alejarnos de los problemas de los demás, como tortugas, siempre escondidos dentro de nuestro caparazón—
Kain no dijo nada, solo la abrazo y se quedaron acostados.
—Kain— susurro Nanami —voy a entrenar y probar que todavía soy la reina de las cadenas de adamantita, pero, no quiero ser shinobi. Eso está podrido y pasado de moda—
Kain soltó una risita mientras le acariciaba la espalda.
—Lo digo en serio— dijo Nanami y lo miró a la cara —no quisiera pasar mi vida haciendo misiones o pasando peligros—
Kain sonrió, le acaricio la mejilla y le preguntó —¿Qué te gustaría hacer?—
—Yo, bueno, yo…— dijo Nanami —me gustaría intentar la televisión— ella susurro —me gustaría ser actriz—
Kain soltó una risita que poco a poco se convirtió en una carcajada, pero a Nanami no le hizo mucha gracias y le dio una fuerte palmada en el pecho.
—Ouch— dijo Kain, frunció el ceño y se acarició el pecho —oye, eso duele—
—Te estoy abriendo mi corazón y tú te ríes— dijo Nanami con reproche
—Lo siento, pero para que veas que pienso en ti, tengo una idea—
—¿En serio? Cuéntame—
—Hay una muchacha, se llama Murasaki—
Nanami frunció el ceño, pero no lo interrumpió.
—No te enojes, ya sabes como soy— respondió Kain mientras le acariciaba la espalda y bajaba a las nalgas —bueno, yendo a lo importante, ella está escribiendo una novela basada en la historia de mi abuelo y mi abuela. Si te cambias el color del cabello por uno purpura, podrías encarnar a Naori Uchiha y su historia de amor con el rival Senju—
—Eso suena genial—
—Sí, pero un paso a la vez, primero tienes que estudiar actuación. Conozco a la persona correcta para que te enseñe, pero tienes que saber que será un largo camino. Por lo menos dos a tres años como mínimo—
—Eso es perfecto— dijo Mito con una amplia sonrisa —podría tener a mi hijo, cuidar de él mientras estudio actuación y después de eso, actuar en la televisión—
—Hay muchas posibilidades, es un proyecto a largo paso, un paso a la vez—
—Sí, un paso a la vez, pero antes de todo eso, tenemos que completar la parte más importante— dijo Mito con una sonrisa astuta, ella llevó la mano a la entrepierna de Kain y la acaricio —tienes que darme lo que es mío—
Kain la quedó mirando a los ojos y deslizo sus manos de la espalda a las nalgas, las agarro y masajeo lentamente.