Capítulo 66 - Progreso

Para eso de las siete de la tarde del día siguiente llego el momento de la verdad. Kain estaba acomplejado. Se había vestido para la ocasión pero llevaba más de media hora frente al espejo perdido en sus pensamientos. Ya casi era el momento de ir a buscar a la novia, pero algo en su corazón no quería. Sylphiette era la única hija de su hermano ¿Por qué debería entregársela a un pequeño mequetrefe? Esa era la cuestión. Dentro de esta media hora de meditación, Kain pasó por varios estados, desde renegar del compromiso, a pensar que era la mejor opción. También pensó en hacer un movimiento como el que hizo Victoria y comprometer a Sylphiette con uno de sus hijos. Al final descarto todo eso, pero solo porque ya era demasiado tarde. De repente la puerta se abrió y Lilia entro vistiendo un hermoso vestido rojo. Hacia juego con su cabello. Todo en ella gritaba elegancia y su pronunciado escote susurraba seducción.

-Kain- dijo Lilia mientras cerraba la puerta -ya es hora de que vayas a buscar a Sylphiette-. Ella llego al lado de Kain y vio que él no se movía, solo seguía mirando al gran espejo de cuerpo entero.

-Lo sé- respondió Kain ido en sus pensamientos -¿Está bien?-

Lilia miró como tenía puesto su traje. Un hermoso traje gris con un pañuelo blanco en su pecho. Parecía el rey de un reino o al menos el hijo del rey. Hermoso, alto y gallardo. Como un príncipe guerrero.

-Está bien- dijo Lilia sonriendo -mis padres también tenían dudas de nuestro matrimonio, pero mira cómo estamos. Ya tenemos dos hijos y llevábamos más de quince años juntos. Todo va a salir bien, confía en mí-

-Ojalá todo fuera tan fácil-

-Lo es si crees en que se quieren-

Kain aparto la mirada del espejo y miró a Lilia. Tenía arreglado su hermoso cabello rojo en un moño el cual la hacía ver seductora y acentuaba su hermoso cuello. Kain sonrió y se agacho para darle un pequeño beso, el cual se prolongó más de la cuenta.

Lilia lo tuvo que apartar y le dijo -más tarde si quieres podemos continuar, pero por ahora, no hagas esperar a Sylphiette-

-Bien, más tarde arreglamos cuentas-

Lilia sonrió y le dio el último beso. Después saco un pañuelo y le limpio los labios. Se los había dejado pintados con su lápiz labial.

Mientras lo limpiaban, Kain le pregunto -¿Te he dicho que te vez hermosa?-

-Todos los días, desde que nos conocimos. Que yo recuerde, no hay un solo día en el que se te haya olvidado de decírmelo-

-Entonces, hoy te vez más hermosa que de costumbre-

-Gracias-

-O-

Cuando Kain llego a la habitación de Sylphiette, estaban Sakura, Ibania y Silvia acompañándola. Las tres damas de honor estaban vestidas con tiernos vestidos. Kain asintió con agrado, pero la que coronaba el hermoso ramo de doncellas, era Sylphiette. La habían maquillado y el hermoso vestido blanco acentuaba su belleza élfica. Se veía hermosa, pero a su vez, muy nerviosa. Camino a Kain con paso rápido y lo abrazo.

-¿Qué pasa bebé?- pregunto Kain, mientras cerraba la puerta con su pie derecho.

-Tío ¿está bien? ¿estará bien?¿Le gustare a Rudy?- pregunto Sylphiette mientras levantaba su pequeño rostro. Se veía preciosa.

Kain no le encontraba desperfectos. Sin embargo, tuvo la tentación de decirle que era problema de ese tonto si se arrepentía. Que primero le rompería los huesos y después lo castraría. No obstante, solo se dedicó a decir cosas buenas -estas preciosa, seguro que te ama en cuento te vea-

-¿De verdad?- pregunto Sylphiette entre lágrimas.

Sin embargo, Sakura se apresuró y le dijo -Sylphi, no llores, si no te verás fea. Se te correrá el maquillaje y te verás como una mona del bosque-

Así que Sylphiette se mordió la lengua y no derramo ninguna lágrima.

-Vamos, bebé. Es tiempo- Dijo Kain

-Tengo miedo- dijo Sylphiette

-Al principio todo el mundo tiene miedo. Pero uno se arrepiente de lo que no se hace. Así que es mejor tener miedo, que arrepentirse-

Sylphiette asintió y tomo una gran respiración. Kain solo pudo sonreír. Había pensado mucho en deshacer este momento, pero llegado a este punto, a lo mejor, no lo hubiera podido hacer. Se preguntó que tenía de bueno el muchacho Greyrat.

-o-

La boda se llevó a Cabo. Todo el mundo aplaudió a la novia mientras hacia su esplendorosa entrada. El mismo novio había quedado anonadado. Sylphiette se veía demasiado divina. Ni comparación a la usual Sylphi. Por otro lado, Kain con cierta reticencia en su corazón la entrego en el altar. Después se ganó a un lado y vio como Sylphiette y Rudeus intercambiaban votos de amor. Cada uno prometía cosas que al parecer, ya habían estudiado con anterioridad. Al final, Rudeus beso a Sylphiette y todo el mundo aplaudió. Incluso el malhumorado Kain.

Después de eso, vinieron las felicitaciones de todos los familiares y amigos. Fue una larga fila, la cual empezó Kain mordiéndose la lengua para no prometerle a Rudeus matarlo si hacía sufrir a Sylphiette. Después vinieron las esposas de Kain, la princesa Ariel y sus retenedores. Después sus primos y por último los amigos de la universidad. Todos estaban felices, sobre todo Elinalise. Su primera nieta estaba casada. Un muchacho al que Kain no conocía la acompaño en el gesto, se veían bastante cercanos.

Después de terminar la ceremonia vino la comida. Kain estuvo sentado con todas sus esposas a su alrededor. No era para mantener las apariencias como muchos creían. Las esposas temían que Kain se arrepintiera y le arreglara la cara a Rudeus. No estaba fuera de lugar, todas sus esposas entendían sus razones. No obstante, eran mujeres, pero también chicas en el amor y entendían a Sylphi. Ellas mismas estaban en una larga relación con un chico que según los estándares no les convenía. Sobre todo Lilia y Catalina. Una porque era originaria de Asura y la otra porque era creyente de San Millis. Asura le decía a Lilia que Kain era un insignificante semi humano y la religión le decía a Catalina que Kain era una mala persona. No obstante, nada les ha impedido ser felices. Así que todas creen que a pesar de que Rudeus pueda ser un peón descartado del Dios Humano, puede ser una buena elección.

-Voy a ir a buscar un poco de filete- dijo Kain pensando en pararse

-No te preocupes, yo voy- dijo Lilia haciendo su movimiento, se dio la vuelta y miró a sus hermanas. Les dio un guiño y ellas entendieron la señal. Después de eso, Lilia, Reida y Maaya fueron a buscar comida para todas. Por otro lado, Catalina y Victoria se sentaron en las piernas de Kain. Barbara se acercó al lado de Victoria para cortar las salidas de ese lado, y Therese se acercó para cerrar las salidas del lado de Catalina. Cristina fue a buscar una botella de vino y le sirvió a Kain.

Al mismo tiempo, todo el mundo veía el espectáculo. Nadie entendía el trasfondo de tales movimientos, así que cada uno sacaba sus propias conclusiones. Elinalise miró a su hijo con cierto orgullo y entre susurros dijo "eso lo saco a mí". Rudeus miraba con cierta envidia de manera disimulada. Los tres grandes miraban a su padre con un respeto reverente y el resto de los hombres declararon a Kain un hombre peligroso. Ninguno entendía que las mujeres estaban protegiendo al novio de tener la vida y boda más corta de la historia.

-o-

A las doce de la noche, los novios se habían ido a su casa y los invitados se retiraron. Solo quedaban los hombres de la familia Dragonroad. Sacaban la basura y ordenaban el mobiliario. En uno de esos momentos, Elías y Kain Jr fueron a buscar unas carretillas para sacar las botellas y otros desperdicios. Así que quedaron Ars y Kain. Ambos barrían a un ritmo suelto. Pensando en diferentes tipos de cosas y en un estado melancólico.

-Viejo- dijo Ars. Usaba el pelo corto a los lados y un poco largo en la mollera. Parecía un cabeza de cepillo. También le había dado por ponerse pendientes en las orejas. Algo que la propia Elinalise lo encontró atroz bajo sus preceptos élficos.

-¿Qué pasa muchacho?- pregunto Kain

Ars no respondió de inmediato y solo se escuchaban las escobas barrer las botellas y otras basuras. Raspaban el piso de piedra a un ritmo lento y constante.

-Viejo- dijo Ars -¿Qué piensas de Ariel?-

Kain detuvo la escoba y quedo mirando a Ars. Era un palmo más bajo que él -¿En qué sentido?- pregunto

Ars también detuvo su escoba y apoyo su mentón sobre la punta de la escoba -¿Cómo mujer?-

-Es cómo la mayoría de las niñas-

-¿No piensas que es una pervertida de closet como la mayoría de los nobles de Asura?-

-¿Por qué lo dices?-

-Bueno, la mayoría de la gente lo cree. Sobre todo porque hoy se puso a decir un montón de cosas fuera de lugar-

-¿Eso?- pregunto Kain con cierto humor -eso no es ser un pervertido de closet, muchacho. Eso es haber leído demasiadas cosas eróticas y estar loca por experimentarlas-

-¿Eso crees, viejo?-

Kain soltó un suspiro y le dijo -vamos a hablar las cosas como son. Así como tu piensas en ponerlo, las mujeres también piensan en sexo. Por las normas de la sociedad, no muchos lo dicen, pero hay mujeres que no tienen ninguna problema en decirlo. Créeme, esa niña no sabe nada del sexo, pero una vez que lo pruebe, pasara todo el día pegada a la cama-

-¿Cómo lo sabes, viejo?-

Kain sonrió y lo miró igual que a un tonto -porque tu viejo tiene la experiencia- dijo -ahora dime ¿Por qué preguntas por Ariel?-

Ars sonrió lleno de confianza y se puso colorado -bueno, me he estado acercando a Ariel. Pero tengo mis dudas de cómo abordar este interés. Ya sabes, no sé si ella será un chica con la que pueda tener una relación sería-

Kain retomo su movimiento con la escoba y pregunto -¿lo has consultado con Tristina primero?-

-Sí, viejo- dijo Ars imitando a su padre -ella lo sabe y está de acuerdo. En realidad, esa es otra de mis trabas, no quiero hacerla sentir mal. Ella es especial para mí-

-Como todas las chicas que te dan su corazón. Piénsalo bien, muchacho. Estar con Ariel no es tan sencillo. En un futuro esa chica puede ser reina y eso para ti significa volverse rey. No es tan fácil como ir, ponerlo y después cuando te pasen la cuenta, desentenderte. Ella te pedirá que estés a la altura del desafío y si no lo estas, te dejara a un lado. Ella será la reina y se puede buscar a un hombre que cumpla con sus expectativas-

-Tengo confianza en mi energía. Tristina siempre me elogia por eso-

Kain soltó una sonora carcajada que se escuchó por todo el patio y miró a su hijo con cierta diversión -muchacho- dijo -si el sexo fuera la respuesta a todo, sería genial. Las mujeres tienen deseos y aspiraciones ¿Crees que tu madre estaría conmigo si no pudiera cumplir con sus expectativas?-

Ars no supo responder y Kain continuo -muchacho, tendrás que estar a la altura de un rey si te metes con esa muchacha. No solo el sexo, pero también como economista, guerrero y general. En muchos sentidos, tendrás que ser una especie de hombre perfecto. Todo eso junto a la vez mientras la haces reír y la amas. Claro, sin dejar a Tristina afuera-

-Suena difícil-

-Por supuesto que suena difícil. Por eso todo depende de ti y hasta adonde quieres llegar. Ya estas grande Ars, no te puedo decir cómo vivir tu vida. En estos momentos, tienes que pensar por tu propia cuenta, solo te puedo aconsejar-

-¿Y qué me aconsejas, padre?-

-Qué tantees el terreno. Se conozcan, a lo mejor tengas sexo con ella. Pero una vez que las cosas tomen un rumbo serió, aclarar los puntos. Como te dije, estar con esa chica no es tan sencillo-

-Gracias viejo, lo pensare-

-Ahora dime ¿De dónde sacas esa confianza? Háblale a tu viejo, yo te sabré decir si vas por buen camino o te estas engañando a ti mismo-

Ars se puso colorado y en medio de barrer, le empezó a relatar algunas de sus aventuras con Tristina.