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Sin Título

Piraña: Hay que considerar que ya debería haber un grupo es espera dentro de las instalaciones, por lo que ha de ser antes de que estemos rodeados si llegasen las fuerzas de contención.

Carón: Aún no sabemos por donde vendrán o si ya sabrán de nuestra existencia dentro de la torre de control.

Carón: Pienso que tenemos ventaja en ese aspecto, y usarle así para salir de una forma mas fácil.

Piraña: No es complicado, pero debe saber hacerse antes de que suceda lo peor.

Piraña: Carón nos esperará y cubrirá la entrada para evitar ser emboscados por la retaguardia y saldremos por la segunda entrada de emergencia para dar directamente con la salida principal de la instalación donde ya deberían estar esperándonos.

Piraña: Eso debería bastar por el momento.

Guffy: Estoy de acuerdo.

Carón: Yo igual.

Piraña: Entonces bien, antes de iniciar, tomares las radios de los cadáveres de este lugar para saber el movimiento del enemigo; y también, crearemos un canal para comunicarnos por si hace falta en algún momento. Porque tendremos que dividirnos.

A pocos paso de mí, había un vigilante cuyo cuerpo sin putrefacción yacía sin alma, y busqué entre su cinturón hasta dar con una radio de comunicación.

No quisiera repara en este momento sobre la peculiar sensación de operar un cuerpo sin vida, el cual antes era un alma común y con aspiraciones de su propio egoísmo, ser ahora un cuerpo en estado de descomposición.

Ciertamente de nada sirven muchas cosas de la vida para luego perder todo y dejar únicamente los recuerdos en los demás sobre lo que llegaste a hacer; y en cuanto a las personas, que desaparecerán o le den a futuro menos importancia, también cesarán los sentimientos que crees haber dejado originalmente.

Pero dejaré eso hasta aquí...

Ahora bien, aunque salir directamente de la prisión podría ser una opción, hay cosas a considerar y no es tan fácil, ya que las entradas están resguardadas como primer movimiento de emergencia; pero al estar todas las entradas, en este caso abiertas, no hay primer movimiento que valga ante miles de prisioneros y pocas fuerzas de contención.

No está tan mal.

Si ellos no esperaban un ataque tan repentino como éste, lo mas seguro, las cartas ya podrían estar a nuestro favor.

Pero hay algo que aún no me convence y sigue siendo Carón.

Después de pocos minutos llegamos a la planta inferior de la torre de control principal de la zona Noreste.

Como el ascensor estaba naturalmente fuera de servicio, usamos las escaleras para empezar a subir hasta el quinto piso; y así, también mientras Carón y su equipo custodiaban la planta principal según lo acordado.

Estaremos en contacto ante cualquier movimiento o el mínimo imprevisto para movilizarnos sin problemas.

Guffy: No te comprendo siquiera un poco.

Dice Guffy al acercarse lentamente a mí.

Me encontraba caminando detrás de Piraña y el hombre gordo quienes tomaban el control de los pisos a los que subíamos en primer lugar.

Mikael: En cierta forma, solo trato de ser precavido.

Mientras cumplo ciertos deseos egoístas, naturalmente.

Guffy: No sé lo que estás tramando, mi hermano, pero no seas imprudente.

Siempre es cierto algo como eso.

Los primeros pisos estaban vacíos pero mientras subíamos se percibía actividad.

Naturalmente nos alertamos y escondimos nuestra presencia.

Porque entre los pasillos del tercer piso habían dos guardias quienes vigilaban la zona.

Después de una señal, quienes actuaron primero fueron Piraña y el hombre gordo quienes como serpientes, se filtraron a escondidas entre las sombras.

Ambos sostuvieron rápidamente a los guardias sujetándoles por la boca y la parte trasera de la cabeza mientras aplicaban su máxima fuerza.

...: ¡Aaagh!.

Los guardias intentaron contraatacar con llaves pero era inútil, y sin darles tiempo de reacción, ambos giraron el cuello de los hombres con fuerza rompiéndolo en seco.

El sonido fue crujiente y escalofriante mientras los guardias se desplomaron instantáneamente al suelo.

La cara de Piraña y el hombre gordo, quienes miraban sin ningún brillo especial en los ojos, era propia de asesinos despiadados.

Sin perder tiempo, ambos tomaron el cuchillo y la pistola con las municiones que tenía cada guardia.

Como los guardias parecían tener dos cuchillos, nos dieron a Guffy y a mí los otros sobrantes.

Piraña: Supongo que saben utilizarlo.

Guffy: No es un problema, también venimos de las calles del bajo mundo.

Piraña: Bien, entonces sigamos.

Guffy me miró en forma de disculpa, pero no hay nada que se pueda hacer.

Solo tengo que seguirles la corriente.

Sin perder tiempo subimos al cuarto piso topándonos con cuatro guardias quienes estaban divididos en cada piso; cada uno observaba los pasillos y las tantas habitaciones sin ningún patrón aparente.

Piraña: Nos dividiremos y cada uno deberá acabar rápidamente con un guardia; Buda irá a la izquierda, yo a la derecha y ustedes los laterales.

Piraña: Traten de ser silenciosos o alertaremos a los demás del quinto piso y estropearemos el ataque sorpresa.

Ante las breves instrucciones, todos asentimos y partimos directo a los pasillos en coordinación.

El guardia estaba caminando de forma un poco mas suelta y despreocupada mientras observa las habitaciones vacías. Pero en cuanto a mí, quien con un cuchillo en mano y a su espalda lenta y sigilosamente se dirigía, se preguntaba si ese era realmente el personaje que se convertiría.

Ahora brota una sensación un tanto desagradable como si estuviese siendo obligado o quizá influenciado por quienes me rodean, a tener que cometer el acto de quitarle la vida a otra persona.

Si es alguien bueno o malo no es de mi importancia, o siquiera sentir empatía es de mi gusto; pero aún así, se supone que debo hacer lo que tanto predico: "el fin justifica los medios".

¿No es eso así?.

Al balancearme hacia el guardia, éste automáticamente se tensa y golpea con el codo al objetivo en su espalda pero falla el golpe al yo girar mi cuerpo.

Sus reflejos son buenos pero yo tengo la ventaja al haberle rodeado mi brazo derecho por el cuello mientras empuño el cuchillo con el izquierdo.

Antes de que pudiera reaccionar, le clave el cuchillo en el cuello mientras sostengo su boca para silenciarlo.

El cuchillo, el cual atravesaba la vena arterial izquierda, desprendía el rojo y caliente líquido sanguíneo del cuerpo a un ritmo acelerado.

Él se sacudía y hacía todo lo posible por salir de mi llave, pero cada vez perdía mas fuerza y yo lo sujetaba con el mínimo posible para esta situación.

En poco minutos el cuerpo dejó de moverse y la sangre estaba regada por todos lados al haberse cortado la vena arterial, naturalmente es la principal del cuerpo humano.

Supongo que se acabó...

El cuerpo ya no se mueve y todo es silencioso.

¿Cuál habrá sido mi expresión?.

¿Eso era todo?.

Que además de la adrenalina subsecuente que mengua luego de pocos minutos, y que antes de todo era mas dudoso, ya no siento nada más por él.

Se ha ido y no se puede hacer más por este cadáver sin vida alguna.