CAPÍTULO 159- La muerte de Kei Edna.
—Drin, espero que estés bien... Llegaré pronto...
Los oídos de Kei comenzaron a sangrar y el cuerpo de Kei comenzó a recibir una fuerte descarga eléctrica.
Kei sentía como si estuviera nadando en lava y comenzó a gritar de dolor.
Cayó al suelo agotado y sin energía.
—N-no... L-los efectos secundarios... N-no... ¡No!
Kei se levantó lentamente del suelo y comenzó a caminar lentamente.
—D-Drin me necesita... ¡¡No me quedaré sin hacer nada!! ¡¡La protegeré!!
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(Pov- Drin.)
Zero es poderoso. No por nada es un comandante... Pero perdió contra Rinia... Zero ataca distancia, pero Rinia no le permitió alejarse y lo atacó cuerpo a cuerpo.
Rinia sacrificó su energía vital para derrotarlo... Es increíble.
—¡¡Esto no puede estar pasando!! ¡¡Puta perra de mierda!! ¡¡Maldita puta!! ¡¡Soy Zero, uno de los comandantes de la Reina Demonio!! ¡¡Yo no puedo perder contra ti!! ¡¡Es imposible que yo pierda!!
Rinia golpeó a Zero en la cara y lo dejó inconsciente.
—C-ca... Cállate.
Ella está agotada... Ya no tiene energía... Sacrificó su energía vital... Morirá.
—Yo... al menos hice algo bueno antes de morir... Espero que esto arregle mi estúpido error.
Se sentó bajo un árbol y sonrió.
—Ah... Estoy cansada... Solo quiero cerrar los ojos y morir... Ya quiero volver a ver a mi familia.
—N-no... ¡¡Maldita perra!!
¡¿Sigue vivo?!
Zero se dirigió a mí... ¡¿Eh?!
—¡Muere, perra!
¿P-por qué a mí...?
Aunque Zero esté herido, sigue siendo más fuerte que yo... No tengo energía para pelear.
—Cariño...
El lindo rostro de Kei apareció en mi mente... Es un buen recuerdo antes de morir.
Fuego rodeó su puño derecho... Ah... Adiós, cariño.
Zero intentó atacarme, pero...
—T-tú estabas peleando conmigo, cobarde.
—Tsk. Se me acabó el tiempo.
... Rinia me protegió con su propio cuerpo... Zero atravesó el pecho de Rinia con su puño... El puño de Zero está a centímetros de mi pecho, pero gracias a Rinia, no me tocó.
—¿Rinia?
Zero se alejó de nosotras y lamió la sangre de su mano.
—¡Te dije que no iba a perder!
—... Eres patético, Zero.
—Volveré por ti, Drin. También tú, Rose... Y, por supuesto, Kei.
Se alejó corriendo... Ese maldito cobarde.
—Ah... Ya no puedo... seguir...
Rinia estaba a punto de caer al suelo, pero la atrapé con mis brazos.
—R-Rinia... Lo siento... Perdón por lo que hice en el pasado... Perdón...
Mis lágrimas... Ah... Me veo patética... Nunca me imaginé que lloraría por un humano que no fuera Kei.
—Eres una buena persona... Kei tiene un buen ojo para las personas... Las personas realmente pueden cambiar, ¿eh? Me alegro que te hayas convertido en una buena persona... En una chica amable... En alguien que es capaz de llorar por un humano como yo.
Ella me limpió las lágrimas y sonrió aún más.
—Protege a Kei... Él realmente te ama... Nunca había visto a una persona que ame tanto a otra persona... Puedo sentir el amor que ustedes sienten con solo verlos... Espero que tengan una larga y feliz vida...
Los ojos de Rinia perdieron su brillo y su alma abandonó su cuerpo, dejando atrás un cadáver.
—¡Drin!
Cariño...
Kei me abrazó por la espalda... ¿Está llorando?
—¡Estás bien! ¡Perdón por llegar tarde! ¡Lo siento, lo siento tanto! ¡Prometí protegerte, pero fallé! ¡Lo siento!
—Cariño... Tú nunca me fallarás...
Le limpié las lágrimas y le besé la frente.
—Gracias por preocuparte por mí.
—... Rinia...
—Ella derrotó a Zero... Pero Zero logró escapar.
Kei se paró frente al cadáver de Rinia.
—... Rinia...
Cerró sus puños con furia.
—Zero... ¡Ahhhhh!
Kei pateó el suelo y lo destruyó.
—¡¡Maldita sea!!
—¡Cariño!
K-Kei perdió el control de sus emociones.
Lo abracé para tranquilizarlo... E-espera... Apenas me doy cuenta de esto... ¡Kei está hirviendo!
—¡Cariño, tu cuerpo está demasiado caliente! ¡Tu cuerpo se está sobrecalentando! ¡Debes descansar!
Kei me miró a los ojos.
—Drin... A partir de hoy, seré otra persona... Tanto mi mente como mi cuerpo está cambiando... Nunca volveré a ser el chico que era antes... Tantas muertes... Tanto sufrimiento... Soy diferente al Kei del pasado... Me esforzaré para ser alguien capaz de derrotar a Zero... Kei Edna murió... Hasta el día de mi muerte, seré Kei Molfer.
Kei se agachó y acarició la cabeza de Rinia.
—... Lo siento...
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(Pov- Kei.)
Rinia murió... Yurek murió... Rinia era una persona admirada por los humanos... Ella, junto con mi madre y las héroes, era la esperanza de las personas... Las personas necesitan un símbolo de esperanza para seguir adelante con sus vidas y no deprimirse por el futuro.
Yurek era simplemente una hermana menor que quería vengar la muerte de su hermana... Los demonios son como nosotros... Ellos también tienen familias y sentimientos... Yurek era una pequeña niña inocente... Una chica que merecía ser feliz... ¿Cómo lo sé? Nunca sentí maldad en ella... Con todos mis enemigos sentía maldad, pero ella... Ella era una persona bondadosa... Una persona inocente... Una chica buena y amable... La muerte de Nero la cambió... Yo soy el culpable de ese cambio... Kei Edna lloraría por horas y se sentiría culpable por eso... Pero Kei Molfer lograría superar esa tristeza en poco tiempo... Necesito ser alguien fuerte para derrotar a Zero... No puedo perder el tiempo llorando... Es por eso que me despido para siempre de mi viejo yo... Kei Edna ya no existe... Solo queda Kei Molfer... Un asesino.
—... Drin... Por fin... puedo descansar.
Ya no puedo mantenerme despierto...
Cerré los ojos y caí al suelo.
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(Pov- Drin.)
Cargué a Kei en mis brazos... Hoy fue un largo día... Primero, Kei peleó con Rinia y casi muere. Después, Kei peleó con Yurek y casi muere... Kei estuvo cerca de la muerte varias veces hoy... Cariño...
Lo siento... Mis lágrimas están ensuciando tu linda cara, pero no puedo evitarlo.
—Lo logramos, cariño... Ganamos.
Lo abracé con fuerza... Cariño, regresaremos a casa con vida... Gracias por seguir vivo.
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En Godfer, el Dios supremo estaba observando a Drin y a Kei, mientras comía una barra de chocolate.
—Mmm... Esa pequeña aventura fue interesante.
Su hermana apareció frente a él.
—Admito que me gustó esa aventura... Aunque el cliché de la transformación lo arruinó un poco.
—El poder de la espada modifica el cuerpo. Kei se dio cuenta de eso la primera vez que la sostuvo en su mano. Es una transformación que estaba destinada a suceder... Aunque sí fue muy cliché esa parte.
—Un Kei malvado... Esto se puso interesante por primera vez.
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Drin y Rose colocaron los cuerpos de Kei y Chersy juntos.
—Descansaremos.
—¿Y Cherniak y Mei?
—Debemos buscarlas.
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Después de buscar por 15 minutos, las encontraron dormidas bajo un árbol... Y eso enfureció a Drin.
—Kei, Chersy y Rinia sobrepasaron sus límites para seguir luchando, y ustedes perdieron fácilmente... Mientras que Kei y Chersy están sufriendo por el agotamiento físico que les provocó exceder los límites, ustedes están descansando tranquilamente... Mei, si no fueras la hermana de Kei, te mataría por inútil... Y lo mismo va para ti, Cherniak.
—No perdamos más tiempo.
—... Sí.
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—Ah... No, Seiya... Ya te dije que no me toques mi... No... No... ¡No lo toques!
Kei se despertó agitado y volvió a sentir un gran dolor, pues aún no se recupera.
No pudo evitar quejarse de ese dolor, y Drin se acercó a él, con un plato de comida.
—Cariño, no te levantes.
Era de noche, y Kei y Drin eran los únicos que estaban despiertos.
—Buenas noches, Drin.
—Debes comer, cariño. No soy tan buena cocinera, pero hice mi mejor esfuerzo.
Kei sonrió y tomó el plato con caldo con sus manos.
—Muchas gracias, Drin.
Kei tomó la cuchara y probó la comida.
Drin esperaba la reacción de Kei con entusiasmo.
—¡Está deliciosa! Muchas gracias, Drin.
—G-gracias, cariño.
Kei se bebió todo el caldo rápidamente.
—Ah... Más, por favor.
—S-sí. Me alegro que te haya gustado.
Después de una larga noche, en donde Kei y Drin estuvieron hablando sobre el futuro y lo que les espera, Drin le dijo a Kei que volviera a dormir, pues necesita un largo descanso para recuperarse.
—Hiciste un buen trabajo, cariño... Nunca dejarás de sorprenderme.
Drin besó los labios de Kei, que ya estaba dormido.
—... Comeré algo antes de seguir vigilando.
Drin tomó un plato y se sirvió caldo.
Lo probó y...
—¡Puaj!
Sabía asqueroso para ella y lo escupió inmediatamente.
—¡Qué asco! ¡¿En qué me equivoqué?! ¡¿Las verduras estaban podridas...?! E-espera...
Drin recordó que Kei se comió varios platos de caldo y sin quejarse... Al contrario, él decía que el caldo sabía delicioso para él.
—Cariño...
Drin quería llorar por esa amabilidad.
—No querías hacerme sentir mal, ¿verdad? Siempre eres tan amable conmigo...
Drin se acostó al lado de Kei y lo abrazó.
—... Realmente te amo... Te amo, cariño... Gracias por amar a una chica tan problemática como yo.