Después de dejar a Paul con los ojos negros. Robert y Kain caminaron por las calles en dirección a los establos. Era una tarde algo fría, se empezaban a ver los primeros indicios del otoño, por lo cual no andaba tanta gente en la calle. Solo estaban puesto la mitad de los negocios. Los otros se habían empezado a mudar a otras localidades en busca de mejores climas.
En medio de ese paisaje, Robert le dijo -oye, siento tener que molestarte, pero le conté a mis hermanos de ti. Ellos quedaron encantados, pero mi padre les prohibió acercarse. Yo creo que solo la pequeña revoltosa de mi hermana te vendrá a ver. Lo siento de ante mano-
-No hay problema- respondió Kain -por otro lado, ¿conoces a ese mocoso?-
-Oh, ese, no le hagas caso, es un don nadie. Hace dos años escapo de su casa que está un poco más al norte. Ahora anda dándoselas de galán entre las discípulas del dojo del dios del agua. A ganado muchos detractores en este poco tiempo, pero como tiene algo de talento lo soportan. Bueno, también está el hecho de que es un Notus Greyrat. Aunque haya abandonado la casa, aun es parte de ellos-
-¿Quiénes son ellos?-
-¿Los Notus Greyrat? Ellos son una familia influyente. Para ser precisos son una de las cuatro grandes ¿Por qué?-
-Na. Solo para saber-
-Oye, yendo a otra cosa ¿no sabía que te gustaban las pelirrojas?-
-Bueno, no es que me gusten las pelirrojas específicamente, pero se veía bien. Así que la quería conocer. Si fuera otra región lo más probable es que hubiera aceptado ir a comer, pero como esto es Ars, los padres le dan a sus hijas una educación conservadora-
-Por supuesto hombre. Aquí la gente sigue la religión de Millis. Muchas de las chicas sueñan con casarse de blanco. Así que lo vas a tener difícil-
-¿Porque lo dices?-
-Sencillo, dudo que alguna chica te aguante una segunda esposa o algo así-
-Bueno, eso queda para el futuro- respondió Kain mientras se reía
-o-
El siguiente mes paso en un abrir y cerrar de ojos. Kain estuvo trabajando en su fragua. Abrió su tienda ofreciendo anillos y collares, pero muy pocas personas se podían permitir tales precios. Este hecho no fue tan importante para Kain. Lo que si fue importante es que pudo ver a la Lilia, la muchacha pelirroja. De vez en cuando se encontraban en el sector comercial, pero después de un tiempo no se pudieron seguir viendo. Al parecer, alguien le conto a los padres que Lilia se estaba reuniendo con elfo. Este hecho no era tan grave, pero eran conservadores. Así que no miraban con buenos ojos a los semi humanos.
Dejando de lado las penas amor, uno de esos días, llego una muchacha con un elegante vestido café. Tenía un cabello castaño, con un rostro inocente y unos ojos verdes demasiado astutos. No medía más de un metro cincuenta. Ella miraba cada una de las cosas que tenía Kain en las vitrinas. Asentía cada vez que veía algo que le gustaba y seguía evaluando el siguiente objeto. Cuando termino de mirar todo, se froto las manos y camino hasta el mostrador, en donde estaba Kain.
-Hola amigo- dijo la muchacha en un tono alegre
-hola…amiga- respondió Kain un poco confundido con tanta alegría -¿en qué te puedo ayudar?-
-Hombre no seas tan desconfiado. Soy la hermanita de Robert ¿ves? Como dos gotas de agua-
-Jajajaja, no lo creo, pareces mas astuta que él. Robert me dijo que les prohibieron venir a verme-
-Ah, eso, jajaja- la muchacha miro en otra dirección, saco la lengua y juntando sus manos como si estuviera haciendo una oración y le pidió -no le digas a nadie ¿por favor? Sino mi padre me mandara a trabajar a Millis-
-¿No es eso bueno?-
-Por el dinero, sí. Pero yo no quiero alejarme de mi familia-
-Bueno, amiga, ¿en qué te puedo ayudar?-
-Quiero hacer negocios. Mi hermano me dijo que eres alguien en que se puede confiar-
-Oh, grandes palabras para una mocosa-
-No soy una mocosa, puedo ser bajita, pero estoy en crecimiento, mira- dijo levantando sus senos, como si fueran dos grandes trozos de carne que apenas le caían en las manos -mis senos son grandes- entonces se acercó otro poco y le dijo mientras le guiñaba un ojo -si te portas bien, te puedo premiar-
Kain sonrió y le pego un capirotazo en la frente -si tu hermano te escuchara estaría decepcionado. No hables como una mujerzuela. Además, dudo que entiendas el trasfondo de tus palabras-
-Lo entiendo, no soy tonta- respondió enojada mientras se acariciaba la frente -eres bien parecido y mi hermano dijo que se podía confiar en ti, así que no hay nada malo con probar suerte-
-Ok, lo que tu digas. Ahora, ¿Cuál es el negocio de la gran comerciante?-
Ella se coloco en una posición heroica. Levantando el mentón, sacando su bien dotado pecho y con las manos en las caderas, proclamo -seré tu intermediaria-
-No lo necesito- respondió Kain, miro la mesón detrás del mostrador y retomo una espada que estaba puliendo
Ella entro en pánico, se acerco mostrando una mirada de cachorro abandonado y le dijo -tan rápido, déjame explicarte-
-No es necesario- insistió Kain
-¿No quieres dinero?-
-Ya tengo suficiente-
-¿Y conexiones?-
Kain levanto su rostro y le respondió -explícate-
-Todas las cosas que tienes son de buena calidad. Pero tu problema es que eres elfo-
-Entonces no es mi problema, es el problema de este país racista-
-Sí, es verdad, pero no puedes cambiar de un día para otro un país. Ahora lo importante es lo siguiente. Mi hermano me dijo que eras fuerte, por lo tanto no te importa unirte a otros, pero las conexiones te facilitan información. Te permiten tener acceso a ciertos materiales especiales y te permiten cuidar de cosas que solo tu puedes apreciar-
-¿Qué información podrían facilitarme?-
-¿Te suenan nombres como Dios Dragon, El Rey Dragón Blindado o las plataformas de transferencia?-
-Algo, solo el nombre del Dios Dragón. Supuestamente todavía está vivo y se supone que es el ser más fuerte de esta tierra-
-Yo tampoco lo sé por el momento…- puntualizo la niña -pero si ganas conexiones puedes saber de todas esas cosas y mas-
-Ok, tienes algo de mi atención. Ahora dime ¿Qué quieres a cambio?-
-El diez porciento de todo lo que venda-
-Listilla ¿necesitas que de nuevo te recuerde tu posición?- Kain la apunto con su dedo listo para pegarle otro capirotazo
-¿Por qué eres tan tacaño? ¡Ni siquiera te importa el dinero!-
-No, pero yo sé el valor de mis obras y no me gusta que me estafen-
-Bien, solo el cinco por ciento ¿así esta bien?-
-Así esta bien ¿Qué quieres llevarte?-
-Cinco anillos por ahora. Mañana voy a ir a una fiesta de té, así que ahí los promocionare. Te juro que los venderé todos-
Kain soltó un suspiro y le dijo -ni siquiera sé porque te creo, pero adelante. Solo tendré en cuenta la buena reputación de tu hermano, pero si me estafas una vez, se acabó, he iré a cobrarle a tu padre-
-No te preocupes, mi padre solo juega al idiota, pero es alguien decente. ¿Quieres que te cuente algo?- pregunto la muchacha y Kain asintió -El viejo mando a mi hermano con esas mil monedas para probarlo hasta donde podía llegar por su propia mano. Todos concordamos que él es el más apto para ser el heredero de la familia. Mas que por ser capaz de recuperar el dinero, es porque vengo a nuestro hermano mayor he hizo lo que nadie se atrevió. Él es increíble-
Kain quedo mirando a la muchacha y le pregunto -¿Cuál es tu nombre?-
-Victoria. Será mejor que lo recuerdes-
-Mucho gusto, victoria. Mi nombre es Kain-
-Ya lo sabía, mi hermano me lo dijo, pero bueno, te permitiré estrechar mi mano-. Kain soltó un risita y le estrecho la mano. Ambos se quedaron mirando, pero Victoria movió su vista a la derecha y se sonrojo. Ella dijo -me puedes soltar la mano, aunque seas guapo, no quiere decir que te puedas aprovechar de mi inocencia-
Una vez que Victoria se fue, Kain cerro la tienda y paso el resto de la tarde trabajando. Después se tomó el tiempo de lavar, limpiar y preparase una buena comida. El resto del día fue descansar y cuando llego la hora de dormir, encontró su cama desordenada. Entre susurros dijo -me falta alguien que limpie. Es una molestia hacerlo después de trabajar-
-o-
Al día siguiente, Kain se dedicó en la mañana a reponer los anillos que le había entregado a Victoria. Pensó por un momento que de pronto lo estafarían y esa niña nunca se volvería a presentar. A lo mejor ni siquiera era la hermana de Robert y en media hora más aparecería la real. Pero dejando de lado el valor de las cosas, lo molesto era ser engañado. Después sonrió y se dio cuenta de lo loco que fueron sus pensamientos. Ella estaba bien cuidada, tenía un cutis perfecto, era bajita, no más de un metro cincuenta, llevaba un buen vestido y sobre todo, tenía el carisma de un gran comerciante. De lo contrario, hubiera sido difícil que lo convenciera. Mientras Kain pensaba esto, termino el primer anillo. Se levanto, tiro unos cuantos leños a la cocina y fue a servirse un wisky para capear el frio.
Después de eso tuvo una idea. Dejo la mesa de trabajo, saco un papel y con carbón escribió "se necesita sirvienta". Lo coloco en la ventana con la esperanza de que alguien considerara el trabajo, pero era difícil conseguir a alguien bueno. Por lo general esa gente trabajaba para los nobles y seguían las tendencias dominantes de la sociedad. Ósea, no admitían a los semi humanos. -Veamos que resulta de esto- dijo Kain mientras soltaba un suspiro. Antes de volver a su mesa de trabajo, contemplo viajar a Millis. Pero antes de tomar una decisión, primero iría a ver a su hermano. Si todo iba bien, también se lo llevaría a Millis.
-o-
Al día siguiente, después del almuerzo llego la persona menos esperada. La linda pelirroja se presento para el trabajo. Aunque venía con un rostro ruborizado, su actitud era seria. Ella miro el lugar, asintió como corroborando algo y después miro a Kain. Por alguna razón, bajo la mirada, coloco su mano sobre sus bien dotados senos, tomo aire y le dijo -mucho gusto señor. Mi nombre es Lilia y he venido por el empleo-
Kain la quedo mirando con una sonrisa. Negó con su cabeza, cerro la tienda, coloco un letrero e invito a Lilia a pasar. Fueron a la cocina y sentaron alrededor de una mesa redonda quedando frente a frente. Se contemplaron por un momento, pero después de un tiempo, Kain dijo -bueno, Lilia ¿Qué sabes hacer?-
-Todo lo que tenga que ver con las labores domesticas- respondió Lilia con un tono de voz nervioso, que casi era un pitido.
Kain se largo a reír y le dijo -tranquila, no muerdo, no te voy hacer daño, así que relájate. Ahora respira profundo y dime que sabes hacer, cuales son tus habilidades y que no harías-
-Yo- dijo Lilia mientras miraba el suelo casi avergonzada. Estaba a punto de salir corriendo, pero al levantar su rostro, vio a Kain emitir una suave sonrisa. Esto la tranquilizo, tomo una profunda respiración y respondió -se hacer el aseo, puedo cocinar y hacer recados, pero nunca haré algo que este fuera de mis funciones- ella se sonrojo furiosamente, pero esta vez le dio a Kain una mirada acusatoria
Kain sonrió y le dijo -tranquila, nunca te obligare a nada que tu no quieras. Por ahora, necesito que limpies la casa, me hagas comida y mantengas todo ordenado, si puedes lavar mi ropa te lo agradecería-
Lilia asintió y le dijo -solo puedo venir por las tardes ¿no tiene ningún problema con eso?-
-No, para nada. Mientras dejes hecha la comida y todo ordenado, por mi está bien. El sueldo será una pieza de plata al mes-
-¡Una pieza de plata!- grito Lilia asombrada
Kain por otro lado frunció el ceño y le pregunto -¿es muy poco?-
Lilia tosió tratando de mantener su compostura y respondió -no señor, me disculpo por mi actitud. Es mas que satisfactorio-
-Bueno, espero que nos llevemos bien- entonces Kain estiro su mano. Lilia se sonrojó y lo miro a los ojos como si nada más importara.
Toc toc, sonó la puerta de la tienda. Kain se levantó y dejo Lilia en la cocina. Esta última estaba feliz, sentía que se había ganado la lotería. Fantaseaba con el sucio elfo que la conduciría a los placeres carnales. Pero una voz alegre y femenina la saco de sus fantasías.
-Pensé que no vendrías y ya estarías por Millis- dijo Kain desde la otra habitación
-Oye, eso es mal educado- respondió Victoria -la fiesta del otro día termino tarde y me quede dormida-
-Bueno, mis disculpas a la gran comerciante. Ahora dime ¿Cómo te fue?-
-¿No deberías primero dejarme entrar a tu casa?-
-Ok, vamos adentro-
Unos pasos se escucharon y cuando Lilia miro a la mujer, por alguna razón sintió desagrado. Como cuando eres niño y tu madre te obliga a ponerte algo que no quieres, pero aun así te obligan. Era un sentimiento tan desagradable, que Lilia frunció el ceño y aparto la mirada. Por otro lado, Victoria sonrió, miro a Kain y le pregunto en un tono sugerente -¿por ella no me querías dejar entrar?-
-Deja de decir tonteras- respondió Kain -siéntate y conversemos de negocios-
-¿y ella?-
-Me ayudara con las tareas de la casa-
-¡Oh ma!- exclamo Victoria mientras se cubría la boca -aquí yo preocupada y solo eres una sirvienta. Yo soy la señora de la casa, mucho gusto-
Lilia por fin la miro con un rostro lleno de indignación, pero antes de que ella pudiera decir algo. Kain le pego un capirotazo a Victoria y le advirtió -deja de decir tonteras. Ahora dedícate a los negocios-
-Eres tan frio- se quejo Victoria mientras se refregaba la frente. Después bufo y se sentó al lado de Kain.
-Ahora, socia comercial ¿Cómo te fue con la venta?-
Victoria inflo su bien dotado pecho, levanto su mentón resaltando su delicado cuello y dijo de manera heroica -por supuesto que lo hice bien. Tienes aquí a la que podría haber sido la heredera de la familia-
-Ok, la super comerciante puede ir al grano-
-Oye, no arruines mi acto. Esta es la mejor parte- dijo Victoria mientras colocaba sus brazos por debajo de sus senos y los levantaba tratando de seducir a Kain. Este ultimo estiro su dedo y Victoria se cubrió automáticamente la frente -odioso, debes ser un hombre mas sensible si quieres casarte con esta bella dama-
-Ok, Victoria, me estoy cansando de todo esto-
-Aguafiestas. Bien, lo diré en breve, me fue bien, tus invenciones fueron un furor, sobre todo en la realeza. A nadie le importo que fueras un elfo, pero no te preocupes, ya les advertí que puedes vencer emperadores con un movimiento-
Kain la miro con incredulidad y le pregunto -¿Por qué les dijiste eso? ¿eres idiota?-
-Debía decirlo por muchos motivos- respondió Victoria -primero dije que el creador era un elfo, cosa que no ha todos les cayo bien. Por otro lado, algunos tuvieron malas ideas sobre ti. Por lo tanto, tuve que advertirles. También esta mi reputación y credibilidad. Mentir sobre el origen de las joyas sería peligroso a futuro-
Kain suspiro y le dijo -tu familia y su credibilidad, no les dijiste quien era y donde vivía ¿cierto?-
-Para nada, pero no esperes quedar en el anonimato. Solo te pido que tengas cuidado y no empieces una masacre solo por un noble-
-Deberías haber pensando en eso antes de hablar-
-No puedes permanecer en el anonimato para siempre. De una u otra forma resaltaras. Mi hermano me conto historias de ti, así que te digo desde ahora que borres esas ideas de tu cabeza-
-Bien ¿Cuánto le pudiste sacar a todo?-
-Diez mil monedas de oro-
-¡Diez mil!- grito Lilia mientras se paraba de su asiento
Victoria puso una sonrisa de superioridad y le dijo -por supuesto, lo negocie yo. Si quieres puedes alabarme-
Kain se agarró la cabeza a dos manos, tenía un dolor de cabeza en estos momentos. Se preguntó en su momento porque Robert le pedía perdón de ante mano. Ahora lo entendía, su hermana era una creadora de problemas. Claro, tenía el don de hacer oro, pero no tenía ningún filtro. Ahora mientras se refregaba la frente, pensaba en si debería seguir manteniendo tratos con esta mujer. De repente sintió que una pequeña y tibia mano le acariciaba la cabeza. Levanto el rostro y vio a Victoria sonriendo con dulzura.
-Tranquilo- dijo Victoria -tienes a la mejor comerciante como tu socia. No te pasara nada-
Kain sentía que la vena de la frente le palpitaba, quería golpear a esta muchacha engreída. Así que la tomo de las orejas y se las tiro. Ella gritaba que se detuviera, que le iba arrancar las orejas, pero Kain no se detuvo hasta que Lilia los separo. Una vez que todo se calmó, Lilia le pidió a Victoria que se fuera y volviera en otro momento. Le dijo que ya la había cagado y que recapacitara. Que la había cagado y no era capaz de darse cuenta.
Victoria se indigno y le dijo -eres una pequeña sirvienta ¿Qué sabes tu?-
Lilia también se indigno y le respondió -puedo ser una pequeña sirvienta pero tengo sentido común. Según lo que dijiste, el señor Kain puede vencer emperadores con un movimiento de la espada. Eso esta casi en el top del continente. La gente va a venir a molestarlo. Estúpida comerciante, sabes hacer dinero pero tienes el cerebro conectado con el culo-
-Suficiente- dijo Kain -ya déjalo Lilia, solo hazme un té por ahora. Lamento haberte involucrado en todo esto. Si decides no tomar el trabajo, no te culpare-
-No señor, no es su culpa y además- Lilia le dio otra mirada indignada a Victoria y continuo -usted necesita que lo protejan de ciertas personas-
-Yo- trato Victoria de argumentar, pero Kain levanto su rostro, estaba serio y sin animo para mas tonteras, así que le dijo -ve a descansar. Si tienes mas ideas de negocios, ven, pero mi información, toda mi información, tienes prohibido decírsela a alguien. Incluso al rey-
-Ok- respondió Victoria en un tono apagado. Se fue caminando con la cabeza agachada mientras dos guardias la esperaban afuera. Después se subió a un lujoso carruaje y se fue.
-o-
El resto del mes fue tranquilo. Lilia venía en las tardes y se comportaba como la señora de la casa. Dejaba todo ordenado y conversaba con Kain de todo tipo de cosas. La química entre ellos fue buena. A Kain en un principio le llamo la atención el físico de Lilia, pero después de conocerla más, se sintió atraído. Ella era suave, educada, tenía un tono de voz que calmaba su mente, muy diferente de cierta autoproclamada super comerciante. Todo en Lilia era perfecto para Kain, pero llegado su momento lo empezó a regañar. Ella, como decirlo, era muy estricta. Así que cuando Kain dejaba su ropa tirada por el suelo, ella lo regañaba y por alguna razón, no se sabía quién era el jefe.
Para el último domingo del mes, apareció la super comerciante. Venía más calmada, con una mirada de disculpa y menos altanera. Aunque le dio una mirada molesta a Lilia, esta última se quedó tranquila y ahora era ella la que la miraba con un aire de superioridad. Lilia la invito a pasar y fue a avisar a Kain.
Lilia fue a la habitación que estaba detrás de la tienda y le pregunto -Señor, vino la señorita Victoria ¿quiere recibirla?-
-Hazla pasar- respondió Kain mientras levantaba su rostro y dejaba la anillo que estaba terminando en la mesa
-Entendido-
Victoria entro con el ceño fruncido. No le gustaba que Lilia actuara como la dueña de la casa, pero poco se podía quejar. Ella misma había empeorado su situación. Después camino hasta llegar frente a Kain y este ultimo le ofreció asiento.
-¿Cómo ha estado la gran comerciante?-le pregunto Kain
-Bien- dijo Victoria mientras agachaba la cabeza -no tienes que ser sarcástico- ella levanto su mirada y continuo -he reflexionado sobre mis formas. Me falto ser mas astuta y mantener lo importante bajo secreto. Te pido disculpas-
Kain asintió y pudo responder de una manera mas liviana -es bueno que entiendas tus errores. Sobre todo ahora que eres joven-
-Así es, mi hermano me dijo lo mismo. Lo siento, ahora, necesito que me ayudes-
Kain soltó un suspiro y con un tono algo cansado le pregunto -¿Qué quieres ahora?-
-No es tan grave, no necesitas ser tan quisquilloso-
-¿Que quieres?-
-Enséñame el sentido común- murmuro Victoria
-¿Qué?-
-Que me enseñes el sentido común- grito Victoria
-Vamos, es una broma ¿cierto?-
-No es una broma, mi padre me dijo que te perjudique, así que me mando a trabajar para ti por todo un año. A cambio, yo te pido que me enseñes el sentido común-
-Muy justo tu padre ¿no lo crees?- pregunto Lilia en un tono sarcástico mientras traía un carrito con té y tasas
-¿Qué sé yo?, el viejo solo me envió y me dijo que no volviera en un año. Mi madre también me regaño, eso fue lo peor. Ella se ve como una dama más digna que la propia reina, pero cuando se enoja es el demonio- dijo Victoria mientras tiritaba
Kain le respondió -Maldito Robert, ojalá te estén haciendo trabajar hasta el cansancio en ese puto campo-
Victoria levanto su pequeño puño y lo amenazo -no maldigas a mi hermano, te golpeare-
-Ok, hagamos esto. Lilia, ¿puedes ayudar a Victoria?, si se queja en algún momento, la echas de la casa-
-¿Como puede ser?¿estas hablando en serio?- exclamo Victoria como si fuera lo peor del mundo
-No es broma, debes aprender el sentido común de otra persona. Una que sí vive bajo esas normas- Kain miro a Lilia, se acerco a ella y le tomo las manos, la miro a los ojos y le pregunto -¿puedes?-. Ella a su vez solo asintió ruborizada, levanto su mirada y lo vio a los ojos. Parecía que los dos iban a dar el paso final, pero alguien los interrumpió.
-Dejen de jugar- dijo Victoria en un tono estridente -es mi futuro del que estamos hablando y ustedes coquetean-
Lilia tosió y le dijo con total indiferencia -tienes que controlar ese temperamento. Tienes catorce igual que yo ¿no es cierto?-
-Sí- respondió Victoria algo avergonzada
-Entonces compórtate como alguien que pronto alcanzara la adultez. Incluso si fue solo un juego cuando te insinuabas al señor ¿crees que alguien se interesara en una mujer ruidosa?. Es totalmente feo y desagradable. Si quieres que alguien se case contigo algún día, cambia esa personalidad. De lo contrario, solo se casaran contigo por el dinero-
Eso golpeo duro a Victoria. Ella se puso a llorar, se abrazo a Lilia y en medio de un llanto le conto que su madre le había dicho lo mismo. Ella le conto que solo quería ayudar. Que en un principio vino porque Kain había ayudado a su hermano, y que nunca lo quiso lastimar. Pero lo hecho, hecho esta. Y ahora ella prometió que cambiaria. Que mejoraría y tendría mas sentido común.
Después de eso, Kain converso con Victoria y le explico todas las reglas de la casa. Que podía hacer y que no podía. Adonde estaba permitido que ella se metiera y a donde no. Todo esto también fue complementado por Lilia que fue puntualizando que debería hacer Victoria y en que horarios. Esta última casi se muere cuando le dijeron que tenía que levantarse a las siete de la mañana y colocar agua a hervir. Kain encontró esto innecesario, nunca desayunaba tan temprano, pero como era una indicación de Lilia, no la contradijo. Cuando terminaron de conversar, Victoria se quedó ordenando su habitación. Se había oscurecido, así que Kain acompaño a Lilia todo el camino hasta su casa. En el camino, Kain se sacó su abrigo y se lo puso sobre los hombros. Lilia se sonrojo pero sonrió y le dijo un suave tono -gracias-
-No hay problema- respondió Kain -yo lo ocupo por gusto más que por necesidad. No me gustaría que te resfriaras-
Lilia se acomodó el abrigo y trato de estirar sus dedos. Quería darle la señal a Kain para que le tomara de la mano, pero no lo lograba alcanzar. Al final se rindió y solo siguió caminando. Después cruzaron todo el distrito comercial. Caminaron al sector antiguo de la ciudad y llegaron a una casa de un piso. No era la mejor, pero se veía bien cuidada. Lilia quedo mirando a Kain como si estuviera esperando algo. Este último sonrió, trato darle un beso, pero la puerta de la casa se abrió y una mujer se asomó.
-Lilia- llamo la mujer en un tono serio
Kain se aparto de Lilia y trato de poner su mejor sonrisa para saludar -buenas noches señora-
-Buenas noches señor- dijo la mujer en un tono cortante. Ella tenía un cabello rojizo igual que Lilia, sus senos, bueno, eran bastante grandes y llevaba un vestido azul acompañado de un chal blanco sobre sus hombros. Ella frunció el ceño y le ordeno a su hija -ven ahora, ¡entra!-
-¡Mamá!- se quejo Lilia
-Que entres ahora, hazme caso-
-Toma Kain- le entrego Lilia el abrigo y dijo -nos vemos mañana-
Kain la quedo mirando. La madre parecía molesta, pero una vez que entro Lilia miro a Kain y le dijo -jovencito, antes de hacer un movimiento en la chica que te gusta, primero deberías presentarte con los padres ¿no crees?-
Kain mostro una sonrisa incomoda y le respondió -entiendo sus preocupaciones, lo tendré en consideración para la próxima-.
La mujer asintió enojada y cerro de un portazo.
-o-
Después de ese día la relación de los tres se hizo mas amigable. Aunque de vez en cuando Lilia se molestaba con Victoria. Esta ultima se interponía entre Kain y ella y siempre que podía, trataba de andar con ropa provocativa. Kain no le hacia mucho caso. Para él, Victoria era hermosa, tenía un bonito cuerpo, era inteligente, pero era muy inmadura. Kain podía entender que ella quería que la miraran, que le dieran elogios y la trataran de forma especial. Por lo tanto, él pensó que ella no estaba lista para tener una relación. Así que por un mes siguió ignorando sus avances. Por otro lado, parece que Victoria se vengo. Porque cada vez que Kain iba a besar a Lilia, ella se interponía impidiendo que su relación avance. Todo esto genero un estado de estancamiento, pero que al final, no hizo ningún daño. Ahora claro, Lilia y Kain querían dar el paso a la siguiente etapa, pero no tenían apuro.
Kain hablo con ella y le dijo -tomémoslo con calma, todavía no conozco a tus padres y por lo que me dijo tu madre. No le haría ninguna gracia que avanzáramos mas-
Así termino el mes y empezó otro. Victoria había aceptado la superioridad de Lilia, así que ahora la escuchaba de manera obediente. Ahora era Kain el que tenía problemas. Victoria y Lilia lo regañaban a cada momento. Porque dejaba su ropa tirada, no ordenaba las cosas que ocupaba y andaba durante varios días con la misma ropa. De vez en cuando se preguntaba quien era el jefe, pero tomando en consideración como dejaba todo. Acepto que era un poco desordenado.
Al final del mes, empezaron a llegar poco a poco más compradores. Algunos desagradables nobles, pero eran fácilmente manejados por Victoria. Ella tenía el don de la palabra, por lo cual nadie se resistía a sus "super ofertas". La gente se iba contenta, pero lo que no sabían es que habían sido estafados por el demonio del dinero. Esto sorprendió tanto a Kain como a Lilian. La actitud manipuladora de Victoria les producía escalofríos. Pero sabiendo o al menos creyendo que era solo con los clientes, se sintieron aliviados. Por su parte, Victoria dijo que solo los incentivaba a comprar y que era un dinero bien ganado. Los niños nobles amaban llevar una vida de derroche. Vivían sin considerar el valor del dinero, así que si no gastaban el dinero en las preciosas joyas de Kain, irían a botar su dinero a otro lado.
Para el final del siguiente mes. Kain contaba con alrededor de cincuenta mil monedas de oro Asura. Victoria se había vuelto loca, de vez en cuando Kain la encontraba riendo y pasándose las monedas de oro por la cara. Esto le pareció sucio, pero como era inofensivo, decidió dejarla sola e ignorar la situación. Claro que todo no fue bueno, el ultimo día del mes, llego una visita distinguida, por decirlo menos.
-Buenas tardes- dijo una mujer rubia, vestida con una armadura de Asura. Usaba el cabello corto y por sus facciones, Kain podía decir que estaba a mitad de sus treintena. Ella tenía los ojos de un guerrero. Se vía algo intimidante.
-Buenas tardes- contesto Victoria detrás del mostrador. Estaba sudando frio, pero trataba de mantener su compostura y trato de articular una pregunta -¿A que debemos su agraciada presencia, su majestad Reída?-
-Quiero conocer al elfo que vive aquí-
-¿Quien me necesita?- pregunto Kain en un tono profundo. Avanzo por el pasillo seguido por Lilia que iba asustada.
-Sígueme- ordeno la Dios del agua
-¿Por qué debería?-
-Para no tener problemas-
-Mujer sino sabes como expresarte, vete. De lo contrario estas buscando tu muerte-
Ambos se miraron. Mantenían la distancia de un metro y medio del otro. El touki se elevo al máximo, pero la mujer soltó un suspiro y le dijo -ven conmigo orejas largas, solo quiero comprobar algo, después de eso no te molestare mas-
Kain tomo una gran respiración, miro a Victoria y Lilia y les dijo -cierren la tienda. Volveré en unas horas-. Las dos asintieron en completo silencio y Kain siguió a Reída. Afuera de la tienda lo esperaban una pareja de jóvenes. Un hombre bien parecido y una mujer que se parecía a Reída. El hombre le ofreció un caballo y después cabalgaron hasta salir de la ciudad.
-o-
En medio de un bosque, se producía un amplio claro de veinte metros. Era un lugar que era ocupado como campo de entrenamiento. Tenía cráteres por toda la zona, ni el pasto ni las plantas crecían. En este lugar estaban dos personas frente a frente. Solo estaban separados por tres metros de distancia. Uno ellos era Kain y la otra era Reída. Los jóvenes que acompañaban a Reída se ganaron fuera del circulo.
-¿Qué quieres mujer?- pregunto Kain
-Por orden de su majestad el rey necesito testear tus habilidades. En un principio nadie se tomó en serio las palabras de esa niña. Algunos nobles molestos te investigaron y hace unos días llego tu información. Eres demasiado peligroso como para andar suelto-
-Hablas de mi como si fuera un perro- dijo Kain mientras ponía una sonrisa carnívora -¿me vas a poner una correa?-
-No sé de que hablas. Solo estoy aquí para testear tus habilidades-
-Vamos, no vengas con mierda. Cuando me invitaste me llamaste orejas largas. Eres igual de racista que el resto de los putos hipócritas. Bueno, lo que sea, dile a tu rey que no me moleste, de lo contrario matare a toda su familia y a todos los nobles-
-Eso en sí, es digno de ser juzgado en la corte. Ven, eres un guerrero, yo también. Dejemos que nuestras espadas hablen-
Reída desenfundo su espada, apunto a Kain y esperó a que este diera el primer paso. Por otro lado, Kain no la defraudo, camino con su katana en mano. Elevo el touki hasta el máximo y cuando estuvo a un metro y medio de Reída. Hizo un desenfunde rápido. Un nítido y ensordecedor choque de metales se escuchó y Reída cayo arrodillada. Miro a Kain con furia y arrepentimiento. Este último sonrió, enfundo su katana y estiro su mano generando una luz dorada que la sano. Reída quedo confundida, pero Kain se explicó -quieres conocer mis poderes ¿no? Este es uno de ellos. Ahora vamos por el segundo round-
Kain dio un paso atrás, Reída también y esta vez, puso toda su mente en este combate. Creo una especie de domo semitransparente y se preparo para que Kain la atacara. Kain sonrió de nuevo, concentro su touki hasta el máximo y una vez mas sonó un ensordecedor choque de metales. Ahora fue Kain quien se arrodillo. Tenía un terrible corte que le cruzaba todo el pecho, desde la clavícula hasta la cadera. Frunció el ceño con dolor, se levanto mientras emitía un gruñido y se curo con luz dorada.
-¿El desempate?- pregunto Kain con una sonrisa
-No, no es necesario- respondió Reida en un tono serió
-Ahora dime tus verdaderas intensiones-
-Ya te las dije. Solo vine a probar tus habilidades. Mientras no tengas problemas con el reino, no seremos enemigos-
-Jejeje, las cosas no son tan simples. Dile a tus nobles que no tengo paciencia con sus tonteras-
-Tendrás que tolerarlos-
-No, tu estas equivocada. Ellos morirán. Así que háblale a tu rey-
-Ellas…- trato de amenazar Reída
Sin embargo Kain le dio una mirada fría y dijo -si algo les pasa a ellas. Matare a las cuatro cabezas de las casas principales. Ahora son colectivamente responsables por la seguridad de ellas-
-¡Irracional!- grito Reida
-Tu eres fuerte, ganas dinero solo por eso. Tu simple existencia y lo que te pagan por escuchar al rey es igual de irracional. La gente vive y lucha por simples piezas de cobre. No trates de tergiversar la realidad solo porque te conviene-
-o-
Una vez que Kain volvió a la casa fue abrazado por Victoria y Lilia. Kain sonrió pero escucho que alguien le decía a sus espaldas -Pervertido orejas largas-. Kain se largo a reír, se dio la vuelta y miro a Reída que lo veía con un rostro de completo disgusto. Él le dijo -que creas en algo no significa que los demás vivan por las mismas reglas-
-Solo eres un mocoso- dijo Reída mientras miraba hacia otro lado
-Te falta la compañía de un hombre-
-¡Cállate! pervertido-
-Lo que sea, ¿Qué vas a hacer ahora?-
-Debo darle mi informe al rey-
-Bueno, que tengas un buen día Reída- Kain se dio la vuelta y entro a la tienda dejando a una Reída enojada.
La muchacha que era la vivida imagen de Reída se acerco y le dijo -mamá, no tienes que enojarte tanto. Él fue amable al curarte y no hacerte las cosas difíciles-
-Cállate, no me digas cómo comportarme- la regaño Reida -Solo porque ahora estés casada y hayas perdido tu virginidad no te da la autoridad para venir a enseñarme-
La muchacha agacho la mirada, roja de la vergüenza mientras Reída caminaba hasta el caballo y se iba al castillo.
-o-
El siguiente mes fue todo igual, tranquilo. De vez en cuando venían algunos nobles a comprar, pero ninguno dio problemas. Ya que el rey no encontró nada mejor que mandar de guardia a la hija y el yerno de Reída. Estos dos pasaban en la tienda desde las ocho de la mañana hasta la noche. De vez en cuando salían a hacer misiones, pero la mayor parte del tiempo estudiaban el estilo del dios del agua en el patio trasero. Kain tuvo que aceptar todo esto, ya que Reída le dijo que no podía presionar mas su suerte. Ella también venía de vez en cuando a ver a su hija. Conversaba con Kain de paso, pero al final, siempre se iba enojada llamando a Kain "pervertido orejas largas". Bueno, esto no era infundado para los seguidores de Millis. Kain estaba fortaleciendo su relación con Victoria y Lilia. Ya había ido a presentar sus respetos a los padres de Lilia. Estos últimos no estuvieron muy contento con que fuera elfo, pero Lilia les contó que tenía conexiones con la diosa del agua, Reída. Así que hicieron la vista gorda al asunto. Lilia estuvo un poco triste por su comportamiento. Pero como Kain le dijo que ahora podían ser una pareja. No le dio mas vueltas al asunto.
Después de seis meses de vivir en Ars. Kain había comprado una casa, tenía dos novias y había hecho amigos. Clark (el yerno de Reída) era un tipo serio pero relajado. Con el tiempo y el intercambio de temas, congeniaron y se hicieron buenos amigos. Cuando llegaron a ese punto, Lara (la hija de Reída) no quería seguir llevando a su marido a la tienda. Se quejaba de Kain y decía que lo llevaba por el mal camino. Clark con el tiempo había agarrado la costumbre de fumar y beber por las tardes. También estaba el hecho de que Kain compartía sus conocimiento con Clark y Lara era la que "sufría" en las noches. Clark estaba encantado y le contaba a Kain que muchas de las cosas que le enseño funcionaban. Ahora tanto la hija como la madre, llamaban a Kain "pervertido orejas largas". Pero con el tiempo se calmaron. El ambiente era más ameno y Reída, que era un mujer madura se sintió atraída por Kain. Pero bueno, era una seguidora de Millis, por lo tanto nunca se atrevió a decir nada. Así que durante todo este tiempo se mantuvieron como amigos.