En el mundo pintado de Eliana, todo seguía igual; La era oscura, la era del caos. Los dragones, mantarrayas, gigantes y demonios deambulan por la bastedad de la tierra. Lilia y Catalina miran asombradas igual que la primera vez. Pero ahora mantenían la calma mientras acariciaban sus vientres, como tratando de calmar a la pequeña criatura que crece en su interior. Por otro lado, Kain las abraza por detrás y mira el singular espectáculo mientras el viejo Xiao les dijo que es mejor caminar, no vaya a ser que llamen la atención de alguna de esas bestias.
Después de un rato, el viejo Xiao logró conjurar el portal y el trio se despidió mientras se introducen en el oscuro portal. De esa manera, son transportados a su casa en Millishion.
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Como siempre Millishion (la ciudad que profesa la sagrada religión de San Millis) es tranquila. Con sus caminos y edificios blancos. Con un medio ambiente que te insinúa que todo está bien y que no hay necesidades en el mundo exterior. Todos siguen la misma religión y tratan de vivir de acuerdo a la Ley. La esclavitud no existe e incluso está penada por la ley, pero el odio a las razas mágicas existe.
Por otro lado, Kain al salir de la habitación del cuadro pintado, se encontró a dos jóvenes de cabello café oscuro en el pasillo, ambas iban vestidas con un traje de sirvienta y tenían una sonrisa simpática, pero en cuanto escucharon los ruidos, se dieron la vuelta y se encontraron con Kain. De inmediato le advirtieron que esta casa le pertenecía a la señora Victoria y no podían estar aquí.
Kain sonrió y les dijo -ella es mi esposa-
-P-puede ser- le respondió una de las sirvientas mientras se sonroja. Por esto Kain fue pellizcado, cortesía de Lilia, pero sin ánimos de pelear, solo la abrazó y le dijo a las sirvientas -esperaremos a la señora, ella les aclarara-
-Pero-
Catalina se interpuso y les dijo -¿conocen a un niña llamada Therese?-
-Sí, ella viene a jugar de vez en cuando ¿Por qué?-
-Ella puede confirmar nuestras identidades-
Una vez que las muchachas llamaron a la joven Therese, ella confirmo la identidad de los supuestos intrusos y las sirvientas se disculparon entre lágrimas. Le pidieron a Kain que no las eche y le dijeron que harán lo que sea necesario. Gracias a esas palabras, Kain se ganó otro pellizco, cortesía de Lilia. Kain la toma en sus brazos, la beso apasionadamente y le advirtió -te castigare frente de todos si me vuelves a pellizcar-. Lilia asintió mientras emite una sonrisa.
Catalina a su lado no dejo pasar la oportunidad y le dijo -pervertida exhibicionista-
-Yo no soy así- se defendió Lilia
-¿Oh?¿y porque estabas tan feliz de ser castigada en público?-
-Eso-
-Suficiente- dijo Kain -Therese todavía está aquí, ven, es una niña, así que cuiden su lenguaje-
Sin embargo, por alguna razón, Therese se vio disconforme. No obstante, dejando eso de lado, Kain despidió a todos para que vuelvan a lo suyo y subió al segundó piso. A su vez, Catalina y Lilia se quejaron de las escaleras mientras le pidieron a Kain que haga habitaciones en el primer piso. Pero él no las escucha, las cargo en sus brazos mientras las llevaba a la habitación.
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Una vez que llego Victoria en la tarde, se armó un acalorado reencuentro. Por otro lado, Robert y Clarisse no llegaron a comer, según Victoria, querían un espacio privado. La excusa fue que se les hacía difícil hacer sus cosas en una casa ajena. A Kain le pareció extraño que su amigo fuera tan tímido, pero Victoria les puntualizo que fue cosa de Clarisse. Después de todo se sentía perdida en una casa tan grande. Así que arrendaron un departamento en plena urbe de Millishion. No es simple en ningún caso, pero es un lugar más humilde que esta mansión. Dejando eso de lado, ahora eran solo Lilia, Catalina, Victoria y Kain. Ellos estaban tomando un poco de vino en una de las salas de juego que tenía en la mansión. Cada uno estaba sentado en su propio sillón mientras compartían una amena conversación. Por otro lado, Kain empezó a sacar todas las cosas que trajo del mundo de Orario. Como ninguna estaba instalada, solo le puedo mostrar el artefacto a Victoria e ir explicándole su funcionamiento. Cada vez que Kain sacaba un artefacto, a Victoria le chispean los ojos. Eran todos artefactos tan convenientes que le pidió a Kain que los instalara de inmediato, pero este último le dijo que se espere y mañana ya lo hará. Ahora eran alrededor de las nueve de la noche y no es el mejor momento para hacer ruido.
Victoria tomo un pequeño artefacto con forma de cuello de cisne, lo miró y le dijo con una expresión sería -se me ocurren tantas ideas de negocio en este momento, quiero ir a la oficina y empezar a trazar planes-
-Déjalo Vicky- le dijo Kain mientras le quita el artefacto y lo colocaba en una mesa de centro -mañana es otro día. No hay apuro, eres la única en este mundo (aparte de nosotros) que ha visto estas cosas. Mañana las instalare y podrás ver cómo funcionan. Una vez hecho eso tendrás una mejor idea de que puedes hacer-
-Sí- le dijo Victoria con una sonrisa radiante. Ella miró a sus amigas y les pregunta -ustedes han estado muy tranquilas-. Lilia y Catalina se miraron mutuamente y se rieron mientras se acariciaban sus vientres. Victoria las inspecciona durante un instante y después miró a Kain. Este último se rascó la cara y Victoria le pregunto -¿las embarazaste?-
Kain trata de revolver su cerebro para ver si encontraba las palabras adecuadas, pero no se le ocurrió otra cosa que decir la verdad -sí, así es-
Victoria apretó su ceño, se quedó pensando durante un momento y le pregunto a Lilia -¿Cuántos meses tienes?-
Lilia sonrió con modestia y le dijo -unos tres meses-
Victoria miró a Kain y le dijo -tenemos que ponernos al día-
Kain suspiro y le pregunto -¿tú también?¿vas a tener el tiempo para atender los negocios?-
-No es solo mi negocio, querido. Tu eres el dueño, así que vas a tener que trabajar-
Kain toma una profunda respiración tratando de refrigerar su cerebro. Sin embargo, lo hecho, hecho esta. Trato de sonreír y asintió mientras le dijo -ok, espero tu cooperación en esta empresa-
-Por supuesto querido, será nuestro más grande proyecto-
Después de este tema, Catalina le comenta a Kain que la joven Therese se ha enlistado con los caballeros de Millis. Según le contaron el próximo mes se va a la academia. Por otro lado su tía Claire está más intolerable que nunca. Al parecer, la decisión de la pequeña Therese le afecto demasiado. Sus primos mayores insinúan de que se le zafaron algunos tornillas. Catalina no le creyó en un principio, pero cuando hablo con ella, no le quedo otra opción que creer. Por otro lado la joven Therese dice que se cansó de su madre y sus constantes quejas. Siempre diciéndole que su hermana mayor es mejor en esto y aquello. Así que para tomar su propio destino, se enlisto con los caballeros de Millis.
-Vaya problemón- dijo Kain, miró a Catalina a los ojos y le pregunto -¿Qué dijo tu tía al respecto?-
Catalina con un rostro cansado le respondió -ella dice que no tiene ninguna hija, solo dos malagradecidas-
-¿Qué opinas tu?-
-¿Qué quieres que opine? Lo único que le pude decir a Therese, es que si necesita un lugar para dormir, aquí hay mucho espacio-
-Eso esta bien. No es bueno que una niña tan pequeña se vaya a vivir por su cuenta. Menos una que ha vivido protegida toda su vida-
-Gracias por tu compresión-
-Y que lo digas- dijo Kain con una sonrisa mientras le posaba la mano en la rodilla
-o-
Al otro día todo funciono como debería ser, Victoria fue a su trabajo mientras que Catalina y Lilia se quedaron durmiendo. Al parecer, estar embarazada era un licencia para permitirse muchas cosas. Por otro lado, Kain comenzó a instalar los artefactos y de vez en cuando era asistido por las dos jóvenes sirvientas. Ellas se llamaban Marta y Luisa, par de hermanas que fueron a buscar trabajo a la empresa de Victoria. En un principio fueron muy serviciales, pero una de ellas tenía una salud débil, así que al mes se quisieron retirar. Victoria las había empezado a conocer durante ese tiempo y lo pensó un poco, consulto con Robert y les dijo que vinieran a trabajar a la casa. Siempre sería más liviano que el trabajo de la empresa. A lo que ellas felices le dijeron que sí. Pero pusieron una condición: si Luisa no se sentía bien, no la obligarían a trabajar. A lo que Victoria acepto.
Marta con sus trenzas de color café oscuro se asomo por el dintel de la puerta del baño y le pregunto -señor ¿puedo hacerle una pregunta?-
-Claro, niña ¿Qué quieres preguntar?- le respondió Kain
-¿Qué es eso que coloca en el muro de la tina?-
-¿Esto? Es una ducha. Una vez que termine de colocar las cañerías e instalar el dispositivo completo te mostrare-
-Gracias-
-No hay de que-
Marta se desvaneció igual que un conejo se desvanece en su madriguera y Kain siguió trabajando. Instalo duchas en cuatro dormitorios. También puso un sistema de calefacción en la sala de juegos que siempre ocupa y en su habitación. Esto en especial fue bastante caro, le costó cada uno quinientos mil valis, pero en invierno comprobó su eficacia y tanto él como sus esposas amaron este dispositivo.
Ya en la tarde pudo terminar de instalar todos los dispositivos que trajo de ese mundo. Marta quedo fascinada con el sistema de riego de la ducha y le fascino que pudiera lanzar agua en diferentes grados de temperatura. Luisa igual lo vio, pero no fue tan entusiasta. Por otro lado, cuando Kain termino de colocar las últimas lámparas, llego Victoria. Kain estaba un poco sucio e iba sin camisa, así que Victoria se sintió tentada. El sucio elfo le encanto tanto, que la pobre señorita de clase alta, fue seducida y tentada por el pobre campesino.
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Una semana paso y se empezó a sentirse la llegada del invierno. Los sistemas de calefacción se utilizaron en poco tiempo y todos, tanto las señoras de la casa como las sirvientas, querían estar en la sala de juegos. Era la enorme diferencia entre una casa de hielo y un calor casi paradisiaco. Claro, Marta y Luisa tenían que hacer sus cosas, pero una vez que estaba todo listo, Lilia y Catalina les permitieron permanecer en la sala de juegos. Otra gran ayuda que agradecieron en especial las sirvientas, fueron las nuevas llaves de agua, las cuales venían con un sistema de calefacción. El lavar la losa se volvió una tarea agradable.
Alguien que no estuvo muy contento con la llegada del invierno fue Kain, ya que tuvo que acompañar a Victoria durante este periodo de transición. Ella le explico cómo funcionaba la empresa y como se llevaban los registros de ingresos y egresos. También le explico cuáles eran los buenos clientes y los malos. De que proveedores debería cuidarse y que cosas tenía que revisar. Kain pudo notar que esta pequeña mujer, mantenía su don innato para los negocios. Todo estaba ordenado y siempre mantuvo el credo de su familia. Por otro lado, Robert la asistía en todo lo que le podía. Usaba todas sus técnicas para asegurar los negocios pero él mismo le comento a Kain -Vicky es increíble-. También le comento que tuvieron un problema hace unos cinco meses. Un proveedor se había ido en mala y trato de subir los precios de ciertos productos. El hecho es que con eso los perjudicaba. Así que Victoria se empezó a mover, busco otras salidas y contrato gente. Compro unos productos sustitutos y salió adelante. Al final, no le volvieron a comprar al proveedor y ahora tenían sus propias fábricas y campos para producir la mitad de lo que consumían en su producción. De esta manera ya no dependían tanto de los proveedores. Según Robert, todo ese movimiento salió un dineral, pero en dos años recuperaran el capital invertido.
-Gracias Robert- le dijo Kain mientras se tomaba una taza de café y miraba por la ventana las frías calles de Millishion.
Robert que estaba sentado en la mesa de reuniones escribiendo, sonrió y le dijo -no me agradezcas. Nunca me imagine que te volverías mi cuñado-
-¿Cómo va tu relación con Clarisse?-
-Bien, ella es muy sensata, se abruma demasiado rápido con las cosas ostentosas. El otro día fui a comprar un anillo de matrimonio. No le había regalado uno en todo este tiempo, así que se lo debía. El hecho es que fui, compre lo mejor que pude, uno de oro con un gran diamante y se lo regale. Ella se lo puso un rato y después lo guardo en la caja. Yo le dije que era para que lo anduviera trayendo puesto, pero ella me dijo "¿y si se rompe o se pierde el diamante?". Me reí un poco, pero me alegro que ella siga siendo tan cuidadosa-
-¿Y los hijos?- le pregunto Kain con una sonrisa mientras se daba la vuelta y se sentaba frente a él.
Robert dejo de escribir, miró a Kain con una mirada divertida y le respondió -no me vas a ganar-
Ambas amigos se rieron, Kain saco una botella de vino y comenzaron a conversar de sus planes futuros. Kain le conto que Lilia y Catalina ya estaban embarazadas. Gracias a eso Victoria se quería poner al día. Así que por eso él iba a tomar las riendas de la empresa. Ambos amigos bromearon de contratar exuberantes secretarias, pero Victoria y Clarisse entraron sin previo aviso. Así que la conversación llego hasta ahí.
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Con la llegada de la primavera, Kain tomo el control de la empresa. En ese momento, Victoria ya tenía dos meses de embarazo, así que vendría de vez en cuando a ver, pero Kain sería el que dirigiría la empresa. Algo que dentro de todo, no hizo muy feliz a este último. Pero pensando que este era un legado para sus hijos, se hizo el ánimo. Por otro lado, la familia Tsuki, quería continuar sus entrenamientos. No obstante, Kain les informo de su situación, así que los tuvieron que posponer. Claro que la abuela Mamiko no perdió la oportunidad y presento a su nieta como posible secretaria. Cuando Kain lo consulto con su familia, solo Lilia estuvo en contra, pero después de conversar con Catalina y Victoria, acepto de mala manera. Solo dijo que lo dejaba pasar porque era bueno para la familia. Sin embargo, le advirtió a Kain que no se dejara segar por una cara bonita. Por su parte, además de entender que eran los celos de Lilia, Kain no entendió a que se refería, pero dejando de lado las amenazas, Maaya comenzó a trabajar con Kain. La empresa siguió el curso que había trazado Victoria desde un principio y funciono sin mayores cambios.
-Jefe, aquí le traje los documentos- dijo Maaya mientras entraba a la oficina de Kain. A diferencia de cuando la conoció, ahora ella llevaba un vestido de la alta nobleza de color gris. No tan elaborado, pero elegante y cómodo. Su largo cabello oscuro descendía como una cascada por su espalda y emitía un brillo de color obsidiana. Todo era delicado en su rostro, con pequeñas facciones y esa sonrisa tranquilizadora tan propia de las mujeres de la nación del sol naciente.
Por otro lado, la oficina de Kain era una de las amplias bodegas del edificio que nunca se usó. Con la gestión de Victoria, ahora era una lujosa oficina. El suelo estaba alfombrado de principio a fin y tenía muebles pintados con un barniz natural que resaltaba las hermosas vetas de la madera. Por su parte, Kain estaba sentado en una silla con revestimientos de cuero y su escritorio era de un color negro. El elfo de cabellos blancos vestía un traje diferente cada día (cortesía de Victoria). Hoy era de un gris piedra.
Con la entrada de Maaya, Kain apunto con su mano a un sector de su escritorio y sin levantar la vista le dijo -deja los documentos ahí, gracias-
Maaya hizo lo que le pidió y espero a que Kain terminara. Este último término de revisar el documento, lo firmo y se lo paso. Después de que Maaya lo recibiera, Kain añadió una indicación -dile a Robert que mande a alguien a revisar las bodegas que nos están ofreciendo. No vayan a ser un lugar podrido lleno de humedad-
-Ya lo hicimos jefe- le respondió Maaya con una sonrisa. Sus delicados rasgos japoneses aún permanecían a pesar de que su linaje se mesclo con la gente de Millis. Kain la quedo contemplando, pensando en la expresión que tenían los viejos de la gran isla. -Yamato nadeshiko- murmuro. Al parecer, Maaya lo escucho, se sonrojo, pero hizo una tierna sonrisa y Kain cambio el tema -gracias por tus esfuerzos, si ocupas la red de inteligencia de tu familia, dile a la abuela Mamiko que pase por la oficina y negociaremos un salario para tus agentes-
-Eso no es necesario- dijo Maaya
-Es necesario, nosotros estamos haciendo dinero con este negocio y ustedes nos ayudan. Las cuentas claras conservan las amistades-
-Sí, bueno- respondió Maaya en un tono suave -La abuela Mamiko también estará contenta de hablar contigo-
Kain la quedo mirando. Maaya estaba ahí algo incomoda, así que Kain para hacer las cosas menos incomodas, le dijo -primero toma asiento y dime, ¿Qué necesitas? o más bien ¿Qué quieres decir?-
Maaya se sentó frente a Kain y le respondió -Yo, yo, no es nada, no te preocupes- respondió Maaya mientras puso una sonrisa incomoda
-Maaya, si este lugar no es de tu agrado, dilo. No es necesario que te fuerces-
-No es eso- dijo Maaya mientras miraba al escritorio -eso solo, es solo que te fuiste por un tiempo. En un principio tenía ideas, pero ahora no sé cómo acercarme a ti-
Kain sonrió, se recostó en el respaldo de la silla y le dijo mientras emitía una sonrisa -déjalo ser Maaya. Las cosas nacerás con el tiempo. Déjame contarte algo. Cuando conocí a Catalina, ella era para mí solo una mujer excéntrica, con un montón de vicios y algo divertida, pero con el tiempo la fui conociendo mejor, me empezó a gustar y yo a ella. Llegamos a un consenso y nos unimos. Pero no fue una cosa tan espontanea que dijimos desde un principio "yo me quedo con esta persona". Así que tranquila, no te apresures-
Maaya asintió con una sonrisa más relajada, se sonrojo y dejo caer los documentos al suelo. Los recogió y con una rostro rojo de la vergüenza, se despidió y salió de la oficina. Kain por otro lado soltó un suspiro, ahora entendía a que se refería Lilia. Se paro por un momento, trato de despejarse mirando por la ventana y murmuro -las mujeres pueden ver mucho más allá de las intenciones- y después de decir eso, sintió un escalofrió.