Joel y Toji continuaron su viaje hacia Elistan, y después de un día agotador, decidieron alquilar una habitación en un pequeño pueblo cercano. La posada donde se hospedaron era modesta pero acogedora, con un ambiente tranquilo y amigable.
Toji Staly: (dejando su mochila en el suelo) Este lugar parece tranquilo. Necesitaba un descanso así.
Joel: Sí, es bueno poder relajarse un poco antes de continuar.
Después de acomodarse en su habitación, ambos bajaron al comedor de la posada para cenar. La comida era simple, pero satisfactoria. Mientras comían, Joel y Toji discutían sus planes para el día siguiente y cómo se prepararían para la ciudad de Elistan.
Joel: Debemos estar preparados para cualquier cosa. Elistan no es una ciudad sencilla.
Toji Staly: (aburrido) Lo sé. Pero con lo que hemos pasado, estoy seguro de que podemos manejarlo.
La noche avanzaba, y Joel y Toji decidieron regresar a su habitación para descansar. Sin embargo, en medio de la noche, se escucharon ruidos sospechosos provenientes del pasillo. Joel y Toji se miraron, sabiendo que algo andaba mal.
Toji Staly: (en voz baja) ¿Escuchaste eso?
Joel: (asintiendo) Sí. Parece que alguien está aquí.
Ambos se levantaron silenciosamente de sus camas y se acercaron a la puerta. Abriéndola con cuidado, vieron a un grupo de ladrones irrumpiendo en las habitaciones de los huéspedes, robando pertenencias y causando caos.
Toji Staly: (en voz baja) No podemos dejar que hagan esto. Debemos detenerlos.
Joel: (asintiendo) De acuerdo, pero no usemos magia. No queremos llamar la atención.
Decididos a enfrentarse a los ladrones, Joel y Toji se lanzaron al combate cuerpo a cuerpo. Toji, con su fuerza física excepcional, derribó a uno de los ladrones con un solo golpe. Joel, utilizando su agilidad y habilidades de combate, neutralizó a otro ladrón con movimientos rápidos y precisos.
Ladrón 1: (sorprendido) ¿Quiénes son ustedes?
Toji Staly: (con una sonrisa) Solo dos viajeros que no permitirán que sigan causando problemas.
La lucha continuó, y los ladrones, a pesar de ser numerosos, no pudieron igualar la habilidad y coordinación de Joel y Toji. En poco tiempo, todos los ladrones fueron neutralizados, atados y dejados fuera de combate.
Joel: (respirando con dificultad) Eso debería mantenerlos quietos por un buen rato.
Toji Staly: Buen trabajo.
Joel: Los tirare a la calle.
Después de asegurarse de que los ladrones no representarían más amenaza, Joel y Toji regresaron a su habitación, agotados pero satisfechos por haber protegido a los demás huéspedes.
Joel: (acostándose) Ahora sí, vamos a descansar. Mañana será un día largo.
Toji Staly: (bostezando) Sí, tenemos que estar listos para lo que venga.
Ambos se acostaron, sabiendo que el camino hacia Elistan seguía lleno de desafíos, pero también de oportunidades para demostrar su fuerza y valentía. Con cada paso que daban, se fortalecían y se acercaban más a su objetivo, decididos a enfrentar cualquier obstáculo en su camino.