Capítulo 46 - Asura

Después de unas cuantas semanas, Reida pudo conseguir la dichosa cita con la princesa Ariel. Una joven noble, que hace poco no destaca más que por su encanto natural, pero hoy en día, se ha unido a la competencia por el trono de Asura. Sí le preguntaras a alguien el año anterior si veía venir tal movimiento, nadie se lo esperaría. Otra cosa que nadie se esperaría en Asura, es que una de las casas Greyrat (Notus), estén planeando deshacerse de la otra casa de la rama familiar. Según cuentan las malas lenguas, la casa Notus Greyrat, originarios de Ars, la capital de Asura, casi siempre apoyan al príncipe heredero. Se supone que no es una opción personal de la cabeza de la familia, sino que es una opción de familia, algo que está en la tradición. Mientras que por otro lado, la casa Greyrat, que gobierna en la ciudad fortaleza de Roa, siempre apoya al adversario. No obstante, con los altibajos de la época, alguien debil de carácter se volvió cabeza de los Notus y gracias a esto, las posiciones se han invertido. No obstante, aunque a los Greyrat de Roa les gustaría tener el respaldo del primer príncipe del reino. Por alguna razón, este último no los considera y ha optado por pedir el respaldo del primer ministro, Darius.

-O-

De vuelta en Ars, capital de Asura. Hoy Kain llego como otras veces, a través del círculo de transferencia. Salió de la casa acompañado de Reida, Ivania y Kain Jr. Montaron un carruaje como a eso de las ocho de la mañana y como a eso de las nueve de la mañana llegaron a la mansión del Dios del Agua. Como siempre, un bonito lugar, con un montón de sirvientes preparados para darles la bienvenida. En la puerta de la casa los esperaban una pareja de adultos y una joven de trece años. Por un lado, Lara y Clark, tienen una sonrisa amigable y sincera. Por otro, la joven Isolte tiene una sonrisa que burbujea de la felicidad. Tiene sus propios gustos y aspiraciones, y hoy, su aspiración la viene a ver.

Una vez que entro el carruaje y descendieron todos. Reida, la pequeña Ivania y Kain Jr se acercaron a la familia del actual Dios del Agua, Lara. Mientras tanto, Kain despachaba al conductor y su carruaje. Después de eso camino hasta la entrada de la casa y saludo a Lara y Clark. Ambos amigos, que como personas de la raza humana, empezaban a demostrar su envejecimiento. Sus rostros ya no eran tan rosados, tersos y juveniles como cuando se conocieron. Hoy en día tenían más de treinta años, pero aun así se conservaban bien.

-¿Cómo estas pequeña?- le pregunto Kain

-Abuelo- dijo Isolte algo molesta -ya no soy pequeña, soy una mujer-

Kain soltó una risita y se agacho para darle un abrazo. No obstante, desde atrás de él, alguien le tiro de la camisa. Kain Jr lo miraba con malos ojos. Algo celoso y molesto. Kain solo le dio una mirada de soslayo y le giño el ojo. Kain Jr se puso rojo, pero solo tosió de forma disimulada y miró para otro lado. Kain termino ese abrazo y se alejó de la parejita. Mientras el padre se acercó a hablar con Clark, el hijo trataba de hablar con una acomplejada Isolte. Ambos se miraban colorados como tomates. Trataban de hablar, pero cuando salía una palabra, la decían al mismo tiempo. Uno al otro se daban el pase para empezar a hablar, pero al final nadie decía nada. Aunque Kain Jr solo tenía diez, era un palmo más alta que Isolte. Ambos se veían tiernos, al punto de que los adultos se quedaron callados y los miraron interactuar.

Al final, Kain Jr tosió y sin nada galante que decir, le dijo -¿vamos a entrenar?-

Isolte lo quedo mirando un poco decepcionada, pero rápidamente cambio su cara a una alegre y le respondió -Sí-

Por otro lado, Kain se tapaba la cara y la boca tratando de no soltar una carcajada. Parece que iba a tener que pasar un tiempo hablando con su hijo. El muchacho solo tenía diez años, pero si no se ponía más despierto y empezaba a utilizar el habla con más sutileza, con el tiempo perdería a la chica. Por otro lado, Clark se dio la vuelta y se cubrió la boca para no largarse a reír. Por otro lado, Lara y Reida estaban molestas por la actitud de sus respectivos maridos, les dieron un pellizcó.

Después de eso, Kain Jr le ofreció la mano a Isolte, y ella alegremente se la acepto. Aunque no se daban cuenta de que estaban haciendo un espectáculo, se tomaron de la mano y salieron corriendo sin decirle nada a nadie. Ante este resultado, Kain y Clark asintieron y estaban algo conformes. No obstante, Reida y Lara se miraron asintiendo. Parece que ellas también tendrían que hablar con Isolte.

-¿Entremos?- pregunto Clark de buen animo

-Vamos- dijo Kain y le tomo la mano a Reida. Por otro lado, Ivania iba en los brazos de su hermana, Lara, la que ni siquiera se preocupaba de Clark, y solo se dedicaba a jugar con la niña. Lara adoraba a su hermana menor, sobre todo por sus pequeñas orejas puntiagudas, le parecían lindas.

Una vez adentro de la mansión, fueron al comedor y se sentaron a la mesa. Vinieron cinco sirvientas y les empezaron a servir el desayuno. Reida se preocupó por los niños, pero Kain le dijo que lo dejara ser. Cuando les de hambre vendrán a comer. Después de eso siguió una comida bastante tranquila. Si no fuera por Lara, tratando de regalonear a Ivania, nadie habría emitido ningún ruido. Kain solo pudo negar con su cabeza y Reida suspirar. Parece que Lara quería que Ivania la acompañara a sus rondas por Asura, no obstante, Reida se negó. Ivania solo tenía un poco más de cinco años, sería demasiado peligroso para ella. Así que Lara se puso triste, pero en solo un instante, volvió a ser feliz, cuando Ivania le ofreció un trocito de su pan.

Después del desayuno, Lara e Ivania se fueron a ver a la Isolte y Kain Jr. Por otro lado, Reida, Clark y Kain se fueron a una de las salas de estar. Con el otoño llegando a Asura, las ventanas que daban al patio estaban cerradas. A pesar de que afuera había sol, el clima estaba muy cambiante y a veces, se ponía helado de la nada. Además de que los árboles poco a poco estaban dejando caer sus hojas y a veces se colaban por la ventana. En la sala de estar había una gran sillón rojo para Kain y Reida, y otro personal, con un gran respaldo para Clark.

-¿Cómo van las cosas en Millis?- pregunto Clark -tengo entendido que varios de los afectados por el fenómeno de mana, fueron a parar allá-

-Así es- dijo Kain -por ahora el computo va en unos mil refugiados y contando. Con lo fondos que le di al jefe de los refugiados, esta extendiendo las búsquedas. La semana pasada…-

-Espera- dijo Clark, escucho unos golpes en la puerta. La fue a abrir y dejo pasar a dos sirvientas que traían un carrito con té y algunos aperitivos. Colocaron tres tazas y dos platos con galletas en un mesa de centro ubicada entre los dos sillones y se retiraron. Después de eso, Clark cerro la puerta con pestillo y volvió a su sillón

-Adelante- le dijo y tomo una galleta.

Reida también tomo una galleta y Kain continuo -La semana pasada tuve que deshacerme de un tipo de Millis, un tal José. Estaba tomando a los refugiados y los drogaba o los vendía como esclavos. También tuve que hablar con el papa para que moviera sus hilos y limpiara su lado del patio, pero el asunto termino ahí. Ahora habrá que ver cómo funciona la gente. Por otro lado, Victoria utilizando como escusa la dichosa mansión en la playa y ayudar a la gente, me hizo desembolsar una buena suma. Me dijo que era para generar trabajo, pero ya ves, a ella le encanta ese lugar. Así que para el siguiente verano, lo quiere estrenar. Además de eso, se le metió en la cabeza comprar barcos, es una locura. Yo me pregunto ¿De dónde saca energías para hacer tantas cosas?-. Reida le sirvió té y Kain recibió la taza y le dijo -gracias-

Por otro lado, Clark quedo mirando a Kain y como él hablaba de esas cosas, que solo el primer ministro o el rey de Asura se podrían permitir. Negó con la cabeza y le dijo -tu cita con la princesa esta arreglada para mañana, pero por orden del rey, debo estar presente, además de dos magos y caballeros.

-Eso es una molestia- dijo Kain -realmente no necesito ver a esa niña- mientras sostenía la taza de té en su mano derecha, coloco una mirada pensativa que no miraba a nada en especifico, se tomo la barbilla con la izquierda y murmuro -¿a lo mejor debería colarme en el castillo?-

-No empieces, Kain- le dijo Reida a su lado, tomo otra galleta vainilla con un centro de mermelada y le dijo -haz las cosas por la vía legal ¿ok?. No quiero problemas con la corona-

Kain soltó un suspiro y asintió. Después miro a Clark y le dijo -dejemos de hablar de cosas complicadas- puso una sonrisa -¿Cómo le ha ido a tu familia?-

-Bastante bien- respondió Clark conforme -Isolte esta creciendo a un buen ritmo, nos llevamos bien y cada día nos asignan menos trabajo. Incluso se nos dijo que el próximo año, la corona tendría que abaratar costos y esta mansión la tendrán que vender. Por supuesto, se nos daría una casa en buenas condiciones, pero ya no se pueden permitir estos gastos-

-Eso es todo culpa de ese mocoso Grabell- dijo Reida con cierto disgusto -como alguien sin talento para la magia y con nula determinación para el camino de la espada, trata de no depender de la gente talentosa. Muchos hablan de que cuando se vuelva rey, todos los magos y espadachines deberán dejar el reino-

-¿Y eso por qué?- pregunto Kain algo asombrado

Clark respondió -porque dicen que empezara una guerra y nos ocupara como punta de lanza. De esa manera, merma a las personas talentosas en el reino y gana la soberanía sobre al otro lado de la montaña-

-¿Esta interesado en la zona de conflicto?-

-Mas que en la zona misma, en la mano de obra. Hay mucho aborigen y fácilmente los puede convertir en esclavos. Eso es mucha mano de obra gratis-

-Hijo de puta- dijo Kain con enfado

-Nada que hacerle, hombre- dijo Clark -dime con quien andas y te diré quién eres. Y el príncipe Grabell se deja aconsejar por el primer ministro Darius, el hombre que administra el mercado de esclavos-

-Ese tonto- murmuro Reida

-¿Qué pasa, amor?- le pregunto Kain

-Bueno- dijo Reida algo acomplejada -yo conocí a Darius cuando éramos jóvenes-

-¿Oh y que más?-

-Bueno- veras dijo Reida preocupada

Clark tosió, tomo una galleta y dijo -creo que alguien me llama, permiso- y salió raudo de la habitación.

Por su parte, Kain y Reida apenas lo notaron y se miraban a los ojos. Kain estiro su brazo derecho y se lo paso por encima de los hombros. Reida se acodo en el pecho de Kain y este último le dio un tierno beso. El brazo de Kain cayó a la altura de las caderas y lo paso por las firmes nalgas. Ella lo pellizco y le dio una mirada de "no estábamos hablando algo serio". Kain volvió a sonreír y le dio otro beso en los labios.

Reida solo pudo suspirar y continuo -bueno, éramos jóvenes en aquella época. A, a mí me gustaba-

-¿Esa albóndiga con patas?- pregunto Kain en un tono jocoso

-En esa época él no estaba tan gordo-

-Ya ¿Qué más?-

-Nada ¿Qué esperabas?- le dijo Reida un poco enfadada -no pasó nada. Yo me fui de viaje para pulir mi estilo de la espada y cuando nos volvimos a encontrar, él estaba convertido en una masa de carne. Mantuve algo la ilusión, pero nunca concretamos nada. Yo no tuve el valor de buscarlo y él me ignoro por completo. Después de eso, yo seguí escalando, volviendo más fuerte hasta que obtuve más prestigios y mi madre me paso el título del Dios del Agua. En esa época recién se acordó de mí y me invito a cenar, pero nunca quise ir. Como había obtenido cierta influencia en el castillo, podía enterarme de algunas cosas y sobre Darius no se decía nada bueno. Así que busque a un hombre con el cual no me avergonzaría-

-Eso quiere decir que por este lindo cuerpecito solo han pasado dos privilegiados- dijo Kain pasando sus manos por las nalgas, subiendo por las caderas, hasta llegar cerca de los senos.

Reida se puso nerviosa, miró para todos lados y se tranquilizó al no ver a nadie -detente- dijo en un tono bajo -alguien puede venir-

-Fú, que vengan. Ahora estoy ocupado. Tengo que dejar mi marca en ti o puedes olvidar a quien le perteneces-

-No sigas, me voy a enojar-

-Enójate- respondió Kain con una sonrisa burlesca. Se abalanzo sobre Reida y se acostaron sobre el sillón mientras se besaban